2.- La de KOHLBERG
Los tres niveles del
desarrollo moral:
Las categorías que Kohlberg
utilizó para señalar el nivel de desarrollo moral son una manera de expresar
las diferencias sustanciales que se dan en el modo de razonar de alguien, a
medida que va creciendo y aprendiendo.
Estas 6 etapas se engloban en
tres categorías más amplias: la fase pre-convencional, la convencional y
la post-convencional.
1.
Fase
pre-convencional.
En la primera fase del
desarrollo moral, que según Kohlberg suele durar hasta los 9 años, la
persona juzga los acontecimientos según el modo en el que estos la afecten a
ella.
1.1. Primera etapa:
orientación a la obediencia y el castigo
En la primera etapa, el
individuo solo piensa en las consecuencias inmediatas de sus acciones, evitando
las experiencias desagradables vinculadas al castigo y buscando la satisfacción
de las propias necesidades.
Por ejemplo, en esta
fase se tiende a considerar que las víctimas inocentes de un suceso son
culpables, por haber sufrido un "castigo", mientras que las que
perjudican a las demás. sin ser castigadas. no obran mal.
Se trata de un estilo de
razonamiento extremadamente egocéntrico en la que el bien y el mal tienen que
ver con lo que experimenta cada individuo por separado.
1.2.
Segunda etapa:
orientación al interés propio.
En la segunda etapa se
empieza a pensar más allá del individuo, pero el egocentrismo sigue presente.
Si en la fase anterior no se
puede concebir que exista un dilema moral en sí porque solo existe un punto de
vista, en este empieza a reconocerse la existencia de choques de intereses.
Ante este problema, las
personas que se encuentran en esta fase optan por el relativismo y el
individualismo, al no identificarse con valores colectivos: cada uno defiende
lo suyo y obra en consecuencia.
Se cree que, si se establecen
acuerdos, éstos deben ser respetados para no crear un contexto de inseguridad
que perjudique a los individuos.
2. Fase convencional
La fase convencional suele
ser la que define el pensamiento de los adolescentes y de muchos adultos.
En ella, se tiene en
cuenta la existencia tanto de una serie de intereses individuales como de una
serie de convenciones sociales acerca de lo que es bueno y lo que es malo
que ayude a crear un "paraguas" ético colectivo.
2.1.
Tercera etapa: orientación hacia el consenso
En esta tercera etapa las
acciones buenas están definidas por cómo repercuten sobre las relaciones que
uno tiene con los demás.
Por eso, las personas que se
encuentran en la etapa de orientación hacia el consenso, tratan de ser
aceptadas por el resto y se esfuerzan por hacer que sus acciones encajen
muy bien en el conjunto de reglas colectivas que definen lo que es bueno.
Las acciones buenas y malas
están definidas por los motivos que hay detrás de ellos y el modo en el que
estas decisiones encajan en una serie de valores morales compartidos.
La atención no se fija en lo
bien o mal que puedan sonar ciertas propuestas, sino por los objetivos que hay
detrás de ellas.
2.2.
Cuarta etapa: orientación a la autoridad.
En esta etapa de desarrollo
moral, lo bueno y lo malo emanan de una serie de normas que se perciben
como algo separado de los individuos.
El bien consiste en cumplir
las normas, y el mal es incumplirlas.
No cabe la posibilidad de
actuar más allá de estas reglas, y la separación entre lo bueno y lo malo es
tan definida como concretas sean las normas.
Si en la etapa anterior el
interés está puesto más bien en aquellas personas que se conocen y que pueden
mostrar aprobación o rechazo por lo que hace uno, aquí el círculo ético es más
amplio y engloba a todas aquellas personas sujetas a la ley.
3. Fase post-convencional
Las personas que se
encuentran en esta fase tienen como referencia principios morales
propios que, a pesar de no tener por qué coincidir con las normas
establecidas, se apoyan tanto en valores colectivos como en libertades
individuales, no en exclusivamente en el propio interés.
3.1.
Etapa 5: orientación hacia el contrato social
La manera de razonamiento
moral propia de esta etapa surge de una reflexión acerca de si las leyes y las
normas son acertadas o no, es decir, si dan forma a una buena sociedad.
Se piensa en el modo en el
que la sociedad puede afectar a la calidad de vida de las personas, y se piensa
también en el modo en el que las personas pueden cambiar las normas y las leyes
cuando éstas son disfuncionales.
Es decir, que existe una
visión muy global de los dilemas morales, al irse más allá de las reglas
existentes y adoptar una posición teórica distanciada.
El hecho de plantearse, por
ejemplo, que la esclavitud fue legal pero ilegítima y que a pesar de eso
existía como si fuese algo totalmente normal entraría dentro de esta etapa del
desarrollo moral.
3.2.
Etapa 6: orientación hacia los principios universales
El razonamiento moral que
caracteriza a esta fase es muy abstracto, y se basa en la creación de
principios morales universales que son diferentes a las leyes en sí mismas.
Por ejemplo, se considera que
cuando una ley es injusta, cambiarla debe ser una prioridad.
Además, las decisiones no
emanan de suposiciones acerca del contexto, sino de consideraciones categóricas
basadas en los principios morales universales.
TÓPICOS
Aunque hoy estén vigentes las
teorías de:
1.- La del anglo-canadiense CHARLES
TAYLOR, defensor del “comunitarismo”, “comunitarianismo” y del
“multiculturalismo”-
2.- La del argentino Enrique
D, DUSSEL, defensor de la
Filosofía de la Liberación.