EROTISMO
Inicias un artículo con el
vocablo “erotismo” y mientras a unos se les alegran los higadillos o las
criadillas, oliendo ya el placer, a otros se le retuerce la conciencia moral,
oliendo a pecado.
A mí, desde mi filosofía,
“amor, ansia, deseo, anhelo de saber”, se me alegra el alma.
Pero hay varios y variados
“erotismos: desde el “erotismo literario” del Marqués de Sade, al “erotismo
escultórico” de El éxtasis de Santa Teresa, de Bernini; desde el “erotismo
sublimado” dirigido a Dios, de los escritos de San Juan de la Cruz y Las Moradas de Santa
Teresa, al “erotismo bíblico” de El Cantar de los cantares; desde el “erotismo
pictórico”, al “erotismo cinematográfico”,….
Pero yo quería escribir sobre
el “erotismo filosófico”.
Cuenta Platón, en uno de sus
mitos, que Eros es el fruto engendrado por la Diosa de la Pobreza (Penia) y por el Dios de la Riqueza (Poros). Y, como
hijo de ambos, heredará los atributos paternos: el ser más pobre (como la
madre), el más desvalido, el más inútil,… de la creación, de hecho, al nacer,
pero, a la vez, ser el ser más rico (como el padre), más valioso, más capaz, en
potencia, que desarrollará y actuará a los largo de la vida.
Eros es la metáfora del
hombre.
Desde niño, inútil total, al
que todo hay que hacérselo hecho porque él es incapaz de hacer nada, hasta que
llega a la madurez, habiendo desarrollado todas las potencialidades y
capacidades y que hacen de él el ser más perfecto de la creación.
Si pasa de “no ser nada y
poder serlo todo” a “serlo todo, de hecho” es por el “eros”, el impulso, el
amor, el deseo, el afán, el anhelo, que hacen de fuerza, en él, para serlo.
Pero en otro mito nos cuenta
Platón que en el hombre existen tres partes diferenciadas, en su cuerpo
(cabeza, pecho-tórax y abdomen-barriga-vientre), siendo el cuello y la cintura
los que separan a una de otra, y a las que les corresponde ser sede de tres
almas (alma racional, alma irascible y alma concupiscible) y a las que les
corresponden las tres virtudes morales (prudencia, fortaleza-valor-esfuerzo y
templanza-moderación), que, a su vez, tienen relación con las tres clases
sociales de la polis (los filósofos-gobernantes, los guerreros-militares y los
trabajadores-artesano), que, a su vez, también, tiene relación con el mito de
las razas (hombres de oro, hombres de plata y hombres de barro) y relación con
el mito del carro alado (el auriga, el caballo dócil-obediente y el caballo
salvaje-desobediente).
(Que espero que todo esto les
suene a mis antiguos alumnos)
División tripartita del
hombre en su: fisiología-psicología-ética-sociedad-mitos.
Luego, en la vida, habrá
personas cuyo máximo placer es dedicarse a la barriga (como decía mi camiseta
asturiana: “come, fuma, folla y bebe, que la vida es breve), es el “EROTISMO
DEL PLACER”, es el tipo Sancho Panza. Son los encargados de proveer a la
sociedad de alimentos, son la clase social de los trabajadores, que ni deben
comer demasiado (estarían muy gordos, y no podrían trabajar mucho) ni deben
comer demasiado poco (estarían muy endebles, muy débiles y no tendrían fuerzas
para trabajar), de ahí la virtud de la templanza (templado, ni demasiado calor,
ni demasiado frío), de la moderación, ni pasarse de la raya ni no llegar a la
raya.
Pero también hay personas que
se dedican a alimentar el pecho, el tórax, el lugar en que reside el valor, la
valentía (¿qué es, si no, sacar pecho?). Se sacrifican por y para desarrollar
esta parte del cuerpo, y disfrutan mandando, ordenando, obligando,… es “EROTISMO
DEL PODER” (el placer que se siente al obligar a los otros a obedecer). Son
valientes, pueden física y moralmente y son la clase social encargada de
defender a la sociedad de enemigos externos y de poner orden dentro de la
sociedad (militares, policías, guardias civiles,…).
Pero también son amantes del
poder los jefes, los directores, los presidentes,… los que detentan poder que
obligue a los demás.
Y, finalmente, hay personas
que se dedican a saber cómo dirigir, como gobernar, a la sociedad para que ésta
sea feliz. Su dedicación es al alma racional, a buscar y descubrir la verdad, a
legislar las mejores leyes, a prever los imprevistos, a juzgar los
incumplimientos,… Es la clase social de los filósofos-gobernantes.
“Hasta que los gobernantes no
sean filósofos y/o los filósofos no sean los gobernantes, esta sociedad no
tendrá remedio, no tendrá solución” Platón dixit.
Que gobierne, pues, el que
más sepa de gobernar; que legisle quien más y mejor sepa de leyes; que juzgue
quien más y mejor sepa de justicia; que eduque quien más y mejor sepa de
educación,… y así sucesivamente.
Si los primeros disfrutan
comiendo… (“erotismo del placer”) y los segundos disfrutan mandando (“erotismo
del poder”), los terceros disfrutan sabiendo (“EROTISMO DEL SABER”).
Y aquí estamos nosotros, los
filósofos.
¿Cómo se os ha quedado el cuerpo?
Porque “sabor”, “saber”,
“sabiduría”, “saborear”, “sabroso”,…. tienen la misma raíz, porque “el saber
sabe bien”, “el saber es sabroso”, el filo-sofo “saborea el saber”, porque
“filo-sofía” es amor, deseo, afán,…. de sabiduría, tanto de las metas alcanzadas
(los “filosofemas”) como del caminar, el recorrido, la actividad, (el “filosofar”).
“Amar” es “desear”, por lo
tanto es “no tener”, de ahí el “filo-sofar”, pero “amar” también es “recrearse
en lo conseguido”, “disfrutar de la posesión”, de ahí los “filosofemas” o
“verdades filosóficas”.
“Disfrutar de lo sabido”,
“disfrutar de la búsqueda del saber”, disfrutar de la parada y disfrutar del
caminar.
El filósofo es “un erótico
del saber”, la filosofía es “erotismo del saber”, “saber por el placer de
saber”, sin otra finalidad bastarda.
Pero hoy quien parte el
bacalao es el “poder”, el “EROTISMO DEL PODER” y no del “SABER”, y el peligro
del “erotismo del poder” es que tiene un hermano gemelo o siamés, que se llama
“dinero”, “erotismo del TENER”.
Nunca un filósofo ansiará el
dinero, TENER, como siempre un poderoso estará inclinado a aprovechar su poder
y, con él, atesorar riqueza, TENER.
¡He ahí el peligro¡ ¡He ahí
la tentación¡ ¡He ahí la corrupción¡.
No hay comentarios:
Publicar un comentario