La nueva Europa o Unión
Europea ha dejado de ser nueva, porque no se renueva y de “Unión” parece que es
poca unión, más bien países desunidos aunque momentáneamente parezcan estar
unidos por intereses económicos, ni políticos, ni sociales.
Cada país pregunta a los
demás “por lo suyo” y “lo suyo” es poner menos, cooperar con menos y recibir
más.
A mí, como no me gusta futurizar
(mis notas de recordatorio no van más allá de 4 días), como veo a una Europa
agonizante preveo que desaparecerá como han desaparecido otros imperios a lo
largo de la historia y que surgirán (creo que ya están aquí) unos nuevos
imperios que, desafiando al Imperio Americano y sobre las ruinas de esta
Europa, vendrán o estarán en Asia (China, Japón,…)
Pero como vienen con sus
costumbres, con sus ideas, sus creencias, su moral, su religión, su concepto de
la mujer, de los hijos y de la familia, incluso con su gastronomía y su
estética parecen estar haciendo agujeros, rotos, en los mismos países que los
están acogiendo.
La integración en el país de
acogida parece poco integrativa, así que van surgiendo guetos, con sus ideas y
culturas de sus países de origen, en los extrarradios de las grandes ciudades.
El proyecto europeo siempre
me pareció atractivo y defendible pero no parece que esté siéndolo para los
nuevos ciudadanos forasteros.
Si reflexionamos podemos
comprobar cómo el Imperio Americano se fraguó sobre la cultura europea allí
transplantada por los primeros emigrantes (irlandeses, ingleses y franceses
sobre todo) porque el resto de países americanos en los que, muchas veces a
base de rapiña, de conversiones religiosas, de fuerza armada,…no parece que
haya surgido algo equivalente, sino naciones-islas en las que el castellano y
el portugués, como lenguas, no han fructificado en un progreso económico
competitivos ni convertidos en Imperios.
Europa se ve, y cada vez más,
como un país viejo, como una señora mayor maniática y menopáusica en oposición
al vigor juvenil de países-imperios asiáticos.
Y si Europa va dando muestras
de ese poco vigor ¿qué podemos decir de nuestra España, una nación europea? ¿Es
la excepción o el ejemplo de lo que no debe hacerse?
Y, como hemos dicho
anteriormente, el proyecto era más que bueno, porque nunca se había intentado
una Unidad con países tan dispares.
Pensar que a un griego, a un
sueco, a un alemán, a un italiano, a un español…se les pudiera meter en el
mismo saco cuando todos tenemos nuestra propia historia, cuando hemos sido
pueblos distintos que hemos ido cultivando y amamantando las diferencias, no es
una tarea fácil.
Y en este sentido, cuanto más
se vaya extendiendo la ampliación, con la incorporación de nuevos países,
también con su lengua, sus costumbres, su historia,…menos Unión Europea y más
totum revolutum de teselas distintas que ni siquiera forman un mosaico
atractivo.
Nadie duda de las conquistas
sociales que
Pues han encontrado la
solución: ya que no podemos con la carga de nuestros trabajadores llevemos
fuera, a aquellos países, en que existen ese tipo de obreros que, además
estarán agradecidos.
Quien haya leído, y
reflexionado, sobre el concepto de “plusvalía” sabe que se puede ganar más
vendiendo más caro, pero también ahorrando en lo que denomina “capital
variable”, la fuerza de trabajo.
Si gano más pagando menos, ya
que no voy a poder vender más y más caro, por aquello de la competitividad,
transplantemos nuestras fábricas allí donde la fuerza de trabajo está deseando
trabajar y mucho más barato.
Y todos sabemos que España no
es uno de los países más boyantes de esa Europa, pero también tenemos nuestros
artesanales de sol, playa, cultura y arte, además de ser un doble puente: uno
con África, a apenas
Y si esta América comenzó
siendo colonia, sobre todo española, hoy es un conjunto de países jóvenes y con
una gran capacidad económica, lo que nunca debe olvidar ésta nuestra Europa, a
estos hijos mayores de edad.
Si Europa no es capaz de ver
el Norte de África como una posibilidad vamos a convertirlo en un cuartel en el
que vamos a terminar todos haciendo guardia en la garita por miedo “a que venga
el moro”, aunque el moro va a venir-está viniendo hacia los países más cercanos
(Grecia, Italia, España (ahora mismo hacia las costas andaluzas y levantinas y,
lo último, las avalanchas que llegan a Canarias).
Los franceses defienden su
lengua en las ya nuevas naciones y antes colonias francesas ¿por qué los
españoles hemos dejado al albur el castellano en
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