sábado, 31 de marzo de 2012
NIETZSCHE. LA VOLUNTAD DE PODER (15)
¿A qué insensatos (locos, descerebrados), a qué mentecatos (necios, tontos, faltos de entendimiento) se les ocurrió la idea de interpretar y afirmar que la “voluntad de poder” era el deseo, el ansia, la determinación,…de mandar, de dominar, de someter, de dirigir, de esclavizar,….?
La “voluntad de poder” (tan esencial en el pensamiento de Nietzsche) no es lo que los corifeos nazis entendían, mirando a Hitler, como la voluntad de mandar, de ser un político poderoso, de dominar el mundo, de someterlo.
No es la voluntad de conquista, de búsqueda de riqueza o de autoridad.
No es la voluntad de tomar y ejercer el poder, sino “no querer sentirse debilitado, tener dominio sobre sí mismo, no conformarse con “ser”, sino aspirar a “ser más”, a “superarse”.
La voluntad de poder no es:
1.- La facultad psicológica de decidir si sí o si no, si esto o si lo otro, si se decide tras intervenir, previamente, el entendimiento o no.
2.- Ni es, simplemente, la voluntad de vivir (aunque también).
3.- Ni es la voluntad de obedecer o de someterse.
4.- Ni es la voluntad de verdad de los pensadores teóricos.
En todo ellos está la “voluntad de poder”, pero no se reduce a ninguna de ellas.
Para entender qué es la “voluntad de poder” hay que acercarse al concepto de “fuerza”.
Es “la fuerza primordial que busca, intenta, empuja, persigue,… en primer lugar, “mantenerse en el ser”, no dejar de ser.
Pero, en segundo lugar, es “no contentarse con ser “eso y así”, sino “ser más”,
Es un “ímpetu” o “impulso” que va más allá siempre, que no se detiene nunca, y siempre hace referencia a lo vital, a lo orgánico, a lo biológico.
No es “adaptación” (que también, para no dejar de ser), sino, sobre todo, “acción”, “dinámica”.
“Actuar” y “reaccionar” son expresiones de la fuerza.
Cuando las “fuerzas reactivas” triunfan sobre las “fuerzas activas” entramos en el “nihilismo”.
La “voluntad de poder”, pues, nada tiene que ver con el “querer, consciente, del hombre de imponer su voluntad, triunfante”.
La Razón misma es una manifestación de la vida, que ha llegado, en su dinámica, hasta ahí.
Es en su madurez cuando a la “vida” la llama Nietzsche “voluntad de poder” = “la energía creadora de todos los seres”.
Toda la realidad está transida de, es fuerza que se despliega.
La “voluntad de poder” es “la voluntad constante de SUPERACIÓN” en la naturaleza entera, y también en el hombre, como voluntad creadora de valores.
Todo ser, vivo o muerto, orgánico o inorgánico, está traspasado por la “voluntad de poder”, y tiende y lucha, desde la piedra al árbol, desde el perro al hombre, no sólo de “sobre-vivir”, de “sobre-existir”, de seguir “siendo” sino, sobre todo, de no pararse, de ser más, de superarse.
Naturalmente, también los hombres, casi siempre de manera inconsciente, huimos y comemos, respiramos y descansamos, perseguimos,…no sólo para seguir vivos, sino que, también, concebimos algún bien y nos decidimos a conseguirlo, para “no perecer y vivir más y mejor”
La voluntad humana, como facultad psicológica, (ese “lejano eco de un combate ya disputado en lo profundo”) es “una” (ni la única ni la más importante) manifestación de la “voluntad de poder”
¿Qué es la evolución sino una manifestación de la “voluntad de poder”, que hace surgir la “vida” de la “no vida”, la “vida pluricelular” de la “monocelular”, la “vida humana” de la “vida animal”, y que desde el “hombre” debe impulsarlo hasta el “superhombre”, nivel superior al hombre mismo?.
¿Qué es la misma Razón, como arma o medio, sino “otra” manifestación más de la “voluntad de poder”?
Porque, si razonamos, razonamos “para algo”, para “no perecer” y para “progresar”.
La Razón está al servicio de la Vida = la Realidad Primordial”
Razonamos para detectar lo malo (y, así, poder rehuirlo) y para detectar lo bueno, y lo mejor, para apropiárnoslo.
El mundo, la realidad, es un caos, multiplicidad, diferencia, variación, muerte,… y, si utilizamos la Razón, es para ordenarlo, conocerlo y, sobre todo, dominarlo.
No Vivimos (fin) para Razonar (medio), sino que Razonamos para Vivir.
La Razón es el arma que utiliza el hombre para dominar la irracionalidad de la realidad, para unificar la multiplicidad y las diferencias (“el hombre”, cuando lo que. realmente, existen son los hombres concretos, diferentes,….).
¿Cuál es la meta de esa “voluntad de poder” que anida en el fondo de todos los seres?. ¿Existe esa meta?
¿Tiene/tuvo la evolución una “meta a la que llegar”, un “objetivo a conseguir”?.
¿Tenía que llegar desde la materia inorgánica hasta el hombre?.
¿No es el hombre un acontecimiento fortuito, que ocurrió, pero que, igualmente, podría no haber ocurrido?.
¿Existimos y somos así, por azar o por alguna mano divina que dirigía el proceso?.
¿Podríamos no haber sido o haber sido de otra manera?
De la lucha entre las “fuerzas reactivas y activas” salió lo que salió, esto, pero podría no haber salido, o haber salido de otra manera.
“El mundo es un monstruo de fuerzas, sin principio ni fin, una magnitud fija de fuerza que ni crece ni disminuye, únicamente se transforma. Destruyéndose y construyéndose constantemente, transformándose, sin meta, a no ser que exista una meta en la felicidad del círculo”.
jueves, 29 de marzo de 2012
NIETZSCHE: VERDAD, FE, VIDA Y FELICIDAD (14)
“Las verdades del hombre sólo son “errores vitalmente útiles””.
“El arte es una bella mentira”.
El Arte es Belleza, no Verdad. No es de extrañar que Platón ubicase a todos los artistas en el infierno.
Una de las causas de sus ataques al Cristianismo es porque éste pretende enaltecer el valor de la “fe” como garantía de la verdad de las propias creencias. Menospreciando, así, a la razón, como instrumento insustituible en la búsqueda de la verdad.
¡Como si lo “creído” pudiera ser afirmado como “verdadero”¡
Las “creencias” de un creyente pueden ser falsadas por el conocimiento racional, por la ciencia.
Las “creencias” nunca podrán ser verificadas. Dejarían de ser creencias en el mismo momento en que se supiera que eran verdaderas. Serían, ya, conocimientos, saberes.
Pero no es que Nietzsche fuera el primero en tal posicionamiento, aunque sí ha sido el más radical y el que ha llegado hasta el final, pero ya en el XVIII era la postura normal de muchos ilustrados.
No niegan la “creencia”, lo que le niegan es el “estatuto científico de verdad”.
Quien cree, es “verdad” que cree, y su creencia es verdadera. Otra cosa muy distinta es que sea “verdad” lo creído en esa creencia.
Uno de mis filósofos al que sigo es José Antonio Marina.
Afirma que es un error creer que el objetivo de la inteligencia es conocer la verdad. A lo que tiende la inteligencia es a la felicidad.
Pensamos para ser felices, no para ser conocedores de la verdad, no para saber (aunque para muchos la felicidad sea saber).
Dice Nietzsche: “¿Quieres paz espiritual y felicidad?. Cree. ¿Quieres ser un apóstol de la verdad?. Entonces busca”.
El amor a la verdad hace que uno ponga siempre en duda, que continuamente se cuestione las verdades que hasta ahora mantenía.
“El conocimiento se ha transformado, para nosotros, en una pasión, que no retrocede ante ningún sacrificio”
De ahí su rebeldía ante la aceptación de cualquier doctrina “consoladora” que pudiera llenar su soledad y su necesidad de alcanzar un oasis ilusorio liberador en el que refugiarse.
“Veraz llamo yo al hombre que se retira al desierto sin dioses”, porque “donde hay un oasis allí hay, también, imágenes de ídolos”.
Proclamaba necesitar el desierto (no el oasis) de la soledad para poder pensar sin prejuicios y sin influencias externas.
Y, desde esa soledad, verá al Cristianismo como ese “error fatal” en el que se ha sustentado la civilización occidental, lo que conducirá a la humanidad (cuando sea consciente de ello) a la crisis más radical sobre el valor de la vida.
La fe es un “consuelo”, pero no es un camino alternativo, incluso más perfecto y valioso, para acceder a la verdad.
“Las convicciones (las creencias) son enemigas de la verdad y más poderosas que las mentiras”.
Toda creencia es subjetiva. Y toda subjetividad es falible, por lo tanto, debemos someter, continuamente, a crítica intelectual, a revisión constante, hasta las más profundas y vitales convicciones.
“¿Estamos obligados a ser fieles a nuestros errores”?.
Porque hay creencias falsables.
Cuando los creyentes apoyan su fe en la sangre derramada por los mártires cristianos, dando, incluso, su vida por su creencia, Nietzsche es muy tajante: “La sangre es el peor testigo de la verdad”
(Postura, por otra parte, total y absolutamente contraria a la de Unamuno).
Sólo los débiles, si lo necesitan, creerán que su fe es verdadera.
Califica al pensador Pascal como “suicida intelectual” (¿conocen su apuesta sobre “lo rentable que es creer en Dios?).
Es lo opuesto a un “espíritu libre”, el que posee una disposición intelectual permanente a abandonar una convicción en cuanto se le muestre o demuestre que es falsa.
Ser conscientes de creer es ser conscientes de no saber.
“El hambre no prueba que “haya” un alimento para satisfacerla.
Presentir algo no es saber que ese algo existe; sólo que es posible, en cuanto que lo deseo o lo temo.
Pero “desear” que algo sea así no es saber que ese algo “es” así.
La fe está en conexión con los deseos, con los temores, con la necesidad de felicidad,… Nada que ver con el conocimiento, con la Verdad.
“Si la fe no diese la felicidad, no habría fe; por consiguiente, ¡cuán poco valor de verdad debe de tener”.
miércoles, 28 de marzo de 2012
EL CRISTIANISMO Y NIETZSCHE.(13)
Pocos pensadores han insultado y vejado tanto, y tan intensamente, al Cristianismo, como Nietzsche.
Igual que hay que distinguir entre “creencia-1” y “creencia-2”, hay que distinguir entre “Cristianismo auténtico” (el Cristianismo de Jesús, el Cristo) y “Cristianismo oficial” (el Cristianismo posterior, el de la Iglesia).
“Hemos evolucionado más allá del Cristianismo, no porque hayamos vivido demasiado alejados de él, sino por haber vivido demasiado cercanos a él….”.
Igual que un matemático no dedica una semana a explicar a los alumnos que el triángulo tiene tres ángulos y que dos más dos son cuatro, Nietzsche ve tan evidente la muerte de Dios que, casi, ni se detiene a dar argumentos de ello.
Apostar por la vida es, ya, negar a Dios. Y Nietzsche es un vitalista.
Pero ¿por qué van a ser desgraciados y serán condenados al fuego eterno los que ríen aquí abajo, en esta vida? – se pregunta Nietzsche.
¿Quién ha podido decir eso?.
Dios.
Que nos anunció “el llanto y el crujir de dientes”, que hay que vivir “desviviéndose”, muriendo, penando, llorando, padeciendo…considerando la vida como el “valle de lágrimas”, como un examen a aprobar, como una prueba a superar, como un “destierro” transitorio, temporal, hasta entrar en la “tierra prometida”, en el paraíso celestial, del que fuimos expulsados.
El cielo, la salvación eterna, no se regala, hay que ganársela, y todos sabemos cómo.
“Demasiadas cosas le salieron mal a ese alfarero que no había aprendido suficientemente bien el oficio. Pero eso de vengarse en sus cacharros, en sus criaturas, porque le habían salido mal a Él…. Eso fue un pecado de mal gusto”.
“Si no lo oíamos bien, ¿por qué nos dio unos oídos que lo oían mal?. Toda la responsabilidad será suya. Él, y solamente Él, será el culpable. ¿Por qué va a castigarme a mí?”.
Nietzsche distingue entre el “Cristianismo oficial o eclesiástico” y el “Cristianismo originario, el de Jesús”, del que afirma: “Jesús era el más digno de amor”.
“En el fondo, no hubo más que un cristiano, y éste murió en la cruz”.
Sus discípulos no comprendieron que lo esencial del mensaje de Jesús fue el ejemplo de su propia vida (lo que “hizo”, más que lo que “dijo”), sin rencor, sin venganza, haciendo el bien a todos.
Su conducta ante los jueces, ante los soldados romanos, ante el poder político, ante las autoridades religiosas, ante los acusadores, ante los difamadores,….
Ésta es la parte positiva, sobre el cristianismo auténtico, porque cuando comienza a despotricar y a insultar al cristianismo oficial, parece una escopeta de repetición.
Porque al observar la conducta de los dirigentes de la Iglesia oficial….
“Lo que distingue al cristiano no es la fe, sino las obras”
Sólo es cristiana la práctica cristiana. Por sus obras los reconoceréis. No todo el que “dice”: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que… Si no amáis a los hombres, a quienes veis, ¿cómo vais a amar a Dios a quien no veis”….
Por eso el Cristianismo auténtico será factible en todos los tiempos, porque se trata de dar sin esperar recompensa,…
Pero en el Cristianismo oficial prevaleció el resentimiento.
Incluso, uno de los placeres de los bienaventurados, ya en el cielo, será contemplar las penas, cómo sufren, y sufrirán por toda la eternidad, los “malaventurados” en el infierno.
¿Cómo se puede “ser cristiano” de esta manera?. “Es indecente ser cristiano”.
La jerarquía eclesiástica, no es que esté en un error, no es que esté equivocada, es que miente.
“La Iglesia es la barbarización del cristianismo auténtico”.
“La Iglesia es, exactamente, aquello contra lo cual predicó Jesús”.
“Declaro culpable al Cristianismo, formulo contra la Iglesia cristiana la acusación más terrible que ha sido formulada jamás por acusador alguno. Se me aparece como la corrupción más grande que pueda concebirse…”
“La Iglesia cristiana ha hecho de todo “valor” un “sinvalor”, de toda “verdad” una “mentira”…”
“La Iglesia es un parásito, con su ideal de anemia, chupa toda la sangre, todo el amor, toda la esperanza en la vida….”
Resentimiento y falsedad del Cristianismo oficial.
“Hermanos, llevad una cabeza de tierra”.
"¿No habéis oído hablar de aquel hombre loco que en pleno día encendió una linterna, fue corriendo a la plaza y gritó sin cesar: ’¡Ando buscando a Dios! ¡Ando buscando a Dios!’. Como en aquellos momentos había en la plaza muchos de los que no creían en Dios, provocó un gran regocijo. ’¿Es que se ha perdido?’ dijo uno de los circunstantes. ’¿Es que se ha extraviado como cualquier criatura?’ exclamó otro [...] El hombre loco se precipitó por entre ellos y los fulminó con la mirada. ’¿Preguntáis qué ha sido de Dios?’ gritó. ’¡Os lo voy a decir! ¡Le hemos matado, vosotros y yo! ¡Todos nosotros somos sus asesinos! Pero, ¿cómo hemos podido hacerlo? ¿Cómo pudimos vaciar el mar? ¿Quién nos dio la esponja para borrar el horizonte? ¿Qué hemos hecho después de desprender a la tierra de la cadena de su Sol? ¿Dónde le conducen ahora sus movimientos? ¿Adónde la llevan los nuestros? ¿Es que caemos sin cesar? ¿Vamos hacia adelante, hacia atrás, hacia algún lado, erramos en todas las direcciones? ¿Hay todavía un arriba y un abajo? ¿Flotamos en una nada infinita? ¿Nos persigue el vacío con su aliento? ¿No sentimos frío? ¿No veis de continuo acercarse la noche, cada vez más cerrada? ¿Necesitamos encender las linternas antes del mediodía? ¿No oís el rumor de los sepultureros que entierran a Dios? [...] ¡Dios ha muerto! ¡Dios permanece muerto! ¡Y nosotros le dimos muerte! [...]Lo más sagrado, lo más poderoso que había hasta ahora en el mundo ha teñido con su sangre nuestro cuchillo [...] Jamás hubo una acción más grandiosa, y los que nazcan después de nosotros pertenecerán, a causa de ella, a una historia más elevada que lo fue nunca historia alguna’. Al llegar a este punto, calló el loco y volvió a mirar a sus oyentes; también ellos callaron, mirándole con asombro".
Cuando Nietzsche despotrica contra el Cristianismo, ¿contra qué Cristianismo despotrica?.
martes, 27 de marzo de 2012
NIETZSCHE Y LA “CREENCIA”. (12)
¿Cómo va a ser igual la “creencia” de un niño en los Reyes Magos que la “creencia” de Rouco Varela en el Misterio de la Santísima Trinidad?.
Hay niveles de “creencias”.
Deberíamos, pues, distinguir entre un “sentido débil” (llamémosla “creencia-1”) y un “sentido fuerte” (o “creencia-2”).
La “creencia-1” es la certeza subjetiva, pre-reflexiva y a-crítica de ciertos contenidos objetivamente inciertos.
La “creencia-2”, en cambio, es no sólo la afirmación, sino la re-afirmación, consciente y dogmática, de la “creencia-1”, sin que existan auténticos motivos objetivos que justifiquen el paso de una a otra creencia.
Así como la “creencia-1” puede dejar de ser creencia y pasar a ser conocimiento, ante una evidencia racional de que no era verdad lo anteriormente creído, la “creencia-2” afirma taxativamente la verdad de los contenidos creídos, a pesar de no contar con garantía alguna objetiva.
La “creencia-2” es un “acto de fe” y, así, evita las posibles críticas que pudieran provenir de la filosofía, de la ciencia, del sentido común.
La “creencia-1” no es un “acto de fe”, sino que, involuntariamente, suple el auténtico conocimiento, hasta que éste se manifiesta de manera evidente (los niños y su creencia en los Reyes Magos). El niño deja de ser crédulo y ya “sabe” que los reyes son los padres.
En la “creencia-2” no ocurre eso, porque pretende ocupar, de manera definitiva, el lugar que le corresponde al conocimiento.
La “creencia-1” tiene la explicación en que, como no son muchos los conocimientos que tiene, lo creído le aporta seguridad psicológica, aceptando como verdad y conocimiento, de manera acrítica, la tradición, la autoridad, la opinión pública,…
Además, la “creencia-1” le permite y le facilita la integración en un grupo, que se refuerza si todos comulgan con esa “creencia-1”, porque el hombre (no lo olvidemos) es un animal social que siente la necesidad de sentirse integrado en una comunidad, no sólo por intereses económicos, también por su sistema de creencias.
¿Qué eran los mitos, en la antigüedad, cuando eran escasos los conocimientos?.
Pero la “espontaneidad” de la “creencia-1”, propia de mentalidades inmaduras, nada tiene que ver con la “dogmaticidad” de la “creencia-2” que, casi siempre, pretende, beligerantemente, que sea aceptada como un conocimiento paralelo al conocimiento científico o frente a los desvaríos heréticos de la Filosofía.
La “creencia-1” se justifica, también, como un imprescindible mecanismo de supervivencia durante la infancia, en que el niño se “fía” totalmente de lo que el padre dice que es verdad, apoyándose en lo que el padre hace, amorosamente, por él. ¿Cómo no dar crédito a lo que el padre “dice” viendo lo que el padre “hace”?.
¿No va dirigida la labor catequética de la Iglesia (la Santa “Madre” Iglesia) a conquistar la conciencia de los niños (más que la de los adultos), para que sea considerada “otra autoridad” a la que creer?. Y más, cuando pontifican que esa es la única manera de salvarse para toda la eternidad.
“Sin la fe no hay salvación”.
Cuando uno nace en una familia concreta, cristiana, islámica o budista, igual que se aprende el lenguaje, se aceptan las creencias y normas que la familia acepta y practica.
viernes, 23 de marzo de 2012
NIETZSCHE (11) EL SUPERHOMBRE.
Me he preguntado, muchas veces, si Jesús de Nazaret, (una vez analizados los caracteres que Nietzsche le atribuye al Superhombre) no era un Superhombre.
(Al final lo analizaremos).
Una vez muerto Dios, que “Viva el Superhombre”.
Que viva el individuo, la persona concreta, no la “clase”, ni la “raza”, ni la “nación”,…. Y que sea fiel a los valores de la tierra, “fiel al sentido de la tierra”.
Nietzsche es “la leche”.
Echa sapos y culebras, por la boca, contra los judíos, contra los curas, contra el cristianismo, contra las morales “gregarias, del rebaño” de las religiones,… al tiempo que exalta al “bruto rubio germánico”, afirma que el hombre ideal debe ser cruel, bruto, falto de compasión,….
¿Qué de extrañar que los nazis lo utilizaran, a su favor, para la defensa de sus tesis racistas?
Y es que Nietzsche (como hemos expuesto en otras reflexiones) es contrario al IGUALITARISMO, tanto al cristiano (todos somos hermanos, iguales en cuanto hijos de Dios) como al socialista (todos somos igual de ciudadanos).
Para él hay “hombres inferiores y hombres superiores”, y, entre éstos, se encuentra el Superhombre. “Los débiles y malogrados deben perecer: artículo primero de nuestro amor a los hombres. Y, además, se debe ayudarlos a perecer”.
Y lo dice él, que tenía que compartir Italia y Suiza, con sus distintos climas, por su enfermedad (seguramente “agarrada”, en su juventud, en las visitas a los burdeles.
¿No será que “perecer” debe interpretarse no como “matarlos”, sino apartarlos para que no sean ejemplos y tengan seguidores?.
Defiende la “moral de la violencia” (la falta de compasión, la crueldad, la fuerza, el combate, el desprecio por los débiles,…).
“Debéis amar la paz como medio para nuevas guerras. Y la paz, de corta duración, más que larga”.
“El hombre superior se distingue del inferior por la intrepidez con que propaga la desgracia”.
Reivindica la ferocidad y empuje de los pueblos germánicos.
¿No es normal (ante estos textos) que Nietzsche sea un espejo en el que mirarse y copiar los nazis?.
Pero, también, hay textos contrarios.
El hombre al que hay que superar es el que no se somete a los valores tradicionales, a la “moral del rebaño”, a la moral basada en la creencia de una realidad trascendente, que fomenta el desprecio por la vida, la corporeidad, la diferencia entre personas.
El Superhombre sólo es inteligible desde el contexto del platonismo, del cristianismo (platonismo religioso), de la muerte de Dios.
El Superhombre sólo es posible cuando se prescinde de la creencia en Dios (como guía), cuando se lleve hasta el final la “muerte de Dios”, y cada uno tenga que hacerse cargo de “su” vida, para darle sentido,…
Si los nazis defienden el “culto a la raza y al estado”, la superioridad del grupo sobre el individuo,….Nietzsche defiende todo lo contrario, no cree en los universales (sea la Raza, la “Nación”, la “Humanidad”,…), sólo existen “individuos”.
“El hombre” no existe, los que existen son “los hombres”, concretos, individuales,…
La misma estética nazi (uniformes, disciplina militar, desfiles, concentraciones masivas,….que engullen al “individuo”, difuminándolo en la masa,…) es lo más opuesto a Nietzsche, que siempre apuesta por el “individuo”, siendo el Estado (para él) una de las mayores perversiones creada por los hombres.
“Allí donde el Estado acaba, comienza el hombre” (el individuo).
Nietzsche es lo más opuesto al nazismo.
El Superhombre no es una clase social privilegiada, ni una raza,…sino el individuo.
Tú y yo, cada uno de nosotros, podemos ser superhombres si… y/o podemos seguir siendo “rebaño” si…
El Superhombre rechaza la “moral de los esclavos” (las religiosas, cuyo amo, siempre, es un Dios). Por lo tanto, rechaza la humildad, la mansedumbre, la paciencia, la castidad, la obediencia, el servilismo,… (caracteres religiosos, que deben “morir”, una vez “muerto Dios”.
El Superhombre crea valores, que ya no son trascendentes, sino humanos. Y valores que sean “fieles al sentido de la tierra”
El Superhombre vive en la “finitud”, no cree en ninguna realidad trascendente (ni en Dios, ni en el Destino, ni en la Raza, ni en la Nación, ni en los Grupos),
El Superhombre no cree que la vida tenga UN sentido, sino el que cada uno le dé a su vida.
El Superhombre no oculta el sufrimiento, la enfermedad, el hambre, la muerte,…porque cree que de ellos puede salir/sacar algo positivo, que puede enriquecerse con ellos.
El Superhombre gusta del riesgo, de nuevas experiencias, de caminos no frecuentados, de pruebas difíciles,…
El Superhombre no está preocupado ni por el placer ni por el dolor, ni propio ni ajeno.
El superhombre no tiene miedo a la “diferencia” y es contrario al “igualitarismo”.
El Superhombre ama la intensidad de la vida, la alegría, el entusiasmo, el amor sexual, la belleza corporal y la espiritual, es magnánimo, generoso,.. (pero no por humanitarismo, sino por sobreabundancia, porque rebosa)
El Superhombre es dionisíaco, como el niño, que ama la vida y juega con ella.
Si el CAMELLO era el platonismo (filosófico y cristiano) y sus caracteres/virtudes eran: la humildad, el sometimiento, el arrodillarse para que le echen encima las cargas pesadas (y cuanto más pesadas, mejor, son más méritos) y el LEÓN era el hombre crítico, racional, ilustrado, libre de, nihilista activo que destruye los valores tradicionales establecidos, la cultura occidental, su estilo de vida como prueba, examen y paréntesis,…. El NIÑO es la inocencia del devenir, el que inventa valores, el que toma la vida como un juego, el lúdico, el dionisíaco,…
Volvamos al principio: ¿Era Jesús de Nazaret un Superhombre?:
“Si no os hacéis como niños no entraréis en el reino de los cielos”.
¿Obedeció y se sometió a los valores tradicionales judíos?.
¿Cuál fue su posición ante los rabinos judíos?.
¿Y ante el Poder Civil (Pilatos y Herodes)?.
¿Qué dijo de los “impuestos”?.
¿Cómo calificó a los fariseos?.
¿Cómo se comportó, látigo en mano, contra los vendedores y cambistas, que suponían ingresos económicos para el Templo?.
¿Cumplió con el “sábado”?.
¿No propuso/creó una tabla de “valores nuevos” rechazando los “viejos valores”?
¿No nos habla San Pablo (el creador del Cristianismo) de “despojaos del “viejo hombre” y revestíos del “hombre nuevo”?.
¿No propuso que la manera de amar a Dios (ley judía) era amar a los hombres (nueva ley)?. “Si no amáis a los hombres, a los que veis, como vais a amar a Dios a…
Desvestirse del “hombre viejo”, vestirse del “hombre nuevo”. Los dos actos son inseparables (sólo puede uno vestirse si está desvestido, una vez “muerto Dios”, que Viva el “nuevo hombre”)
Veámoslo así:
El Judío Jesús de Nazaret rompe con el Judaísmo (tanto con su doctrina religiosa como con sus rabinos), siendo, después, llamado “Cristo” (objeto de creencia, por lo que yo, agnóstico, obvio llamarlo así) por sus seguidores, que siguiendo al maestro rompen con el Judaísmo y crean el “Cristianismo” (sobre todo San Pablo y, después, los Padres de la Iglesia).
Este Cristianismo crea unos valores muy distintos a los valores judíos.
Cuando Nietzsche firma como el Anticristo, ¿no estará, en realidad, refiriéndose a él como el “otro Cristo”, el primer “superhombre”, que ahora tiene que romper y superar el Cristianismo, en un paralelismo con Jesús (Cristo) y el Judaísmo?
Igual que Jesús-Cristo rompe con los valores tradicionales judíos y establece, crea, otra tabla nueva de valores, muy distinta, ¿por qué no el Superhombre debe romper y superar la tabla de valores cristianos y establecer/crear otros nuevos, siendo “fiel al sentido de la tierra”, al aquí, en esta vida, y ya sin referencias al cielo, a la otra vida, a lo trascendente?
Jesús consideró “bien vistos” a la adúltera, a los leprosos, a los tullidos, a los cobradores de impuestos,… los “mal vistos”, todos ellos pecadores según la tabla judía de valores. Incluyó a los excluidos. Se saltó el Sábado de descanso.
Una vez “muerto el Dios cristiano”, producto, mas de los cristianos que de Cristo (que no quiso fundar otra religión el Cristianismo, sino que lo que Él pretendía era reformar el Judaísmo), que llegue el Otro-Cristo (que va a ser un Anti-cristo) y que establezca/cree los nuevos valores, fieles a la tierra.
martes, 20 de marzo de 2012
NINA FERRYS
(Ahora, ya que estamos en época de elecciones andaluzas. Fue escrito hace muchos años. Pero no creo que haya perdido actualidad. Bastaría, sólo, cambiar algunos nombres)
Hoy podría sustituir a Nina Ferrys por ELSA PATAKI. Y sustituir una verruga y un "ahora" por un "Yo voy". O sustituir no sé qué por un "Cambiar a mejor es posible". "¿El otro? No hace falta cambiarlo. Llevamos, desde siempre, "yendo al máximo" y "vamos imparables", y ya deberíamos haber llegado o habernos estrellado.
Podría haber cambiado las braguitas y el sujetador por un helado. Pero he optado por mantenerlo tal y como salió de la mente de este obseso hace (casi nada) 18 años.
Según dice mi mujer, me encontraron llorando en la Playa del Chanquete, al quinto día de mi desaparición.
Dice que mostraba (yo) un ánimo deprimente y tenía un aspecto deplorable: desaliñado, sucio. El pelo greñoso y grasiento, la cara demacrada, blancuzca, muy desmejorado, con grandes ojeras, como de haber llorado mucho y repitiendo, como un disco rayado: "no hay derecho", "no hay derecho", "no hay derecho"...
Estoy, ahora, aquí, sentado en mi terraza, escribiendo estas líneas y bastante recuperado del incidente, del paréntesis, del acontecimiento o de como usted quiera llamarlo (que para eso gozamos de libertad de expresión).
Estoy intentando recordar, a ráfagas. Quiero poner en orden mi pasado reciente. Estoy ahora, ya, contemplando las tres vallas publicitarias que hay ahí, frente a mí, en el Camino del Pato, justo entre las dos farolas, delante de la panadería.
En una de ellas hay dos enormes cabezas, como dos grandes globos hinchados y a punto de estallar (como un "big bang" humano en la expansión del universo), intentando venderme/que yo compre sus ideas a cambio de mi voto.
En otra (¡oh Dios!, perdónales el pecado mortal contra la estética, porque no saben lo que han hecho), una cabeza casi calva, obsesionada con que yo no les dé mi voto a las otras dos cabezas.
En la valla de la derecha hay una verruga pegada a un hombre, donde pone, en letras muy grandes AHORA. (¿Será que ya han descubierto el remedio anti-verrugas?).
Durante más de dos meses, en esas tres vallas publicitarias, tanto a la luz del sol como a la tenue luz amarillenta de la luna y de las farolas, ha estado presente NINA, mi NINA. La tienen ustedes que recordar. La que tenía por única ropa una minúscula, casi microscópica, pero siempre insinuante/atrayente braguita FERRYS.
Será por que desciendo de la comarca minera del Alquife, o porque mi padre tenía Hierro de segundo apellido o porque mi suegro era capitán de ferrys Algeciras-Tánger... lo cierto (y verdad) es que entre Ferrys y yo habíamos establecido un tácito acuerdo (inconsciente, claro está) de que allí tenía que estar NINA, y por triplicado, frente a mi terraza, en las tres vallas.
Sólo Dios y la luna llena son testigos de la cantidad de noches que me he levantado de la cama, a las tantas de la mañana, entre sueño y sueño, y, en chanclas y en pijama, me he sentado en la terraza, contemplando a NINA, sin decir nada, sólo mirando, contemplando, sin prisa, extasiado. ¡Qué placer, oh Dios, el placer de la mirada!
NINA no me pide nada, no me exige nada, sólo me sugiere, me invita a seguir ahí. No me habla, pero estamos en comunicación. ¡Qué gesto petrificado e insinuante!
Ese cuerpo curvilíneo, tan proporcionalmente repartido, recostado en posición no forzada, tapando, disimuladamente, con un brazo, lo que podía ser considerado pornográfico por un alguacil de aldea, pero que es solamente erótico para todo bien nacido, como tu y como yo. (Oh, Dios ¿cómo ha podido ser considerado pecado este placer visual en la contemplación de tal perfección carnal?)
NINA ahí y yo aquí, frente a frente durante más de dos meses, en comunicación constante y simultánea, nocturna y diurna, intensamente enamorado y siempre correspondido.
Ni mi mujer se ha dado cuenta. Sólo su sorpresa y/o su cabreo de estar (yo) todo el día en la dichosa terraza, sin hacer nada, y de tanto levantarme (¡a mear!) por las noches.
Y ahora, aquí, en esta misma terraza, pero sin NINA, y (además) con los cabezones.
Ahora recuerdo que, para ir al Instituto, me inventaba la excusa del tráfico y daba un rodeo enorme. Y todo por pasar junto al campo de fútbol, seguir la tapia sur del cuartel y, luego, el cruce con la C/Ayala. Total, cinco vallas. Cinco NINAS. Cinco placeres. Más que placeres, cinco goces.
Y ahora recuerdo, también, cuando mi mujer me preguntaba por qué teníamos que ir a tomar una cerveza, en coche, a la venta El Molino, a cuatro kilómetros. Yo creo que nunca se dio cuenta que eran cuatro NINAS en el trayecto. Pero yo creo que nunca se tragó lo de que la cerveza San Miguel estaba, en El Molino, a la temperatura ideal y sabían "tirarla" mejor. ¿Desde cuándo has sido tú un buen catador? -me decía- y tenía toda la razón del mundo.
Pero recuerdo, sobre todas las vallas, las dos de la C/Ramón y Cajal, junto al semáforo. Yo era el primero en parar. Ya desde lejos calculaba velocidad y tiempo para que se pusiera amarillo, justo-justo, antes de parar y poner punto muerto. Miraba, disfrutaba con fruición, devoraba con la imaginación. Sólo un minuto. Pero era un minuto muy largo. Los jueves dos, mañana y tarde. Me quedada embobado, con la conciencia de vacaciones. Metía la primera cuando mi mujer me zarandeaba la pierna o cuando las bocinas de los de atrás se ponían tan pesadas que se hacían insoportables (a veces ni les daba tiempo a pasar a más de dos coches).
