Junto con el CÁLCULO, la LECTURA y la ESCRITURA no puede
renunciarse a la Filosofía
como la Cuarta
Destreza Cultural.
Para apoyar esa afirmación no
hay más que ver la problemática real en la que estamos:
1.- Crisis de Orientación
(cambio y pérdida de valores que nos parecían eternos, problemas con el mundo
científico-técnico de la vida y la crítica al progreso, el choque entre las
culturas mundiales y la crítica al eurocentrismo, el desmoronamiento de las
imágines antagónicas del Este y el Oeste, la crítica a Occidente, el nuevo
orden mundial e intraeuropeo de las estructuras de los estados, la crítica al
universalismo y al particularismo,…).
2.- Crisis de las religiones
del libros y la secularización creciente (nueva religiosidad, sectas,
fundamentalismos, multiconfesionalidad, religiones mundiales, agnosticismo
galopante, ausencia en las iglesias, descrédito de los hasta ahora pastores,…)
3.- Crisis de la Ciencia (creciente
caducidad de los contenidos del saber debido al rápido desarrollo de la
ciencia, las nuevas ramas de la ciencia surgidas desde nuevos campos de
problemas, las nuevas formas de saber debidas a nuevos medios de información,
la necesidad creciente del trabajo en equipo, la duda ante la conversión, en modo
científico, del mundo de la vida que había sido considerada de origen divino).
4.- Las Crisis Educativa (las
exigencias, que cambian súbitamente, de una formación profesional orientada al
futuro y el escaso instrumental de pronóstico)
5.- La Crisis de la Democracia (tedio
político, populismo, concepciones autoritarias y fundamentalistas de la
política, gestión tecnocrática de la política,…)
Ante este panorama se imponen
tanto una Filosofía no alejada de la vida, sino una Filosofía Vital, como
crítica al presente, que degenera, y marcando nuevos caminos hacia el futuro, y
la Ética, como manera de comportarse racionalmente para caminar por ese nuevo
camino propuesto.
¿Qué aportación puede/debe
ofrecer la Filosofía
a una realización humana de la vida en el mundo científico-técnico de la
modernidad?
Todo debe pasar por el cedazo
de la razón.
Vivimos en una cultura en la
que ningún ciudadano adulto puede realizar su vida individual ni participar en
los procesos democráticos sin capacidad de palabra, de argumentación y de
crítica respecto a las relacio0nes medio-fin, de ahí que la Filosofía sea/deba ser
esa cuarta destreza cultural necesaria.
La teoría es necesaria pero
ésta quedaría coja sin la práctica de un comportamiento dialógico, solidario y
democrático.
CIENCIA, TECNOLOGÍA Y
SOCIEDAD.
Estoy alejado de la Enseñanza desde hace
bastantes años y disfrutando con lecturas y de escrituras en el blog, así que
no sé cómo está la situación en los Institutos.
Es, de todos sabido, el
predominio, en la actualidad, de la racionalidad científico-técnica como la
forma común no sólo de acceso a la realidad, sino también como respuesta a los
problemas que se crean en la sociedad.
Los científicos, variados,
han sustituido a los curas, como los laboratorios a los confesonarios y a los
rezos, confiando en los hombres más que en Dios y en sus intermediarios en la
solución de sus problemas.
Ante la sospecha de
enfermedad se acude, inmediatamente, a un Centro Médico a buscar la solución.
Un radiólogo fotografía tu
interior, un médico lee e interpreta la radiografía y prescribe una solución,
que va, desde una cirugía a un tratamiento medicamental.
La razón instrumental se ha
impuesto pero debe situarse en un marco más amplio para favorecer un espacio de
discusión en el que puedan intervenir los filósofos y demás personas
sensibilizadas con las implicaciones del uso de la ciencia-tecnología.
Igual que malo sería que sólo
los militares se ocuparan de las guerras, igual de malo sería que sólo los
científicos se ocuparan de la ciencia, porque ésta, al usarse, genera
cuestiones éticas.
Sabemos que la ciencia es
“conocer” y la técnica es “hacer” (reservo el concepto “sabiduría” para los
filósofos que ni conocen como los científicos ni practican como los técnicos).
Que ciencia y técnica están
llegando muy lejos, nadie puede ponerlo en duda pero no podemos caer en la
credulidad de que sus posibilidades, que son ilimitadas, no son infinitas, por
lo que nada más lejos que un panorama de “ciencia-ficción”.
Por otra parte, ciencia y
técnica no son inmaculadas sino que son susceptibles de manipulaciones con fines
económicos y/o políticos (la energía nuclear, por ejemplo).
La ciencia moderna comenzó a
avanzar cuando se superó, y se dejó atrás, la teleología o las causas finales
aristotélicas, moviéndose sólo en y con las causas eficientes.
Galileo superó a Aristóteles.
El “porque” de Galileo superó
al “para qué” de Aristóteles.
Pero, por otra parte, cuando
la ciencia y la técnica atañen a la vida humana, y no sólo a la materia muerta,
habría que plantearse la cuestión del “sentido de la vida”.
O. lo que en otros lugares,
he escrito: ¿Todo lo que “puede” ser hecho “debe” ser hecho?
¿No hay límites a la
investigación y a la puesta en práctica de la misma?
¿Qué sería hoy (incluso para
mí) la ausencia del ordenador y de la telemática, en general, cuando la tesina
la realicé con fichas de biblioteca, la escribí en una Olimpia, corregía las
faltas y los fallos con el tippex de cinta, líquido,..?
La ciencia se ha convertido
en “tecnociencia” convirtiéndose en ideología de la tecnología.
“Nunca la humanidad ha sido
tan frágil y ha tenido tanto poder” –afirma Paul Ricoeur.
Y si la tecnociencia parece
no tener fronteras es urgente proponer fines valiosos para la vida.
Cuando, en el Renacimiento,
Leonardo Da Vinci sentenció que “la naturaleza está escrita en lenguaje
matemático” por lo que quien no sepa y domine la matemática no va a enterarse
de la misa la media.
Pero del hecho de que esto
“sea así” no quiere decir que podamos concluir que “sólo es así”.
A la pregunta por el “cuánto”
hay que responder numéricamente (con 38 grados es fiebre, con X de Psa,
Glucemia, triglicéridos, con X años…).
Si las ciencias
experimentales nunca son exactas sino que se mueven en las altas
aproximaciones, el éxito de la matemática se debe a su precisión, a su rigor, a
su carácter axiomático.
Pero no debemos caer en la
ingenuidad de que nuestra vida puede/debe ser matematizable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario