Para una Sociedad Ideal es
necesaria una Educación Ideal.
Además, tras esa democracia
de Pericles (fallecido por la peste), tras la derrota de Atenas por Esparta en la Guerra del Peloponeso y
tras el gobierno títere, impuesto por Esparta, el oligárquico de Los 30 Tiranos
y, posteriormente, la “democracia restaurada”, populista y demagógica, que, en nada, se parecía a la de Pericles y que
había condenado a muerte al molesto, a la “mosca cojonera”, de nombre Sócrates,
que intentaba desmentir al Oráculo de Delfos y parar la pendiente por la que se
deslizaba Atenas, en un proceso
desencadenado por motivos políticos, pues las tres acusaciones por las que
sería juzgado y condenado…
Ante la crisis moral y
política subsiguiente, la
Academia (la primera gran universidad europea), fundada por
Platón tendría como objetivo principal la educación filosófica de los futuros
políticos y gobernantes (que ese, y no otro, era el objetivo del dicharachero
Sócrates
En mi recorrido nómada a
través de lo diversos Paradores Filosóficos, y tras haber permanecido durante
“veintidós” (22) días en el Parador “Sócrates”, inicio mi peregrinaje por otros
Paradores, pero con estancias más limitadas.
Por ejemplo, el Parador
“Platón”, pero sólo mientras paseo por los jardines de su “Educación Ideal para
la Sociedad Ideal ”
que tiene en su cabeza.
Que NADIE piense que La República es una
“radiografía veraz” de la
Atenas de su tiempo sino, al contrario, contra la triste
democracia real ateniense, y en contraposición con ella, pergeña la que él
considera que debería existir y que no existe y que, además, en su intento de
probarla en Siracusa, terminaría con varios descalabros.
El objetivo a conseguir es la
convivencia y organización de la sociedad y para ello cada ciudadano deberá
cooperar según sus aptitudes y capacidades, según las tres clases sociales en
que se dividen los ciudadanos (con su alma correspondiente y ubicada en su
correspondiente parte del cuerpo.
Una sociedad en la que sobran
los poetas, que sólo se mueven en una dimensión subjetiva (las pasiones) en vez
de una dimensión colectiva, necesaria (cooperación).
Y habrá que luchar contra los
sofistas (causantes de la crisis moral) y representativos del clima cultural
que fue gestándose en Atenas, cuyo objetivo es la persuasión y el relativismo
moral, tras cobrar por sus enseñanzas, entrenadores en el arte de luchar y
ganar al adversario con las palabras y los argumentos y poder ser elegidos
democráticamente y formar parte de las instituciones,
Tanto Platón como Aristóteles
son más teólogos que creyentes religiosos, su dios es el que conforma el
cosmos, planificando el universo.
Para ambos el “para” prima
sobre el “porque”.
En esta organización de la
sociedad la aristocracia de la virtud (los mejores) debe primar sobre la
aristocracia de la sangre (heredada) y de la riqueza.
Debe imponerse la “fuerza de
la razón” a la “razón de la fuerza” en
el buen gobierno de la polis.
Debe darse a cada uno según
su necesidad pero debe exigirse de cada uno según su capacidad y aptitud.
La “igualdad geométrica”
(justicia) debe primar sobre la “igualdad aritmética” (injusticia).
Debe dársele más al que más
se lo merezca y menos al que menos méritos tenga (lo contrario sería una
injusticia = darle igual a los desiguales o desigual a los iguales).
Platón pues quiso ser, desde
su intelectualidad política, un protagonista político, y bien que lo intentó en
Siracusa, con los dos Dionisios, I y II,
aunque todo terminase en un estrepitoso fracaso, de ahí la fundación y el
objetivo de su Academia.
Pero su influencia llega
hasta hoy, seguimos usando su vocabulario filosófico.
En ese sentido “Todos somos
Platón”
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