¿Cuántas veces se me caló el coche en ese semáforo? Nunca oí tantas blasfemias. ¿Se me calaba o lo dejaba calar? (¡Qué igual da!, se juntaba el hambre con las ganas de comer).
Llevo ya tres días de baja en el trabajo. Mis alumnos tienen que recordarlo. Era un final de curso, en plenos exámenes. Comuniqué, al Director, tener fiebre. Pero a mi mujer no le he dicho nada. Así que a las ocho y cuarto, como cada día laboral normal, salgo con el coche recorriendo las calles, por ver si alguna valla ha quedado libre de tal desaguisado. Llevo ya contadas quinientas veintiocho en el casco urbano.
Ni una NINA. Mucho coche, mucho Corte Inglés, mucho político. Pero ninguno de Estética. Todas anuncian mercancía. Todos invitan/incitan a que le des y que te vayas. Sólo la de NINA invita a estar ahí, a quedarte,
Y vuelvo a ver las inmensas cabezotas.
Pero ¿cómo puede salir de algo tan poco atractivo/atrayente algo que te invite/te incite a vivir mejor?
Comprendo, soy consciente, de que hay mucho paro y que los cabezones quieren trabajar.
Yo comprendo que hay oficios raros y que ellos quieren trabajar en ese oficio. Pero ¿no podrían prescindir de mí? ¿Es que su deseo de trabajar es motivo suficiente o necesario para desbancarme a NINA de las vallas?
He llamado al Ayuntamiento. He prometido trabajo social por las tardes, darle mi voto, conseguir el de mi vecina Manoli y los dos votos de mis suegros al primero que aparezca por aquí arrancando esos horrendos carteles y reponiendo los de NINA, pero, hasta la telefonista, (estoy seguro que contratada-interina-temporal por una baja materna, seguro-seguro que está ahí por tráfico de influencias), me ha puesto a parir, me ha regañado, me ha largado una perorata, con malos modales, me ha echado en cara mi bajo nivel cultural porque, para ella, la política es una cosa muy seria, y que esos señores de las vallas son unos profesionales de la "res publica", son los conductores de la sociedad, las mentes lúcidas, capaces de llevar a buen puerto a esta España marinera. Y que lo que albergan en sus privilegiadas mentes ("no las llame usted "cabezas" y lo de "usted" lo dijo con un rin-tin-tin...), no sólo son ideas, son proyectos de futuro sistemáticamente elaborados por equipos de expertos de las distintas ramas del saber, y ellos son los únicos que pueden aminorar, cuantitativa y cualitativamente, las pertinaces cifras de desempleo, controlar la siempre díscola e incontrolable inflación, reestructurar los nuevos cauces económicos, enfriar la especulación, recalentar la contratación, acelerar el mecanismo productivo, racionalizar la subida bursátil, consiguiendo que la inversión se desvíe y se encauce hacia actividades hasta ahora aún no experimentadas, incentivar el sector secundario, introducir cuñas en el pertinaz y sostenido paro juvenil, concienciar a los grupos sociales del desequilibrio que genera una economía no flotante y expresamente manifiesta, y además, sepa usted que...
- Pero señorita, (porque deduje, automáticamente, que era joven y que estaba allí por designación digital, a pesar de su desenvolvimiento en el argot económico-social), ¡por Dios!, si yo lo único que quiero es que me coloquen otra vez a mi NINA, la de las braguitas Ferrys, en las vallas que hay frente a mi terraza para poder contemplar ese desn....
- "Machista", eso es lo que es usted, un "machista". Fue lo único que oí antes del golpe que produjo en mi oído el ruido de colgar bruscamente el teléfono.
No hay derecho. ¿Es que es tanto o tan difícil lo que pido?
Yo dije muchas veces a mis alumnos que, en mis tiempos de niño, tenía que haber habido en los confesionarios, psicólogos en vez de curas o frailes; y ahora, ya bastante maduro, no hago más que repetir y repetirme que lo ético es más digo que lo político, que lo estético es preferible a lo económico, que lo psíquico debe ir armónico con lo fisiológico. Es decir, que yo lo único que quiero es que repongan a NINA en sus vallas.
¿Cómo va a ser igual - díganme ustedes - estar viendo el cuerpo juguetón de NINA, sus insinuaciones, su inocente pero pícara mirada, su imantada postura, su saber estar ahí, que estar viendo esas enormes cabezotas? (¡Que se jod.. la telefonista ahora que no me oye).
¿No es más atractivo/atrayente el triunfo de la Estética que la representación teatrera de la Política? ¿Cómo va a ser igual la suave curva de una cadera que la línea cerrada de una cabeza? ¿Cómo comparar ese ombligo que se esconde, pícaro, entre circunvoluciones, hacia dentro, que esa nariz, horrorosa, adosada a una cara de plato? ¿Cómo comparar ese cutis delicado con esta barba impenitente? ¿Qué decir de esa silueta, que no sabes si empieza o termina, comparada con estas deformadas circunferencias con orejas, medio calvas, o con verruga antiestética incluida? ¿Cómo comparar a quien está ahí mirándote, sonriéndote e invitándote, con quienes han sido colocados ahí para exigirte? Cada vez que los veo parece que quieren cogerte por la solapa, ponerte boca abajo y zarandearte para que tu voto caiga de tu bolsillo a su bolsillo.
Todos dicen que lo saben todo; que saben todos mis problemas y que saben las soluciones, pero no me dejan preguntarle por qué no me los han solventado todavía, porque mis problemas siguen siendo los mismos de siempre.
Uno de ellos se me hace más sospechoso, porque parece que acaba de descubrir la electricidad a dos colores ("anda-luz" y en medio la bombilla). Y el otro, ¿qué quieren que yo les diga? Yo no soy de Jerez, además en mi casa nadie tiene verrugas, al menos en la cara. ¡Ay, la estética!
Pero, señores políticos, compréndame, si yo lo único que quiero es que me vuelvan a poner a NINA en sus vallas-mi vivienda, porque prefiero las insinuaciones e invitaciones femeninas a castigar mis oídos con culebras palabreras, quiero disfrutar del tiempo permanente y no tener que sufrir el sarampión de las épocas de campaña.
Pero, ¿por qué los políticos tienen complejo de ducha o bañera? ¿Por qué se consideran necesarios? (y eso es un mal menor, lo malo es cuando se consideran imprescindibles, entonces...)
Yo pertenezco a esa clase de hombres que quiere entrar a formar parte de la sociedad ideal, aquella en la que la política es innecesaria (¡joer, qué buena me ha salido la frasecilla!)
Yo, (la verdad sea dicha), los comprendo. Y comprendo que ellos tengan que vivir de lo que saben, pero los demás también tenemos derecho a disfrutar de lo poco que nos queda.
¿Qué voy a hacer yo ahora con mi terraza... ¿Qué voy a hacer yo ahora cuando me despierte por las noches y ya no tenga motivación para levantarme (¡a mear, naturalmente!)? ¿Los haré a ellos responsables de mis desavenencias conyugales? ¿Les imputaré a ellos el posible niño que venga por los ratos nocturnos de no tener que ir a la terraza? Porque estos son mis problemas inmediatos. ¿Qué programa político puede solucionármelos?
Ahora recuerdo el primer día de la campaña oficial. Asistí, boquiabierto, a "La toma de las Farolas". Por todas las calles aparecían docenas de jóvenes, con docenas de escaleras, encaramados en las farolas, colgando, no farolillos de feria, sino fotografías con cabezas enormes. Me preguntaba yo, ya entonces, si sus ideas se bambolearían tanto como sus retratos.
Lo malo fue que, después de la "Toma de las Farolas" fue la "Toma de las Vallas" (¿o fue antes?). No creo que la aristocracia francesa sintiera un horror mayor en la "Toma de la Bastilla".
¡Oh, Dios! ¿Desde cuándo está consentido que la palabra hiriente e insultante, la palabra malsonante, sustituya al susurro zalamero? ¿Desde cuándo la vida se alimenta de ideas cuadradas o redondas y no se nutre de sentimientos suaves y duraderos? ¿Desde cuándo el beso, la caricia y la flor han sido proscritos y sustituidos por el insulto soez y el cardo borriquero?
Hasta que no termine esta campaña seguiré sonámbulo por la casa, de allá para acá y de acá para allá, más despistado que Adán el Día de la Madre, pero... sin asomarme a la terraza. ¿Para qué voy a asomarme? ¿para cabrearme?
Si ellos ha desterrado a NINA de su domicilio-valla publicitaria, si han acabado con mi esponja nocturna, con mi musa terrestre, tendré que seguir perdiéndome por la Playa del Chanquete para recuperarla, si no como musa terrestre, sí, al menos, como sirena marina.
Señores políticos, por favor. Si de verdad les preocupo, aunque sólo sea un poquito. Si mi voto es necesario para Andalucía. Si mi tierra depende sólo de mí. Si mi voto también cuenta, si mi problema es su problema, si....si..... ¡olvídense de mí! Pero antes de que termine su aburrido y monótono espectáculo recojan las bambalinas y devuélvanme a NINA, porque no hay derecho... no hay derecho...... no hay derecho....
Y todos vosotros, amigos, hacedme el favor de ser muy, pero que muy felices.
Un día de verano de 1990.
Hoy podría sustituir a Nina Ferrys por ELSA PATAKI. Y sustituir una verruga y un "ahora" por un "Yo voy". O sustituir no sé qué por un "Cambiar a mejor es posible". "¿El otro? No hace falta cambiarlo. Llevamos, desde siempre, "yendo al máximo" y "vamos imparables", y ya deberíamos haber llegado o habernos estrellado.
Podría haber cambiado las braguitas y el sujetador por un helado. Pero he optado por mantenerlo tal y como salió de la mente de este obseso hace (casi nada) 18 años.
Según dice mi mujer, me encontraron llorando en la Playa del Chanquete, al quinto día de mi desaparición.
Dice que mostraba (yo) un ánimo deprimente y tenía un aspecto deplorable: desaliñado, sucio. El pelo greñoso y grasiento, la cara demacrada, blancuzca, muy desmejorado, con grandes ojeras, como de haber llorado mucho y repitiendo, como un disco rayado: "no hay derecho", "no hay derecho", "no hay derecho"...
Estoy, ahora, aquí, sentado en mi terraza, escribiendo estas líneas y bastante recuperado del incidente, del paréntesis, del acontecimiento o de como usted quiera llamarlo (que para eso gozamos de libertad de expresión).
Estoy intentando recordar, a ráfagas. Quiero poner en orden mi pasado reciente. Estoy ahora, ya, contemplando las tres vallas publicitarias que hay ahí, frente a mí, en el Camino del Pato, justo entre las dos farolas, delante de la panadería.
En una de ellas hay dos enormes cabezas, como dos grandes globos hinchados y a punto de estallar (como un "big bang" humano en la expansión del universo), intentando venderme/que yo compre sus ideas a cambio de mi voto.
En otra (¡oh Dios!, perdónales el pecado mortal contra la estética, porque no saben lo que han hecho), una cabeza casi calva, obsesionada con que yo no les dé mi voto a las otras dos cabezas.
En la valla de la derecha hay una verruga pegada a un hombre, donde pone, en letras muy grandes AHORA. (¿Será que ya han descubierto el remedio anti-verrugas?).
Durante más de dos meses, en esas tres vallas publicitarias, tanto a la luz del sol como a la tenue luz amarillenta de la luna y de las farolas, ha estado presente NINA, mi NINA. La tienen ustedes que recordar. La que tenía por única ropa una minúscula, casi microscópica, pero siempre insinuante/atrayente braguita FERRYS.
Será por que desciendo de la comarca minera del Alquife, o porque mi padre tenía Hierro de segundo apellido o porque mi suegro era capitán de ferrys Algeciras-Tánger... lo cierto (y verdad) es que entre Ferrys y yo habíamos establecido un tácito acuerdo (inconsciente, claro está) de que allí tenía que estar NINA, y por triplicado, frente a mi terraza, en las tres vallas.
Sólo Dios y la luna llena son testigos de la cantidad de noches que me he levantado de la cama, a las tantas de la mañana, entre sueño y sueño, y, en chanclas y en pijama, me he sentado en la terraza, contemplando a NINA, sin decir nada, sólo mirando, contemplando, sin prisa, extasiado. ¡Qué placer, oh Dios, el placer de la mirada!
NINA no me pide nada, no me exige nada, sólo me sugiere, me invita a seguir ahí. No me habla, pero estamos en comunicación. ¡Qué gesto petrificado e insinuante!
Ese cuerpo curvilíneo, tan proporcionalmente repartido, recostado en posición no forzada, tapando, disimuladamente, con un brazo, lo que podía ser considerado pornográfico por un alguacil de aldea, pero que es solamente erótico para todo bien nacido, como tu y como yo. (Oh, Dios ¿cómo ha podido ser considerado pecado este placer visual en la contemplación de tal perfección carnal?)
NINA ahí y yo aquí, frente a frente durante más de dos meses, en comunicación constante y simultánea, nocturna y diurna, intensamente enamorado y siempre correspondido.
Ni mi mujer se ha dado cuenta. Sólo su sorpresa y/o su cabreo de estar (yo) todo el día en la dichosa terraza, sin hacer nada, y de tanto levantarme (¡a mear!) por las noches.
Y ahora, aquí, en esta misma terraza, pero sin NINA, y (además) con los cabezones.
Ahora recuerdo que, para ir al Instituto, me inventaba la excusa del tráfico y daba un rodeo enorme. Y todo por pasar junto al campo de fútbol, seguir la tapia sur del cuartel y, luego, el cruce con la C/Ayala. Total, cinco vallas. Cinco NINAS. Cinco placeres. Más que placeres, cinco goces.
Y ahora recuerdo, también, cuando mi mujer me preguntaba por qué teníamos que ir a tomar una cerveza, en coche, a la venta El Molino, a cuatro kilómetros. Yo creo que nunca se dio cuenta que eran cuatro NINAS en el trayecto. Pero yo creo que nunca se tragó lo de que la cerveza San Miguel estaba, en El Molino, a la temperatura ideal y sabían "tirarla" mejor. ¿Desde cuándo has sido tú un buen catador? -me decía- y tenía toda la razón del mundo.
Pero recuerdo, sobre todas las vallas, las dos de la C/Ramón y Cajal, junto al semáforo. Yo era el primero en parar. Ya desde lejos calculaba velocidad y tiempo para que se pusiera amarillo, justo-justo, antes de parar y poner punto muerto. Miraba, disfrutaba con fruición, devoraba con la imaginación. Sólo un minuto. Pero era un minuto muy largo. Los jueves dos, mañana y tarde. Me quedada embobado, con la conciencia de vacaciones. Metía la primera cuando mi mujer me zarandeaba la pierna o cuando las bocinas de los de atrás se ponían tan pesadas que se hacían insoportables (a veces ni les daba tiempo a pasar a más de dos coches).
¿Cuántas veces se me caló el coche en ese semáforo? Nunca oí tantas blasfemias. ¿Se me calaba o lo dejaba calar? (¡Qué igual da!, se juntaba el hambre con las ganas de comer).
Llevo ya tres días de baja en el trabajo. Mis alumnos tienen que recordarlo. Era un final de curso, en plenos exámenes. Comuniqué, al Director, tener fiebre. Pero a mi mujer no le he dicho nada. Así que a las ocho y cuarto, como cada día laboral normal, salgo con el coche recorriendo las calles, por ver si alguna valla ha quedado libre de tal desaguisado. Llevo ya contadas quinientas veintiocho en el casco urbano.
Ni una NINA. Mucho coche, mucho Corte Inglés, mucho político. Pero ninguno de Estética. Todas anuncian mercancía. Todos invitan/incitan a que le des y que te vayas. Sólo la de NINA invita a estar ahí, a quedarte,
Y vuelvo a ver las inmensas cabezotas.
Pero ¿cómo puede salir de algo tan poco atractivo/atrayente algo que te invite/te incite a vivir mejor?
Comprendo, soy consciente, de que hay mucho paro y que los cabezones quieren trabajar.
Yo comprendo que hay oficios raros y que ellos quieren trabajar en ese oficio. Pero ¿no podrían prescindir de mí? ¿Es que su deseo de trabajar es motivo suficiente o necesario para desbancarme a NINA de las vallas?
He llamado al Ayuntamiento. He prometido trabajo social por las tardes, darle mi voto, conseguir el de mi vecina Manoli y los dos votos de mis suegros al primero que aparezca por aquí arrancando esos horrendos carteles y reponiendo los de NINA, pero, hasta la telefonista, (estoy seguro que contratada-interina-temporal por una baja materna, seguro-seguro que está ahí por tráfico de influencias), me ha puesto a parir, me ha regañado, me ha largado una perorata, con malos modales, me ha echado en cara mi bajo nivel cultural porque, para ella, la política es una cosa muy seria, y que esos señores de las vallas son unos profesionales de la "res publica", son los conductores de la sociedad, las mentes lúcidas, capaces de llevar a buen puerto a esta España marinera. Y que lo que albergan en sus privilegiadas mentes ("no las llame usted "cabezas" y lo de "usted" lo dijo con un rin-tin-tin...), no sólo son ideas, son proyectos de futuro sistemáticamente elaborados por equipos de expertos de las distintas ramas del saber, y ellos son los únicos que pueden aminorar, cuantitativa y cualitativamente, las pertinaces cifras de desempleo, controlar la siempre díscola e incontrolable inflación, reestructurar los nuevos cauces económicos, enfriar la especulación, recalentar la contratación, acelerar el mecanismo productivo, racionalizar la subida bursátil, consiguiendo que la inversión se desvíe y se encauce hacia actividades hasta ahora aún no experimentadas, incentivar el sector secundario, introducir cuñas en el pertinaz y sostenido paro juvenil, concienciar a los grupos sociales del desequilibrio que genera una economía no flotante y expresamente manifiesta, y además, sepa usted que...
