¿QUÉ ME PONGO HOY?
Voy al gimnasio cada mañana y
me encuentro con los bomberos, que salen a desayunar, todos igualmente
vestidos, con su uniforme.
Salgo a la calle y tanto los
empleados de la limpieza como los policías, voy al Centro de Salud y médicos,
enfermeras, auxiliares, entro en el hospital y los cirujanos, las empleadas de
limpieza, los conserjes, en los supermercados… todos, todos, sin tener qué
pensar, cada mañana, qué ropa ponerse. Todos con su uniforme.
Además, uniformes no pagados por
ellos, sino por el Organismo o la
Empresa correspondiente.
Pero un jubilado, cada
mañana, abre el armario y…”la duda metafísica”: ¿qué me pongo?
Se decide al fin, por un
pantalón y, “la duda metafísica” ¿con qué camisa combina?
Y cuando se decide por la
camisa,… ¿y, ahora, qué jersey? ¿Y los zapatos? ¿Los negros o los de color?
¿Calcetines negros, azules, marrones?
Y cuando, por fin, se decide,
quizá llegue la mujer (si, antes, no le ha sacado la ropa que ponerse) y…”lo
azul con lo verde, muerde”…..Claro que todo lo que vaya con “verde” rima
con “muerde”.
Un tormento para el viejo, no
acostumbrado socialmente a esos menesteres.
Ahí sí que no puede competir
con su mujer (y ni se le ocurra)
Aunque (y lo reconozco) hay
viejos que van como un San Luis, con su traje con chaleco incluido, de color
oscuro, su corbata, sus brillantes zapatos y, generalmente, con bigotillo.
Y PREGUNTO:
¿Por qué el gobierno no les/no
nos pone un uniforme a los jubilados?
Así, cuando uno (yo mismo)
vaya por la calle, que la gente diga “ahí va un jubilado”.
Aunque unos dirán” “un cabrón
de jubilado”, otros: “un bendito jubilado”, otros: “¡qué envidia de jubilado!”,
otros: “¿llegaré yo, algún día, a estar jubilado?”, “¿Habrá pensión de
jubilación cuando yo llegue?”....
Y me surge otra duda: “el
color del uniforme”. ¿Rojo?: “ahí va un drácula, un culpable de la crisis o un
comunista”, ¿Verde? : “se está riendo de mí, porque sabe que cuando yo llegue
ya no hay dinero para pensiones”. ¿Amarillo?: No, que, desde Moliere, trae mala
suerte, y puede ser que me muera antes. ¿Negro? NO. ¿Morado?:….
¿DE QUÉ COLOR?
Y continúa la duda metafísica
para el viejo.
Descartes, a su lado, era un
aprendiz de la duda.
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