viernes, 31 de enero de 2020

FILOSOFÍA: ¿INFORMACIÓN Y/O FORMACIÓN? ( y 2 )



¿Por qué recurrimos a la Medicina para tener el Cuerpo Sano y no a la Filosofía para cuidar de la salud del alma?

 El ideal del Sabio, para Epicuro y su época, la helenística, es liberarse de la penuria y de las calamidades que, por todas partes, les rodeaban.
Filosofía para liberarse de los grandes miedos que acosaban a los hombres entre las sombras del desconocimiento.

El “filósofo del Jardín” para conseguir la ausencia del dolor y propiciar al placer aplicará el “Tetrafármacon” (dos para el placer y dos para el dolor).

¿Temer a los dioses, a la muerte, al destino…? NO, carece de fundamento dicho temor.

“Nadie por ser joven dude en filosofar, y ni por ser viejo se hastíe de filosofar. Pues nadie es joven o viejo para la salud del alma. El que dice que aún no es edad de filosofar o que la edad ya pasó, es como el que dice que aún no ha llegado o que ya pasó el momento oportuno para la felicidad. De modo que deben filosofar tanto el joven como el viejo. Éste para que, aunque viejo, rejuvenezca en bienes por el recuerdo gozoso del pasado, aquél para que sea joven y viejo al mismo tiempo, por su impavidez ante el futuro”

Igualmente en la Época de la Ilustración en que se asume un amplio sentido de la noción de “filosofía” como “aspiración al saber y la pretensión de racionalidad y naturalidad para ahuyentar el oscurantismo con el esclarecimiento de las cuestiones.

El origen de todos los males procede del oscurantismo, bien por ignorancia, bien por superstición, que pueden ser clarificados con/por la Razón.

Ordenando los diferentes saberes cultivados pueden beneficiarse de una actitud y actividad filosófica.

Nuestro Ortega y Gasset, en La Rebelión de las Masas, se lamenta de la “barbarie del especialismo”: “habremos de decir que es un sabio ignorante, cosa sobremanera grave, porque significa que es un señor el cual se comportará en todas las cuestiones que ignora, no como ignorante, sino con toda la petulancia de quien en su cuestión especial es un sabio”

Despertar a la filosofía y sentirse motivado para avanzar por el camino del saber es porque ha descubierto algo que le atrae.

No se trata de aprender de los libros para repetir palabras, ensartando relatos sin penetrar su sentido.

La filosofía se hace viva cuando el problema le afecta personalmente y no puede afrentarlo él ni puede cumplirlo otro distinto a él pero pueden contribuir a ello otros filósofos, anteriores o contemporáneos para plantear el problema de forma adecuada y avanzar en su solución.

En la filosofía se entra por la exigencia de comprobar personalmente lo valioso que pueda haber en torno suyo y, sobre todo, cuando uno se percata que también él puede pensar, que sus criterios tienen valor, ya que él mismo ve las razones por las que son valiosos y llega a desconfiar, o superar incluso los razonamientos que se le habían propuesto.

No puede inculcarse, pues, ni asumirse una filosofía, por acomodo, por adaptación o domesticación al ser unas ideas dominadoras.

Quizá no pueda resolver totalmente todo el problema por el criterio propio, pero esa actitud filosófica pretenderá conseguir una conducta independiente, con posición propia.

Quizá no sea la respuesta ideal a su propio problema pero ya no es acumular nociones ajenas sino ejercicio en analizar problemas, proponer orientaciones, relacionar conocimientos, descubrir sentidos y someter continuamente a prueba cuanto acontece, cuanto se dice, cuanto se sabe.

Más que erudición de conocimientos ajenos, es la capacidad de descubrir el problema filosófico.

Si uno descubre el problema tiene que reconocerlo como algo que, personalmente, desea comprender y le interesa resolver.

El problema filosófico, pues, no es comunicable, sólo descubrible y, entonces, debe ir acompañado de libertad y de crítica, de creatividad.

El ejercicio filosófico es no sólo un actuar sino un saber actuar que afecta primariamente en quien lo realiza por lo que supone una cierta calidad de vida.

Ortega le atribuye a la filosofía la tarea de “saber a qué atenerse” al ser una actividad encaminada a saber hacer para que no te timen.

No es lo mismo responder a la pregunta “para qué sirve la filosofía” a preguntar si la filosofía es valiosa o no
Referirse a un valor, para valorarla, exige saber la escala de valores con la que compararla y ubicarla.

“Si todos los hombres vivieran bien, si la pobreza y la enfermedad hubieran sido reducidas al “minimum” posible, quedaría, todavía, mucho que hacer para producir una sociedad estimable pues, hasta en el mundo actual los bienes del espíritu son, por lo menos, tan importantes como los del cuerpo - afirma Bertrand Russell.

“El valor de la filosofía –añade el filósofo- debe hallarse exclusivamente entre los bienes del espíritu, y sólo los que no son indiferentes a estos bienes pueden llegar a la persuasión de que estudiar filosofía no es perder el tiempo”.

“Considerando como un deber el buscar lo que ignoramos –había afirmado Sócrates- nos volvemos mejores, más enérgicos, menos perezosos que si consideramos imposibles y ajenos a nuestro deber de búsqueda de la verdad desconocida”.

La filosofía, pues, aporta a quien la practica una calidad de vida que hace dirigir su mirada a lo justo, a lo bello, a lo bueno,…haciéndolo semejante a los dioses, algo divino.

La sabiduría conduce a actuar correctamente y, a la larga, tener éxito pues la sabiduría no puede tomar un camino falso sino que debe necesariamente obrar como es debido y, por ello, debe alcanzar el fin; sin ello dejaría de ser sabiduría.

“La filosofía no necesita ni protección, ni atención, ni simpatía de la masa, porque es una perfecta inutilidad, liberándose, por ello, de toda supeditación al hombre medio. Ella se sabe a sí misma, por esencia, problemática y abraza alegremente su libre destino, sin pedir a nadie que cuente con ella, ni recomendarse, ni defenderse.
Si a alguien, buenamente, le aprovecha para algo, se regocija por simple simpatía humana, pero no vive de ese provecho ajeno, ni lo premedita, ni lo espera” –afirma Ortega.

No es totalmente cierto y verdadera la famosa “tesis 11 sobre Feuerbach” de Marx: “los filósofos han “interpretado” el mundo de diferentes maneras cuando lo que importa es “transformarlo”

Y no es cierto porque la filosofía no se ha mantenido totalmente al margen de los acontecimientos ya que los filósofos han estado, siempre, en conexión con las creencias y los modos culturales de su pueblo, unas veces apuntalando lo que se creía y otras veces abriendo nuevos caminos, descubriendo problemas y proyectando nuevos modos de vida.

Ya la Ilustración fue consciente de la efectividad del saber, no sólo para vencer a la naturaleza, obedeciendo sus leyes, sino buscando también racionalidad para denunciar las desigualdades sociales y atreverse a saber para afirmar la libertad y la soberanía de cada uno de los hombres en sociedad como culturalmente diversos.

O, como afirmaba Nietzsche: “cada vez más, el filósofo va pareciendo un hombre necesario del mañana y del pasado mañana, se ha encontrado y debe encontrarse siempre en contradicción con su hoy…su tarea ha sido ser la mala conciencia de su tiempo…Su propio secreto, saber una grandeza nueva del hombre y encontrar un camino nuevo, no recorrido todavía para su engrandecimiento”

También para Platón, en su República, ideal, el filósofo debe salir del estado de mera “contemplación” para abrazar un estado de “creación”.
Se convertirá en un demiurgo-artesano, formando su carácter y abriéndoles los ojos a los ciudadanos aún no despiertos al mundo de la verdad, como lo puso en práctica Sócrates durante toda su vida, haciendo de tábano en las conciencias dormidas.

También Aristóteles con su división de los saberes: teóricos (contemplativos), prácticos (obrar) y poyéticos (hacer).

“Saber observar-ver”, “saber obrar”, “saber hacer-construir”

jueves, 30 de enero de 2020

FILOSOFÍA: ¿INFORMACIÓN Y/O FORMACIÓN? ( 1 )




La pregunta que, automáticamente, nos surge: ¿Qué se pretende con la Filosofía: informar/instruir o formar?
¿Cuál es el papel principal de los estudios filosóficos teniendo en cuenta que la gran mayoría de los alumnos no van a seguir los estudios filosóficos?

¿Basta con adquirir conocimientos de las filosofías de los distintos filósofos, una “posesión erudita de conocimientos” o puede pretenderse filosóficamente una capacitación para descubrir el/los problema/s filosófico/s y llevar a cabo una reflexión crítica sobre actuaciones y conocimientos?

Recuerdo cuando algún alumno, a finales de curso, me decía haberse sentido platónico cuando comentábamos Platón, aristotélico cuando… cartesiano cuando… kantiano o humeano cuando…marxista cuando…y, sobre todo, nietzscheano cuando…

Todos sabemos que Sócrates (como Jesús de Nazaret) nada dejó escrito pero despertaba mucha admiración su actividad filosófica (como tábano o mosca cojonera) que incitaba a pensar y responder a las preguntas socráticas, sobre todo cuando, contradictoriamente a primera vista proclamaba “sólo sé que no sé nada” con la única intención de hacer ver que la verdad no puede “enseñarse, desde fuera, sino “descubrirse” desde dentro ya que ésta se encuentra en el interior de cada uno.
(Y solía poner como ejemplo el oficio de su madre (“partera o comadrona”) que ayudaba a que la parturienta pariera su niño sin ella haberlo previamente metido).

“Ayudar a descubrir, a destapar, la verdad que es innata, pero que está “cubierta”, “tapada” como la criatura en el vientre de la madre.

Ser partera no es ser madre, como ser filósofo no es enseñar verdades, sino sólo ayudar a que el joven las descubra en su interior.

Y era considerado “el hombre más sabio de la Hélade” según el oráculo de Delfos.

La “docta ignorancia” era la filosofía del filósofo y teólogo Cardenal Cusano.

O como el gran ilustrado, Kant, afirmaba: que no se aprende filosofía como se aprenden otras materias escolares pues “no se aprende filosofía, sino a filosofar”, no filosofemas (contenidos) sino practicarla (actividad)

La fuerza y la validez filosófica deben estar presentes en el hombre, como individuo, como ciudadano y como conocedor de otras muchas materias.

Ya Platón, el discípulo de Sócrates, en sus escritos había considerado la filosofía en su relación con la educación de un nuevo tipo de hombre.

La República de Platón es, ante todo, una obra de “formación humana” y no sólo, ni principalmente, de “información/instrucción”.

La filosofía, para Platón, no es un conocimiento meramente de “contemplación pasiva” sino un “afán por saber” sino que implica una “actividad que ponga a prueba esos conocimientos”.

Sócrates, su maestro, ya lo había dejado claro al responder al alumno que lo interrogaba:

         .- Maestro, ¿“saber/conocer la virtud” para qué?
         .- Para “obrar” bien, virtuosamente.
         .- Y obrar bien/virtuosamente ¿para qué?
         .- Para “ser” virtuoso, para “ser” feliz.

Si SABE que es la Justicia, la Prudencia, la Solidaridad, la Compasión,…OBRARÁS justamente, prudentemente, solidariamente, compasivamente,.. Y SERÁS Justo, Prudente, Solidario, Compasivo,…SERÁS FELIZ.

De aquí a que “El Filósofo debe ser el Rey/Gobernante o todo Gobernante/Rey debe ser filósofo no hay más que un paso” sólo entonces la miseria política del mundo podrá ser trocada en una polis perfecta, humana, feliz.

Éste (y no otro) es el fin y objetivo de la República: la Episteme (Verdad) (y no la Doxa (Opinión) llevada a la práctica.

Igualmente Epicuro, en su Carta a Meneceo, al considerar la Filosofía como “cuidar de la salud del alma”.

EL PIN PARENTAL, LOS PADRES BIOLÓGICOS Y LOS DERECHOS DEL NIÑO (10 y 2 )



Es el MITO DE LOS PADRES BIOLÓGICOS, mito no superado, pues en los catecismos de los Padres Astete y Ripalda, de mi niñez, aparece una concepción de que los padres no sólo son los que los engendran, sino que, también son los propietarios del niño.

¿Un padre biológico maltratador tiene derecho sobre sus hijos? ¿Puede proporcionarle algún consuelo sentimental ante tanto perjuicio que le causa?

El niño y el adolescente deben ser protegidos, durante su minoría de edad, en primer lugar por los padres, pero si éstos no lo hacen, o lo hacen mal, deben ser protegidos por la sociedad, por el Estado.

Los niños tienen derecho a tener un desarrollo físico y moral pero ¿y si los padres biológicos, bien sea por incapacidad (no poder), por defecto (hacerlo mal) o por indignidad no lo hacen?

El derecho educativo de los padres biológicos sobre los hijos no es absoluto o despótico y debe estar sometido a vigilancia y tutela jurídica del Estado en orden al Bien Común.
En estos casos el Estado no suplanta a la familia, sino que suple el defecto y lo remedia con medios idóneos hasta poder llegar quitarles la custodia.

Los derechos del niño a su desarrollo moral priman sobre el derecho de los padres biológicos.
Si hasta los Derechos de autor, sobre una obra suya, llega el momento en que caducan, cuanto más el derecho de los padres biológicos sobre sus hijos, que son personas.

DERECHOS DEL NIÑO:

1.- DERECHO A SER NIÑO (mientras se es menor de edad).

2.- DERECHO A CRECER EN LIBERTAD (libertad para pensar, libertad para tener las creencias que consideren y libertad para expresar opiniones.

3.- DERECHO A UNA IDENTIDAD (a tener un nombre y una nacionalidad. Por eso los recién nacidos deben ser inscritos en el Registro Civil de cada país)

4.- DERECHO A LA SALUD (a ser cuidado, cuando estén enfermos, derecho a ser atendidos por un médico, derecho a acudir a los servicios sanitarios de cada país)

5.- DERECHO A UNOS CUIDADOS ESPECIALES POR PARTE DE LOS PADRES Y RESPONSABLES LEGALES (cuidados especiales para los que sufren alguna discapacidad física o mental, también frente a cualquier violencia o maltrato, incluidas todas las formas de explotación y abuso sexual)

6.- DERECHO A UNA FAMILIA (derecho a conocer a sus padres y a ser cuidados por ellos y si está separado de sus padres porque éstos no pueden cuidarlo, tiene derecho a una protección especial)

7.- DERECHO A UNA EDUCACIÓN (infantil y primaria, que deben ser obligatorias y gratuitas; también deben tener facilidades para continuar la Educación Secundaria  o ir a la Universidad).

