Un Escéptico radical está condenado y obligado “al
silencio”, algo insostenible.
Pero hay Escepticismos Parciales (metafísico, ético,
religioso,…) que no encierran tales dificultades y no presentan más problemas
que el de su propia justificación.
Se puede (¿o se debe?) ser escéptico parcial.
2.- EL DOGMATISMO, que es la actitud opuesta al anterior y
que es “la actitud natural de quienes dan por supuesto, sin examen previo
alguno, que estamos en posesión de un conocimiento verdadero acerca de la
realidad”.
Los Dogmáticos muestran una confianza absoluta en el poder
de la razón, aunque desconfíen del conocimiento sensible.
Hasta que llegaron los Sofistas y plantearon,
explícitamente, el problema del conocimiento.
3.- EL CRITICISMO, postura intermedia, que da por supuesto
que “podemos alcanzar la verdad” (como el dogmatismo) pero rechaza, sin
embargo, la “ingenua actitud natural” que pretende, sin más, conocer las cosas
tal como ellas son (concesión al escepticismo).
Fue iniciado por Kant, en una actitud reflexiva y crítica,
que obliga a la razón humana a investigar y reconocer sus propias posibilidades
y también sus límites (la experiencia)
4.- EL RELATIVISMO, que es también una actitud intermedia,
aunque algunos la identifiquen con el Escepticismo.
Fue el sofista Protágoras el primer relativista, con su
célebre sentencia: “el hombre es la medida de todas las cosas, de las que son
en tanto que son y de las que no son en tanto que no son”.
El Relativismo formula algo evidente, o tautológico, “todo
conocimiento humano es sólo eso, conocimiento humano, no conocimiento puro”.
En esto también coincide con el Criticismo, siendo una
llamada a reconocer los límites humanos de nuestras posibilidades de conocer.
Es verdad que podemos, sí, pero no lo podemos todo.
Conocemos según las estructuras cognoscitivas que tenemos, si tuviéramos otras
y/o fuésemos de otra manera….
Aunque muchas veces,
muchas personas, al hablar de relativismo lo identifican con el
“Relativismo cultural”, que es verdad, pero que no es sólo eso,
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