Todos recordamos las
convulsiones de todo tipo que se generaron y se avivaron en España en los años
30.
Las agitaciones sociales se
hacen cada vez más dramáticas desde el mismo día 14 de Abril del 31 cuando se
proclama la República.
UN POCO DE HISTORIA.
Todo sucedió, poco más o
menos, así:
ELECCIONES, 1.931
Presionado desde todos los
ángulos posibles, Berenguer, que no ha tenido tiempo de poner en marcha
su dictablanda, abandona el poder.
El almirante Aznar toma el
testigo al frente del Gobierno en febrero de 1931 e inmediatamente, apenas dos
semanas después de hacerse con el poder, elabora un calendario electoral que se
iniciará el 12 de abril, día en que tendrán lugar las elecciones municipales.
El anuncio de los comicios y
la movilización despertada en torno a ellos los convierte en un plebiscito
sobre la permanencia o no de la monarquía.
Los candidatos republicanos y
socialistas vencen en las ciudades,
donde las elecciones ofrecen mayores garantías democráticas al escapar el voto
del control de los caciques locales. En
41 capitales de provincia (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla…) se imponen
las candidaturas republicano-socialistas frente a las monárquicas.
PROCLAMACIÓN DE LA REPÚBLICA.
El día 13, ante la evidencia
de los hechos, se reúne el Consejo de Ministros.
El Conde de Romanones, miembro más destacado del último Gobierno de la
monarquía, aceptando el carácter
plebiscitario de las elecciones, hace un certero balance de la situación
que sería recordado en sus memorias:
«Mi tesis se redujo a sostener que aun
suponiendo, y era mucho suponer, que el Gobierno contara con medios para
resistir, no debíamos siquiera intentarlo, pues la fuerza se puede y se debe
emplear contra los hechos revolucionarios, pero se carece de fuerza moral para
emplearla contra las manifestaciones del sufragio. El máuser es un arma
inadecuada contra el voto».
El día 14, a la vez que en Éibar
(Guipúzcoa) se inicia la celebración por el resultado obtenido, celebración que
se extendería enseguida a Barcelona y San Sebastián, el rey pide a Romanones
que establezca contacto con los líderes republicanos.
Tras conversar con
Alcalá-Zamora, quien había sido su secretario particular, y corroborar que el
general Sanjurjo, al mando de la Guardia Civil , ha hecho saber que no seguirá
apoyando al régimen monárquico, Romanones aconseja al rey, tal y como exigen
los líderes republicanos, que abandone inmediatamente España.
A primera hora de la tarde,
mientras la multitud agita banderas republicanas en la Puerta del Sol madrileña,
Alfonso XIII emprende el camino del exilio.
En automóvil se dirige hasta
el puerto de Cartagena, donde embarcará al amanecer del día 15 rumbo a
Marsella.
De forma pacífica, sin violencia, el 14 de abril se
proclama la República.
Hasta
aquí, los hechos.
Se conforma una comisión para
la redacción de un borrador de la nueva Constitución, acordando: La supremacía
legislativa (con una sola cámara), La independencia judicial, El reconocimiento
y La autonomía para las regiones, Presidente de la República elegido por un
período de seis años que designa al jefe del Gobierno, pero surgen los
desacuerdos al debatirse la redacción definitiva del artículo 26, que trata de normalizar las relaciones entre el
Estado y la Iglesia
Católica , en el que el
Estado no podrá, en ningún caso, favorecer ni auxiliar económicamente a las
iglesias, asociaciones e instituciones religiosas entre otros puntos.
Finalmente es aprobado el 9
de diciembre de 1931.
Alcalá Zamora es elegido
Presidente de la República Española
(1.931- 1.936).
Y Azaña es designado
presidente del Gobierno.
EL BIENIO REFORMISTA
La autonomía catalana y la reforma
agraria serían dos de las cuestiones más importantes abordadas por la
república.
El esfuerzo educativo
realizado por la república no tendría parangón en todo el siglo XX.
Distintos partidos políticos
defendieron los derechos históricos y la particular identidad catalana.
EL BIENIO CONSERVADOR
Aunque sin mayoría
suficiente, la CEDA de
Gil Robles se impuso en las elecciones
de 1933.
La crisis económica
internacional desatada tras el jueves negro de Wall Street, en
octubre de 1929, afectó la consolidación de la democracia en España.
El levantamiento revolucionario
de Octubre de 1934, fue aplacado en toda España excepto en Asturias, donde la
lucha se alargó una semanas.
La fuerza del sindicalismo
minero ligado a la UGT
permitiría el primer intento de revolución socialista en España.
De la huelga general se pasó a
la insurrección, que solo fue sofocada tras la intervención de las tropas de
regulares y de la Legión.
El Frente Popular obtiene la victoria en las
elecciones de 1936.
Pero los atentados que
costaron la vida al teniente Castillo y a Calvo Sotelo conmocionaron a la
opinión publica, lo precipitó los planes de los militares golpistas.
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