miércoles, 28 de febrero de 2018

41.- ¿MONARQUÍA O REPÚBLICA? (3)


2ª REPÚBLICA.

12 de Abril de 1.931. ELECCIONES MUNICIPALES.

(Resumiendo)

Concejales Republicanos: 39.248.
Concejales Monárquicos: 41.224.
Diferencia: 2.986 a favor de los monárquicos.

PERO:

En Capitales de Provincia: Republicanos: 953
                                            : Monárquicos: 602

Diferencia: 351 a favor de los republicanos.

Y como el voto de las ciudades se reputaba más auténtico que el voto de los hombres del campo…

¿Vale más un voto de un español urbanita que el voto de un español rural?

Dos días después, el 14 de Abril, desde la Puerta del Sol, se proclama la 2ª República, sin esperar a una Elecciones Generales, sólo tras y desde unas Elecciones Municipales.

Entre otras cosas la noticia del diario El Sol, del 14 de Abril, tras una reunión, a las 13 horas, en el domicilio particular de Don Niceto Alcalá Zamora, en la que estuvieron, además de Alcalá Zamora, Miguel Maura, De los Ríos, Albornoz y Largo Caballero, dice:

“…La votación de las ciudades españolas y principales núcleos urbanos, en las municipales, ha sido considerada como un plebiscito, desfavorable a la Monarquía y favorable a la República y ha alcanzado, a su vez, las dimensiones de un veredicto de culpabilidad contra el Titular Supremo del Poder…”

¿Unas municipales son un “plebiscito”?

Ante los resultados municipales el Rey decidió hacer oídos sordos a las propuestas de De la Cierva de intentar una defensa armada del régimen monárquico, decidió, sensatamente, no resistir ni esperar a la Generales, así que, a la noche siguiente, desde Cartagena, en un barco, se va al exilio, limitándose a ocupar una suite en un hotel de Roma nada que ver con los anteriores reyes exiliados).

14 de Abril, proclamación de la República.

República que, según palabras de A. Domínguez Ortiz, “nacía de forma apresurada”, era “una república sin republicanos”.

Resumido en tres capítulos:

1.- “Bienio Reformista” de Azaña (Acción Republicana).
2.- “Bienio Negro” de J. M. Gil Robles (CEDA) y Lerroux (Radical).
3.- “Semestre rojo” de Casares Quiroga, miembro de ORGA, partido regionalista gallego.

11 de Mayo. Más de 100 edificios religiosos destruidos/quemados, en Madrid, así como las agresiones al periódico monárquico, el ABC. Un parte muy significativa de Bienes de Interés Artístico y Cultural desapareció para siempre.

(Quien quiera saber lo que ocurrió en Málaga sólo tiene que leer la obra de mi compañero y amigo, Pepe Jiménez, sobre la quema de Iglesias y Conventos (malagueños).

Ortega, Marañón y Pérez de Ayala la denominan “La España Incendiaria”.

Julio de 1.931, Elecciones a Cortes Constituyentes.

¿Resultado? El esperado.

Aplastante triunfo de la Izquierda: Socialistas (116 escaños), ERC (36 escaños), Los Radicales de Lerroux (90 escaños)
Alcalá Zamora y Miguel Maura (20 escaños).
Derecha (Monárquicos (Conde de Romanones) 1 escaño, Agrarios y Católicos Vasco-Navarros (40 escaños).

Inmediatamente Maciá proclamó “La República de Cataluña”.

Acorde, pues, con los resultados, fue una Constitución avanzada “democrática, unicameral, idealista y utópica”.

Sobre el sufragio universal a las mujeres (lo que significaba “un peligro para la República”), fue defendido por Clara Campoamor mientras, en contra la malagueña Victoria Kent (hasta tanto las mujeres no estuvieran preparadas y no se dejaran influir por fuerzas ajenas a ellas (el patrón, que las despedía, el marido, que les daba una paliza, y el cura que las condenaba, eternamente en el infierno, por pecado mortal)

(Sobre esta disputa escribí, hace tiempo, defendiendo a la malagueña, aunque tuve críticas. Habrá que preguntárselo a Google, porque yo no recuerdo cuándo)

Desde Diciembre del 1.931 hasta Septiembre de 1.933, el “bienio reformista (y frenético) de Azaña”.
(Y Ortega, desde su sillón parlamentario, negando constantemente con la cabeza y diciendo “No es eso, no es eso, no es eso…”

Julián Besteiro y Fernando de los Ríos eran socialistas, en cambio Manuel Azaña, oscuro funcionario y relevante escritor (ahí están sus Memorias) en Acción Republicana, representaba a una burguesía liberal, muy celosa del Derecho de Propiedad y era admirado, querido y odiado al mismo tiempo.

Unamuno, Marañón, Ortega, y otros, muy pronto se situaron en posiciones críticas, aunque la República les reservaba Embajadas y otros Honores. Y es que el poder efectivo quedaba en manos de hombres mediocres, de “ampulosos oradores (“los tenores”)” o de “extremistas (“jabalíes”) – en la terminología de Ortega.

Fue nombrado Presidente de la República, un prieguense, D. Niceto Alcalá Zamora, católico y terrateniente, un representante del clásico cacique andaluz, con muy buena formación jurídica, una oratoria pomposa y una considerable fortuna en las buenas tierras de la Campiña Cordobesa (Priego y Cabra) y preocupado por la marcha de la República y por Azaña, regocijándose del desgaste del gobierno azañista.

La fiebre reformista de Azaña ataja: La Reforma del Ejército, La Cuestión Religiosa, La Reforma Agraria, La Cuestión Autonómica, la Reforma Laboral, La Reforma Educativa,…

(Obvio bajar a detalles de cada una de esas reformas, pero nadie estaba de acuerdo, ni por la lentitud, ni por las reformas en sí)

Demasiada tarea, demasiada urgencia y demasiada improvisación.

Cuando cayó el gobierno de Azaña (otoño del 33) se habían asentado poco más de 8.000 familias campesinas, cuando eran casi un millón los que esperaban su lote.

Pero no fue sólo la conflictividad social en el campo, también la hubo, y mucha, en las ciudades, en las fábricas, en las minas, en los servicios,…

Elecciones GENERALES: Noviembre de 1.933.

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