Uno de los autores más
lúcidos en la comprensión de lo que ha sido y ha supuesto el Cristianismo a lo
largo de la Historia
es, para mí, (quizá alguno o todos de Uds.
opinen otra cosa o lo contrario, y estarán en el mismo derecho en el que
yo me encuentro defendiendo posición),
digo que es HANS KÜNG, aunque, o a lo mejor por eso, en 1979 se le retiró la
“Licencia docendi”, el poder enseñar, por las críticas que hizo a la Encíclica de Pablo VI,
“Humanae vitae” y su defensa a ultranza de la prohibición de métodos
anticonceptivos para el control de los nacimientos (en una palabra, no a la
píldora, no al preservativo, no al D.I.U., etc, etc. etc).
El año 2002 publica, en la
editorial Trotta, un librito “La mujer en el cristianismo”.
Pero bastante antes, en 1996,
también en Trotta, aparece una obra fundamental: “El Cristianismo. Esencia e
Historia”.
En esta enorme obra él
distingue en el Cristianismo SEIS períodos o paradigmas, como él los denomina.
Y que es fundamental tenerlos en cuenta, porque el Cristianismo no es un bloque
homogéneo que camine impávido a través de los siglos, como si fuera un tanque a
través de la selva.
Paradigma 1º: el
Judeo-apocalíptico del Cristianismo Primitivo. El de los tiempos de Jesús, San Pablo,
los Evangelios, tanto los canónicos como los apócrifos.
“
2º: el ecuménico-helenístico de la antigüedad cristiana.
“
3º: el romano-católico de la Edad Media.
“
4º: el protestante-evangélico de la Reforma.
“
5º: el de la
Ilustración , razón, progreso de la humanidad.
Y “ 6º: el ecuménico de la
postmodernidad.
Estoy hablando/escribiendo voy
a hablar/a escribir de Cristianismo, no de Catolicismo (que, como todos sabemos
es sólo una parte del Cristianismo).
Estoy hablando/escribiendo, voy
a hablar/a escribir del primer Período, el del Cristianismo Primitivo, el del
modelo o paradigma Judeo-apocalíptico, el de los tres primeros siglos del
cristianismo.
Y estoy hablando/escribiendo
y voy a hablar/a escribir solamente del papel, del puesto, de la posición, del
sol de la mujer, en esa etapa.
Y voy a comenzar con una
afirmación tajante: “La mujer ocupaba un lugar central, en esta primera etapa,
que es la época en que vivió Jesús, Pablo, los Apóstoles y las “primeras
comunidades democráticas e igualitarias”
Vamos a ir viendo cómo Jesús
supera los prejuicios antifemeninos propios de su época y cómo, después, sin
embrago, el Cristianismo apuesta a favor de un sistema jerárquico, todo él en
manos masculinas, sobre todo en el 2º y tercer período, cuestionándolo en los
períodos 4º y 5º; y, luego, ya en el 6º poniendo de manifiesto la
tergiversación a la que ha sido sometida la primera y primitiva praxis de
Jesús, una praxis liberadora, de la que no estaban excluidas las mujeres de
ninguna de las funciones, incluyendo la predicación y el sacerdocio; y que no proponía
como “conditio sine qua non” el celibato.
¿Han sido fieles los
paradigmas o períodos siguientes, respecto al primero y original, el de Jesús y
el de las primeras comunidades cristianas?.
¿Se habría opuesto Jesús a la
ordenación de mujeres, como sacerdotisas?.
Porque el diaconado de
mujeres sí estuvo ya en la Iglesia Primitiva.
Los prejuicios antifemeninos,
con los que Jesús rompe y de los que se libera, provenían tanto del lado judío
como del lado romano y Jesús era un judío que nace, crece, se educa en la
cultura judía y, además, Judea está ocupada o es una provincia romana.
Lo que era la mujer judía y
la mujer romana, en sus respectivas culturas, puede ser objeto de otro trabajo
o conferencia.
Y antes de comenzar me surgen
algunas preguntas.
Admitiendo que se liberó, (No
hay más que ver cómo trató a la mujer), ¿Se liberó, Jesús, DEL TODO, de los
prejuicios?, ¿Seguidoras SÍ, pero Apóstoles NO?.
¿Por qué al final son Doce
Varones?.
Es verdad que Jesús nunca
defendió una sociedad jerárquica donde las mujeres estuvieran abajo del todo y
menos excluidas
Papel importante el que tiene
la mujer en Jesús, que nunca será discriminada en razón de su sexo. Y éstas son
las raíces del Cristianismo primitivo. Cosa que después, como cualquiera puede
ver, el machismo se ha impuesto, totalmente en la Iglesia Jerárquica ,
sobre todo la Católica.
¿Por qué no ha sido el
Cristianismo posterior y sobre todo el Catolicismo, fiel a sus raíces no
discriminativas o no discriminatorias, en razón del sexo de las personas?
Para orar no hacen falta muchas cosas, simplemente tener la disposición para poder ofrecerle a Dios todo nuestro amor y respeto.
ResponderEliminarTodo mi respeto para ti y para tus creencias. Y a seguir siendo honrados con un comportamiento ético.
ResponderEliminarGracias por entrar en mi blog y opinar sobre él.