8.- DERECHO AL JUEGO, AL OCIO Y A LA CULTURA (derecho a jugar, a descansar y a las actividades recreativas y culturales (derecho al acceso a parques recreativos, a zonas de juego, a bibliotecas, museos, centros culturales realizar alguna actividad cultural como manualidades, danza, teatro,…)

9.- DERECHO A UN NIVEL DE VIDA (a una vida digna. Los padres son los responsables de proporcionar a los niños alimentación, cuidados, educación y vivienda. Si ellos no pueden debido a que su nivel de recursos es escaso, las autoridades y administraciones regionales y nacionales deben ayudar a los padres mediante ayudas para su cuidado).

10.- DERECHO A LA PROTECCIÓN CONTRA LOS MALOS TRATOS (las autoridades son las encargadas de protegerlos cuando los malos tratos procedan de los padres o los responsables legales)

Y si los padres no pueden o no quieren respetar los derechos de sus hijos se les puede quitar (y se les quita) la patria potestad.

miércoles, 29 de enero de 2020

EL "PIN PARENTAL" Y LOS DERECHOS DEL NIÑO ( 10 - 1 )




Que hay hijos que maltratan a sus padres, es un hecho, no general, pero los hay.
Como hay padres que maltratan a sus hijos, es un hecho, no general, pero los hay.
Pero apenas se denuncia y, cuando ocurre, ocurre la frasecita de marras: “Si eso ya se veía venir”.

Nadie (o casi nadie) se interpone entre el padre maltratador y el hijo maltratado, porque parece que se da por supuesto que el padre biológico tiene derecho a educar (¿) a su hijo como lo crea conveniente.
Parece que todavía están encastrados en nuestras mentes los malditos memes de: “La letra con sangre entra”, “una bofetada a tiempo hace milagros”, “así aprenderá el niño”, “en mi hijo mando yo”…

Como si el niño fuera un objeto,  propiedad de quien, por un buen o mal polvo, lo hubiera traído a este mundo.

La patria potestad la tienen, los primeros, los padres biológicos que lo aceptan y lo reciben en la familia pero mientras, y sólo mientras, respete los Derechos del Niño.
Porque el niño forma parte de la familia (nadie lo duda) pero también forma parte de la sociedad por lo que si los padres lo educan para que sea un “buen hijo”, la sociedad, el Estado, tiene que educarlo para que sea un buen “ciudadano”

No, padres, los hijos ni son suyos, ni del gobierno, ni del Estado, ni de nadie (Ud. no eres su propietario, sólo tiene la custodia) pero es el Estado el responsable de impartir un programa educativo, pactado por los poderes públicos y la comunidad docente.

Por no poder, ni en su casa puede Ud. hacer lo que quiera con tu niño, porque es en la escuela donde tiene que ser educado en el respeto a todas las personas.

Porque “sus” valores, padre, pueden no ser los más adecuados para que su hijo pueda convivir en sociedad con los demás niños, respetándolos en su diversidad.

Porque, si Ud. es un maltratador, no querrá que su hijo acuda a unos talleres sobre maltrato no sea que se conciencie y pueda denunciarle, como si Ud. es un racista no querrá que…como si Ud. es un fanático religioso, católico o musulmán, no querrá que…como si Ud. es un ateo no querrá que… y así estará Ud. empobreciendo la personalidad de su hijo.

Porque me da la impresión que ese PIN que se ha puesto de moda es un “Permiso Integrista Nacional-católico”, un veto empobrecedor que su hijo va a sufrir.

No, padre, Ud. no es el propietario de su hijo, porque él es una persona y no un objeto.

Ya, en la antigüedad, Aristóteles tenía la idea de que el niño era igual que el esclavo, y decía: “un hijo o un esclavo son propiedad” (del varón, se supone).

La familia está compuesta –decía Aristóteles-  por el dueño y señor (el varón) que tiene una mujer, unos hijos, esclavos, casa, tierras y bueyes aradores y podía venderlos, azotarlos, matarlos,… prescindir de ellos, porque podía disponer de ellos.

Incluso Séneca, el severo moralista, pensaba que el padre (biológico, por supuesto) podía eliminar a los hijos deformes o inválidos.

Y, en la severa Roma, al nacer la criatura se la presentaban al padre y éste podía aceptarlo o no y, en este caso, el niño era arrojado al vacío como también se hacía desde la Roca Tarpeya, que estaba casi cortada a pico y que tenía un desnivel suficiente para que allí se situara el punto donde se llevaban a cabo ejecuciones de reos cuyos delitos fueran de gravedad extrema, caso de perjurio, asesinato o traición, durante el período republicano: se los despeñaba en una caída mortal de veinticinco metros en la llamada “praecipitatio”).o el niño era puesto en la calle (“expósito”) volviéndose un pícaro, un explotado, un objeto de placer del macho de turno.

Estaba asentado el sentido absoluto de la propiedad paterna de los hijos (si exceptuamos a Horacio y a Quintiliano).

Posteriormente, el cristianismo suavizó estas costumbres pero, todavía, en la Edad Media, nuestro Alfonso X, el Sabio, todavía regulaba algunos casos en que se podía vender al hijo.

¿Quiénes eran los “miserables” de Víctor Hugo sino ese oscuro mundo de niños delincuentes y pícaros, con la calle como morada y el robo como forma de vida para el ricachón sinvergüenza de turno?

No hay más que recordar que en el siglo XIX todavía no había ley alguna que defendiese al niño del maltrato y si, en 1.874, Mary Ellen consiguió que un tribunal de Nueva York castigase a los agresores de un niño fue apelando a la Ley de Defensa de los Animales (Ley que sí existía), asimilando al niño a un pequeño animal indefenso.

En España, en esta “reserva espiritual de Occidente” hay que esperar a Concepción Arenal para que salga en defensa del menor.

Y en esta Europa, ilustrada, hay que esperar al 1.924 para que se promulgue, en Ginebra, la primera Declaración de los Derechos del Niño (Declaración sencilla, breve (sólo cinco puntos) pero modélica porque lo fundamental de la protección moral y jurídica del menor está allí plasmado).

Después, habrá que esperar al 1.959 para que se elabore la Declaración de la ONU, ratificada por los Estados miembros y que, en España, aparece en nuestra Constitución (artículo 39, en que se recogen todos los acuerdos internacionales del niño).

Sin embargo, es en las mentes católicas donde más arraigado está el sentido de propiedad de los padres respecto a los hijos.
Parece, a veces, que los hijos no tuviesen derechos, sino sólo sus progenitores.

lunes, 27 de enero de 2020

FLORILEGIO FILOSÓFICO: DE ESTO Y DE LO OTRO ( 9 y 5 )



PRINCIPIO DE CONSERVACIÓN DEL SER.

1.- “Principio de Conservación de la energía”: “En un sistema aislado la energía total ni aumenta ni disminuye, sólo se transforma”, pero si tenemos en cuenta que alguna parte de la “masa” puede transformarse en “energía” según la fórmula de Einstein “E = mc2(al cuadrado), el principio no es exacto y debe ser sustituido por

2.- “Principio de conservación del conjunto “masa-energía”: “En un sistema aislado, como puede ser considerado el cosmos, la suma de la “masa” más la “energía” permanece constante.

