PRINCIPIO DE CONSERVACIÓN DEL
SER.
1.- “Principio de
Conservación de la energía”: “En un sistema aislado la energía total ni aumenta
ni disminuye, sólo se transforma”, pero si tenemos en cuenta que alguna parte
de la “masa” puede transformarse en “energía” según la fórmula de Einstein “E =
mc2(al cuadrado), el principio no es exacto y debe ser sustituido por
2.- “Principio de
conservación del conjunto “masa-energía”: “En un sistema aislado, como puede
ser considerado el cosmos, la suma de la “masa” más la “energía” permanece
constante.
De estos dos principios
“físicos” puede saltarse al “principio metafísico” considerando a la existencia
misma de los seres del Universo:
3.- “Principio de
conservación del ser” = “un ser no puede ni crearse ni aniquilarse por sí
mismo” lo que implicaría que la existencia, de al menos algún ser, sea
necesaria.
La razón, “a priori”, no
puede decidir entre “ser” y “nada” pero, una vez que los seres están ahí, se
impone la necesidad de alguno de ellos.
Habría de existir un solo
átomo, y no entenderíamos cómo podría haber tenido principio, ni cómo podría
aniquilarse a sí mismo.
Quizá pudiéramos “suponerlo”,
pero nunca “comprenderlo”.
PRINCIPIO DE CONTRADICCIÓN.
Este principio de la Filosofía clásica se
presta a varias formulaciones según su campo de aplicación:
1.- Formulación LÓGICA: “Una
proposición lógica no puede ser Verdadera y Falsa” (recordemos las famosas
aporías, como la del mentiroso, que si
una es verdadera no es falsa, y
viceversa. La razón así lo ve.
2.- Formulación DE
CONSISTENCIA: “Un sistema axiomático es válido si, y sólo si, es consistente”
(es decir, que de él no pueden deducirse lógicamente dos conclusiones
contradictorias”
Desde Euclides, en Geometría
plana “la suma de los tres ángulos de un triángulo son 180 grados, equivalente
a dos ángulos rectos.
Pero, luego, aparecieron las
mal denominadas “geometrías curvas” (y bien llamadas “geometría no euclídeas”
(la de Riemann y la de Lovachevski) en la primera, o de “curvatura positiva”,
por ejemplo dos meridianos terrestres cortados verticalmente por el ecuador
forman dos ángulos rectos (180 grados) más el ángulo agudo que forman al unirse
en los polos, … por lo que la suma es mayor de 180 grados y la segunda, con
“curvatura negativa” la suma de los tres ángulos del triángulo no llegan a 180
grados.
Y estas geometrías no
euclídeas (aplicadas a superficies no planas) son igual de consistentes como la
euclídea (aplicada a la geometría plana) y si además sabemos que la plana,
realmente no existe, al ser sólo el límite al que tienden las no euclídeas,
aplicadas al universo…
3.- Formulación TEMPORAL.
Las dos formulaciones
anteriores no hacen referencia al tiempo, pero la formulación clásica es “nada
puede, al mismo tiempo, “ser” y “no ser” bajo el mismo respecto” (“nihil potest
simul esse et non esse, sub eoden respectu”)
La simultaneidad entre el ser
y no ser de una misma propiedad es contradictoria.
Pero, bien pensado, al negar
la “simultaneidad” (concepto temporal) está afirmándose un intervalo entre el
“ser” y el “no ser”.
4.- Formulación
ESPACIO-TEMPORAL.
“Un suceso no puede suceder y
no suceder, en el mismo punto del espacio en el mismo punto del tiempo”
Un suceso espacio-temporal
está determinado por las coordenadas del lugar donde acontece y el momento del
suceso.
Einstein concibe el mundo
físico como un universo de sucesos integrado en un super-espacio de cuatro
dimensiones.
El espacio cuatridimensional
nos es imposible representárnoslo por nuestra sensibilidad (largo-ancho-alto
(arriba-abajo) = tridimensional).
La misma imposibilidad que
sentirían unos seres planos inteligentes sometidos a un espacio bi-dimensional
y a su geometría (donde el “alto” no existe y la ameba sólo podría desplazarse
a un lado o a otro, pero no saltar la línea de la circunferencia, habría que
romperla para salir o que la sacáramos).
¿Cómo superponer dos
triángulos por su eje axial si no pueden girar?
La mismo imposibilidad que
sentiríamos nosotros para salir de una habitación sin abrir puertas ni
ventanas.
POSIBLES RESPUESTAS:
Ante los anteriores
principios y la pregunta fundamental sobre el origen del universo podríamos dar
varias posibles respuestas y determinar la más racional desde el punto de vista
físico y filosófico:
1.- Surgió de la nada por sí
mismo.
2.- No tuvo principio.
3.- Es finito en el tiempo,
pero sin fronteras.
4.- Tuvo su origen por
creación.
1.- La primera respuesta está
claramente en contraposición con el Principio de Conservación. Es, por tanto,
irracional. No puede aceptarse, ni desde el punto de vista científico, ni
filosófico.
2.- Analicemos la segunda
respuesta.
Si se considera globalmente
el mundo de la existencia, algo o alguien ha tenido que existir siempre. Así lo
exige el Principio de la
Conservación del Ser: “nada se crea ni se destruye a sí
mismo.
Pero si se observa el mundo
físico observable habrá que añadir a ese principio las leyes que rigen la
naturaleza y desarrollo del mismo. Porque nadie puede asegurar que toda la
existencia se reduzca a ese mundo observable, máxime si comprobamos que no
puede ser eterno, antes del Big Bang.
Así parece deducirse de la Ley de la Entropía.
Según esta ley la entropía
aumenta constantemente, lo que significa que el mundo avanza hacia lo que se ha
llamado “la muerte térmica”.
El Principio de Conservación
de la masa-energía nos asegura que ésta permanece constante, pero no en la
misma forma, sino que se transforma constantemente.
Al transformarse en trabajo o
en otras energías, el proceso no es del todo reversible, sobre todo el calor,
que se disipa homogéneamente por el espacio.
En un sistema cerrado, en
equilibrio energético, es imposible la producción de trabajo, que siempre
requiere un desnivel de potencial.
Sin este desnivel no hay
posibilidad alguna de movimiento o actividad productiva.
Tras un tiempo incalculable,
el equilibrio sería universal, y aunque el mundo siguiera girando en sus
órbitas y, quizá, expandiéndose en el espacio, flotaría sólo, como un gigantesco
cadáver.
La misma expansión, observada
por Hubble, por la desviación hacia el rojo de las galaxias, nos llevaría, tras
un tiempo indefinido, hacia una densidad térmica, cada vez menor, aproximando
su temperatura al 0 absoluto.
Todo esto debería haber ocurrido
en un mundo existente “ab aeterno” y si, de hecho, no es así habrá que desechar
esta segunda respuesta.
3.- La tercera respuesta, de
un mundo finito, pero sin fronteras, se debe al mismo Hawking y sus
colaboradores.
Se trata de un supremo
intento, puramente matemático, de construir un modelo intermedio entre “las dos
maneras de comportarse el universo: o ha existido durante un tiempo infinito, o
tuvo un principio”
El sistema postula un
espacio-tiempo con la coordenada temporal imaginaria (“it” en vez de “t”) pero,
“en pie de igualdad con las direcciones espaciales”.
Con este supuesto, “es
posible que el espacio-tiempo sea finito en extensión y que, sin embargo, no
tenga ninguna singularidad, que fuera una frontera o borde”.
“El universo no se vería
afectado por nada que estuviese fuera de él”
No sería ni creado ni
destruido, simplemente “sería”.
“Esta propuesta, como
cualquier otra teoría científica, puede estar sugerida inicialmente por razones
estéticas o metafísicas”
Como tal teoría , hay que tomarla
aquí como un sistema matemático al que se le exige únicamente el Principio de
Consistencia, para su validez, sin que pueda hablarse, propiamente, de verdad o
falsedad.
Por lo demás, no es fácil
concebir, sin contradicción, un concepto intermedio entre finito e infinito.
Tampoco resulta muy
convincente la justificación en la forma en que se introduce el tiempo
imaginario, cuando escribe: “Así, tal vez, lo que llamamos tiempo
imaginario es, realmente, más básico, y
lo que llamamos real es, simplemente, una idea que inventamos para ayudarnos a
describir cómo pensamos qué es el universo”
Lo que puede ir contra el
propio autor, que ha recurrido al tiempo imaginario, más básico, para ayudarse
a describir cómo piensa él que es el universo: limitado y sin fronteras.
4.- La cuarta respuesta: el
mundo ha tenido un principio y un creador: “en tanto en cuanto el universo
tuviera un principio, podemos suponer que tuvo un creador”.
Ésta parece ser la respuesta
más racional desde el punto de vista científico y filosófico.
Cualquiera otra forma de
existencia del cosmos antes del Big Bang nos llevaría, como se ha visto, a un
proceso disconforme con los Principios de la razón y de las leyes que rigen en
la naturaleza observable.
Si Einstein decía que “una
ecuación es para la eternidad” parece imposible aceptar los Principia
Mathematica, las ecuaciones de Maxwel o las geometrías no euclídeas y sus
creadores, puedan tener un origen remoto en alguna galaxia.
¿”Qué es lo que insufla fuego
en las ecuaciones y crea un universo que pueda ser descrito por ellas”?
Sería Dios.
Con esta palabra también
termina Hawking su libro: “Si encontráramos una respuesta a esto (la teoría
unificada) sería un triunfo de la razón humana, porque entonces conoceríamos el
pensamiento de Dios”
(Así termina esta reseña
crítica de La Historia
del Tiempo. Del Big Bang a los agujeros negro”, de S. Hawking, hecha por Tomás
Gallarta Campo, en la Revista Diálogo
Filosófico, de Enero/Abril, de 1.990)
Todas esas teorías solo demuestran nuestra ignorancia, hora resulta que los con los últimos descubrimientos los científicos ya ni saben la edad aproximada del universo las cuentas no les cuadran; otra teoría dice que el universo no tiene principio ni fin y que se renueva cada ciclo; la física cuántica dice que el observador altera o tiene influencia sobre la materia al menos a nivel subatómico; las diferentes religiones, filosofías, creencias o doctrinas junto a la ciencia, tratan explicar la conciencia, alma, soplo vital o como lo llamen.
ResponderEliminarLa único real es nuestra ignorancia y al final indefensión.