II.- EL HOMBRE CONSTRUCTOR DE
LA SOCIEDAD
POLÍTICA.
Hay que extender la Razón a las comunidades
humanas, no sólo a cada uno, individualmente, sino también a todos, socialmente.
Con la razón podemos, debemos,
construir un orden justo, que garantice el bien de todos.
Toda la especie humana es
como un único cuerpo compuesto de diferentes miembros, con sus diferentes
funciones, pero ordenadas para el Bien Común de todos.
Nos lo advierte Pomponazzi.
“Manos, pies, ojos, oídos,
estómago, corazón,….cada uno su función para bien del todo, que es mi cuerpo.
Igualmente, guerreros, profesores, políticos, barrenderos, periodistas,
administrativos,….para el bien de la sociedad”.
Pero con la Razón podemos emprender tres
caminos:
1.- El camino, que podríamos
llamar del capitalismo o de la burguesía, el mismo que triunfa y está vigente
hoy (es la posición de G. Bruno).
2.- el camino de la sociedad
ideal. Es lo que hacen los defensores de la UTOPÍA.
3.- el camino de la sociedad
real. Es los que hace el realismo político de MAQUIAVELO.
F.Bacon (Atlántida), T. Moro
(Utopía), T.Campanella (La ciudad del sol) o república universal.
1.- Según Bruno dando
libertad para que cada uno busque su bien, de la actividad de todos y cada uno,
saldrá ganando el Bien de todos.
Es obligatorio correr, todos
deben correr, aunque sólo hay tres medallas, pero ya el correr te garantiza
vivir. El que más y mejor corra llegará antes, vivirá mejor.
Anímate.
Es verdad que surgirá algún
mal, que habrá algún empujón, tropezón o caída, pero del conjunto de la carrera
saldrá más Bien.
2.- Para los utópicos es
posible un modelo de estructura social guiado, totalmente distinto del que hay.
Prima lo común sobre lo
individual.
Nadie recibirá más de lo que
merece y a nadie le faltará nada de lo necesario.
Lo que vale es lo útil para la
comunidad, pero eso mismo debe ser grato para el individuo.
Como van a trabajar TODOS, no
trabajarán más de 4 horas; todo el tiempo restante será tiempo libre para
dedicarlo a sus hobbys.
3.- N. Maquiavelo y su
Príncipe. La encarnación del pesimismo antropológico (posteriormente otro gran
pesimista, T. Hobbes, definirá al hombre como:”homo homini lupus”).
Para Maquiavelo el hombre es
malo por naturaleza: “Egoísta, envidioso, vengativo, mezquino, envidioso,…
(Sigan Uds. poniendo adjetivos).
Así que hace falta un Estado
muy fuerte para meterlo en cintura y que garantice el freno a su bestialidad, a
su barbarie, para que sea posible la existencia de todos y la convivencia entre
ellos.
Hace falta un gobernante
enérgico, sin miramientos ni complejos (El Príncipe), unas buenas leyes, una
organización eficiente que controle y que dirija el proceso, siempre al
servicio de la comunidad, pero sin contar con ella para nada, porque como se
deje libertad y que cada uno haga lo que le parezca será el caos.
Él es el pastor y los demás
son, deben ser, las obedientes ovejas que deben confiar en que el pastor las
llevará a los mejores prados y las protegerá contra los lobos.
Pero que no hablen. Que no
digan nada.
NO al individualismo, SÍ al
todo social.
La convivencia social no nos
vendrá ni de Dios ni de la
Fortuna , es el hombre el artífice de la sociedad civil.
El Gobernante, el Príncipe,
debe saber mucho, estar bien preparado, estar atento para poder agarrar la
suerte cuando ésta ande rondando cerca y no dejarla escapar.
Debe aprovechar la
oportunidad en cuanto se presente.
Debe ser un previsor.
¿Dónde está aquí Dios? No
está ni se le espera.
Dios no sobra, pero tampoco
nos hace falta para esto.
Nos bastamos nosotros.
(Maquiavelo dirá que la religión y sus cultos son útiles porque unen a los
hombres y el Príncipe no debe oponerse a ella. Pero es una religión social, que
no debe meterse en la vida externa de las personas).
¿Qué político sensato se
opondrá a la Romería
del Rocío?, ¿es que cree en la
Blanca Paloma ?).
La fortuna siempre se pone
del lado de quien, obrando rápida y audazmente, sabe asirla.
Y pone un texto que a mí…. Verán
Uds… “Vale más ser impetuoso que precavido, porque la fortuna es mujer y es
necesario, si se quiere tenerla sumisa, castigarla y golpearla. Y se ve que se
deja someter antes por éstos que por
quienes proceden fríamente. Por eso siempre es, como mujer, amiga de los
jóvenes, porque éstos son menos precavidos y sin tantos miramientos, más
fieros, y la dominan con más audacia”.
(¿Violencia de género? La verdad que en aquellos tiempos la
mujer….).
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