- Pero señorita, (porque deduje, automáticamente, que era joven y que estaba allí por designación digital, a pesar de su desenvolvimiento en el argot económico-social), ¡por Dios!, si yo lo único que quiero es que me coloquen otra vez a mi NINA, la de las braguitas Ferrys, en las vallas que hay frente a mi terraza para poder contemplar ese desn....
- "Machista", eso es lo que es usted, un "machista". Fue lo único que oí antes del golpe que produjo en mi oído el ruido de colgar bruscamente el teléfono.
No hay derecho. ¿Es que es tanto o tan difícil lo que pido?
Yo dije muchas veces a mis alumnos que, en mis tiempos de niño, tenía que haber habido en los confesionarios, psicólogos en vez de curas o frailes; y ahora, ya bastante maduro, no hago más que repetir y repetirme que lo ético es más digo que lo político, que lo estético es preferible a lo económico, que lo psíquico debe ir armónico con lo fisiológico. Es decir, que yo lo único que quiero es que repongan a NINA en sus vallas.
¿Cómo va a ser igual - díganme ustedes - estar viendo el cuerpo juguetón de NINA, sus insinuaciones, su inocente pero pícara mirada, su imantada postura, su saber estar ahí, que estar viendo esas enormes cabezotas? (¡Que se jod.. la telefonista ahora que no me oye).
¿No es más atractivo/atrayente el triunfo de la Estética que la representación teatrera de la Política? ¿Cómo va a ser igual la suave curva de una cadera que la línea cerrada de una cabeza? ¿Cómo comparar ese ombligo que se esconde, pícaro, entre circunvoluciones, hacia dentro, que esa nariz, horrorosa, adosada a una cara de plato? ¿Cómo comparar ese cutis delicado con esta barba impenitente? ¿Qué decir de esa silueta, que no sabes si empieza o termina, comparada con estas deformadas circunferencias con orejas, medio calvas, o con verruga antiestética incluida? ¿Cómo comparar a quien está ahí mirándote, sonriéndote e invitándote, con quienes han sido colocados ahí para exigirte? Cada vez que los veo parece que quieren cogerte por la solapa, ponerte boca abajo y zarandearte para que tu voto caiga de tu bolsillo a su bolsillo.
Todos dicen que lo saben todo; que saben todos mis problemas y que saben las soluciones, pero no me dejan preguntarle por qué no me los han solventado todavía, porque mis problemas siguen siendo los mismos de siempre.
Uno de ellos se me hace más sospechoso, porque parece que acaba de descubrir la electricidad a dos colores ("anda-luz" y en medio la bombilla). Y el otro, ¿qué quieren que yo les diga? Yo no soy de Jerez, además en mi casa nadie tiene verrugas, al menos en la cara. ¡Ay, la estética!
Pero, señores políticos, compréndame, si yo lo único que quiero es que me vuelvan a poner a NINA en sus vallas-mi vivienda, porque prefiero las insinuaciones e invitaciones femeninas a castigar mis oídos con culebras palabreras, quiero disfrutar del tiempo permanente y no tener que sufrir el sarampión de las épocas de campaña.
Pero, ¿por qué los políticos tienen complejo de ducha o bañera? ¿Por qué se consideran necesarios? (y eso es un mal menor, lo malo es cuando se consideran imprescindibles, entonces...)
Yo pertenezco a esa clase de hombres que quiere entrar a formar parte de la sociedad ideal, aquella en la que la política es innecesaria (¡joer, qué buena me ha salido la frasecilla!)
Yo, (la verdad sea dicha), los comprendo. Y comprendo que ellos tengan que vivir de lo que saben, pero los demás también tenemos derecho a disfrutar de lo poco que nos queda.
¿Qué voy a hacer yo ahora con mi terraza... ¿Qué voy a hacer yo ahora cuando me despierte por las noches y ya no tenga motivación para levantarme (¡a mear, naturalmente!)? ¿Los haré a ellos responsables de mis desavenencias conyugales? ¿Les imputaré a ellos el posible niño que venga por los ratos nocturnos de no tener que ir a la terraza? Porque estos son mis problemas inmediatos. ¿Qué programa político puede solucionármelos?
Ahora recuerdo el primer día de la campaña oficial. Asistí, boquiabierto, a "La toma de las Farolas". Por todas las calles aparecían docenas de jóvenes, con docenas de escaleras, encaramados en las farolas, colgando, no farolillos de feria, sino fotografías con cabezas enormes. Me preguntaba yo, ya entonces, si sus ideas se bambolearían tanto como sus retratos.
Lo malo fue que, después de la "Toma de las Farolas" fue la "Toma de las Vallas" (¿o fue antes?). No creo que la aristocracia francesa sintiera un horror mayor en la "Toma de la Bastilla".
¡Oh, Dios! ¿Desde cuándo está consentido que la palabra hiriente e insultante, la palabra malsonante, sustituya al susurro zalamero? ¿Desde cuándo la vida se alimenta de ideas cuadradas o redondas y no se nutre de sentimientos suaves y duraderos? ¿Desde cuándo el beso, la caricia y la flor han sido proscritos y sustituidos por el insulto soez y el cardo borriquero?
Hasta que no termine esta campaña seguiré sonámbulo por la casa, de allá para acá y de acá para allá, más despistado que Adán el Día de la Madre, pero... sin asomarme a la terraza. ¿Para qué voy a asomarme? ¿para cabrearme?
Si ellos ha desterrado a NINA de su domicilio-valla publicitaria, si han acabado con mi esponja nocturna, con mi musa terrestre, tendré que seguir perdiéndome por la Playa del Chanquete para recuperarla, si no como musa terrestre, sí, al menos, como sirena marina.
Señores políticos, por favor. Si de verdad les preocupo, aunque sólo sea un poquito. Si mi voto es necesario para Andalucía. Si mi tierra depende sólo de mí. Si mi voto también cuenta, si mi problema es su problema, si....si..... ¡olvídense de mí! Pero antes de que termine su aburrido y monótono espectáculo recojan las bambalinas y devuélvanme a NINA, porque no hay derecho... no hay derecho...... no hay derecho....
Y todos vosotros, amigos, hacedme el favor de ser muy, pero que muy felices.
Un día de verano de 1990.
lunes, 19 de marzo de 2012
EL ETERNO RETORNO (2)
Es, esta tesis de “la concepción cíclica del tiempo, de la vida y de la historia” una tesis rara, extraña, a no ser que se la interprete como la opuesta a la cristiana.
¡Qué diferencia entre una “visión lineal del tiempo” (la cristiana), con su principio y su fin (un segmento; eso es el tiempo), con su pasado y su futuro, su antes y su después. Un principio creativo de Dios (antes había “nada”, no “la nada” como algo de lo que Dios sacó todo lo que existe) y un final aniquilativo del mundo. En medio hubo que poner “la encarnación de Dios” para redimir el pecado y enderezar el futuro.
Nietzsche apuesta por la “visión circular o cíclica del tiempo”, por el “eterno retorno”, sin principio y sin fin, como la circunferencia (¿dónde empieza y dónde termina?), como las estaciones del año ¿Cuál es la primera y cuál es la última?. La pregunta es absurda).
¿Va a volverse a repetir la caída “tonta” que me pegué ayer, al pisar una cáscara de plátano o la ruptura del vaso, que se hizo añicos al echar el café hirviendo?.
El sentido común nos dice que el pasado fue y no volverá a repetirse (sólo es recordable, mentalmente) y que el futuro será y, cuando sea presente, pasará a ser pasado y no volverá a repetirse.
Pero Nietzsche dice, textualmente,: “todo va a repetirse un número infinito de veces”. Las personas, las cosas (las mismas cosas, con las mismas propiedades, en las mismas circunstancias, comportándose de la misma manera , los acontecimientos,… Todo se va pero volverá una y otra vez.
¿Por qué esta extraña tesis?.
1.- Pudiera ser porque: dado que la cantidad de fuerza que hay en el universo es finita, pero el tiempo es infinito, el modo de combinarse dicha fuerza es finito.
Una combinación finita, en un tiempo infinito, está condenada a repetirse de modo infinito. Luego todo ha de darse, no una ni muchas, sino infinitas veces.
2.- También pudiera ser que fuera la expresión de la máxima reivindicación de la vida.
“Tempus fugit”, la vida es fugaz: nacimiento, duración y muerte. Y sanseacabó. Todo cambia, nada permanece (Heráclito). Pero podemos recuperar la noción de permanencia si hacemos que el propio instante dure eternamente.
“¿Qué sucedería si un demonio te dijera: esta vida, tal como tú la vives actualmente, tendrás que revivirla una serie infinita de veces”?. “Si este pensamiento tomara fuerza en ti…”.
Amarías la vida, esta vida, tu vida, la intensificarías, la enriquecerías. Cada instante vivido tan intensamente que no desearas que pasara, que permaneciera para siempre, que fuera eterno, que se repitiera una y otra vez.
En clase siempre solía poner los ejemplos de la “escalera cristiana” y de la “noria nietzscheana”.
Considerar la vida como una “escalera” es considerarla como un “medio” para subir, esforzadamente, (en este caso al “cielo”, a la “vida eterna”,….). Visión cristiana de la vida. La vida como “un medio para”, la vida como “la mala noche en la mala pasada”, la vida “como un examen a superar para…”.
Considerar, en cambio, la vida como una “noria” es considerarla como un goce a disfrutar y deseando que no se pare, que siga eternamente, que se repìta sin cesar, como lo desea el “niño”, la vida como un juego lúdico, que la noria no pare, viviendo cada vuelta más intensamente que la anterior.
Mientras se está vivo, en la noria, hay que vivirla intensamente (no brutamente, sino inteligentemente). Vivir intensamente cada instante. CARPE DIEM .
El “instante” es lo real, “el punto en el que convergen el pasado y el futuro”. “El centro está en todas partes”. “Curvo es el sendero de la eternidad”
El “eterno retorno” es vivir tan intensamente cada instante que no quisieras que terminara, que se perpetuara, que volviera una y otra vez, en “eterno retorno”.
“¿Quieres que esto se repita una e innumerable número de veces?”.
“Eternamente rueda la rueda del ser. Todo muere, todo vuelve a florecer, corre el año del ser”.
“En cada instante comienza el ser”
“Lo múltiple, el devenir y el azar son la alegría filosófica”
¡Qué diferencia entre una “visión lineal del tiempo” (la cristiana), con su principio y su fin (un segmento; eso es el tiempo), con su pasado y su futuro, su antes y su después. Un principio creativo de Dios (antes había “nada”, no “la nada” como algo de lo que Dios sacó todo lo que existe) y un final aniquilativo del mundo. En medio hubo que poner “la encarnación de Dios” para redimir el pecado y enderezar el futuro.
Nietzsche apuesta por la “visión circular o cíclica del tiempo”, por el “eterno retorno”, sin principio y sin fin, como la circunferencia (¿dónde empieza y dónde termina?), como las estaciones del año ¿Cuál es la primera y cuál es la última?. La pregunta es absurda).
¿Va a volverse a repetir la caída “tonta” que me pegué ayer, al pisar una cáscara de plátano o la ruptura del vaso, que se hizo añicos al echar el café hirviendo?.
El sentido común nos dice que el pasado fue y no volverá a repetirse (sólo es recordable, mentalmente) y que el futuro será y, cuando sea presente, pasará a ser pasado y no volverá a repetirse.
Pero Nietzsche dice, textualmente,: “todo va a repetirse un número infinito de veces”. Las personas, las cosas (las mismas cosas, con las mismas propiedades, en las mismas circunstancias, comportándose de la misma manera , los acontecimientos,… Todo se va pero volverá una y otra vez.
¿Por qué esta extraña tesis?.
1.- Pudiera ser porque: dado que la cantidad de fuerza que hay en el universo es finita, pero el tiempo es infinito, el modo de combinarse dicha fuerza es finito.
Una combinación finita, en un tiempo infinito, está condenada a repetirse de modo infinito. Luego todo ha de darse, no una ni muchas, sino infinitas veces.
2.- También pudiera ser que fuera la expresión de la máxima reivindicación de la vida.
“Tempus fugit”, la vida es fugaz: nacimiento, duración y muerte. Y sanseacabó. Todo cambia, nada permanece (Heráclito). Pero podemos recuperar la noción de permanencia si hacemos que el propio instante dure eternamente.
“¿Qué sucedería si un demonio te dijera: esta vida, tal como tú la vives actualmente, tendrás que revivirla una serie infinita de veces”?. “Si este pensamiento tomara fuerza en ti…”.
Amarías la vida, esta vida, tu vida, la intensificarías, la enriquecerías. Cada instante vivido tan intensamente que no desearas que pasara, que permaneciera para siempre, que fuera eterno, que se repitiera una y otra vez.
En clase siempre solía poner los ejemplos de la “escalera cristiana” y de la “noria nietzscheana”.
Considerar la vida como una “escalera” es considerarla como un “medio” para subir, esforzadamente, (en este caso al “cielo”, a la “vida eterna”,….). Visión cristiana de la vida. La vida como “un medio para”, la vida como “la mala noche en la mala pasada”, la vida “como un examen a superar para…”.
Considerar, en cambio, la vida como una “noria” es considerarla como un goce a disfrutar y deseando que no se pare, que siga eternamente, que se repìta sin cesar, como lo desea el “niño”, la vida como un juego lúdico, que la noria no pare, viviendo cada vuelta más intensamente que la anterior.
Mientras se está vivo, en la noria, hay que vivirla intensamente (no brutamente, sino inteligentemente). Vivir intensamente cada instante. CARPE DIEM .
El “instante” es lo real, “el punto en el que convergen el pasado y el futuro”. “El centro está en todas partes”. “Curvo es el sendero de la eternidad”
El “eterno retorno” es vivir tan intensamente cada instante que no quisieras que terminara, que se perpetuara, que volviera una y otra vez, en “eterno retorno”.
“¿Quieres que esto se repita una e innumerable número de veces?”.
“Eternamente rueda la rueda del ser. Todo muere, todo vuelve a florecer, corre el año del ser”.
“En cada instante comienza el ser”
“Lo múltiple, el devenir y el azar son la alegría filosófica”
EL ETERNO RETORNO (1)
“En otro tiempo la blasfemia contra Dios era el peor de los delitos, pero “Dios ha muerto”….(véase “Dios ha muerto” en www.tomasmorales.es). Ahora lo más horrible es delinquir contra la tierra”.
Piensa ¿qué te gustaría que se repitiera eternamente?.
La “vida buena” es la que nos invita a vivir el instante, sin referencias al pasado (añoranza, nostalgia, lamentación o remordimiento, que empañan el presente) y sin referencias al futuro (espera y esperanza, que distraen del instante).
Aprovecha el instante (“Carpe diem”) y piensa si crees que debería repetirse eternamente.
Por que la eternidad no es un tiempo sin principio ni fin. Si lo propio del tiempo es pasar del futuro, que aún no es, y que, al llegar, pasa al pasado, que ya no es. Si lo propio del tiempo es ser pasado o ser futuro, porque el instante es el punto en que ambos convergen, y que es “instantáneo”, porque el presente, realmente no existe.
La eternidad, al revés que el tiempo, es un presente continuo, que permanece, que no pasa.
La noria da vueltas sin parar, pero cada vuelta debe ser distinta, más lúdica. Todo depende de ti.
La felicidad consiste en eso, en sentirse tan a gusto que no quieras que nada cambie. Amar dionisíacamente el presente.
No querer más que lo que es (el instante presente) y no lo que no es (lo que todavía no es o lo que ya no es). CARPE DIEM.
Piensa ¿qué te gustaría que se repitiera eternamente?.
La “vida buena” es la que nos invita a vivir el instante, sin referencias al pasado (añoranza, nostalgia, lamentación o remordimiento, que empañan el presente) y sin referencias al futuro (espera y esperanza, que distraen del instante).
Aprovecha el instante (“Carpe diem”) y piensa si crees que debería repetirse eternamente.
Por que la eternidad no es un tiempo sin principio ni fin. Si lo propio del tiempo es pasar del futuro, que aún no es, y que, al llegar, pasa al pasado, que ya no es. Si lo propio del tiempo es ser pasado o ser futuro, porque el instante es el punto en que ambos convergen, y que es “instantáneo”, porque el presente, realmente no existe.
La eternidad, al revés que el tiempo, es un presente continuo, que permanece, que no pasa.
La noria da vueltas sin parar, pero cada vuelta debe ser distinta, más lúdica. Todo depende de ti.
La felicidad consiste en eso, en sentirse tan a gusto que no quieras que nada cambie. Amar dionisíacamente el presente.
No querer más que lo que es (el instante presente) y no lo que no es (lo que todavía no es o lo que ya no es). CARPE DIEM.
viernes, 16 de marzo de 2012
NIETZSCHE Y EL MODELO DEPORTIVO (8).
La vida debe ser como un juego. La vida es un juego que, no sólo hay que jugarlo, sino, sobre todo, saber jugarlo.
Jugarse la vida, no a una carta, sino con todas las cartas.
Saber jugársela.
Ni “camello”, ni “león”, sino “niño” (las tres transformaciones nietzscheanas que, supongo que, todavía, se acordarán mis antiguos alumnos)
Veo a Rafa Nadal, en la pista, y me admiro de su juego (de su saque, de su devolución, de sus voleas y sus dejadas, de su rápida reacción ante el golpe imprevisto del contrario, de sus paralelos,…..), de su precisión y de su potencia, de su dominio en el desarrollo del juego.
Todo me parece, desde mi silla de Ikea, tan fácil, que a la más mínima imprecisión, suelto un: “hombre, Rafa, una dejada (o una volea), ¿es que no ves dónde está él?”.
Pero cuando piensas en cuántas horas de entrenamiento, de gimnasia concreta, de dieta adecuada,… han hecho posible esa “sencillez, que yo veo, de su juego…
Lo que Rafa ha conseguido es una muy buena integración de todas las estrategias necesarias para ser el nº 1 (o el 2), de las “fuerzas reactivas” (para defenderse del contrario) y de las “fuerzas activas” (para atacarlo).
De poco serviría si sólo dominase una de esas fuerzas. Las dos son necesarias. Y, además, integradas.
Nietzsche (que no conoció a Nadal), más de 100 años antes, describe su juego: “armonía perfecta entre ellas, sin pérdida de energía. Belleza y poder reconciliados”.
Pero cojo yo la raqueta y….(mejor no lo describo. Ni belleza, ni potencia, ni “ná” de “ná”. Un “caos”, ¡oiga¡.
Y lo que digo de una persona, Rafa Nadal, lo digo de un equipo, el Barsa.
Pujol poco se parece a Iniesta y Xavi no es Messi. Pero en el equipo juega tanto la cabeza como el pie, la colocación como el desmarque, el control de la pelota en el área como visión de jugada en el medio campo, la defensa como la transición del balón y el ataque.
Ningún jugador es completo ni domina todos los lances del juego, porque la defensa poco se parece al ataque, ni el portero al centro del campo.
Pero las cualidades individuales, perfectamente coordinadas, acopladas, hacen bueno a un equipo.
¿Qué ocurre con las selecciones autonómicas, integradas por buenos jugadores que desarrollan su trabajo en distintos equipos?. ¿Pierden sus buenas cualidades?. ¿Se les olvida jugar?. NO. Es la falta de coordinación la que falla.
¿Qué nos quieren decir los entrenadores cuando afirman que “tienen un equipo bien compensado?.
Un jugador individual, Rafa Nadal, debe dominar, armónicamente, ambas fuerzas, las activas y las reactivas, la defensa y el ataque, la devolución y la colocación de la pelota.
Un equipo, el Barça, debe dominar, también, armónicamente, todas las fuerzas, imponerse en todas las líneas, debidamente repartidas.
¿Y el hombre en cuanto hombre, ya no como deportista?
Las dos grandes fuerzas que convergen sobre él son la PASIÓN y la RAZÓN.
PASIÓN por jugar la vida, por tomarse la vida como un juego, como lo hace “el niño”, pasión por la vida “lúdica”, una “vida apasionada”.
RAZÓN, Racionalidad en las jugadas, en los momentos y lances de la vida.
¿De qué serviría mi “pasión por jugar” si “no sé jugar?.
¿De qué serviría si “supiese jugar” pero no “me gusta, no me apasiona el juego”?.
“Sin yunta no hay arada”.
Armonía, integración de ambas, una “Pasión Vital Racional” y/o “una Razón Vital Apasionada”, ambas, sin menoscabo de una a favor de la otra.
Ese será el Ideal a conquistar, de Nietzsche, lo más opuesto a todas las morales hasta ahora, cristianas o no cristianas, “antivitales” todas, mancas, que intentan neutralizar una de las fuerzas para superdesarrollar las otras.
La Moral del “inmoralista” Nietzsche es un Ideal de armonía, de reconciliación, de dominio. Pero no un Ideal trascendente (divino) o externo (humano), religioso o laico, allá arriba o allí adelante, y siempre “después” de la vida, sino un Ideal Interno, de Dominio de sí, y con base en la Vida.
La Vida como base y fundamento de todos los valores.
jueves, 15 de marzo de 2012
MÁS ALLÁ DEL BIEN Y DEL MAL. LA MORAL DE NIETZSCHE (7).
¿Cuál puede ser la moral (la moralidad) de quien se autodenomina “inmoralista”?.
La tiene tomada contra el Cristianismo, contra el clero, contra la moral antivital que predican. El Anticristo.
Nunca deja de arremeter contra la “caridad”, la “compasión”, el “altruismo”…. fueran cristianos o no.
A fin de cuentas, esos “valores” (mejor “antivalores”) prolongan la languidez de la vida. No saca a los hombres de esa vida, los mantiene vivos “en esa vida”, sólo remienda un roto, pero el traje sigue roto, como su vida.
Nietzsche se opone a todo ideal. Rechaza todo proyecto de mejora del mundo.
¿Amor universal a la humanidad?. Vale. Pero si esa humanidad está hambrienta y sufriendo, ¿no será amar el sufrimiento, la desgracia, la degeneración?.
Lo que conviene a la especie es que la desgracia, la debilidad, la degeneración,… desaparezcan y eso no se consigue con la caridad,….
Es un anticaritativo, porque la caridad mantiene en vida a los desgraciados, a los débiles, a los desesperados,… Vivos, pero ¿en qué tipo de vida?
Ser caritativo ¿no sería ser cómplice?. ¿No equivaldría a dejar de espolearlos para intentar aspirar a una vida superior e independiente?
¿No será la caridad, sobre todo para los cristianos, el pretexto de quienes, siendo injustos, quieren calmar su mala conciencia además de sacar el bonobús para la entrada en el cielo eterno?.
¿Haría falta remendar el pantalón si no estuviera roto por la injusticia?.
A mí, lo que más me irrita de Nietzsche es su aberrante alegría ante un terremoto u otro cataclismo, como el terremoto que ocurrió en Niza (del que parece lamentarse que haya sido de poca intensidad y haya muerto poca gente) y sobre todo el de Java, de mayor envergadura, más catastrófico.
Suele hacerse un razonamiento simplista de Nietzsche al decir que: “si, entre todas las fuerzas vitales, las “reactivas” son represivas mientras que las “activas” son emancipatorias, ¿por qué no eliminar las primeras en beneficio de las segundas?. Por lo tanto, ¿por qué no prohibir todas las normas (que reprimen)?. ¿Por qué no “prohibir prohibir” para que los hombres se desfoguen, se desahoguen, se solacen, a su aire, en una vida desbordante?
Puesto que la moral burguesa es un invento de los curas (los poderes se aman), liberemos las pulsiones, sublimémoslas, en el arte, en el cuerpo, en la sensibilidad. Así es como se entendió a Nietzsche en las protestas de Mayo del 68. Como si Nietzsche fuera un anarquista, un apóstol de la liberación sexual, de la emancipación del cuerpo, del “haz el amor y no la guerra”,…
Si algo no es Nietzsche es ser anarquista y si algo le horroriza es la “liberación sexual”, porque “la castidad –afirma- es la economía del artista” (¿por la sublimación freudiana?), “porque la fuerza que se emplea en la creación artística es la misma que se despliega en al acto sexual”.
Nadie más opuesto que Nietzsche al romanticismo y al desenfreno de las pasiones.
Cuando un anarquista reclama derechos, justicia, paz, igualdad,….es por su incultura. Como pensando para sus adentros: “alguien tiene que ser culpable de que yo me encuentre mal, y ese alguien no soy yo”.
Nada más ajeno a Nietzsche que la pasión libertaria. Muestra aversión a toda ideología revolucionaria, sea socialismo, comunismo o anarquismo.
Si Nietzsche hubiera estado vivo, a todos los jóvenes indignados del Mayo del 68, sobre todo francés, los habría denominado “ideología del rebaño”.
Es muy simbólica una de las pintadas que aparecía en las fachadas parisinas, de estos “indignados juveniles”: “Dios ha muerto, Marx ha muerto, y yo no me encuentro muy bien”. Lógico, porque tanto la utopía del más allá como la del más acá se han volatilizado.
Nuestro Woody Allen lo expresa de otra manera (aunque parecida): “Nietzsche ha muerto, Marx ha muerto, y yo no gozo de buena salud”.
Nos habla la evolución de la “supervivencia de los más aptos” como el mecanismo de la mejora de la especie.
Los que no se dejan apresar, huyendo, defendiéndose, (fuerzas reactivas) y los que apresan más y mejor a sus “presas” (fuerzas activas), los que no se dejan matar y matan para vivir son los que más y mejor sobreviven.
¿Qué mejora “natural” de la especie puede provenir del animal “domesticado”, que vive cómodamente y sin peligro y come sin tener ni que ir a buscar la comida?.
Jamás rechazará Nietzsche ninguna de las dos fuerzas vitales, ni las reactivas (necesarias), ni las activas (imprescindibles).
“Supongamos que un hombre ama las artes plásticas o la música (fuerzas activas) y que, al mismo tiempo, se siente atraído por el espíritu científico-racional (fuerza reactiva)….lo que debe hacer no es eliminar unas en beneficio de las otras, sino construir una cultura en que puedan convivir ambas, aunque sea en los extremos más alejados. Entre ambas habitarían potencias conciliadoras…”.
Éste sería el nuevo ideal de Nietzsche, la “conciliación”, esa sería la “grandeza”, la “gran arquitectura”, en cuyo seno convivan ambas fuerzas, aunque “Armonizadas” y “Jerarquizadas”.
Sólo estando ambas fuerzas presentes la vida no se ve disminuida, debilitada, mutilada.
La “vida buena” es la vida más intensa, por ser la más armoniosa, la más elegante.
“La grandeza de un artista no se mide por los buenos sentimientos que suscita, sino que reside en la capacidad de hacerse el amo (dueño y señor) del propio caos interior, de obligar al caos a tomar forma”. Por eso la racionalidad es necesaria, para poder jerarquizar.
No puede haber ni “armonía” ni “jerarquía” si eliminamos una de las fuerzas.
No se puede apostar por la exclusiva: o la Razón o la Pasión. Ambas son necesarias. Lo contrario será estupidez.
Las fuerzas reactivas no hay que anularlas, desterrarlas, sino “integrarlas”.
“Es interesante tener enemigos… pero dominados…. puestos a nuestro servicio”.
“Este nuevo imperio precisa más de enemigos que de amigos”. Enemigos exteriores y enemigos interiores, que te espoleen, que te empujen a crear.
“Es la confrontación la que hace que se empiece a sentir la necesidad de crear”.
miércoles, 14 de marzo de 2012
NIETZSCHE (D6)
Porque no hay orden, sino caos, no puede haber Verdades Universales.
Porque no hay igualdad sino desigualdad humana, no puede haber el mismo rasero para todos. El Mejor (Aristócrata) no es igual al Mediano o al Inferior (masa).
¿Búsqueda de la Verdad Desinteresada o Intereses Inconfesables?. ¿Por qué estos valores y no otros?
No al Racionalismo y No al Humanismo igualador.
Las Verdades Científicas Universales son antiaristocráticas, son “plebeyas” (de la plebe), para ricos y pobres, para poderosos y débiles, para los extraordinarios y para los “ordinarios”,…
Nunca he asistido a una mayor letanía de insultos a Sócrates, el “primer filósofo”, el culpable de “café (la verdad) para todos”, sin distinción. Se mete con su proverbial fealdad, higiene, procedencia o extracción del populacho (escultor (picapedrero) su padre y matrona/comadrona/partera su madre). Lo menos “aristocrático” que uno pueda imaginarse.
Sócrates, el “reaccionario”.
Por el contrario, las “fuerzas activas” son la afirmación del cuerpo, que se expresan en el Arte, y no en la Ciencia.
Existe una equivalencia entre Fuerzas Reactivas – Búsqueda de la Verdad – Ciencia - Democracia – Mundo Inteligible, frente a la equivalencia entre Fuerzas Activas – Arte- Aristocracia – Mundo Sensible o corporal.
El Artista inventa Mundos Nuevos sin necesidad de demostrar la legitimidad de lo que hace, porque no tiene que argumentar Contra Nada ni Contra Nadie. Le gusta, lo hace y “ya está”, “ahí está el Guernica” (exagerado, hipertrofiado, excesivo, “porque sí”).
El Filósofo, en cambio es un hombre teórico que tiene que demostrar lo que dice o propone apoyándose en el NO a lo que otros dicen o proponen.
Pueden gustarte diferentes y variadas formas de pintar o de música, pero nadie te obligará a que elijas una y descartes las demás.
¿Diría Picasso que si te gusta su obra renuncies, descartes a Velázquez?. ¿Haría lo mismo Schoenberg con Vivaldi o con Mozart?. Hay varias y son distintas.
No ocurre igual en la Ciencia, en la Verdad. La verdad sólo queda fija, elegida, cuando se rechazan los errores de los otros. No hay varias, sino Una y Única Verdad, Universal.
En Arte nadie tiene “la razón” y todos los demás están equivocados. ¿Tiene “razón” Chopín y no la tiene Bach y Mozart está equivocado?. Todas sus músicas valen. Como valen el Guernica, las Meninas, la Maja Desnuda, la Primavera,…
Picasso no pinta “contra” nadie. Al revés que Sócrates, que busca la Verdad a través del diálogo y, para alcanzarla, “ironiza” rechazando lo que de verdad pudieran tener sus adversarios, porque va buscando “la Única Verdad para todos”.
Los Sofistas, en cambio, no buscan la Verdad, sino “Seducir” al auditorio, “Convencerlo”, “Persuadirlo”. Tratan de lograr la “adhesión” a su opinión con la sola fuerza de la palabra.
Mientras en Sócrates el lenguaje es el instrumento para llegar a la Verdad Inteligible, Una, Democrática,….que antes o después se impondrá a todo el mundo.
El Lenguaje del Arte (de la Pintura o de la Música o de la Poesía) no es un “medio para” sino “fin en sí mismo”, “valioso por sí mismo”, pues produce efectos estéticos y sensoriales, corporales sobre quienes saben apreciarlos.
En el ámbito del Arte lo que importa no es la verdad sino la magia de las emociones sensibles, el goce por lo bello, el “orgasmo estético”.
¿Puede producir “goce estético” el silogismo”?.
Se habla de “puñalada al silogismo”, frío, racional, abstracto,…por parte de Sócrates.
También Nietzsche busca una especie de verdad, pero en un sentido distinto.
Se le acusa a Nietzsche de “racismo” cuando habla de una “evolución cruzada” y asocia la idea de “decadencia” al “mestizaje”.
Pero el significado es otro (aunque, luego, los nazis hicieran decir a Nietzsche lo que Nietzsche no dijo ni quiso decir).
Las fuerzas, que chocan entre sí, que se contrarrestan las unas a las otras (lo que él denomina el “mestizaje”) debilitan (al contrarrestarse) la vida, y la hacen menos intensa, menos interesante, pues la “frenan” en vez de impulsarla.
El mundo (como hemos repetido reiteradamente) no es un cosmos, ni un orden, ni es divino, ni racional,….
El mundo es un caos, es una pluralidad irreductible de fuerzas, de instintos, de pulsiones,… que no cesan de enfrentarse entre sí.
Al chocar unas con otras existe (existió y existirá) la posibilidad de que se contrarresten, de que se bloqueen o que, menos intensamente, se debiliten.
En ese conflicto la vida se marchita, pierde viveza, resulta menos libre, menos alegre, menos poderosa.
(Está abriendo Nietzsche las puertas al psicoanálisis freudiano, pues estas fuerzas también ocultan los conflictos psíquicos inconscientes, los deseos internos que nos impiden vivir bien, que nos enferman, que nos debilitan, que no nos dejan “gozar y actuar”).
Pero no es que Nietzsche abogue por rechazar las “fuerzas reactivas” y dejar sólo las “fuerzas activas” para, así, liberar lo sensorial, el cuerpo, rechazando la fría y seca razón.
Verlo así sería “ignorancia”.
Descartar, rechazar, las “fuerzas reactivas” sería una “reacción”, al negar el otro aspecto de lo real.
No nos está invitando a una anarquía personal, a la “liberación sexual”,…
Lo que propone no es “suprimir”, sino “intensificar” y “jerarquizar” las múltiples fuerzas que constituyen la vida.
¿Qué hubiera sido de la evolución si no hubiera habido la “lucha por la vida” (huyendo de depredadores (reacción) y persiguiendo a sus presas (acción) el motor de la mejora de la especie?
¿Hubiera sido mejor no “tener que correr de….” y “perseguir a….”, viviendo en la molicie vital?
martes, 13 de marzo de 2012
NIETZSCHE (D5)
Las “fuerzas activas” son las que animan, anidan, viven, en el Arte y son las de los “aristócratas” (en el sentido etimológico, la de “los mejores”, como Picasso), que producen “creando”.
