“EL PASMO DE SER HOMBRE”.
Es el título del libro cuyo
autor, Octavi Fullat, era aire fresco en los años 60 y 70 frente a la seca y
fría escolástica que se nos obligaba a enseñar en el Bachillerato español.
Salta a la vista la crisis
axiológica galopante a la que estamos asistiendo.
No hay más que ver a nuestros
adolescentes y jóvenes si los comparamos con nuestros valores cuando éramos
adolescentes y jóvenes.
¿Qué hacer ante este cambio
galopante?
El autor nos habla de la
“érótica educativa”.
Porque la educación, en
último término, no es objeto ni de ciencia ni de técnica, sino, únicamente, de
metafísica.
No deben interesar ni los
objetivos, próximos o finales, a conseguir, ni la metodología para
conseguirlos, ni los proyectos.
Únicamente deben preocupar
las finalidades educativas.
Siempre pensé, y dije, que la
labor del enseñante era “sembrar buena simiente” sin pensar en recoger los
frutos.
Como quien planta árboles
para que los frutos les sirvan a los que vengan detrás, sean quienes sean.
El placer de enseñar, de
sembrar, de educar…
FE Y CIENCIA.
Muchos científicos han creído
que ciencia y fe son incompatibles.
Es lo que afirma el autor de
la obra: “Fe y Ciencia. Antropología”,
Pretender mantenerse en los
dos campos suponía una esquizofrenia aunque se haya afirmado que una persona
puede ser científico y ser creyente, aunque yo, personalmente, no sé cómo puede
conjugarse ambos campos: ¿Creación o evolución? – por ejemplo. ¿Alma o mente?
¿Resurrección de los cuerpos? ¿Premio y castigo eterno?
Trevijano Etcheverría, el
autor, desde el primer momento se manifiesta como “profundamente creyente” y
“amante de la ciencia” (véase su libro “En torno a la ciencia”)
Intenta dar la clave de los
conflictos entre “ciencia” y “fe” respecto a la Iglesia Católica.
Todo habría sido debido a que
la fe y la teología habrían invadido el terreno de la ciencia y la ciencia
habría querido socavar las bases reales de la fe y de la teología.
Mantener un equilibrio supone
aceptar que el mundo es objeto de estudio de sólo la ciencia pero sin olvidar
que el mundo ha sido obra de Dios.
Pero son muchos los problemas
que suscita esta (al menos paradójica) oposición: cosmológicos, biológicos,
evolutivos, genéticos, antropológicos, paleoantropológicos, religiosos,…
En fin.
LOS TRES OJOS.
Todos los hombres tenemos
tres esferas o “tres ojos” del conocimiento:
1.- El empírico de los
sentidos.
2.- El racional de la mente
3.- El contemplativo del
espíritu.
Disfrutar de una comida.
Resolver un problema.
Hacer un soneto a la amante.
¿Cómo integrarlos
adecuadamente, sin renunciar a ninguno de ellos, subrayando la confusión que
puede engendrar una indiscriminada mezcla de las tres esferas?
He ahí el problema.
LÓGICA BORROSA.
Cuando uno no es especialista
en Lógica Matemática, aunque tenga conocimientos elementales de ella (como el
que esto escribe) sólo ha trabajado, con los alumnos, con la Lógica de dos valores: V y
F., con las Tautologías (siempre V) y con las Contradicciones (siempre F).
Pero, en la actualidad, se ha
superado esa Lógica Elemental, de predicados precisos, esa dualidad clásica del
V y F.
Los actuales ordenadores han
sido posibles, tanto en su “hardware” como en su “software” gracias al
“mathware” de la Lógica Booleana.
Pero, actualmente, es
necesario incorporarle a los ordenadores la capacidad de efectuar razonamientos
de sentido común, que no llevan a conclusiones permanentes y que responden aun
conocimiento ordinario, esencialmente flexible y para ello es necesario un
nuevo “mathware”.
Ese es el contenido del libro
“Introducción a la Lógica Borrosa ”
de Trillas, Alsina y Tricabras (de Ariel Matemática)
No hay comentarios:
Publicar un comentario