Existe una palabra, la
palabra “hermenéutica”, que significa “interpretación” y que es fundamental
para poder comprender, fielmente, los fenómenos o acontecimientos humanos.
Si tomamos ahora mismo un
texto antiguo o medieval, y lo traemos al presente, y lo interpretamos con
criterios del siglo XXI, lo que dice nos parece tan absurdo, tan ridículo, que
nos dan ganas de reír o de llorar.
Cojamos un texto de Las
cruzadas o del Génesis.
Si queremos entenderlos,
comprenderlos, no podemos traerlos al ahora y juzgarlos a la luz de los
criterios y valores del ahora.
No es el texto el que tiene
que venir a nosotros, somos nosotros los que tenemos que ir al texto y, sobre
todo, al contexto en que ese texto está escrito y veremos, entonces, cómo ese
texto, en ese contexto, encaja, se entiende, se comprende.
Veremos cómo las Cruzadas
tienen sentido, por el contexto que les rodea, no sólo el contexto religioso (que también), también el
contexto económico y comercial de
las nuevas rutas hacia Oriente; y el contexto social de la
Aristocracia caballeresca, y el contexto político de las nuevas monarquías que van apareciendo y que quieren
establecerse, y el contexto eclesiástico,
con el poder no sólo temporal sino
también, y sobre todo, espiritual de
los Papas, exponiéndote a una excomunión, con las consecuencias múltiples que
ella acarrea, y la ignorancia y por lo tanto una credulidad (no lo llamo fe) de
la gran masa popular y su creencia a pies juntillas de que estaban sacando el
bonobús para la vida eterna; y el contexto de poder y dominio del
mundo Occidental (el antiguo Imperio Romano de Occidente) sobre el todavía
presente Imperio Romano de Oriente, ahora llamado bizantino; el ansia de conquista; el bulo de que
los musulmanes son la nueva encarnación del demonio y que quieren acabar con Dios y con la Santa Iglesia , el
miedo real a lo que nos podría ocurrir si entran en nuestras tierras por la
puerta de Constantinopla; la credulidad en los efectos de la visita a los
Santos Lugares si pudiéramos ir allí en peregrinación; la profanación del
pesebre en que nació Jesús, donde vivió y murió por nuestros pecados, etc., etc.,
etc.……
En ese contexto, tienen un
completo sentido, un sentido total.
Hoy, naturalmente NO.
Lo mismo podríamos hacer con
un texto del Génesis o de cualquier texto de la historia.
Hermenéutica. Interpretación
correcta, para una correcta comprensión.
No sé si ha sido desde esta
mesa desde donde alguna vez he desarrollado el tema de que “los fenómenos
físicos se explican; los fenómenos humanos se comprenden”.
Puestas las mismas causas
físicas, siempre se darán los mismos efectos físicos; se mueven en el terreno
de la necesidad.
Si A entonces B, y si no se
da B entonces es que no se ha dado ni se dará A.
No hay excepciones.
Dos moléculas de H. y una de
O. dan agua, y si no hay agua es que no habían…..
En el mundo de los fenómenos
físicos hablamos de “causas y efectos”.
Pero en el mundo de los
fenómenos humanos, de los acontecimientos humanos, las cosas no suceden así.
Hablamos de “condiciones”.
Y puestas las mismas
condiciones puede seguirse A o NO A o B o C.
Tú mismo, muchas veces, ante
los mismos antecedentes obras de manera distinta.
Y un día te cabreas con un
nivel 20 por algo que ha hecho tu hijo, y mañana, por algo mucho más gordo,
sólo te cabreas con un nivel 10, o no te cabreas.
Y es que en los
acontecimientos humanos, en el mundo humano, se pasea la libertad; lo que
quiere decir que si se da A puede no darse B o que se da B sin haberse dado A.
Las respuestas son libres
respecto a los estímulos.
Con esas mismas condiciones
medievales se dieron las cruzadas, pero podrían no haberse dado y se comprende
por qué se dieron.
Por eso en la Historia nunca debe
hablarse de “Causas” sino de “Condiciones o Condicionamientos”.
Y si se dan o no se dan,
recurrimos a ellos para “comprenderlos”, no para “explicarlos”.
¿Y todo esto a qué viene?
Pues viene a que hoy está
apareciendo, está introduciéndose en
nuestra cultura, un nuevo paradigma, como es el feminismo.
Está hoy poniéndose de moda
la hermenéutica feminista de la
Historia.
Tanto de la Historia en general, como
de la historia cristiana, como de los textos bíblicos.
Hoy, y cada vez más, están
proliferando gran cantidad de estudios sobre la mujer, procedentes de todas las
ciencias humanas o sociales.
Hoy podemos hablar de una
Hermenéutica feminista.
Que es la que plantea a los
textos y a la historia las preguntas por la condición de la mujer, por su papel
en distintas etapas de la historia, por sus condiciones de vida, por sus
movimientos de liberación, por sus sufrimientos.
Pero tenemos un grave
problema y es que, como veremos, la historia la han hecho los varones y para
los varones.
Ellos son los que la han
escrito, por lo que la realidad de la mujer, no sólo está oculta, sino que ha
sido ocultada.
En los textos, los cronistas
o historiadores, la mujer no aparece o aparece muy poco o aparece sólo en facetas
indignas o insignificantes, pero no sólo eso, sino que cuando aparece, no
aparece como persona autónoma e independiente, sino como esposa de, hija de,
seguidora de….siempre “relativa”, en “relación con lo masculino”, que es el entro
y eje de la Historia.
La mujer, a lo más, siempre
ha sido algo tangencial, nunca central.
Pero una hermenéutica
feminista, un querer comprender el papel de la mujer en un contexto concreto,
no es una empresa meramente teórica (para conocer mejor la historia real de las
mujeres), sino que es una empresa esencialmente práctica.
Aprender para no repetir
errores y asimilar los aciertos.
Quiero recordar a Marx cuando
decía “hasta el día de hoy los filósofos se han dedicado con todas sus fuerzas
a comprender el mundo; y de lo que se trata no es tanto de comprenderlo como de
transformarlo”.
La teoría es necesaria, pero
no es suficiente.
Una buena teoría lleva/debe
llevar enganchada la praxis, el intentar, al menos, desandar el atajo
equivocado (porque reconocer un error es ya un acierto) y caminar por el camino
correcto, incluso recuperar el tiempo perdido.
Cuando veamos (Teoría) cómo y
por qué la mujer ha sido un ser “relativo a”, relacionado con, en relación con,
dependiente de,…..Todo eso está muy bien, y es necesario para no volver a
cometer el mismo error, pero no es suficiente, hay que cambiar, transformar,
llevar a la práctica, poner en práctica, a la mujer “absoluta”, autónoma,
libre, independiente, mayor de edad, capaz de poder decidir por sí misma.
Una mujer IGUAL al varón (no
desigual) pero DISTINTA (no idéntica).
Lo que yo me propongo, a
partir de ahora, es la hermenéutica de la mujer en el cristianismo primitivo.
Creo que es un tema que
puede/debe interesar a todos los hombres, varones y mujeres.
Voy a centrarme, pues, en los
tres primeros siglos de nuestra era. (Porque ya en el siglo IV, desde el 325,
Constantino y el Concilio de Nicea, la Iglesia jerárquica, el Papado, La Religión Oficial
del Estado, Etc. Etc. Etc.….. eso ya es otra historia, es el 2º paradigma).
Pero para saber el papel de
la mujer, la historia de las mujeres, en las comunidades cristianas de los
siglos I – III, sería un error aceptar, a pie juntillas, la visión que nos
proporciona del cristianismo la
mentalidad patriarcal.
Ésta es la primera gran
dificultad con que nos encontramos, que las fuentes históricas de las que
disponemos transmiten una visión androcéntrica de la historia.
Es una historia hecha por
varones, desde su punto de vista y que consideran, con total naturalidad, que
el varón es el prototipo de humanidad y que la mujer es otra cosa, “lo otro”,
lo que se define por relación al varón.
Una filósofa francesa, la
amante de J.P. Sartre, Simone de Beauvoir, lo expresa maravillosamente.
En esa época (y en muchas
más, digo yo) “el varón (ella dice el hombre) se piensa sin la mujer, pero la
mujer no se piensa sin el (h) varón.
Ella se determina y se
diferencia en relación al varón, y no éste por su relación con ella.
La mujer es lo no esencial
frente a lo esencial.
Él es el sujeto. Él es el
absoluto. Ella es lo otro” (es decir un objeto, y además relativo, en relación
a él)
Cuando cojan Uds. un
calendario, esos de letras y números
grandes, donde pone debajo de cada fecha el nombre del santo/o de los santos
del día, fíjense Uds. que los santos varones vienen siempre definidos por su
función propia (Obispo, Papa, Confesor, Doctor de la Iglesia , Fundador de una
Orden, Predicador de una cruzada, Mártir,……), pero, en cambio, Las Santas
mujeres se las define, frecuentemente, por su relación al sexo (Virgen) o por
su relación al varón (Viuda).
O sea, define la relación de
la mujer con Dios por su relación sexual con el varón y a través de las
estructuras patriarcales de la familia y de la Iglesia.
Como dice un teólogo de la
liberación, en la línea de Hans Küng, Gustavo Gutiérrez, “la historia de la
humanidad ha sido escrita por una mano blanca, por una mano de varón, por la
clase social dominante. La perspectiva de las víctimas de la historia es
diferente”.
Ya lo saben Uds. ¿qué quieren
que yo les diga.
¿Qué historia?
¿La contada por los
vencedores o la contada por los vencidos?.
NO, por los neutrales.
¿Pero es que hay neutrales?.
Ya saben Uds.
Creo que lo he dicho y
repetido en infinidad de ocasiones.
“En la historia no hay “hechos”
sino “interpretaciones”.
Y las interpretaciones son
perspectivas, y nunca una perspectiva agota/ni puede agotar la verdad.
¿Y cuál es la mejor
perspectiva o interpretación?
¿Y por qué?.
Cojamos un cronista medieval
español. Funcionario del rey. Que cobra del rey.
¿Qué va a decir del rey?.
¿Es creíble lo que dice y
todo lo que dice del rey?.
Pero tampoco le hagamos caso
total al íntimo enemigo del rey.
Entonces, ¿qué podemos saber
del rey?.
Con certeza, casi nada. Con
probabilidad algo o bastante, pero a través de otras fuentes, de fuentes
indirectas.
Por lo que a mí me toca, y
respecto al tema que estoy intentando empezar, conocer el papel de las mujeres
en los primeros siglos del cristianismo es ir/o tener que ir a contrapelo de la Historia oficial.
La falta de fuentes sobre las
mujeres es parte de la historia de las mujeres.
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