La cesárea, la epidural y las máquinas han venido en su
ayuda.
Se ha hecho realidad uno de los “sueños” del hombre: “que
las máquinas hagan el trabajo humano, liberándolo del esfuerzo, de la fatiga,
del cansancio, del sudor….”
Pero de lo que no son conscientes los hombres es que también
se ha hecho realidad una de sus “pesadillas”: “que los hombres, cada vez más y
más, actúen como máquinas, inconscientemente”.
¿Venganza de las máquinas? ¿Venganza de Dios?, ¿Torpeza
humana?
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