De estos dos principios “físicos” puede saltarse al “principio metafísico” considerando a la existencia misma de los seres del Universo:

3.- “Principio de conservación del ser” = “un ser no puede ni crearse ni aniquilarse por sí mismo” lo que implicaría que la existencia, de al menos algún ser, sea necesaria.
La razón, “a priori”, no puede decidir entre “ser” y “nada” pero, una vez que los seres están ahí, se impone la necesidad de alguno de ellos.
Habría de existir un solo átomo, y no entenderíamos cómo podría haber tenido principio, ni cómo podría aniquilarse a sí mismo.
Quizá pudiéramos “suponerlo”, pero nunca “comprenderlo”.

PRINCIPIO DE CONTRADICCIÓN.

Este principio de la Filosofía clásica se presta a varias formulaciones según su campo de aplicación:

1.- Formulación LÓGICA: “Una proposición lógica no puede ser Verdadera y Falsa” (recordemos las famosas aporías, como la del mentiroso,  que si una es verdadera  no es falsa, y viceversa. La razón así lo ve.

2.- Formulación DE CONSISTENCIA: “Un sistema axiomático es válido si, y sólo si, es consistente” (es decir, que de él no pueden deducirse lógicamente dos conclusiones contradictorias”

Desde Euclides, en Geometría plana “la suma de los tres ángulos de un triángulo son 180 grados, equivalente a dos ángulos rectos.
Pero, luego, aparecieron las mal denominadas “geometrías curvas” (y bien llamadas “geometría no euclídeas” (la de Riemann y la de Lovachevski) en la primera, o de “curvatura positiva”, por ejemplo dos meridianos terrestres cortados verticalmente por el ecuador forman dos ángulos rectos (180 grados) más el ángulo agudo que forman al unirse en los polos, … por lo que la suma es mayor de 180 grados y la segunda, con “curvatura negativa” la suma de los tres ángulos del triángulo no llegan a 180 grados.

Y estas geometrías no euclídeas (aplicadas a superficies no planas) son igual de consistentes como la euclídea (aplicada a la geometría plana) y si además sabemos que la plana, realmente no existe, al ser sólo el límite al que tienden las no euclídeas, aplicadas al universo…

3.- Formulación TEMPORAL.
Las dos formulaciones anteriores no hacen referencia al tiempo, pero la formulación clásica es “nada puede, al mismo tiempo, “ser” y “no ser” bajo el mismo respecto” (“nihil potest simul esse et non esse, sub eoden respectu”)
La simultaneidad entre el ser y no ser de una misma propiedad es contradictoria.
Pero, bien pensado, al negar la “simultaneidad” (concepto temporal) está afirmándose un intervalo entre el “ser” y el “no ser”.

4.- Formulación ESPACIO-TEMPORAL.
“Un suceso no puede suceder y no suceder, en el mismo punto del espacio en el mismo punto del tiempo”
Un suceso espacio-temporal está determinado por las coordenadas del lugar donde acontece y el momento del suceso.

Einstein concibe el mundo físico como un universo de sucesos integrado en un super-espacio de cuatro dimensiones.
El espacio cuatridimensional nos es imposible representárnoslo por nuestra sensibilidad (largo-ancho-alto (arriba-abajo) = tridimensional).
La misma imposibilidad que sentirían unos seres planos inteligentes sometidos a un espacio bi-dimensional y a su geometría (donde el “alto” no existe y la ameba sólo podría desplazarse a un lado o a otro, pero no saltar la línea de la circunferencia, habría que romperla para salir o que la sacáramos).

¿Cómo superponer dos triángulos por su eje axial si no pueden girar?

La mismo imposibilidad que sentiríamos nosotros para salir de una habitación sin abrir puertas ni ventanas.

POSIBLES RESPUESTAS:

Ante los anteriores principios y la pregunta fundamental sobre el origen del universo podríamos dar varias posibles respuestas y determinar la más racional desde el punto de vista físico y filosófico:


1.- Surgió de la nada por sí mismo.
2.- No tuvo principio.
3.- Es finito en el tiempo, pero sin fronteras.
4.- Tuvo su origen por creación.

1.- La primera respuesta está claramente en contraposición con el Principio de Conservación. Es, por tanto, irracional. No puede aceptarse, ni desde el punto de vista científico, ni filosófico.

2.- Analicemos la segunda respuesta.
Si se considera globalmente el mundo de la existencia, algo o alguien ha tenido que existir siempre. Así lo exige el Principio de la Conservación del Ser: “nada se crea ni se destruye a sí mismo.

Pero si se observa el mundo físico observable habrá que añadir a ese principio las leyes que rigen la naturaleza y desarrollo del mismo. Porque nadie puede asegurar que toda la existencia se reduzca a ese mundo observable, máxime si comprobamos que no puede ser eterno, antes del Big Bang.
Así parece deducirse de la Ley de la Entropía.
Según esta ley la entropía aumenta constantemente, lo que significa que el mundo avanza hacia lo que se ha llamado “la muerte térmica”.

El Principio de Conservación de la masa-energía nos asegura que ésta permanece constante, pero no en la misma forma, sino que se transforma constantemente.
Al transformarse en trabajo o en otras energías, el proceso no es del todo reversible, sobre todo el calor, que se disipa homogéneamente por el espacio.

En un sistema cerrado, en equilibrio energético, es imposible la producción de trabajo, que siempre requiere un desnivel de potencial.
Sin este desnivel no hay posibilidad alguna de movimiento o actividad productiva.
Tras un tiempo incalculable, el equilibrio sería universal, y aunque el mundo siguiera girando en sus órbitas y, quizá, expandiéndose en el espacio, flotaría sólo, como un gigantesco cadáver.

La misma expansión, observada por Hubble, por la desviación hacia el rojo de las galaxias, nos llevaría, tras un tiempo indefinido, hacia una densidad térmica, cada vez menor, aproximando su temperatura al 0 absoluto.

Todo esto debería haber ocurrido en un mundo existente “ab aeterno” y si, de hecho, no es así habrá que desechar esta segunda respuesta.

3.- La tercera respuesta, de un mundo finito, pero sin fronteras, se debe al mismo Hawking y sus colaboradores.
Se trata de un supremo intento, puramente matemático, de construir un modelo intermedio entre “las dos maneras de comportarse el universo: o ha existido durante un tiempo infinito, o tuvo un principio”

El sistema postula un espacio-tiempo con la coordenada temporal imaginaria (“it” en vez de “t”) pero, “en pie de igualdad con las direcciones espaciales”.

Con este supuesto, “es posible que el espacio-tiempo sea finito en extensión y que, sin embargo, no tenga ninguna singularidad, que fuera una frontera o borde”.

“El universo no se vería afectado por nada que estuviese fuera de él”

No sería ni creado ni destruido, simplemente “sería”.

“Esta propuesta, como cualquier otra teoría científica, puede estar sugerida inicialmente por razones estéticas o metafísicas”

Como tal teoría , hay que tomarla aquí como un sistema matemático al que se le exige únicamente el Principio de Consistencia, para su validez, sin que pueda hablarse, propiamente, de verdad o falsedad.

Por lo demás, no es fácil concebir, sin contradicción, un concepto intermedio entre finito e infinito.

Tampoco resulta muy convincente la justificación en la forma en que se introduce el tiempo imaginario, cuando escribe: “Así, tal vez, lo que llamamos tiempo imaginario  es, realmente, más básico, y lo que llamamos real es, simplemente, una idea que inventamos para ayudarnos a describir cómo pensamos qué es el universo”

Lo que puede ir contra el propio autor, que ha recurrido al tiempo imaginario, más básico, para ayudarse a describir cómo piensa él que es el universo: limitado y sin fronteras.

