viernes, 22 de mayo de 2020

GIORDANO BRUNO ( 4 )


“Ciencia versus fe”

Giordano Bruno forma parte de la lista negra de hombres de ciencia o filosofía que, a lo largo de la historia, han sido juzgados o sus escritos han sido prohibidos por criticar los dogmas de alguna confesión.

Éstos son algunos de los más significativos: Galileo, Servet, los Enciclopedistas, Darwin,…

Tras su muerte le fueron levantados varios monumentos por librepensadores considerándolo “mártir de la libertad de pensamiento y de los nuevos ideales.

SU FILOSOFÍA

Si se juntan una muy extensa cultura con una memoria fuera de lo común (mnemotecnia) podemos conocerlo mejor.

Conoce la filosofía griega y la romana, al místico dominico Eckhardt y a los filósofos musulmanes y judíos (Avicena, Averroes, Ibn Gabirol,…) a los renacentistas Ficino, Pico de la Mirándola, Copérnico, Paracelso, Telesio y, sobe todo a Raimundo Lulio y al “Cusano” (“el divino cusano”).

Su crisis de juventud le llega provocada por la lectura de Aristóteles y su concepto de Dios como “Motor Inmóvil” y su concepción del universo, por lo que, contra él, rompe la limitación del universo y proclama su infinitud, como efecto y manifestación de la potencia infinita de Dios.

El espacio es infinito (y no limitado por la esfera de las estrellas fijas) y debe llenarse con un universo infinito y con infinitos mundos.

Adopta la teoría heliocéntrica de Copérnico, pero sólo en cuanto que el sol es el centro del sistema solar, planetario, pero no centro del mundo, porque, en el mundo, el centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna.

El mundo no es el producto de la materia prima (como quiere Aristóteles) sino una obra divina, un producto del Espíritu Divino.

Dios y el universo son entre sí como la Causa y el efecto, como el Principio y el principado, el ejemplar y la imagen, el Creador y la creatura.

En su intención, Bruno no es panteísta.

Contrapone la Filosofía a la Fe.
El campo de la Filosofía está confinado al “universo sensible”.

La Fe religiosa muestra a Dios fuera de este mundo y esa es su misión, mientras la Filosofía debe mostrar a Dios en las formas y en las existencias del universo, en el que Él se refleja en todas sus manifestaciones.

Dios cae fuera del campo de la Filosofía y sólo entra en el de la Teología.

Otras veces tiene expresiones de menosprecio hacia la fe: “La fe es necesaria para la instrucción de los rústicos, que no saben discurrir por sí mismos.

Como son tres los grados de los seres, la Filosofía tiene tres partes: Ciencia de Dios, Ciencia del universo y Ciencia del hombre.

DIOS.

Dios es la causa del universo, pero no podemos conocerlo como Él es en sí sino tan sólo en su manifestación en el mundo, lo mismo que podemos conocer a Apeles en sus obras.

Dios está  presente en todas las cosas y todas están en Él. La naturaleza es Dios en nosotros, no hay que buscar fuera la causa y el principio del mundo, sino dentro del mismo mundo.
“El verdadero filósofo no busca la divinidad fuera del mundo infinito y de las infinitas cosas, sino dentro de aquél y de éstas”

El Ser existe en todos los seres, la Bondad en todas las cosas buenas, la Naturaleza en todas las cosas naturales y Dios en todos los seres.

La “creación” no es para él más que el despliegue o la manifestación de Dios.
Dios es Infinito y como fuera del Infinito no puede haber nada, la operación divina sería puramente inmanente (“ad intra”) y su efecto, el universo, no se distinguiría de Dios más que como la “explicación” de la “complicación”.

Los elementos de la creación son:

1.- El Espacio o éter, receptáculo único e infinito en que están contenidas todas las realidades “creadas” por Dios.
No tiene límites.
No hay una esfera cristalina que envuelva y cierre el universo, como quería Aristóteles, ni un octavo cielo, como opinaba Copérnico.
Así como Campanella era entusiasta de Telesio y de Galileo, Bruno lo es de Copérnico, cuya teoría heliocéntrica admite, pero ampliándola hasta el infinito.
Fuera del espacio sólo habría el vacío, el cual es imposible, no hay nada vacío, todo está lleno.

Dentro del espacio infinito existe un universo infinito, y dentro de éste, infinitos mundos, soles y sistemas planetarios habitados por seres vivientes semejantes a los de nuestro mundo terrestre.
No hay, pues, lugares absolutos, sino relativos.

“El centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna”.

2.- El Alma universal, que es la potencia divina activa presente en todas las cosas (“Natura Naturans”).

Las almas particulares  son modos, aspectos, circunstancias, operaciones del Alma Universal.

La Divinidad es el alma de nuestra alma, lo mismo que ella es el alma de toda la naturaleza”.

El universo no necesita de ningún motor extrínseco (Aristóteles) porque el Alma Universal basta para explicar todos los movimientos.
Pero ella no es visible en sí misma sino en sus efectos.

3.- La Materia.
Es la realidad más opuesta al Principio, es pura potencialidad pasiva, indeterminada, informe, indiferenciada.
Su realidad es “casi nada” (“prope nihil”)


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