Las “fuerzas reactivas”, en cambio, sólo reproducen “reprimiendo”, “mutilando”, “aniquilando”, otras fuerzas. Reposan en la “oposición”, en el “No”, en el “Contra”. Buscan la verdad no directamente, sino de manera negativa, refutando errores, ilusiones, opiniones falsas.
Como si demostrar que el otro está equivocado equivaliese a asegurar que yo tengo razón. Como si no fuera posible o probable que los dos estuviésemos equivocados.
Como si dos proposiciones “contrarias”, que no pueden ser Verdaderas al mismo tiempo y bajo el mismo concepto, no pudieran ser Falsas al mismo tiempo.
Si una es V, la otra tiene que ser, lógicamente, F, pero si una es F, de ello no podemos concluir que la otra sea V, porque ambas pueden ser Falsas.
Yo, Tomás, dejé de ser un admirador empedernido de Sócrates cuando leí y entendí a Nietzsche.
Porque eso es lo que hace Sócrates, en los Diálogos platónicos, sobre todo contra los Sofistas, a los que, a base de preguntas los lleva a la contradicción consigo mismos, al afirmar A y –A. Pero ¿de ahí puede concluirse que B, él, Sócrates, está en la Verdad?. Los dos pueden estar en la Falsedad.
De la falsedad de uno no puede concluirse la verdad del otro.
(Véanse en otros escritos míos sobre “el método socrático: la Ironía y la Mayéutica).
Sócrates actúa, en los Diálogos como un “eiron” (ingenuo), que no hace otra cosa que preguntar y preguntar (algo así como aquel Policía-Inspector Colombo).
Se le llamaba, en Atenas, “el tábano”, que picaba y molestaba a todo aquel que conseguía entrevistar (a la gente bien).
Yo, en clase, lo denominaba “la mosca cojonera” (¡cuántas veces me tiró al suelo la burra negra, cuando le “picaba la mosca” en las ingles).
Pero, quizá, deberíamos llamarlo, “pez torpedo” o “pez eléctrico” que con sus descargas de hasta 20 voltios (el doble que una batería de coche), se defiende de sus enemigos, alejándolos, y ataca a sus presas, atontándolas, paralizándolas, “anestesiándolas” (Plutarco, romano, cuenta cómo los romanos, que padecían dolores, acudían a las playas o albercas en las que se criaban “peces torpedos” para una “electroterapia” (estoy viendo un video sobre el “pez torpedo”, en youtube y “alucino”).
En uno de los Diálogos platónicos Menón, molesto con Sócrates, lo acusa y lo compara con el “pez torpedo” que paraliza y entorpece a quien lo toca.
Así actúa Sócrates con los sofistas, paralizándolos al conducirlos, con su método, a la afirmación de A y de su contrario –A, por lo que no puede ser Verdad lo que los sofistas defienden y enseñan.
El diálogo sólo progresa refutando a los demás. “Lo tuyo o lo mío, y como lo tuyo NO, por lo tanto lo mío SÍ”. Esto es una falacia, porque no es disyunción exclusiva, sino inclusiva.
La Verdad a la que llega Sócrates, con la segunda parte de su método, la Mayéutica (la parte constructiva), es una verdad que surge del NO, del “contra”, del rechazo a la ilusión sofista.
Sócrates filosofa reactivamente, (es un “reaccionario”), “a la contra”. No hay Mayéutica sin Ironía, y ésta es empleada, destructivamente, contra los sofistas. Y sólo desde ese NO a los sofistas, sale un SÍ socrático.
“La voluntad de verdad socrática –dice Nietzsche- tiene que ver con las fuerzas reactivas”.
Pero eso mismo es lo que hace la Ciencia. Sólo oponiéndose al “mundo sensible”, a sus ilusiones, progresa y avanza la Razón Científica.
Tanto la Filosofía como la Ciencia han funcionado, sólo, oponiendo, “reactivamente” el “mundo intelectual” al “mundo sensible”, desvalorizado.
Sólo se puede llegar a la Verdad oponiéndose a la Opinión de los sentidos.
Sólo se puede llegar al Cielo oponiéndose y desvalorizando a la Tierra.
Sólo se llega a proponer el Ideal de Vida Eterna, negando, oponiéndose, desvalorizando la Realidad de la Vida Terrena.
Sólo se magnifica el Alma, despreciando, reactivamente, al Cuerpo
No al Cuerpo y a lo Sensible, en beneficio del Alma, de la Razón Científica y de la Fe Cristiana.
La Metafísica, la Religión y la Ciencia tienen en común la pretensión de acceder a Verdades Ideales, a Entidades Inteligibles, que no pueden verse ni tocarse, que no pertenecen al mundo corpóreo.
O sea: lo Corpóreo y Material (lo real), se explica y se comprende por lo Ideal y Espiritual (imaginado).
Esto es pensar de manera “reactiva”, decir No, ir en Contra de lo material y corpóreo para concluir en el mundo ideal.
El AGUA, por ejemplo. Podemos verla y tocarla, es sensible, en sus variadas formas (sólida, líquida o gaseosa), en sus variados estados (caliente, templado, frío), como nieve, como rocío, como…..pero llega la Razón Científica y dice: “el agua es H2O” (una entidad ideal), invisible, intocable, no sensible.
O sea: yendo CONTRA el agua real, concreta, oponiéndose al agua real, pensando Contra ella, de manera reactiva, negándola, llegamos a la Idea de Agua, a la abstracción científica.
H2O= (una fórmula, “forma”, una idea), no es sensible, ni táctil, ni olorosa, ni moja, ni refresca, ni quema, ni…. ni…...
H2O no es el agua real. La Química, negando el agua real, por reacción, se eleva por encima de lo sensible (lo único real) para terminas con la “idea” H2O.
Al agua, real, hay que conocerla bebiéndola, bañándose en ella, experimentándola, no intelectualizándola en una idea.
Pero ¿qué es la Religión, proponiéndonos un “más allá” sino una reacción al “más acá”, como las “ideas” son una reacción a las “sensaciones”?. Aquí la Razón, allí la Fe. Reacción,
Además, ¿qué son las Verdades Científicas, Universales, sino Verdades Democráticas, Válidas para todos, y para Todo Tiempo y Lugar, independientemente de raza, cultura,….?.
CIENCIA y DEMOCRACIA: Valores ideales burgueses, interesados y falsos.
lunes, 12 de marzo de 2012
CONFES(I)ONARIOS LAICOS.
Salgo de mi bloque y choco, de frente, con cuatro contenedores. Son los nuevos confesonarios, laicos.
Uno estaba acostumbrado al confesonario religioso, el de la iglesia, de madera, en el que dentro estaba el cura, al que acudías, en la adolescencia, a pedir perdón por haberte masturbado y él te decía…..
El cura te recordaba (sobre todo el miércoles de ceniza): “memento, homo, quia pulvis eris et in pulvere reverteris”. Lo que acojonaba. La conciencia quedaba marcada, como una cámara de grabación continua o una webcam, que te pellizcaba cuando al ver o pensar en Pepita, la del 3º, te daba la tentación de volver a…
Pero ahora, cuando uno ha dejado de ir a la iglesia y ver el confesonario, el Laico Papá Estado ha cogido el relevo de la Santa Madre Iglesia.
Los nuevos confesonarios laicos los encuentras en cualquier calle, en todas las calles. Y en letras grandes: “Recuerda”.
Ahora, todas las mañanas acudo, con cuatro bolsas, a los cuatro confesonarios laicos.
1.- El amarillo: “Recuerda: sólo envases de plástico, latas y briks”.
2.- El azul: “Recuerda: sólo papel y cartón. Periódicos y revistas”.
3.- El verde: “Sólo vidrio”.
4.- El gris (el de toda la vida): residuos orgánicos.
Inmundicias espirituales, separadas por los mandamientos incumplidos.
Inmundicias materiales, separadas por contenedores de colores.
Ambas son mierda, basura. Aunque no sea igual llamar hijoputa al maestro que casar la raspa del pescado con la propaganda de Carrefour.
Del pecado, cada uno tiene que acusarse, del delito son los otros los que te acusan.
Como no es igual la culpa moral que la pena material.
Unas se lavan y la suciedad desaparece canjeándolas con actos psicológicos de arrepentimiento. La otra con el reciclaje.
El confesonario y el juzgado. "De internis" y "de externis".
Yo me sabía bien el programa del lavado, aclarado y centrifugado religioso: Tras el examen de conciencia, iba el dolor de corazón, el propósito de la enmienda, la confesión de boca y la satisfacción de obra (la penitencia).
Del otro, como todavía está en prueba,... Pero el incumplimiento será multa dineraria o privación de libertad (esperemos que, por ello, no se imponga la pena de muerte).
Pero tras la penitencia o la pena, a la papelera del olvido y borrón y cuenta nueva.
Cuando, por la mañana, me acerco a ellos, me fiscalizan preguntándome si todo viene, ya, debidamente separado. Me miran, inquisitorialmente, por esas bocas tragaderas. Alguna vez he tenido que abrir una bolsa por temor a si una lata de cerveza de Mercadona se me había despistado en la orgánica o alguna monda de la naranja iba con la revista porno.
Hoy todos sabemos que quien se apodere de la conciencia tiene ganada la batalla.
El cura me decía que Dios lo ve todo y que mi conciencia era “la voz de Dios”. ¡Cuántos remordimientos por los pecados de pensamiento, menos por los de palabra, pocos por lo de omisión y casi ninguno por pecados de obra¡.
Ahora es el Estado quien quiere conseguir concienciarme de los pecados laicos, entre ellos el no separar residuos, para reciclar, y es la Madre Naturaleza la que sufre las consecuencias.
¿Y quién quiere dañar a la Madre Naturaleza?
Cuando la conciencia está tomada, sobran policías. La conciencia es más exigente. Además, desde dentro, internamente.
Pero, ¿Quién está detrás del Estado?. El capitalismo.
Seamos sinceros en el decir y claros en lo dicho. A quien le interesa que separemos la basura que generamos, es a los capitalistas.
El capitalismo, que empezó explotando a los trabajadores en el capitalismo salvaje, se camufló como racional en el capitalismo moderado y, actualmente, está explotándonos con el lenguaje.
(Me explico)
Uno oye la palabra “ético/a” y la conciencia le hace tilín. Porque ¿quién quiere ser señalado como “inmoral” y no cooperar con el Bien Común y con la “salud” de la Madre Naturaleza?.
Así que aparece la “Banca Cívica (Ética), las “inversiones éticas”,…
¿Capitalismo y Ética?.
Al capitalismo le importa un pimiento la Ética. Su esencia es la Ganancia.
Cuando oigo lo de “comercio justo” (ético), me pregunto qué aviones, barcos, camiones,…(capitalistas) transportan, no gratuitamente, dichos productos o en qué cámaras frigoríficas (capitalistas) se han guardado dichos productos perecederos.
Ahora salen los “coches ecológicos” (éticos) (capitalistas), que contaminan menos. Y como hay otros nuevos dioses laicos llamados San Agujero de Ozono o Santa Lluvia Ácida,… se nos enciende la luz de la conciencia y nadie quiere ser un nuevo pecador y sí ser considerado “cooperador” y/o “benefactor” de la salud de la Madre Naturaleza, pero esto, a los fabricantes de coches les importa un rábano. Lo que quieren es vender más y lo disfrazan bajo el señuelo de “ético” y que tú seas “comprador” para lo que les interesa que te consideres “ético”, “cooperante necesario”.
Si al capitalista le interesa tu “conciencia” es porque eso repercute en su “bolsillo”.
Ningún objeto es moral ni inmoral. Ni el destornillador, ni el coche, ni el preservativo. Pero a ellos les interesa (coches, desodorantes, detergentes …) que los veamos como “objetos virtuosos”, porque contaminan menos, porque están hechos de materiales naturales, porque una parte de las ventas se dedica a vacunar niños del Cuerno de África,…
El capitalismo, tan hijoputa, pero tan inteligente, es el que ha colocado los cuatro confesonarios en la puerta de mi bloque, de colores, para que no se nos ocurra no separar los residuos.
“El reciclaje ético”. ¡Y un jamón¡. Es el señuelo para que, moralmente, cooperemos para convertirlo, ellos, en “objeto útil”, vendible. En realidad, un “reciclaje económico”.
El capitalismo se ha dado cuenta de que, ya que no puede explotarnos como antes, en el trabajo, ha encontrado el filón de nuestra conciencia.
Nosotros, no capitalistas, o anticapitalistas, estamos cooperando con nuestro enemigo, en su poder, en su crecimiento.
Nos está matando y, nosotros, lo estamos engordando.
“Energías limpias”. Otro “objeto ético”, muy vendible. Y los ecologistas, ecólatras, hacen de peones en el ajedrez capitalista. Sin darse ellos cuenta (los ecologistas) hacen de “mandados”, están defendiendo los intereses capitalistas (que, también, son los dueños de las “energías sucias”. A ellos ¡qué más les da que sean sucias o limpias, si les son rentables¡.
Pero TODOS necesitamos energía.
Y si el “coche ecológico” ayuda a salvar la salud de la Madre Naturaleza, el “coche seguro” salva la vida de la familia.
¡Otro objeto ético, otro objeto virtuoso, otro objeto a adquirir¡. Porque ¿a quién no le gusta salvar la vida de la familia?.
El capitalismo se ha dado cuenta de la capacidad de seducción que tiene el adjetivo “ético o moral” adosado a un objeto (coche) o a una conducta (separar residuos). Así que nosotros, los “paganos” tenemos el honor, al adquirirlos, de ser “clientes éticos”.
Comprar un “producto ético” es la nueva manera de “rezar”.
¿Y los “biocarburantes”, estos nuevos combustibles “éticos”?. Aunque el uso de cereales y vegetales, para su producción, suponga quitárselos de la boca y abocarlos a la muerte a los realmente pobres y hambrientos.
¿Y las “pastillas contra el dolor ajeno”?, ¿qué laboratorio las fabrica?.
En mis tiempos de chiquillo lo “ético y moral” era bautizar chinitos al módico precio de 1 duro. ¿Cuántos chinos, hoy, de mi edad, se llamarán Tomás?.
Era otro capitalismo, el religioso, con el mismo método, apoderarse de la conciencia, el lavado de cerebro.
Hace unos días se celebró “el día de la mujer” ¿y los otros 364 días?.
Ahora mismo leo, en carteles anunciadores, “la hora del planeta”, “salvemos al planeta”. Total, al módico sacrificio de apagar la luz durante una hora. (¿y sin poder ver Gran Hermano o a Belén Esteban?).
¿Quién va a excluirse de ser un cooperador de la salud y de la vida del planeta?.
Dentro de poco será “la media hora del sistema solar”.
Y luego, “el cuarto de hora de la galaxia”.
Y luego....
¿Pero es que nos hemos vuelto gilipollas?.
Uno estaba acostumbrado al confesonario religioso, el de la iglesia, de madera, en el que dentro estaba el cura, al que acudías, en la adolescencia, a pedir perdón por haberte masturbado y él te decía…..
El cura te recordaba (sobre todo el miércoles de ceniza): “memento, homo, quia pulvis eris et in pulvere reverteris”. Lo que acojonaba. La conciencia quedaba marcada, como una cámara de grabación continua o una webcam, que te pellizcaba cuando al ver o pensar en Pepita, la del 3º, te daba la tentación de volver a…
Pero ahora, cuando uno ha dejado de ir a la iglesia y ver el confesonario, el Laico Papá Estado ha cogido el relevo de la Santa Madre Iglesia.
Los nuevos confesonarios laicos los encuentras en cualquier calle, en todas las calles. Y en letras grandes: “Recuerda”.
Ahora, todas las mañanas acudo, con cuatro bolsas, a los cuatro confesonarios laicos.
1.- El amarillo: “Recuerda: sólo envases de plástico, latas y briks”.
2.- El azul: “Recuerda: sólo papel y cartón. Periódicos y revistas”.
3.- El verde: “Sólo vidrio”.
4.- El gris (el de toda la vida): residuos orgánicos.
Inmundicias espirituales, separadas por los mandamientos incumplidos.
Inmundicias materiales, separadas por contenedores de colores.
Ambas son mierda, basura. Aunque no sea igual llamar hijoputa al maestro que casar la raspa del pescado con la propaganda de Carrefour.
Del pecado, cada uno tiene que acusarse, del delito son los otros los que te acusan.
Como no es igual la culpa moral que la pena material.
Unas se lavan y la suciedad desaparece canjeándolas con actos psicológicos de arrepentimiento. La otra con el reciclaje.
El confesonario y el juzgado. "De internis" y "de externis".
Yo me sabía bien el programa del lavado, aclarado y centrifugado religioso: Tras el examen de conciencia, iba el dolor de corazón, el propósito de la enmienda, la confesión de boca y la satisfacción de obra (la penitencia).
Del otro, como todavía está en prueba,... Pero el incumplimiento será multa dineraria o privación de libertad (esperemos que, por ello, no se imponga la pena de muerte).
Pero tras la penitencia o la pena, a la papelera del olvido y borrón y cuenta nueva.
Cuando, por la mañana, me acerco a ellos, me fiscalizan preguntándome si todo viene, ya, debidamente separado. Me miran, inquisitorialmente, por esas bocas tragaderas. Alguna vez he tenido que abrir una bolsa por temor a si una lata de cerveza de Mercadona se me había despistado en la orgánica o alguna monda de la naranja iba con la revista porno.
Hoy todos sabemos que quien se apodere de la conciencia tiene ganada la batalla.
El cura me decía que Dios lo ve todo y que mi conciencia era “la voz de Dios”. ¡Cuántos remordimientos por los pecados de pensamiento, menos por los de palabra, pocos por lo de omisión y casi ninguno por pecados de obra¡.
Ahora es el Estado quien quiere conseguir concienciarme de los pecados laicos, entre ellos el no separar residuos, para reciclar, y es la Madre Naturaleza la que sufre las consecuencias.
¿Y quién quiere dañar a la Madre Naturaleza?
Cuando la conciencia está tomada, sobran policías. La conciencia es más exigente. Además, desde dentro, internamente.
Pero, ¿Quién está detrás del Estado?. El capitalismo.
Seamos sinceros en el decir y claros en lo dicho. A quien le interesa que separemos la basura que generamos, es a los capitalistas.
El capitalismo, que empezó explotando a los trabajadores en el capitalismo salvaje, se camufló como racional en el capitalismo moderado y, actualmente, está explotándonos con el lenguaje.
(Me explico)
Uno oye la palabra “ético/a” y la conciencia le hace tilín. Porque ¿quién quiere ser señalado como “inmoral” y no cooperar con el Bien Común y con la “salud” de la Madre Naturaleza?.
Así que aparece la “Banca Cívica (Ética), las “inversiones éticas”,…
¿Capitalismo y Ética?.
Al capitalismo le importa un pimiento la Ética. Su esencia es la Ganancia.
Cuando oigo lo de “comercio justo” (ético), me pregunto qué aviones, barcos, camiones,…(capitalistas) transportan, no gratuitamente, dichos productos o en qué cámaras frigoríficas (capitalistas) se han guardado dichos productos perecederos.
Ahora salen los “coches ecológicos” (éticos) (capitalistas), que contaminan menos. Y como hay otros nuevos dioses laicos llamados San Agujero de Ozono o Santa Lluvia Ácida,… se nos enciende la luz de la conciencia y nadie quiere ser un nuevo pecador y sí ser considerado “cooperador” y/o “benefactor” de la salud de la Madre Naturaleza, pero esto, a los fabricantes de coches les importa un rábano. Lo que quieren es vender más y lo disfrazan bajo el señuelo de “ético” y que tú seas “comprador” para lo que les interesa que te consideres “ético”, “cooperante necesario”.
Si al capitalista le interesa tu “conciencia” es porque eso repercute en su “bolsillo”.
Ningún objeto es moral ni inmoral. Ni el destornillador, ni el coche, ni el preservativo. Pero a ellos les interesa (coches, desodorantes, detergentes …) que los veamos como “objetos virtuosos”, porque contaminan menos, porque están hechos de materiales naturales, porque una parte de las ventas se dedica a vacunar niños del Cuerno de África,…
El capitalismo, tan hijoputa, pero tan inteligente, es el que ha colocado los cuatro confesonarios en la puerta de mi bloque, de colores, para que no se nos ocurra no separar los residuos.
“El reciclaje ético”. ¡Y un jamón¡. Es el señuelo para que, moralmente, cooperemos para convertirlo, ellos, en “objeto útil”, vendible. En realidad, un “reciclaje económico”.
El capitalismo se ha dado cuenta de que, ya que no puede explotarnos como antes, en el trabajo, ha encontrado el filón de nuestra conciencia.
Nosotros, no capitalistas, o anticapitalistas, estamos cooperando con nuestro enemigo, en su poder, en su crecimiento.
Nos está matando y, nosotros, lo estamos engordando.
“Energías limpias”. Otro “objeto ético”, muy vendible. Y los ecologistas, ecólatras, hacen de peones en el ajedrez capitalista. Sin darse ellos cuenta (los ecologistas) hacen de “mandados”, están defendiendo los intereses capitalistas (que, también, son los dueños de las “energías sucias”. A ellos ¡qué más les da que sean sucias o limpias, si les son rentables¡.
Pero TODOS necesitamos energía.
Y si el “coche ecológico” ayuda a salvar la salud de la Madre Naturaleza, el “coche seguro” salva la vida de la familia.
¡Otro objeto ético, otro objeto virtuoso, otro objeto a adquirir¡. Porque ¿a quién no le gusta salvar la vida de la familia?.
El capitalismo se ha dado cuenta de la capacidad de seducción que tiene el adjetivo “ético o moral” adosado a un objeto (coche) o a una conducta (separar residuos). Así que nosotros, los “paganos” tenemos el honor, al adquirirlos, de ser “clientes éticos”.
Comprar un “producto ético” es la nueva manera de “rezar”.
¿Y los “biocarburantes”, estos nuevos combustibles “éticos”?. Aunque el uso de cereales y vegetales, para su producción, suponga quitárselos de la boca y abocarlos a la muerte a los realmente pobres y hambrientos.
¿Y las “pastillas contra el dolor ajeno”?, ¿qué laboratorio las fabrica?.
En mis tiempos de chiquillo lo “ético y moral” era bautizar chinitos al módico precio de 1 duro. ¿Cuántos chinos, hoy, de mi edad, se llamarán Tomás?.
Era otro capitalismo, el religioso, con el mismo método, apoderarse de la conciencia, el lavado de cerebro.
Hace unos días se celebró “el día de la mujer” ¿y los otros 364 días?.
Ahora mismo leo, en carteles anunciadores, “la hora del planeta”, “salvemos al planeta”. Total, al módico sacrificio de apagar la luz durante una hora. (¿y sin poder ver Gran Hermano o a Belén Esteban?).
¿Quién va a excluirse de ser un cooperador de la salud y de la vida del planeta?.
Dentro de poco será “la media hora del sistema solar”.
Y luego, “el cuarto de hora de la galaxia”.
Y luego....
¿Pero es que nos hemos vuelto gilipollas?.
domingo, 11 de marzo de 2012
ONTOLOGÍA DE NIETZSCHE (D4).
VERDAD Y DEMOCRACIA: DOS MÁSCARAS DE LA MODERNIDAD.
¿Qué es nuestro Picasso sino un nietzscheano artístico, aunque 50 años después?.
Primero demostró que sabía pintar, después pintó como le dio la gana. Genialmente. Libremente. Rompiendo caminos trillados y abriendo nuevos caminos.
“El mundo es un caos” –dirá Nietzsche. Ni cósmico estoico, ni divino cristiano, ni científico-racionalista moderno. Ni armonioso, ni bueno, ni modelo para nada y para nadie.
El mundo, tanto el inorgánico-muerto, como el orgánico-vivo es sólo un campo de energías, un entretejido de fuerzas y pulsiones, irreductible a la unidad.
Los hombres, hasta ahora, han inventado un mundo bello, bueno, dominable,… pero inexistente, sólo imaginario, con el único fin de consolarse y consolar a los hombres, de darles seguridad. Pero ese mundo no existe. El mundo realmente existente es el contrario.
“¿Sabéis qué es el mundo para mí?.... es un monstruo de energía, sin principio ni fin…. una suma fija de fuerzas…..un mar de fuerzas tempestuosas, un flujo perpetuo”.
Kant, Newton,….(los modernos, la modernidad) intentan, con todas sus fuerzas, poner orden en el mundo, para poder entenderlo, recurriendo a la Razón, a la Lógica, a la Ciencia.
Lo que hace Claude Bernard con sus conejos es buscar una explicación a los hechos, descubrir unas leyes, un orden bajo los hechos. Responder a un porqué de esos hechos.
También el mundo de Newton es un conglomerado de fuerzas y de objetos que chocan entre sí PERO no deja de ser un mundo unificado, regido por leyes universales.
¿Qué es la ley de la gravitación sino intentar poner orden en el caos de los hechos?.
“Esto –dirá Nietzsche- es perder el tiempo, ya no es posible reunificar las fuerzas caóticas”.
El racionalismo científico de los modernos no es más que una ilusión, una proyección humana, es una forma de pensar que nuestros deseos son realidades, que lo que deseamos (el orden) es posible conseguirlo.
La música expresionista, atonal, de Schoenberg (antes Schönberg) o las pinturas del maduro Picasso ¿qué son sino nietzcheanas?.
El mundo artístico que ambos nos muestran es un mundo desestructurado, caótico, ilógico, inarmónico, desmesurado, abusivo, ….
Lo que ellos hicieron en el arte, es lo que Nietzsche, 50 años antes, pensó sobre el mundo.
¿Puede ser la “nueva filosofía” una contemplación de un mundo ordenado o divino o racional?.
¿Cuál es, dónde está, la Razón en la obra de estos artistas?
Nietzsche, como filósofo, intenta comprender la realidad que le rodea, pero este mundo se le presenta como un conjunto de dos fuerza: las “reactivas” y las “activas”, las “pulsiones” y los “instintos”.
Pero es que, en el “plano intelectual”, las “fuerzas reactivas” no son sino “la voluntad de verdad” que animaba a la filosofía clásica y a la ciencia moderna.
En el “ámbito político” estas “fuerzas reactivas” tienden a hacer realidad “el ideal democrático”.
VERDAD (una, universal, para todos) y DEMOCRACIA (todos somos iguales). Dos máscaras construidas por la Modernidad.
¿Qué es nuestro Picasso sino un nietzscheano artístico, aunque 50 años después?.
Primero demostró que sabía pintar, después pintó como le dio la gana. Genialmente. Libremente. Rompiendo caminos trillados y abriendo nuevos caminos.
“El mundo es un caos” –dirá Nietzsche. Ni cósmico estoico, ni divino cristiano, ni científico-racionalista moderno. Ni armonioso, ni bueno, ni modelo para nada y para nadie.
El mundo, tanto el inorgánico-muerto, como el orgánico-vivo es sólo un campo de energías, un entretejido de fuerzas y pulsiones, irreductible a la unidad.
Los hombres, hasta ahora, han inventado un mundo bello, bueno, dominable,… pero inexistente, sólo imaginario, con el único fin de consolarse y consolar a los hombres, de darles seguridad. Pero ese mundo no existe. El mundo realmente existente es el contrario.
“¿Sabéis qué es el mundo para mí?.... es un monstruo de energía, sin principio ni fin…. una suma fija de fuerzas…..un mar de fuerzas tempestuosas, un flujo perpetuo”.
Kant, Newton,….(los modernos, la modernidad) intentan, con todas sus fuerzas, poner orden en el mundo, para poder entenderlo, recurriendo a la Razón, a la Lógica, a la Ciencia.
Lo que hace Claude Bernard con sus conejos es buscar una explicación a los hechos, descubrir unas leyes, un orden bajo los hechos. Responder a un porqué de esos hechos.
También el mundo de Newton es un conglomerado de fuerzas y de objetos que chocan entre sí PERO no deja de ser un mundo unificado, regido por leyes universales.
¿Qué es la ley de la gravitación sino intentar poner orden en el caos de los hechos?.
“Esto –dirá Nietzsche- es perder el tiempo, ya no es posible reunificar las fuerzas caóticas”.
El racionalismo científico de los modernos no es más que una ilusión, una proyección humana, es una forma de pensar que nuestros deseos son realidades, que lo que deseamos (el orden) es posible conseguirlo.
La música expresionista, atonal, de Schoenberg (antes Schönberg) o las pinturas del maduro Picasso ¿qué son sino nietzcheanas?.
El mundo artístico que ambos nos muestran es un mundo desestructurado, caótico, ilógico, inarmónico, desmesurado, abusivo, ….
Lo que ellos hicieron en el arte, es lo que Nietzsche, 50 años antes, pensó sobre el mundo.
¿Puede ser la “nueva filosofía” una contemplación de un mundo ordenado o divino o racional?.
¿Cuál es, dónde está, la Razón en la obra de estos artistas?
Nietzsche, como filósofo, intenta comprender la realidad que le rodea, pero este mundo se le presenta como un conjunto de dos fuerza: las “reactivas” y las “activas”, las “pulsiones” y los “instintos”.
Pero es que, en el “plano intelectual”, las “fuerzas reactivas” no son sino “la voluntad de verdad” que animaba a la filosofía clásica y a la ciencia moderna.
En el “ámbito político” estas “fuerzas reactivas” tienden a hacer realidad “el ideal democrático”.
VERDAD (una, universal, para todos) y DEMOCRACIA (todos somos iguales). Dos máscaras construidas por la Modernidad.
viernes, 9 de marzo de 2012
¿NIETZSCHE NAZI?.
¡Es tan fácil manipular y hacer decir a un pensador, sobre todo si, por lo general, escribe en aforismos (ideas, fogonazos intelectuales, destellos clarividentes) lo que, jamás, pasó por su cabeza¡.
Basta con coger éste y aquel aforismos, amputar el otro, unirlo al de más allá y ponerlos juntos, en una especie de collage, (“cortar y pegar”) ensamblándolos en un todo unificado y…¡ya está¡. Ya tenemos el falso retrato de Nietzsche, con recortes interesados del “artista” (su hermana o los nazis)
¿Nietzsche nazi o fascista (inspirador de, padre o padrino de, causante de, guía de, responsable de....)?
Tú sacas de su contexto un párrafo cualquiera y lo “obligarás” a decir lo que, en el contexto, no dice.
¿Tú sabes que, nada menos que, en la Biblia, el libro revelado por Dios, dice, textualmente, “Dios no existe”?.
¿Cómo es posible que quien “lo dice”, diga que no existe, si para, poder decirlo, tiene que existir?. ¿Entonces?
Es que se ha desvirtuado la proposición, al descontextualizarla.
El contexto en el que se enmarca es: “dice el necio, en su corazón: “Dios no existe”. Ahora, ya, sí, le hemos devuelto el sentido a la frase, al situarla en su contexto.
Eso es lo que han hecho con la filosofía de Nietzsche, descontextualizarla para sacarle provecho (su hermana) o para apoyar en ella la defensa de sus tesis racistas (los nazis).
¿Acaso Nietzsche no propone el ideal de la llegada del “superhombre”?.
Por supuesto.
Pero si algunos (muchos), los intelectuales nazis, lo interpretan como “super-raza” es su problema, pero se desvían, consciente e interesadamente, del guión original.
De una fría y desapasionada lectura de sus obras no puede colegirse la visión nazi.
Ya lo decían los medievales: “quidquid recipitur, ad modum recipientis recipitur”.
Es decir, “lo que se capta (lo que se recibe, lo que se entiende) se capta según el que lo recibe (lo entiende)”.
El que lee el texto de Nietzsche fuera de contexto y con el filtro de un “prejuicio” saca un “juicio” distinto al que el escritor había formulado.
¿Que Nietzsche era contrario al “igualitarismo”?. Por supuesto. Tanto al “igualitarismo religioso” (todos somos “igualmente” hijos de Dios y, por lo tanto, hermanos) como al “igualitarismo socialista” (tan de moda a finales del XIX) de “todo hombre tiene derecho a…” (como consta en la Declaración Universal….), “igual de personas”.
Nietzsche defenderá que hay “hombres inferiores y hombres superiores, y que el superhombre pertenece a este último grupo”.
Es que, si por “hombre” se entiende al “hombre judío, al hombre cristiano, …. (al hombre occidental), oveja obediente, que cree todo lo que le dicen las autoridades (religiosas, educativas, paternas, públicas,…) esos “hombres son esclavos”, con “moral de esclavos”, con “política de esclavos”, con “mentalidad de esclavos”,… ¿Eran “hombres”, personas, los esclavos? ¿o eran “objetos laborales, bípedos, vivientes, que se compraban y se vendán como se hace con las cacerolas o las azadas?.
Los auténticos “hombres” son los “no esclavos”, los que tienen criterio propio, valores propios que ellos mismos crean, libres, independientes, superiores,…
De “ser antidemócrata” no puede concluirse que “se sea nazi”.
¿Que critica (y muy duramente) a judíos y cristianos?. SÍ, pero es por su “moral de esclavos, por practicar unas virtudes y tener unos valores antivitales, pero NO por su raza (como harían, después, los nazis).
¿Por qué rompió Nietzsche con Wagner?. ¿Por su música?. NO. Por el excesivo antisemitismo de Wagner.
¿Que alaba y reivindica la “ferocidad y el empuje” de los pueblos germánicos?. SÍ, porque cree que estos pueblos, con mitología nórdica, pueden liberarse de las cadenas de la “moral de esclavos” de los latinos y crear nuevos valores, vitales, rompiendo con los antiguos y viejos, europeos, judeo-cristianos, antivitales.
Porque Nietzsche, después, manifestó, expresamente, su hostilidad ante los alemanes y ante la cultura alemana. Incluso llegó a abandonar la ciudadanía alemana y se hizo suizo.
Hablar del superhombre hay que situarlo en el contexto del platonismo y de la “muerte de Dios”.
Nada que ver con el racismo.
El superhombre es el que supera la moral del rebaño, de ese “hombre” que desprecia la “vida real”, la corporeidad, la diferencia entre personas,… por creer en una “realidad trascendente y futura”, en nombre de la cual debe sacrificar la primera.
El “superhombre”, el “otro hombre superior” sólo es posible cuando se prescinda de la creencia en Dios, cuando se realice, hasta el final, la “muerte de Dios”.
¿Dónde hay, en todo esto, visos de “super-raza”?.
Además, los nazis defienden el culto a la Raza y al Estado, predican la superioridad del Grupo sobre el Individuo,… mientras Nietzsche dirá, una y otra vez, que “el universal no existe”.
No existe La Humanidad, ni La Raza, ni La Nación,….(conceptos abstractos) sino hombres concretos, de color blanco o…, españoles o….
Otrosí.
La estética nazi, el gusto por los uniformes, por la disciplina militar, por los desfiles y las masivas manifestaciones “en formación”, … en las que el individuo queda “engullido” por la masa… signos de la ideología nazi, menospreciando al individuo, considerándolo como objeto de recambio.
Otrosí.
Para Nietzsche el Estado es una de las mayores perversiones creadas por el hombre.
Cuando el hombre, (concreto), se somete al Estado, (abstracto) se convierte en su esclavo, sin individualidad, sin personalidad, sin libertad, sin creatividad,…
“Allí donde el Estado acaba, comienza el hombre….”
Otrosí.
El Superhombre no es una clase social privilegiada (la Aristocracia), ni un grupo biológico concreto (la Raza).
Cada uno de nosotros podemos dejar de ser “ese hombre”, esclavo, obediente, sin criterio propio,… y ser “otro hombre, un “superhombre”, superior, libre, no gregario,…
Si creas y crees y practicas los nuevos valores, fieles a la vida; si vives en la finitud y no crees en la trascendencia (ni en Dios ni en el Destino, ni en la Nación, ni en la Raza,… ni nada que esté por encima de ti); si no crees que la vida tenga “un sentido”, sino el sentido que “tú” le des a “tu” vida; si no te preocupa el placer ni el dolor porque eres fiel a ti mismo; si no rehuyes el dolor, aceptándolo e intentando enriquecerte de la experiencia dolorosa del esfuerzo,….; si no tienes miedo a la diferencia….si te opones al igualitarismo,….. si amas la vida, esta vida, la única que hay; si amas la alegría de vivir, el entusiasmo por estar vivo, si amas la salud, el amor sexual, la belleza, tanto la corporal como la espiritual,…
“El Superhombre es el que dice SÍ a la vida”. El que es libre. “El superhombre es “el sentido de la tierra”. “Permaneced fieles al sentido de la tierra y no prestéis fe (atención) a los que hablan de esperanzas ultraterrenas….”
Un defensor de la teoría de las “Tres transformaciones del espíritu” ¿puede ser catalogado como nazi?.
1.- El Espíritu transformado en “camello” (período platónico-cristiano), donde la humildad, la obediencia, el arrodillarse para que le echen encima cargas más pesadas, el sufrir y el soportar el peso,…..
2.- El Espíritu transformado en “león” (período moderno, ilustrado), el rey, el que domina, el racional, el crítico. El que acaba y destruye el estilo “antivital” de vivir de la cultura occidental anterior y crea nuevos valores.
3.- El Espíritu transformado en “niño”, el que sabe de la inocencia del devenir, el que no sabe de futuros, sino de presentes (no le digas al niño que guarde la moneda para “mañana”; para el niño es el ahora y el aquí lo que cuenta), el que se inventa valores nuevos, el que toma la vida como un juego, el que dice SÍ al mundo dionisiaco, el que pregunta insistentemente por qué tiene que acostarse a esa hora y no cuando le apetezca o hacer eso y no lo que él quiere, el que no acepta normas establecidas por otros, el que quiere crear sus propias normas,….
Ese “niño”, inocente, es el “superhombre”.
El “superhombre”, su estilo de vida, es el “niño”.
¿Se creyó Hitler encarnar al “superhombre” y a la “voluntad de poder” de Nietzsche?
Este tío no tenía ni puta idea de ambos conceptos.
Cuando la “voluntad de poder”, es el impulso a seguir subiendo, creciendo, desarrollándose. Y se encuentra en el carbono que "intenta", "tiende" a ser diamante, en el grano de trigo que "intenta", "tiende" a desarrollarse en espiga, en cualquier ser vivo que lucha e intenta seguir vivo y ascender a mejor vida, por supuesto en el hombre, buscando la excelencia….. ¿pero con campos de concentración y hornos crematorios para una raza, la judía?.
Cuando el superhombre es el estilo de vida del niño, inocente, lúdico, vital… Abriendo y recorriendo nuevos caminos para llegar más alto y más lejos, ser más excelente,….
¿Era Hitler un “niño” o un “hijo-puta redomado”?
Y, ahora, la pregunta del millón: ¿Qué hubiera pasado si Nietzsche, en vez de morir en 1.900, hubiera estado vivo en 1.933 y siguientes?.
Respuesta personal: “se habría suicidado o habría emigrado a Nueva Zelanda”.
jueves, 8 de marzo de 2012
LA HERMANA DE NIETZSCHE.
Nunca una hermana hizo tanto daño y causó tanto desprestigio como Elizabeth-Förster-Nietzsche.
Dos años más joven que el filósofo, se casó con Bernhard Förster, antisemita (calificaba a los judíos como “parásitos del cuerpo alemán”) y era un acérrimo defensor de la raza aria.
Nietzsche no lo soportaba. Ni siquiera fue a la boda. Y no es que Nietzsche fuera un pro-semita. Su odio a los judíos (como también a los cristianos) era por sus ideas, por su moral de esclavos, por el ideal de vida, pero no por su raza. Admiraba al judío Spinoza, al poeta alemán Heine (de origen judío), al compositor Bizet (con antepasados judíos)…
El matrimonio Förster-Nietzsche convencieron a catorce familias alemanas y se trasladaron a Paraguay, donde formaron un asentamiento “ario puro”, llamado Nueva Germania, un proyecto de pureza racial teutónica, (al revés que Nietzsche, que decía de sí mismo “ser un polaco del tercer Reich” (hasta ese punto detestaba a sus compatriotas).
La empresa terminó en un fracaso, entrando en bancarrota, lo que hizo que Förster se suicidara, envenenándose. Era 1.889. Cuatro años después Elizabeth regresaría a Alemania.
Ese mismo año, 1.889, fue cuando Nietzsche, tras abrazarse al cuello de un caballo, que estaba siendo apaleado por su dueño, en las calles de Turín, acabó de hundirse en la locura.
Cuando Elizabeth regresó a Alemania, Nietzsche era ya un inválido, pero sus escritos comenzaban ya a leerse por toda la Europa culta.
El problema de Nietzsche con las mujeres es digno de un estudio minucioso. Criado entre mujeres, su relación con ellas no fue buena. Además de las calabazas que, varias veces, le dio la bella e inteligente Lou von Salomé, y su enamoramiento de Cosima Wagner (la mujer de Wagner)
“No me gusta mi madre, y cada vez que oigo la voz de mi hermana me chirrían los oídos y siempre que he estado con ellas he caído enfermo”.
Fue tal la bajeza moral de Elizabeth, que hasta llegó a cobrar entrada para que los devotos de la obra de su hermano pudieran verlo en la cama, cuando estaba reducido a la invalidez.
Elizabeth, nacionalista alemana y antisemita, se hizo seguidora del partido nazi.
Creó y se hizo cargo del Archivo Nietzsche, encargándose de la edición de los manuscritos inéditos de su hermano.
Cuando Hitler llegó al poder, en 1.933, el Archivo Nietzsche recibió apoyo económico y publicidad por parte del gobierno de la Alemania nazi.
Ella distorsionó y manipuló parte de la filosofía de Nietzsche (sobre todo, los fragmentos póstumos de “La Voluntad de Poder”), para hacerla coincidir con la ideología nazi e intentar legitimar la violencia política del nazismo.
Le hizo entrega, en una ceremonia solemne, a Hitler del bastón que había usado Nietzsche, posando para la foto ante la estatua del filósofo.
No es de extrañar que uno de los asistentes a su sepelio fuera, precisamente, Hitler.
Ella fue la responsable-culpable de haber pisoteado, destrozado y echado a los pies de los caballos (nazismo, fascismo, anarquismo, racismo, antisemitismo, Auschwitz-Birkenau…) tanto la persona, como la memoria, como la obra y el legado de su hermano, convirtiéndolo en padre, padrino, inspirador, guía, responsable de esos y más caballos.
¡Es tan fácil sacar fuera de contexto y manipular la obra de Nietzsche, al escribir en aforismos, en ideas clarividentes sueltas¡. Basta con “cortar y pegar” aquí o allí, según intereses de esta “mala señora”.
Y ahora, para finalizar la pregunta del millón: “si Nietzsche, en vez de morir en 1.900 hubiese estado vivo en 1.933, ¿habría aplaudido a Hitler, como lo había hecho con Napoleón y Julio César?”.
¡Por Dios¡. ¡Por Dios¡. ¡Por Dios¡
Si despotricaba contra “la moral del rebaño” (que prometía el Paraíso Celestial) ¿iba a abogar por la “política del rebaño”, que prometía un “paraíso terrenal”, de entrada restringida a “la raza aria, de ojos azules y larga caballera”, y regado con ríos de sangre judía?
lunes, 5 de marzo de 2012
DOS UTOPÍAS FRACASADAS.
Hablamos de Jesucristo y de Marx. Uno creyó que el amor podía cambiar el mundo y el otro que era viable una sociedad perfecta, sin clases.
Woody Allen afirma: “Dios ha muerto, Marx ha muerto y yo no gozo de buena salud”.
Me gusta más la sentencia-graffiti de aquel estudiante del Mayo del 68 francés, que aparecía en una de las fachadas parisinas: “Dios ha muerto, Marx ha muerto y yo no me encuentro muy bien”.
También yo podría decir lo mismo al afirmar: “Nietzsche vive, Marx ha muerto y aquí estoy yo, intentando vivir”.
Todos sabemos que la sentencia “Dios ha muerto” es de Nietzsche (y esa proposición significa muchas cosas (ver en www.tomasmorales.es, “Dios ha muerto”).
Nietzsche echa mano de Zaratustra -un profeta del año 1.000 (a.C.)- que fue uno de los principales responsables del engaño de los filósofos idealistas y de las religiones dogmáticas, que envenenaron los espíritus con la promesa de otros mundos imaginarios o paraísos, terrenales o celestiales.
Ese mismo Zaratustra, reconvertido, es el que va a deshacer la farsa, predicando la buena nueva de la Muerte de Dios.
También Feuerbach había sentenciado que los hombres “crean” a los dioses según sus necesidades (el hombre pobre “crea” un Dios rico, el enfermo un Dios sano, el temporal un Dios eterno, el ignorante un Dios sabio,….) y, luego, posteriormente, “creen” en ellos, como si existiesen realmente, cuando sólo han sido y son “ideas”.
Para Feuerbach no es que “Dios haya muerto”, es que nunca ha existido, a no ser en la mente de los hombres.
Para Nietzsche, “Dios ha muerto” porque era hostil a la vida, porque los valores que predica y propone son antivitales y, además, la fe en Él es un signo de debilidad, de cobardía, de decadencia.
El Cristianismo, predicando la resignación (metáfora del “camello”) como una virtud, incapacita al hombre para el desarrollo del espíritu libre. “Bienaventurados los pobres, los enfermos, los hambrientos….”. Si, ya, son unos afortunados ¿cómo van a querer salir de su situación?.
Una vez, pues, fenecidos los falsos valores celestiales, el hombre debe crear los nuevos valores terrenales, placenteros, dionisíacos, vitales, ascendentes,…
“Dios ha muerto”, ¡Viva el hombre”.
Marx, como analista social y económico, nadie lo pone en duda. La mejor radiografía del capitalismo salvaje fue “El Capital”, pero como adivino y profeta fue un desastre (quizá no tanto él como los que intentaron llevar a la práctica sus ideas).
Por si fuera poco, su teoría social (que estaba ideada para una sociedad capitalista imparable, en expansión) va a ser ensayada en una Rusia medieval, agrícola (no industrial), de zares (no de burguesía), de Patriarcas (no laica)….
Tras muchos años de esconder el régimen y sus pretendidos logros, la caída del muro de Berlín, en 1.989, tras 28 años (desde 1.961) dejó ver las vergüenzas y desnudeces, las miserias del pueblo que había seguido a los líderes marxistas.
Las dos mayores utopías del mundo Occidental, el cristianismo y el comunismo, se han desmoronado, se han diluido.
La utopía en el “más allá” del tiempo, en la eternidad, y la utopía del “más acá”, en el tiempo futuro.
La utopía celestial y la utopía terrenal.
Marx, como Jesús de Nazaret, estaban condenados, de antemano, al fracaso más absoluto, porque ambos predicaban dos grandes ingenuidades: uno creía que el amor podía cambiar el mundo, el otro creía en la sociedad perfecta sin clases.
Uno murió en la cruz, al otro lo ha matado la historia.
El altruismo, como cualidad humana general, sólo sería posible si todos, genéticamente, viniésemos programados o fuéramos ángeles. De ahí que sólo anida en el corazón de algunos.
Al ser, todos, individuos necesitados tenemos que pelearnos por conseguir los recursos, siempre precarios, que nos mantengan con vida y en la vida. En nuestra naturaleza anida el egoísmo o, al menos, el egocentrismo.
¿Cómo van a encontrarse bien, el estudiante parisino o el humorista judío-americano?
Aunque, si lo pienso seriamente, quizá el fracaso no haya sido ni del mensaje ni de sus autores, sino de los GESTORES.
Woody Allen afirma: “Dios ha muerto, Marx ha muerto y yo no gozo de buena salud”.
Me gusta más la sentencia-graffiti de aquel estudiante del Mayo del 68 francés, que aparecía en una de las fachadas parisinas: “Dios ha muerto, Marx ha muerto y yo no me encuentro muy bien”.
También yo podría decir lo mismo al afirmar: “Nietzsche vive, Marx ha muerto y aquí estoy yo, intentando vivir”.
Todos sabemos que la sentencia “Dios ha muerto” es de Nietzsche (y esa proposición significa muchas cosas (ver en www.tomasmorales.es, “Dios ha muerto”).
Nietzsche echa mano de Zaratustra -un profeta del año 1.000 (a.C.)- que fue uno de los principales responsables del engaño de los filósofos idealistas y de las religiones dogmáticas, que envenenaron los espíritus con la promesa de otros mundos imaginarios o paraísos, terrenales o celestiales.
Ese mismo Zaratustra, reconvertido, es el que va a deshacer la farsa, predicando la buena nueva de la Muerte de Dios.
También Feuerbach había sentenciado que los hombres “crean” a los dioses según sus necesidades (el hombre pobre “crea” un Dios rico, el enfermo un Dios sano, el temporal un Dios eterno, el ignorante un Dios sabio,….) y, luego, posteriormente, “creen” en ellos, como si existiesen realmente, cuando sólo han sido y son “ideas”.
Para Feuerbach no es que “Dios haya muerto”, es que nunca ha existido, a no ser en la mente de los hombres.
Para Nietzsche, “Dios ha muerto” porque era hostil a la vida, porque los valores que predica y propone son antivitales y, además, la fe en Él es un signo de debilidad, de cobardía, de decadencia.
El Cristianismo, predicando la resignación (metáfora del “camello”) como una virtud, incapacita al hombre para el desarrollo del espíritu libre. “Bienaventurados los pobres, los enfermos, los hambrientos….”. Si, ya, son unos afortunados ¿cómo van a querer salir de su situación?.
Una vez, pues, fenecidos los falsos valores celestiales, el hombre debe crear los nuevos valores terrenales, placenteros, dionisíacos, vitales, ascendentes,…
“Dios ha muerto”, ¡Viva el hombre”.
Marx, como analista social y económico, nadie lo pone en duda. La mejor radiografía del capitalismo salvaje fue “El Capital”, pero como adivino y profeta fue un desastre (quizá no tanto él como los que intentaron llevar a la práctica sus ideas).
Por si fuera poco, su teoría social (que estaba ideada para una sociedad capitalista imparable, en expansión) va a ser ensayada en una Rusia medieval, agrícola (no industrial), de zares (no de burguesía), de Patriarcas (no laica)….
Tras muchos años de esconder el régimen y sus pretendidos logros, la caída del muro de Berlín, en 1.989, tras 28 años (desde 1.961) dejó ver las vergüenzas y desnudeces, las miserias del pueblo que había seguido a los líderes marxistas.
Las dos mayores utopías del mundo Occidental, el cristianismo y el comunismo, se han desmoronado, se han diluido.
La utopía en el “más allá” del tiempo, en la eternidad, y la utopía del “más acá”, en el tiempo futuro.
La utopía celestial y la utopía terrenal.
Marx, como Jesús de Nazaret, estaban condenados, de antemano, al fracaso más absoluto, porque ambos predicaban dos grandes ingenuidades: uno creía que el amor podía cambiar el mundo, el otro creía en la sociedad perfecta sin clases.
Uno murió en la cruz, al otro lo ha matado la historia.
El altruismo, como cualidad humana general, sólo sería posible si todos, genéticamente, viniésemos programados o fuéramos ángeles. De ahí que sólo anida en el corazón de algunos.
Al ser, todos, individuos necesitados tenemos que pelearnos por conseguir los recursos, siempre precarios, que nos mantengan con vida y en la vida. En nuestra naturaleza anida el egoísmo o, al menos, el egocentrismo.
¿Cómo van a encontrarse bien, el estudiante parisino o el humorista judío-americano?
Aunque, si lo pienso seriamente, quizá el fracaso no haya sido ni del mensaje ni de sus autores, sino de los GESTORES.
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