4.- La cuarta respuesta: el mundo ha tenido un principio y un creador: “en tanto en cuanto el universo tuviera un principio, podemos suponer que tuvo un creador”.

Ésta parece ser la respuesta más racional desde el punto de vista científico y filosófico.
Cualquiera otra forma de existencia del cosmos antes del Big Bang nos llevaría, como se ha visto, a un proceso disconforme con los Principios de la razón y de las leyes que rigen en la naturaleza observable.

Si Einstein decía que “una ecuación es para la eternidad” parece imposible aceptar los Principia Mathematica, las ecuaciones de Maxwel o las geometrías no euclídeas y sus creadores, puedan tener un origen remoto en alguna galaxia.

¿”Qué es lo que insufla fuego en las ecuaciones y crea un universo que pueda ser descrito por ellas”?

Sería Dios.

Con esta palabra también termina Hawking su libro: “Si encontráramos una respuesta a esto (la teoría unificada) sería un triunfo de la razón humana, porque entonces conoceríamos el pensamiento de Dios”

(Así termina esta reseña crítica de La Historia del Tiempo. Del Big Bang a los agujeros negro”, de S. Hawking, hecha por Tomás Gallarta Campo, en la Revista Diálogo Filosófico, de Enero/Abril, de 1.990)

domingo, 26 de enero de 2020

FLORILEGIO FILOSÓFICO: DE ESTO Y DE LO OTRO ( 9 - 4 )



¿SOMOS ASÍ LOS ESPAÑOLES?

Hace varios años dos teólogos austriacos publicaron “El conocimiento teológico” y se ve que, a quien realizó la reseña del libro, le gustó sobremanera por la claridad expositiva, por la facilidad de su lectura, al alcance de cualquier lector,…todo lo cual contribuiría a elevar el nivel cultural de un pueblo.

Pero, por desconocimiento (lo que no creo) o por lo que sea (que no lo sé) añade: “En España, por el contrario, o hacemos ladrillos o hacemos panfletos, que son dos formas de venir a lo mismo, en última instancia”.

El autor de la reseña ¿desconoce el Siglo de Oro español? ¿Desconoce a Cervantes? ¿Desconoce a los teólogos españoles del Renacimiento y de la época moderna? ¿No sabe quiénes son Ortega y Gasset, Unamuno, la Generación del 98, la Generación del 27, los grandes científicos que tuvieron que exiliarse durante la guerra civil y cuyos frutos fueron a parar a los países de acogida (México, Argentina,..?

Raro sí que es.

Porque éstos (y muchos más) de panfletarios nada tienen y de obreros del ladrillo menos todavía.

¿No será de Bailén el autor de la reseña?

PROFESOR DE FILOSOFÍA (YO MISMO).

Todos los profesores de filosofía estamos inmersos en una cuádruple perspectiva:

Filósofos.
Profesores de filosofía.
Educadores.
Funcionarios.

Una por vocación, otra por devoción, otra por convicción y la última porque tenemos necesidades materiales, individuales y familiares, porque nos han enseñado, desde pequeñitos, a comer, a beber, a dormir bajo techado, a leer libros que hay que comprar, rellenar el depósito del coche, ir al cine,…


¿QUÉ ES EL HOMBRE?

A esta vieja pregunta kantiana (en realidad “eterna pregunta”) se ha respondido de muchas maneras (y más que habrá) porque la pregunta tiene muchos niveles de respuesta y, quizá, ninguno de ellos haya sido (y sea) totalmente satisfactorio.

Uno de esos niveles, con el que es indispensable contar y que, cada vez está más en auge, es el nivel biológico.

¿Qué es el hombre, como ser vivo?

Durante mis años de profesor/enseñante en el Aula de Mayores de la Universidad de Málaga, me entregué con la máxima intensidad a analizar este nivel humano que, sin ser el único, es fundamental tenerlo en cuenta.

HISTORIA DEL TIEMPO: DEL BIG BANG A LOS AGUJEROS NEGROS.

Es el título del libro de S. W. HAWKING que creo que fue muy celebrado por quienes estábamos interesados y deseando saber lo que esta gran personalidad científica defendía a pesar de su precaria salud, sujeto a una silla de ruedas y que, para poder comunicarse, tenía que recurrir a un sintetizador.

Este libro, más que sobre el Tiempo, trata de descifrar el enigma del universo en su conjunto.

¿Qué hay más allá de la Física?

De donde surgen preguntas, tales como: ¿De dónde viene el universo?, ¿Cómo y por qué empieza?, ¿Tuvo un principio?, ¿Llegará algún día su final?

Preguntas, todas ellas, tangenciales a la Física, incluso a la Metafísica (entendida como Super-Física) porque la Cosmogonía (que es la Física del cosmos) apunta más a la Metafísica que a la Física y ella no puede construirse sin una profunda base científica.

Una de las fronteras entre la Física y la Metafísica es el Principio de Contradicción, que está en el núcleo del razonamiento humano y confiando en el razonamiento ha ido el hombre construyendo la ciencia, a pesar y contando con sus limitaciones porque la razón humana es finita, no infinita en su funcionamiento.

La facultad humana de preguntar es mucho mayor que la de responder.
¿Cuántas veces hemos tenido que responder, ante muchas preguntas, que NO lo sabíamos?

De lo que éste que escribe recuerda una cuestión era el Principio de Indeterminación de Heisenberg: la imposibilidad intrínseca de determinar, simultáneamente, la “posición” y la “velocidad” de una partícula pues, sólo con intentar determinar la posición ya influíamos sobre su velocidad.

¿Y qué decir de la pregunta filosófica de Heidegger: ¿Por qué el “ser” y no la “nada”, sin respuesta racional posible?

FLORILEGIO FILOSÓFICO: DE ESTO Y DE LO OTRO ( 9 - 3 )



ÉTICA, ECOLOGÍA Y EMPOBRECIMIENTO.

Acabamos de celebrar La Cumbre del Clima, en Madrid (por los problemas en Chile) y el resultado ha sido un gran chasco, una decepción total.
Los principales países contaminantes niegan el problema o lo minimizan, cuando es su desarrollo industrial competitivo el principal, si no el único causante del deterioro climático que, como nada sabe de fronteras, lo sufren los vecinos tanto o más que los propios causantes, por lo que lo que podamos hacer las personas concretas (reciclar depositando en los diversos contenedores los residuos que generamos) es como creer (nos lo quieren hacer creer) que una tirita cura un cáncer.

“¿Cómo puede Ud. comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? La idea resulta extraña para nosotros. Si no nos pertenece la frescura del aire, ni el destello del agua, ¿cómo nos la podría Ud. comprar? (…). ¿Dónde está el bosque? ¿Dónde está el águila? ¡Desaparecieron¡ Es el final de la vida, es el comienzo de la supervivencia.
Es la famosa carta del cacique Seattle.

La revolución estudiantil del Mayo francés, entre otros gritos o lemas, vociferaban, en directo o en las paredes de las universidades.

Algunas de las consignas más famosas fueron:

- Seamos realistas, pidamos lo imposible.
- Paren el mundo que me quiero bajar
- Los que hacen las revoluciones a medias no hacen más que cavar sus propias tumbas.
- El patrón te necesita, tú no necesitas al patrón.
- Trabajador: Tienes 25 años, pero tu sindicato es del siglo pasado.
- Están comprando tu felicidad. Róbala.

