EL EXILIO FILOSÓFICO DEL 39.
“Exilio” mejor que
“Emigración” porque mientras ésta connota el abandono o salida de un país por
motivos laborales, bien de la clase obrera (a Alemania o Suiza), bien de
profesionales (sobre todo a Estados Unidos), el primero tiene una connotación
política y, en otros tiempos religiosa, a fin de cuentas connotaciones ideológicas.
“No me quiero expatriar pero,
si no lo hago, me matan, fusilándome, por pensar políticamente de manera
distinta-opuesta-contraria o me queman en la hoguera por hereje o por
sospechoso de herejía”.
Para poder denominar “exilio”
a un simple “éxodo”, aunque sea masivo, debe ir acompañado de voluntad política
propia de huir del país de origen por una coacción política o parapolítica.
Y, así, entonces, las esposas
que acompañan al exiliado pueden no ser exiliadas si se van sólo por acompañar
a su marido, y menos aún los niños.
Hablar pues de “Exilio del 39” es referirse a aquellos
ciudadanos cuya marcha del país se produjo por estar adscritos al régimen republicano
establecido aquel 14 de Abril del 1.931 o, también aquellos a los que el
régimen franquista les resultaba intolerable (es el caso de algunos monárquicos
convencidos que, formalmente aceptaban la República por haberse establecido en condiciones
libres y democráticas, aunque no coincidiese con sus convicciones políticas.
Pero, en general, el exilio
fue, fundamentalmente, republicano.
Fueron muchos y excelentes
los que se exiliaron.
En palabra de Aranguren, en
1.957: “es un hecho que apartados física e ideológicamente de España (aunque
unidos espiritualmente a su patria) viven desparramados por el mundo (y sobre
todo en América) unos centenares de intelectuales españoles. ¿Es tan rica –se
quejaba Aranguren en el 57- nuestra vida intelectual, ahora, como para poder
prescindir de la aportación de los emigrados?”
Y tendremos que recordar
sobre todo a México y Venezuela que, como luego veremos, fueron los países
afortunados en los que fructificó el trabajo de los exiliados españoles,
cooperando, en gran manera, al desarrollo e incremento del pensamiento
hispanoamericano.
Filosofía Española –
Filosofía Americana.
Pero no sólo Filosofía
(aunque éste es el objetivo de este artículo)
.- HISTORIADORES: Américo
Castro, Claudio Sánchez Albornoz, Salvador de Madariaga, Rafael Altamira, José
María Ots Capdequi, Javier Malagón, Pedro Bosch Gimpera, Vicente Llorens.
.- POETAS: Juan Ramón
Jiménez, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Luis Cernuda, Rafael Alberti, León
Felipe, Juan José Domenchina, los malagueños: Emilio Prados, José Moreno Villa,
Manuel Altolaguirre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario