En 1.951, en el traslado a
Orleans, se le describe como “un hombre encorvado, con las manos de prelado,
paciente, minucioso, con una voz litúrgica, catalogando como un entomólogo
hasta el más minucioso detalle, rayando en el absurdo, y es el año en que se
casa con Diane, a la edad ya de 54 años
y tendrá a su hija Julie.
Es, entonces, cuando empieza
a reflexionar, y a escribir, sobre el matrimonio, en general, y afirmará que el
gusto por el cambio de pareja es algo maldito, porque aboca a la frustración (y
habla con conocimiento de causa) aunque reconoce que esos amores ilícitos son
los que son más fuertes que la ley.
Su vida cambiará, por
completo cuando lo nombran Director de la Biblioteca de Orleans, mostrándose más reflexivo,
más trabajador, más minucioso y es, cuando ya no está en la vida disoluta
cuando escribe los libros más escandalosos, empezando por La Historia del Erotismo,
origen de El Erotismo.
En 1.954 se le diagnostica
“arterioesclerosis cerebral”, tiene 58 años, aún le quedan 7 años de agonía,
porque es una enfermedad progresiva, pero lenta, que irá deteriorando su vida y
las capacidades mentales.
La elección de un objeto
erótico depende más de las condiciones subjetivas que de las posibles
cualidades objetivas.
Sigue, mientras puede,
escribiendo frenéticamente, exprimiendo el tiempo y aparecen “La literatura y
el mal”, “El erotismo” y “El azul del cielo”.
Heidegger lo había definido
como “el filósofo francés más brillante del momento”
Su último proyecto fue
participar en la creación de una revista erótica y trataría sobre temas como:
las prohibiciones sexuales, el matrimonio, la orgía, la prostitución sagrada,
el erotismo y la muerte,…
Al final de su vida, en una
entrevista, sentenciará que “el erotismo es el camino más poderoso para acceder
al instante”.
¿Qué queda de aquella persona
de vida tan intensa, al menos durante 20 años, del 1.925 al 1.945?
Le queda el “erotismo
teórico” como tema de sus obras, ya no como práctica.
Muere en París, un 7 de Julio
de 1.962 y será enterrado en Vezelay, en el pequeño cementerio que hay junto a
la basílica.
En su lápida: “Georges
Bataille. 1.897 – 1.962” .
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