Pronunciar “Seminario de
Tubinga” es comprender qué es, en el fondo, la filosofía alemana, “una teología
artera”…los suabos son los mejores mentirosos en Alemania, mienten
inocentemente.
¿A qué se debió el júbilo
que, al aparecer Kant, recorrió el mundo de los doctos alemanes, compuesto en
sus tres cuartas partes por hijos de párrocos y de maestros, a qué el
convencimiento alemán que, aún hoy, sigue encontrando un éxito de teólogos?.
Kant fue, lo mismo que
Lutero, lo mismo que Leibniz, una rémora más en la honestidad alemana, nada
firme de suyo…
“Lo que no es condición de
nuestra vida la daña: una virtud practicada meramente por un sentimiento de
respeto al concepto “virtud”, tal como Kant lo quería, es dañosa.
La “Virtud”, el “Deber”, el
“bien en sí”, el bien entendido con una carácter de impersonalidad y de validez
universal, ficciones cerebrales en que se expresan la decadencia, el
agotamiento último de las fuerzas de la vida, la chinería königsberguense…
Crítica a “todas” las
morales: a la moral kantiana, a la moral judeo-cristiana, a la moral europea,…
a todas, porque todas ellas pretenden ser “únicas” y poseedoras de la verdad,
exclusivistas, imperativas.
El budismo es cien veces más
frío, más veraz, más objetivo, que el cristianismo.
“Todos los medios con que se
ha pretendido, hasta ahora, hacer moral a la humanidad han sido radicalmente
inmorales”
Habrá, pues, que derruir la
piedra angular, para que todo el edificio se venga abajo.
De la “destrucción” a la
“construcción” a través del “análisis genealógico”.
El “martillo”, para destruir,
es sólo el primer instrumento de su filosofía, luego serán necesarios otros
instrumentos para la construcción del nuevo edificio.
Pero siempre será un error
quedarse en ese primer paso, necesario, sí, pero intermedio y no final.
Su “nihilismo” es referente
al mundo actual: “nada de él vale”, pero no es su filosofía definitiva.
¿Quién no ha oído y/o leído
que Nietzsche es el verdadero teórico del nazismo y de la violencia racial?
En los años siguientes a la Segunda Guerra Mundial la
preocupación principal fue liberar el pensamiento de Nietzsche de las
responsabilidades que los nazis le habían atribuido cuando se sirvieron de él
para dar un fundamento “espiritual” y “alemán” a sus crímenes.
También se ha considerado a
Nietzsche, en clave existencialista, como teórico de la crisis de la conciencia
europea.
En Francia, Bataille, Gide, Camus,…siempre estuvieron interesados en
Nietzsche, aunque haya sido Deleuze el que haya iniciado una nueva lectura del
mismo.
¿Por qué tanto interés en
Nietzsche? ¿Qué les ha seducido de él?
Tristemente, pero
fundamentalmente, su aspecto destructivo, iconoclasta, su “filosofía del
martillo”, su lenguaje duro crítico, a veces incluso vulgar contra todo lo
“creído y santificado” hasta ahora por accidente.
Su odio contra lo cristiano,
lo teológico, lo que tenga sangre de teólogo.
Su destrucción de la moral y
de todo lo que tenga que ver con la moral.
Su odio a la metafísica y su
crítica descarnada a los filósofos metafísicos, a partir de Platón, incluso
antes de Platón.
Su odio al espíritu del mundo
en que le tocó vivir, un “matadero del espíritu”
Su desprecio a las ideas
democráticas y a la democracia como sistema político de la plebe, del poder de
la plebe.
Su desprecio del socialismo
como la irrupción de lo colectivo y la proletarización del mundo.
Su odio a los anarquistas y a
todo movimiento que considere derivado del cristianismo.
Su odio al sistema y a todos
los sistemáticos, a todos aquellos que quieren cerrar el mundo en un cubículo
de ideas, asfixiando la creatividad y el avance dialéctico.
En síntesis, su odio a la
tradición, el desprecio a todo aquello que ha significado el atraso del mundo y
una interpretación moral acorde con unos
valores que, en su lenguaje, son “valores de decadencia” que, en vez de afirmar
la vida, la niegan y la degeneran hasta hacer de ella una sombra enfermiza de
“otro mundo”
¡Han sido tantas y tan
distintas, tan oscilantes, las interpretaciones de Nietzsche¡
¿Qué de extraño puede tener
que sea considerado, junto a Marx y Freud, como un “filósofo de la sospecha”?
Con el “martillo” como
instrumento filosófico, ha destrozado, ha derrumbado la “vieja fe” y a todos
los considerados “grandes hombres” en la tradición de Occidente.
A todos esos “ídolos” que
terminan derribados les dedica su “El crepúsculo de los ídolos (o de los
dioses)” escrito en sus últimos años de su vida lúcida, verificando lo que yo
ya le atribuí a San Agustín, “escribir con sangre” y cuyo subtítulo es “Cómo se
filosofa con el martillo” y lo cerró con un apartado de “Así habló Zaratustra”,
el apartado 29 de “De las tablas viejas y nuevas”, Tercera parte, hermosa
metáfora del diamante y el carbón, al que antepuso por título: “Habla el
martillo”
“Si alguien quiere formarse
brevemente una idea de cómo, antes de mí, todo se hallaba cabeza abajo, empiece
por este escrito. Lo que en el título se denomina “ídolo” es, sencillamente, lo
que hasta ahora fue llamado “verdad”.
Crepúsculo de los ídolos,
dicho claramente: la vieja verdad se acerca a su final.
Y no sólo los ídolos eternos,
también los más recientes, en consecuencia, los más seniles. “Las ideas
modernas”, por ejemplo”
No hay comentarios:
Publicar un comentario