J. Bookhim, dirigente de la revuelta estudiantil del 68 en Berkeley, afirmaba: “si no hacemos lo imposible nos veremos confrontados con lo impensable”

Eso, no sólo ha comenzado, está en pleno auge.

Lo “impensable” suponía la destrucción de la naturaleza y lo “imposible” exigía ponernos todos (naciones, empresarios, políticos, ciudadanos,…) de acuerdo para evitarlo y fomentar otro estilo de vida distinto, más natural, menos agresivo, pero no porque perjudiquemos a la “pobre naturaleza”, sino porque estamos perjudicándonos a nosotros mismos.

La naturaleza no se queja, no sufre, ella sigue y seguirá, con nosotros o sin nosotros, con seres vivos o sin ellos, nosotros no le importamos a ella, pero ella sí que nos importa a nosotros.

Somos conscientes de ello, pero, como hemos iniciado esta reflexión, los principales maltratadores no se consideran así y nada hacen ni harán para evitar el desastre.

ÉTICA (si no obramos éticamente), ECOLOGÍA (estudio del hábitat (la casa) de los seres vivos y EMPOBRECIMIENTO como consecuencia.

Si eludimos el comportamiento ético, destruiremos nuestra casa, la naturaleza, y seremos más pobres, perdiendo hasta la vida misma.

Las cosas han sido y son así pero ¿no pueden las cosas ser de otra manera?

Necesitamos un cambio de paradigma, un cambio de sensibilidad, unos hábitos nuevos de vida, pero, aunque lo necesitemos y lo creamos no estamos por la labor.


LO ÚTIL.

Son tantos los avances tecnológicos que nos permiten hacer tantas cosas (desde volar a comprar por internet, desde el submarino a la video conferencia, desde… a …) este mismo teclado que estoy aporreando (no quiero decir tecleando) y que si me equivoco me corrige o me advierte o lo borro…(¿quién se acuerda de aquella Olimpia con la que escribí la tesina de fin de carrera con el tippex (corrector de escritura) en cinta o líquido …?)

Gracias al progreso técnico hemos conseguido mejorar el nivel de vida, propio y de millones de personas.

Es comprensible, pues, que tal progreso, disparado cada día, haya cegado con frecuencia otros caminos del pensamiento, canalizando las mejores energías de la mente humana hacia los saberes científico-técnicos.

La poesía parece ser un juego de niños, un entretenimiento, no más.

La supeditación de la teoría a la utilidad ha invadido la cultura actual llega al extremo de definir la verdad por la utilidad.
El pragmatismo domina a científicos y a filósofos.

La verdad como concordancia de la mente con las cosas, independientemente de toda utilidad despierta hoy, con frecuencia, menosprecio.

Pero esa orientación del pensamiento hacia lo útil ha supuesto un grave empobrecimiento de las posibilidades de la razón humana.

Hay que distinguir entre “verdad” y “utilidad”.

Nuestra cultura occidental no se reduce a los saberes que han contribuido a posibilitar la técnica actual.

Su matriz es mucho más rica.

El encuentro del hombre con las cosas para descubrir su sentido, o para darles sentido, gana en calidad y profundidad desde un pensamiento no utilitarista.

La vida humana, auténtica, no implica una renuncia a la verdad por la verdad, a la belleza por la belleza, al bien por el bien.

¿Para qué sirve la Filosofía? –me preguntaban mis alumnos y a los que les respondía que “para nada útil”, la filosofía es “in-útil” porque no sirve para otra cosa distinta a ella.
Lo útil no tiene valor de “fin” sino de “medio para” otra cosa.
El boli o este ordenador con el que estoy escribiendo no es un fin en si mismo, es un medio que “sirve para escribir” (éste es el fin, el objetivo, lo que se busca o se pretende conseguir).

Los instrumentos son medios, no fines.

Pero la crítica a la razón instrumental no debe llevarnos al rechazo de los avances técnicos que nos ha proporcionado el genio investigador y creativo del espíritu humano, porque sin ellos, como medios útiles, no podríamos llegar a conseguir muchos fines.

La filosofía no sirve para otra cosa distinta a ella misma, es “valiosa en sí”, no “valiosa  para”.

Podríamos hacernos una pregunta: ¿promueve la tecnificación la felicidad humana? ¿Somos más felices cuanta más tecnología tengamos a nuestro alcance?

¿Cómo hacer que el actual progreso técnico, imparable, se integre en una cultura favorable al hombre?

El pan es un alimento, pero “no sólo de pan vive el hombre”.

sábado, 25 de enero de 2020

FLORILEGIO FILOSÓFICO: DE ESTO Y DE LO OTRO ( 9 - 2 )


LOS NAZIS.

Monstruoso.

Todos sabemos (aunque existan negacionistas) que uno de los más terribles sucesos del siglo XX fue el intento de exterminio de toda una raza, la judía, por parte de los nazis.

¿De los nazis y/o del pueblo alemán?

Y es que el antisemitismo estaba profundamente arraigado en la sociedad alemana, donde era común la noción de que había que eliminar a los judíos (así se explicaría que a Hitler no le fuera difícil enrolar a un gran número de alemanes en la “solución final” (y recordemos que Hitler fue elegido democráticamente en una elecciones libres)

El libro “Los verdugos voluntarios de Hitler. Los alemanes corrientes y el holocausto” expone que los exterminadores no fueron exclusivamente los hombres de las SS, ni los miembros del partido nazi, sino ciudadanos alemanes de muy diversa condición, gente normal y corriente, varones y mujeres que mataron brutalmente a los judíos, poniendo en ello su voluntad y entusiasmo, convencidos de su buen obrar en exterminar a los judíos, que eran alemanes igual que todos ellos.

(En España sabemos mucho de ello, pues los franquistas, gente normal y corriente (no sólo los militares golpistas y los falangistas) fueron los delatores de republicanos, por el hecho de serlo, no por sus hechos).

Unos, simplemente, por ser judíos, los otros, simplemente, por ser republicanos.

En otro libro, “La falsa medida del hombre”, Stephen Jay Gould, expone una rigurosa denuncia de las pretensiones científicas del racismo, lo que está muy extendido, hoy, en la mente de los occidentales ante la llegada de la migración de otras razas (no hace tanto tiempo que “ser negro” en USA era…).

El autor denuncia la falsedad científica de estos planteamientos que han conducido en el siglo XX (como acabamos de escribir más arriba) a las matanzas de millones de seres humanos y que se pretende, hoy, perpetuar, lo que considera el autor una de las mayores injusticias sociales actuales.

INTERÉS POR LA VERDAD.

En lo más íntimo de la condición humana existe un verdadero interés por la verdad.

Pero ¿interesa la verdad por su propio valor intrínseco o sólo como un medio para algo distinto de ella?

¿No será que la verdad tiene una dimensión teórica (placer de saber) y un dimensión práctica (disfrutar de lo conseguido) siendo, ambas, complementarias aunque, en la mayoría de los casos sea la vertiente práctica la mejor atendida, pero ni es la única ni la más propiamente humana?

Aunque hay dos modos de entender el interés por la verdad: el que tiene interés y se dirige a conocerla y el que tiene interés y se dirige a darla a conocer, el investigador y el enseñante, interés cognoscitivo e interés comunicativo.

CRISIS DE LA MODERNIDAD.

Las sociedades europeas, tras un largo proceso, han pasado de una cosmovisión cristiana del mundo, del hombre y de Dios a una cosmovisión totalmente distinta, que quiere ser racional, y nada más que racional.

A la larga (a la corta nunca) son las ideas las que transforman las sociedades, sin poder ni tener que negar el valor de otros factores (económicos, sociales, políticos, raciales,…).

La modernidad construyó sus ideologías (lo que se ha denominado “grandes relatos”) pero la modernidad ha entrado en una crisis profunda como denuncias los más grandes críticos de nuestros días.

El conocer más, el dominar más, no nos han hecho mejores sino, más bien, al contrario, al concentrase ese conocimiento y ese poder en manos de unos pocos contra la gran mayoría del resto del mundo.

Y, cuando aparecieron las Sociedades Anónimas, en vez de las personas concretas, ese poder fue más fuerte pero, al ser más difuminado, casi no había a quien disparar, a quien quejarse, contra quien ir.

¿Quién era ese enemigo que nunca daba la cara, que siempre estaba ausente?

Pero como estamos hechos, los hombres, para la verdad y para el bien, tendremos que salir de ese marasmo que nos envuelve y nos maltrata con unos nuevos proyectos, al menos de esperanza.

Necesitamos, todos, construir sociedades más humanas, más fraternas, más…


jueves, 23 de enero de 2020

FLORILEGIO FILOSÓFICO: DE ESTO Y DE LO OTRO ( 9 - 1 )



LA CIVILIZACIÓN INCONSCIENTE.

Nunca podrás tener en tu mente (o muy difícilmente) la impresión, la noción de una “cadena” si sólo manejas eslabones sueltos, aquí y allá, grandes y pequeños, redondos o rectangulares…

“Divide y vencerás” –dijo aquel genio militar, Julio César, el enemigo de Pompeyo y conquistador de las Galias (ni Maquiavelo ni Napoleón, a quienes, también se les atribuye).

Si quieres que alguien no se entere de algo, corta el contenido, el mensaje, en trozos sueltos y revueltos, y no se enterará.

La producción en cadena, esa estrategia capitalista de la mejora y de mayor rendimiento, en la que a cada trabajador sólo le corresponde una acción de todo el conjunto (meter un tornillo), otro introducir la tuerca, el siguiente apretarla, el siguiente…no son consciente del todo del que su trabajo es una parte.

La excesiva, pero deliberadamente fragmentada cantidad de información que recibimos, produce la ausencia de la perspectiva de la realidad total.

Somos inconscientes de la realidad económica y de la realidad político-social por estar manejando sólo un eslabón de las mismas.
La realidad local no es la realidad nacional y ésta no es la realidad mundial.
Y el que maneja y se desenvuelve en la general no capta la realidad concreta de las naciones que la conforman, como la realidad nacional, en sus cantidades nacionales pierde la perspectiva de la realidad local, como el concejal de un Ayuntamiento, en su tarea concreta (cultura, recaudación, seguridad,…) se mueve ajeno a la realidad total local, pues su objetivo es ese eslabón que se le ha atribuido, perdiendo la perspectiva del todo que es la cadena.

Los instalados en el todo en el que se mueven y manejan quieren hacernos creer que el capitalismo liberal es el único modelo económico posible y deseable, el único que garantiza la continuidad con la democracia (y más, cuando modelos alternativos, mal manejados, han fracasado al no llegar a buen puerto).

Se hace creer al ciudadano que el rumbo de todo lo humano depende de unos parámetros económicos cuyo manejo está más allá del alcance de la mayor parte de los hombres, de modo que se les aboca a la pasividad y al individualismo, a obedecer, a cumplir lo ordenado.
Individualismo ilusorio, ya que apenas queda espacio para la iniciativa privada en la hiperburocratización y el corporativismo de la economía y de la política actual.

Vincular el sistema político participativo a los meros índices de desarrollo económico es una peligrosa falacia ya que la democracia, muy anterior a la revolución industrial y al liberalismo, fue en su origen un producto de una inquietud filosófica centrada en el hombre.

Es verdad que la buena marcha de la economía siempre es un factor muy importante para cualquier sociedad, pero convertirla en el dios al que todo debe ser sacrificado, ponerla en el pedestal convertida en el becerro de oro,…

No hagamos de los medios, útiles, los fines a conseguir.

La “cultura del fascículo” (de lo que, en otros lugares he dejado escrito) es la estrategia perfecta para engañar, para despistar, al sujeto, que queda incapacitado para captar el argumento entero de la obra, la vida nacional entera al estar en las sucesivas burbujas en que se desarrolla su vida ordinaria.

EL REY FILÓSOFO.

Era el ideal de La República de Platón: “que los reyes sean los filósofos o que los filósofos fueran los reyes”.
Ese idilio entre la “ética del filósofo” y la “política del gobernante” es la crónica de un “fracaso sentimental”

Moralizar la política era la panacea en orden a conjurar las corrupciones inherentes al poder.

Ya Maquiavelo habría de rechazar como una quimera (ni siquiera utopía) ese sueño platónico, al constatar el radical antagonismo entre una y la otra.

La “razón de Estado” y los “criterios morales” eran incompatibles y el político tiene claro en qué platillo de la balanza debe situarse.

Por eso Kant se conformaba con que los filósofos morales “asesoraran” a los políticos gobernantes, a los estadistas, tras constatar que resulta imposible simultanear ambos oficios (diagnóstico que compartirá Max Weber).

Si la corrupción es inherente al poder político ¿puede la política ser moralizada?

FLORILEGIO FILOSÓFICO: DE ESTO Y DE LO OTRO ( 8 y 4 ) ÉTICA INDOLORA



ÉTICA INDOLORA (PARA UNOS) – ÉTICA DOLOROSA (PARA OTROS)

El libro de Lipovetsky se titula: “El crepúsculo del deber” y el subtítulo: “La Ética indolora de los nuevos tiempos democráticos” en el que expone la puesta de sol del deber moral (el tan querido para Kant) y un amanecer sin deberes, sin obligaciones, sin sacrificios,…un día moralmente indoloro.

Adiós pues a la época del “camello” de Nietzsche, cargado con pesados deberes y sin quejarse, pasando a la nueva era, alérgica a obligaciones y sanciones, exigencias, imperativos morales,…
Vivimos, ya, en una sociedad cansada de normas dolorosas y que respira, y se mueve, en una Ética que no exige sacrificios, una Ética indolora.

Esta Ética indolora, que no exige sacrificios, es una manifestación del “individualismo post-modernista”, la moral triunfante en nuestras sociedades democráticas, ya asentada y cimentada, sin marcha atrás y, ante el cual, sólo podemos desear e intentar que, puesto que es “individualismo” que, al menos, sea “responsable” y que el moralismo doloroso de las tradiciones cristiana y kantiana sea sustituido por una Ética indolora, propia de un tiempo post-moralista.

Individualismo Responsable y Ética Indolora.

Ya no es el “individualismo posesivo” propio del capitalismo naciente, sino un “individualismo responsable” o “neoindividualismo” que debe tener la sensibilidad suficiente para entender que la Libertad, si no es Universal, no es libertad humana, que la Igualdad, como ausencia de dominio, es una meta indeclinable, y que sin Solidaridad no puede haber ni Libertad Universal ni ausencia de dominación.

Toda sociedad democrática tiene/debe tener/debe tender a conseguir esas tres metas, lo que sólo puede conseguirse con un nuevo “humanismo” y que el “individualismo”, aunque sea “neo”, no puede conseguir ni la Libertad Universal, ni la Igualdad, ni la Solidaridad, porque no está en su núcleo y de donde no está nada puede salir (los conejos, si salen de la chistera es sólo porque ya estaban previamente allí o en sus aledaños).

Un individuo es –según la RAE – “cada ser organizado, sea animal o vegetal, respecto de la especie a la que pertenece”, es decir, es una unidad separable de las restantes en el seno de una especie.
Pero, hoy, además, respecto al individuo humano, le añadimos que es “libre”, “independiente”, como la piedra angular de la Ética y, más, ante el fracaso de los modelos colectivistas y estatistas, que primaron a los seres abstractos (como el “Estado”, la “Sociedad”) sobre los hombres de carne y hueso y sobre las asociaciones que ellos mismo quieran formar.

Aunque sabemos que detrás de ese Estado o esa Sociedad estaban individuos concretos, con sus nombres y apellidos, manipulando al restos de los hombres en beneficio propio.

Los hombres concretos, los de carne y hueso, sobre esos colectivismos, estatismos, nacionalismos abstractos en que el individuo queda desdibujado, engullido, disuelto, como un número más, como una pieza de una maquinaria (sustituible, pues).

Defender el carácter intocable de todos y cada uno de los hombres concretos no sólo es lo contrario del “colectivismo”, también es lo contrario del “individualismo”, porque somos “individuos comunitarios”, somos “personas”

Ni somos números, disueltos en la colectividad, ni somos átomos, sino personas, por lo tanto, sociales, solidarios.

Llamar a un movimiento antiguo y calificarlo de “neo” quiere decir que permanece en la misma matriz, sea “neo-individualismo”, “neo-socialismo”, “neo-liberalismo”,.., aunque quieran aparentar ser nuevas propuestas.

El  “individualismo narcisista” de la época post-moderna intentará satisfacer no sólo sus necesidades biológicas sito también, y sobre todo, sus deseos, pero en una sociedad, con recursos limitados, quien coge más de la cuenta resta para el resto de los mortales, que ni siquiera satisfarán sus necesidades biológicas, por lo que sólo los más hábiles y/o más fuertes serán los ganadores a costa de los demás, perdedores.

Si hay “fastos” para unos, tiene que haber “recortes para otros”.

En vez de la buena voluntad de los individuos –dicen- lo que importa es la responsabilidad de las instituciones, en vez de la bondad de las personas, importa la inteligencia de las organizaciones, y más vale contar con individuos egoístas, pero inteligentes, cuyo interés pueda coincidir con el de otros que con altruistas poco informados.

Es decir, los santos, los héroes y los cordialmente buenos producen muchas veces una merma de bienestar, a pesar de su buen corazón, y más vale que lo bueno acontezca que forjar una buena voluntad.

Pero el “individualista responsable” es menos perjudicial que el “individualista irresponsable”, que es el que declina el pronombre personal: yo, mi, me, conmigo, para mí,…” y, “después de mí, el diluvio”.

Obviamente, si la moral está ya encarnada en las instituciones y en el derecho, se harán innecesarios los sacrificios y las renuncias de las personas, los deberes y los altruismos.
Una sociedad inteligente plasma en derecho y en ética aplicada las exigencias morales, de suerte que los individuos puedan limitarse a exigir que tales derechos sean defendidos por quien corresponda, sin necesidad de sacrificios, de santidad, de heroicidades o de buenas intenciones.
En esto consiste una “Ética indolora”

¿Estarían dispuestos, los que reclaman, a respetar los derechos de los demás?

Habría que pasar de ese “individualismo” a un “humanismo”, de corte personalista, para poder hablar de responsabilidades.

miércoles, 22 de enero de 2020

FLORILEGIO FILOSÓFICO: DE ESTO Y DE LO OTRO ( 8 - 3 )



¿CONTRA DIOS?

No. No es un “antiteísmo”, es un ateísmo.

Cada vez se siente a Dios y se le ve más ausente, más lejano de nuestra realidad, de nuestra sociedad, de nuestras vidas.

En nuestras vidas de Occidente, ahora, en estas latitudes se profesa, cada vez más, un “ateísmo débil”, en correspondencia con el pensamiento europeo del momento, un “pensamiento débil”.

Los “grandes relatos” han dado paso a los “débiles y pequeños, a los frágiles relatos”.

Es a lo que tiende el postmodernismo, a la “desustancialización” y a la “desacralización”.

Estamos en una era postmetafísica, donde Dios brilla por su ausencia en  toda o en una gran parte de la cultura.

El mundo en que vivimos está desacralizado, considerado como un producto humano, sin referencia a un Creador.

No sabemos si Dios existe o no, pero nos da igual, ya no es un problema, porque “vivimos como si Dios no existiera”, desde que nos levantamos, mientras comemos y trabajamos, hasta que nos acostamos.

Ya nadie (o casi nadie), al levantarse se acuerda de Dios para que lo salve de los peligros ni por la noche hay examen de conciencia y dándole gracias a Dios.

¿Es que su existencia es sólo imaginativa y hoy, con tanto ocio a nuestra disposición, no hay sitio, ya, para ÉL?


EL EDÉN.

“EN EL JARDÍN DEL EDÉN”.
Así se titula el libro del filósofo personalista Carlos Díaz.

Adán y Eva, en el Paraíso, felices y paseando por el jardín pero con la orden divina: “podéis comer de todos los árboles menos del árbol del “Conocimiento del Bien y de mal”.
Y, es que, tentados por la serpiente de que si comían de ese árbol todo se le mostraría claro, lo sabrían todo, y sin esfuerzo y, en ese caso, ya no necesitarían a Dios como autoridad, serían autónomos, serían libres, serían autores de su propia personalidad.

Era como una adelanto de siglos de la Ilustración del XVIII y el “sapere aude” kantiano.

La Luz de la Razón, ya, lo iluminaría todo, sustituyendo a Dios como autoridad.

La Diosa Razón como sustituto del Dios de la fe.

Todo el mundo a sus pies, todos los proyectos racionales son viables si el hombre sigue su Razón.

Los siglos posteriores serían los testigos directos del fracaso de la Ilustración.

Sabemos más, mucho más, podemos más, mucho más.
La máquina hace el pesado trabajo que, hasta entonces, tenía que hacerlo el hombre.

Pero “no somos mejores”

Los avances técnicos han supuesto un retroceso moral porque las  ventajas económicas y sociales han sido privatizadas y lo que reina en la sociedad es la degradación, la pobreza y el hambre.

El hombre, hasta entonces, “siervo de Dios” ha pasado a la condición de “esclavo de los que detentan el capital”

Se impone, pues, contra la Liberté, la Legalité y la Solidaridad, la “lucha de clases de los más, pero desfavorecidos, contra los menos, pero más fuertes”.

El destino de la historia estará en manos de las masas revolucionarias que tendrán que despojar a los capitalistas de la propiedad privada de los medios de producción.

El antropocentrismo antiteo (y, después, ateo) sustituye, definitivamente al teocentrismo medieval, defendido por la Iglesia en connivencia con los capitalistas.

El “prometeísmo racional” ha terminado en un fiasco.

El lema “ora et labora” de los benedictinos, la mano y la mente, el trabajo y la oración, como actividades sagradas se ha secularizado en los “labor-atorios” científicos.

“El trabajo es lo sagrado”, sin tener que orar ni pedir nada a Dios, todo, ya, “es humano, demasiado humano”

El irracionalismo, el escepticismo y el metalenguaje son los caminos por los que se mueve la Filosofía, amenazando la consecución de la Verdad.