“Ciencia versus fe”
Giordano Bruno forma parte de
la lista negra de hombres de ciencia o filosofía que, a lo largo de la
historia, han sido juzgados o sus escritos han sido prohibidos por criticar los
dogmas de alguna confesión.
Éstos son algunos de los más
significativos: Galileo, Servet, los Enciclopedistas, Darwin,…
Tras su muerte le fueron
levantados varios monumentos por librepensadores considerándolo “mártir de la
libertad de pensamiento y de los nuevos ideales.
SU FILOSOFÍA
Si se juntan una muy extensa
cultura con una memoria fuera de lo común (mnemotecnia) podemos conocerlo
mejor.
Conoce la filosofía griega y
la romana, al místico dominico Eckhardt y a los filósofos musulmanes y judíos
(Avicena, Averroes, Ibn Gabirol,…) a los renacentistas Ficino, Pico de la Mirándola , Copérnico,
Paracelso, Telesio y, sobe todo a Raimundo Lulio y al “Cusano” (“el divino
cusano”).
Su crisis de juventud le
llega provocada por la lectura de Aristóteles y su concepto de Dios como “Motor
Inmóvil” y su concepción del universo, por lo que, contra él, rompe la
limitación del universo y proclama su infinitud, como efecto y manifestación de
la potencia infinita de Dios.
El espacio es infinito (y no
limitado por la esfera de las estrellas fijas) y debe llenarse con un universo
infinito y con infinitos mundos.
Adopta la teoría
heliocéntrica de Copérnico, pero sólo en cuanto que el sol es el centro del
sistema solar, planetario, pero no centro del mundo, porque, en el mundo, el
centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna.
El mundo no es el producto de
la materia prima (como quiere Aristóteles) sino una obra divina, un producto
del Espíritu Divino.
Dios y el universo son entre
sí como la Causa
y el efecto, como el Principio y el principado, el ejemplar y la imagen, el
Creador y la creatura.
En su intención, Bruno no es
panteísta.
Contrapone la Filosofía a la Fe.
El campo de la Filosofía está confinado
al “universo sensible”.
Dios cae fuera del campo de la Filosofía y sólo entra
en el de la Teología.
Otras veces tiene expresiones
de menosprecio hacia la fe: “La fe es necesaria para la instrucción de los
rústicos, que no saben discurrir por sí mismos.
Como son tres los grados de
los seres, la Filosofía
tiene tres partes: Ciencia de Dios, Ciencia del universo y Ciencia del hombre.
DIOS.
Dios es la causa del
universo, pero no podemos conocerlo como Él es en sí sino tan sólo en su
manifestación en el mundo, lo mismo que podemos conocer a Apeles en sus obras.
Dios está presente en todas las cosas y todas están en
Él. La naturaleza es Dios en nosotros, no hay que buscar fuera la causa y el
principio del mundo, sino dentro del mismo mundo.
“El verdadero filósofo no
busca la divinidad fuera del mundo infinito y de las infinitas cosas, sino
dentro de aquél y de éstas”
El Ser existe en todos los
seres, la Bondad
en todas las cosas buenas, la
Naturaleza en todas las cosas naturales y Dios en todos los
seres.
La “creación” no es para él
más que el despliegue o la manifestación de Dios.
Dios es Infinito y como fuera
del Infinito no puede haber nada, la operación divina sería puramente inmanente
(“ad intra”) y su efecto, el universo, no se distinguiría de Dios más que como
la “explicación” de la “complicación”.
Los elementos de la creación
son:
1.- El Espacio o éter,
receptáculo único e infinito en que están contenidas todas las realidades
“creadas” por Dios.
No tiene límites.
No hay una esfera cristalina
que envuelva y cierre el universo, como quería Aristóteles, ni un octavo cielo,
como opinaba Copérnico.
Así como Campanella era
entusiasta de Telesio y de Galileo, Bruno lo es de Copérnico, cuya teoría
heliocéntrica admite, pero ampliándola hasta el infinito.
Fuera del espacio sólo habría
el vacío, el cual es imposible, no hay nada vacío, todo está lleno.
Dentro del espacio infinito existe un universo infinito, y dentro de éste, infinitos mundos, soles y sistemas planetarios habitados por seres vivientes semejantes a los de nuestro mundo terrestre.
No hay, pues, lugares
absolutos, sino relativos.
“El centro está en todas
partes y la circunferencia en ninguna”.
2.- El Alma universal, que es
la potencia divina activa presente en todas las cosas (“Natura Naturans”).
Las almas particulares son modos, aspectos, circunstancias,
operaciones del Alma Universal.
“La Divinidad es el alma de
nuestra alma, lo mismo que ella es el alma de toda la naturaleza”.
El universo no necesita de
ningún motor extrínseco (Aristóteles) porque el Alma Universal basta para
explicar todos los movimientos.
Pero ella no es visible en sí
misma sino en sus efectos.
3.- La Materia.
Es la realidad más opuesta al
Principio, es pura potencialidad pasiva, indeterminada, informe, indiferenciada.
Su realidad es “casi nada”
(“prope nihil”)
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