El prestigio de lo “genético”
ha ensombrecido cualquier otro factor evolutivo cuando hoy sabemos que no todo
está en los genes, ni siquiera “casi” todo, porque lo “epigenético”…
Pongámonos frente a Las
Meninas y oigamos a un admirador que afirme que tanta perfección, ese reflejar
casi el aire que hay en el cuadro, no es propio de un hombre sino de un dios,
que se ha valido de un hombre para manifestar tanta belleza, es un “auténtico
milagro” que nos reclama afirmar la existencia de un dios…
Pero, al acabar de hablar el
admirador número uno, el visitante espectador número dos dice que, a fin de
cuentas, qué es ese cuadro sino una superposición de diversos pigmentos de
origen vegetal o mineral, distribuidos con pericia sobre la superficie textil
de manera que, a cierta distancia, aparecen formas de objetos y personas que…pero
que en resumidas cuentas,….
El primer admirador afirma
que “es nada menos” que un milagro que…mientras el segundo espectador afirma
que “no es más que”…
Un admirador no fanático dirá
que “uno se pasa” y el “otro no llega”, que el cuadro está “más acá” de los
dioses pero “más allá” de lo meramente físico y químico.
Nadie discute que si no
hubiera materia orgánica neuronal en el cerebro no habría pensamiento, que las
operaciones del espíritu dependan de sustratos orgánicos.
Esto cualquier ser pensante
lo afirmará, que sin esa materia no existiría el espíritu, pero otra cosa es
afirmar que ese espíritu, cuando ya no exista esa materia sustentadora, siga
existiendo separado de ella.
Uno dirá que “nada menos que”
tras la muerte de la materia….mientras el otro afirmará que “no es más que”
producto evolucionado de la materia y que cuando….
Ni refugiarse en las alturas
de los cielos, ni enterrarse en las profundidades del suelo.
Los abogados divinos afirman
que el hombre se rebaja cuando se suelta de los cielos mientras los abogados
terrestres afirman que el hombre se empina demasiado sacando pecho y asomando
la cabeza por encima de la materia.
Ni nos humilla la pérdida de
parentesco celestial ni nos encumbra provenir de una combinación de
aminoácidos.
¿Dejaría, por ello, lo
espiritual de ser espiritual?
La fe no es algo transitorio
que aparece en el niño, como los dientes de leche, que se le caerán sustituidos
por otros, ni como el acné del adolescente que, con el tiempo desaparecerá, eso
no puede afirmarlo un ateo consecuente.
Quienes están faltos de fe
religiosa ¿se lamentan de carecer de ella como algo valioso?.
¿Es la fe sólo la respuesta a
nuestros más íntimos deseos?
La presencia del deseo de que
Dios exista ¿puede conducir a la verdad de su existencia?
Somos mortales, sabemos que
somos mortales, eso nos hace más hombres y negarlo y ver que todos se mueren
con forma de mortales…
Desear que Dios exista, del
creyente; desear que Dios no exista del ateo.
¿Existe/existirá Dios?
Nadie quiere morir y si le
sirve de consuelo la creencia de que hay otra vida, eterna además, y que puede
conseguirse con practicar los preceptos obligatorios y no practicar los
prohibidos…y no les es suficiente la formación ética y las conductas sociales…
B. Russell decía algo así
cómo: ¿Cómo es posible que Dios, Omnipotente, Omnisciente, Infinitamente Bueno,
y …(todo lo demás), tras millones de años dirigiendo el universo y haciendo que
apareciera el hombre, al final consiente que aparezca un Hitler, un Stalin, la
bomba atómica,…?
En todos los textos sagrados,
revelados, hay de todo, como en botica, desde consejos humanitarios hasta
mandamientos asesinos, y uno puede acogerse a un tipo de textos y ensalzarlos
mientras otro hacer hincapié en los otros para denigrarlos.
Todos sabemos que las
religiones proponen, sobre todo, la “obediencia” y nada tiene que ver con una
moral autónoma basada en razones.
Y si la “obediencia” lleva
aparejadas penas eternas que sufrir o recompensas eternas celestiales…habrá que
decir adiós a lo que la razón diga, o proponga.
Sumisión, intimidación,
soborno,…¿qué podemos decir?
Cualquier cosa menos hacer a
la gente mejor por cumplir las órdenes, nada más lejos de la madurez personal.
La sede de la autonomía y de
la madurez moral, en la persona, es la “libertad de conciencia” y ésta ha sido
condenada por la Iglesia Católica
durante toda la historia, hasta la celebración del Concilio Vaticano Segundo.
Como por ejemplo: “Máxima
falsa y absurda o, más bien, delirio el que se deba procurar y garantizar a
cada uno la libertad de conciencia” (1.832, Papa Gregorio XVI)
Sin libertad de conciencia
sólo hay inquisición totalitaria pero no ética y lo chocante es que esa misma
Iglesia pretenda, hoy, tener derecho preferente a educar a los niños, cuando
todos sabemos que…
No es cierto que la Religión sea un buen
refuerzo para la Ética, sino al contrario.
Es la Ética humanista y
laica, la vigente (o la que debería estar vigente) en nuestras sociedades
democráticas, la que hacen más o menos compatibles las doctrinas religiosas con
la sociedad en que vivimos.
Porque, hasta ahora, y por lo
general, la doctrina religiosa ha sido misógina, antihedonista, jerárquicas,
enemiga de la libertad de pensamiento y de investigación.
Sus mensajes, a través de
toda la historia, no han sido, precisamente, edificantes, ni humanos tan
siquiera, más bien, y en cuanto podían, han sido intransigentes, perseguidoras
del diferente, misóginos, integristas, fanáticos, represores,…en una palabra,
“inmorales”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario