lunes, 31 de julio de 2017

ABELARDO Y ELOÍSA (8). SU CONCEPTO DE AMOR (3)



Pero, por la castración, no podía darle una relación normal de pareja, lo que hundía más su autoestima, porque es sabido que, históricamente, la hombría yace en la potencia sexual,

“Si tu tío, al castrarme, me hubiera quitado también el deseo de amarte, pero tanto más violentos son mis deseos cuando menos satisfechos pueden ser”.

“¿Qué no hice para olvidarte?, pero la ausencia, la distancia, los ayunos, los estudios, el silencio y la plegaria de nada sirvieron más que para proporcionarme el placer de ser amoroso mártir tuyo…”

“Siempre te encuentro entre Dios y yo”.

Le confiesa Abelardo que por celos, no siendo que ella, al no poder él darle lo que todo hombre da a su mujer, se enamore de otros hombres, “preferí perderte más que dividieses con otro tu afecto. Así dejé de profesar hasta que lo hicieras tú, no siendo que, si no lo hacías, podía seguirte dondequiera que fueres…o ser tu verdugo si me hubieses sido infiel”

Un anti-Agustín.

Un librepensador que apela siempre a la conciencia personal, adelantándose a Lutero.

Amar por amar, sin otra meta, sin ningún interés, y para eso no hacen falta ni juras ni jueces con  sus matrimonios.
Es la mística del “amor cortés”, un amor altamente sexualizado y, a la vez, altamente espiritual.

Eloísa prefiere el amor al matrimonio, la libertad a la alianza, y para ello no hacen falta papeles.

“Cortesana a tu lado, antes que emperatriz al lado de Augusto”

Eloísa entiende que el matrimonio esclaviza al filósofo y le impide entregarse a las tareas intelectuales, por eso lo rechaza, pero sigue amándolo igual, incluso se pregunta si puede existir un amor verdadero entre personas casadas, es la “erótica cortés”

“Bien lo sabe Dios, nunca he buscado en ti más que a ti mismo. Sólo a ti te deseaba, no lo que te pertenecía o representas”

“Temo más ofenderte que irritar a Dios” porque no cree en un Dios que…como Floria Emilia, un Dios que no pide sacrificios porque no los necesita.
¿No dice Dios: “misericordia quiero y no sacrificios”?
¿Es que Dios no es Amor y se define como Dios del amor?

“Dios no puede suplir el amor que te tengo, amado mío”, “Nunca abjuraré del amor que te profeso. Soy tu mujer y lo que Dios ha unido…”

Abelardo muere a los 60 años.

Cementerio.

“A su lado otra tumba se excavará –dice Eloísa- para albergar mi cuerpo, una lápida en la que diga: “Aquí yacen sepultados dos amantes, a los cuales el infortunio y la gloria aparejaron igualmente”


La lápida que cubre la tumba de los dos amantes tiene esculpidas dos imágenes yacentes, la de Eloísa y la de Abelardo, la mano derecha de él se extiende hacia la mano izquierda de ella, tienen los rostros vueltos el uno hacia el otro, mirándose.

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