2.- SEGUNDO CICLO O CICLO
MEDIO.
A los 20 años se realiza una
selección y los menos aptos permanecen
en la categoría de “Guardianes Auxiliares” mientras los mejor dotados moral e
intelectualmente prosiguen su formación otros 10 años, hasta los 30, estudiando,
de una manera más profunda y sistemática las disciplinas que son útiles para el
arte de la guerra: la
ARITMÉTICA o ciencia de los números, la LOGÍSTICA o ciencia del
cálculo, la GEOMETRÍA PLANA
o ciencia de las superficies, la ESTEREOMETRÍA o ciencia de los volúmenes, la ASTRONOMÍA o ciencia de
los sólidos en movimiento y la
MÚSICA.
Al terminar este ciclo habrá
otra preselección porque todos estos conocimientos no llegan todavía a la
categoría de ciencia perfecta (EPISTEME) sino que pertenecen a la DOXA , pero para los guerreros
es suficiente porque llegan al grado cognoscitivo de “Opinión Recta”.
Los seleccionados pasarán al
ciclo siguiente.
3.- TERCER CICLO O CICLO
SUPERIOR.
Este ciclo durará otros 5
años, hasta los 35, en su preparación para las funciones más elevadas y que
estarán dedicados al estudio de la DIALÉCTICA , con la Teoría de las Ideas, que es
la cumbre de todo el ciclo de formación intelectual, al mismo tiempo que se
ejercitan en cargos administrativos secundarios.
Pero, todavía, tendrán que
esperar hasta cumplir los 50 años antes de llegar, finalmente, a la categoría
de Arcontes Perfectos.
Éstos gobernarán la ciudad,
pero por turnos, consagrando al estudio de la Filosofía el tiempo que
estén libres de sus funciones de gobierno.
Alternarán, pues, la vida
intelectual o contemplativa con la vida social, “descendiendo a la caverna”.
Los gobernantes son una
minoría muy selecta, esencialmente aristocrática (“los mejores”) y
suficientemente preparada para las funciones de gobierno.
Los “verdaderos gobernantes
deberán ser filósofos” (los que más saben, los mejor preparados).
“A menos que los filósofos
reinen en las ciudades o que, cuantos ahora se llaman reyes o dinastas,
practiquen, noble y adecuadamente la Filosofía , que vengan a coincidir una cosa y la
otra (la Filosofía
y el Poder Político), no hay, amigo Glaucón, tregua para los males de las
ciudades ni tampoco, según creo, para los del género humano; ni hay que pensar
en que, antes de ello, se produzca en la medida posible ni vea la luz del sol
la ciudad “que hemos trazado de palabra”.
El Gobierno debe pertenecer a
los Filósofos porque son los únicos que, con el estudio de la DIALÉCTICA poseen el
conocimiento perfecto y verdadero de las Ideas, sobre todo de la JUSTICIA y del BIEN, que
deben ser la norma para regular la buena organización y las actividades
armónicas y ordenadas de la ciudad.
Ellos son los únicos que
pueden guiar a los demás para hacerlos salir de la caverna a contemplar la luz
del sol del mundo inteligible.)
En El REPÚBLICA la ciudad se
encarga de los niños desde el momento de nacer y su educación es paralela y
común para los dos sexos.
Las mujeres se equiparan por
completo con los varones en los cargos públicos no admitiendo entre mujeres y
varones más que una diferencia cuantitativa.
Tanto los unos como las otras
prestarán servicio militar cuya duración será desde los 20 hasta los 60 años
para los varones y de los 20 hasta los 50 para las mujeres.
Cuando vayan a la guerra
llevarán consigo a los hijos más crecidos para que vayan aprendiendo el arte de
guerrear.
En LAS LEYES (menos utópico
y/o más realista) la educación de 3
a 6 años es común a niños y niñas que jugarán juntos en
los jardines próximos a los templos, bajo la vigilancia de “guardianas” que les
entretendrán contándoles fábulas y cuentos instructivos.
Cumplidos los 6 años se
separarán los sexos: los niños se ejercitarán en la música y en ejercicios
gimnásticos más varoniles (equitación, tiro al blanco, lanzamiento de jabalina,
danzas rítmicas,…), mientras que las niñas practicarán otros más moderados y
aprenderán los oficios propios del hogar.
De 10 a 13 años recibirán una
formación literaria, ejercitándose en la lectura y en la escritura.
De 14 a 16 cultivarán la música y
las danzas guerreras, especialmente las pírricas, quedando excluidos los bailes
afeminados, por sus efectos desmoralizadores.
Se les enseñarán Matemáticas,
procurando que los alumnos aprendan a calcular, desprendiéndose cada vez más de
lo concreto.
También se les dará ligeran
nociones de Astronomía y se les hará ejercitarse en la caza.
La educación de las jóvenes
seguirá un orden paralelo.
Desde los 13 años comenzarán
a prepararse en ejercicios de armas, pero se les eximirá de otros excesivamente
violentos, como el pancracio (Modalidad de combate atlético de origen griego,
muy practicado, después, entre los romanos, en el que la lucha, el pugilato y
toda clase de medios eran lícitos para vencer al contrario).
Como vemos, el programa
educativo de Las Leyes es más restringido que el de La República , no figurando
en él el estudio de la
Dialéctica.
Esto no significa que Platón
abandonara, en sus últimos años, la
Teoría de las Ideas, sino que, en la Ciudad de Segundo Grado,
consideraba suficiente una educación
menos completa que en la Ciudad
Ideal.
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