La normalidad, la “norma”, la
“ley justa” pone a cada uno en su sitio, beneficiando, así, al todo.
Dar a cada cual lo suyo es
“colocar a cada uno en su lugar”, es la “felicidad del todo”.
Con la TEORÍA el hombre descubre
lo “teórico”, lo divino, lo bello, lo armónico, que hay en el Cosmos, en Uno
mismo, en Los Otros y en Lo Otro.
“Logos” es, tanto “razón”
como “palabra”.
Lo teórico (visión
intelectual, inteligencia) no es lo teológico (razón).
Nuestro conocimiento teórico
es lo más divino que los hombres podemos tener.
Los más teóricos son los
sabios, los que más saben, los más felices, “Sólo el sabio es feliz”.
El auténtico “sabio” no puede
“no saber” (ser ignorante), ni puede no obrar correctamente (ser una mala
persona, injusto).
Tanto las “catástrofes” como
los “monstruos”, que son “malos”, “feos”, “desproporcionados”,… son, sólo,
accidentes transitorios. Por lo que no es coherente descalificar el todo, el
conjunto, por lo malo y lo feo de un trozo, de una parte de ese todo.
Como no podemos
descalificar el mundo celeste por algo
inarmónico en el mundo sensible, sería como descalificar una novela por una errata.
¿Qué es la fiebre sino una
desproporción en la temperatura de un cuerpo, el signo de una enfermedad, que
desaparecerá cuando la temperatura baje a su “justa proporción, de nuevo?
Mientras el Dios cristiano es
Trascendente, está más allá de… fuera de…, lo divino de los estoicos es
inmanente, está aquí… dentro del cosmos.
De ahí que la Teoría no sea una ciencia
concreta, como no lo es la
Onto-logía (“tratado del ser”, no de seres concretos,
“parcelas de la realidad”, sean vegetales, animales,, hombres, astros…)
Mientras las ciencias,
teóricamente, al menos, son neutrales, sólo describen lo que “hay”, son
ciencias “descriptivas”, la filosofía, en cambio, dice lo que “debe haber”, es
“normativa”.
“Normativa en las varias
dimensiones: moral, jurídica, política,…”
No trata de “cómo vivimos”
sino de “cómo deberíamos vivir” para ser armónicos con Nosotros, con Los Otros
y con Lo Otro.
Sólo así se puede ser feliz.
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