jueves, 24 de diciembre de 2020

ASÍ ES LA VIDA ( 22 ) EUROPA ( 1 )

  

La nueva Europa o Unión Europea ha dejado de ser nueva, porque no se renueva y de “Unión” parece que es poca unión, más bien países desunidos aunque momentáneamente parezcan estar unidos por intereses económicos, ni políticos, ni sociales.

 

Cada país pregunta a los demás “por lo suyo” y “lo suyo” es poner menos, cooperar con menos y recibir más.

 

A mí, como no me gusta futurizar (mis notas de recordatorio no van más allá de 4 días), como veo a una Europa agonizante preveo que desaparecerá como han desaparecido otros imperios a lo largo de la historia y que surgirán (creo que ya están aquí) unos nuevos imperios que, desafiando al Imperio Americano y sobre las ruinas de esta Europa, vendrán o estarán en Asia (China, Japón,…)

 

La Europa defensora de los Derechos Humanos parece hacer aguas porque no todas los interpretan igual, sobre todo tras las avalanchas de emigrantes refugiados que huyen de la guerra, del hambre,… y parecen venir a cobrar lo robado en ellos tras muchos años de ocupación y explotación.

Pero como vienen con sus costumbres, con sus ideas, sus creencias, su moral, su religión, su concepto de la mujer, de los hijos y de la familia, incluso con su gastronomía y su estética parecen estar haciendo agujeros, rotos, en los mismos países que los están acogiendo.

 

La integración en el país de acogida parece poco integrativa, así que van surgiendo guetos, con sus ideas y culturas de sus países de origen, en los extrarradios de las grandes ciudades.

 

El proyecto europeo siempre me pareció atractivo y defendible pero no parece que esté siéndolo para los nuevos ciudadanos forasteros.

 

Si reflexionamos podemos comprobar cómo el Imperio Americano se fraguó sobre la cultura europea allí transplantada por los primeros emigrantes (irlandeses, ingleses y franceses sobre todo) porque el resto de países americanos en los que, muchas veces a base de rapiña, de conversiones religiosas, de fuerza armada,…no parece que haya surgido algo equivalente, sino naciones-islas en las que el castellano y el portugués, como lenguas, no han fructificado en un progreso económico competitivos ni convertidos en Imperios.

 

Europa se ve, y cada vez más, como un país viejo, como una señora mayor maniática y menopáusica en oposición al vigor juvenil de países-imperios asiáticos.

 

Y si Europa va dando muestras de ese poco vigor ¿qué podemos decir de nuestra España, una nación europea? ¿Es la excepción o el ejemplo de lo que no debe hacerse?

 

La Unidad Europea que surgió con tanta ilusión parece haberse ido desuniendo es Unión y siendo cada vez más, frágil y tambaleante, cada una hija de su padre y de su madre, aunque podamos viajar libremente por todos sus territorios y tengamos una moneda común.

 

Y, como hemos dicho anteriormente, el proyecto era más que bueno, porque nunca se había intentado una Unidad con países tan dispares.

 

Pensar que a un griego, a un sueco, a un alemán, a un italiano, a un español…se les pudiera meter en el mismo saco cuando todos tenemos nuestra propia historia, cuando hemos sido pueblos distintos que hemos ido cultivando y amamantando las diferencias, no es una tarea fácil.

 

Y en este sentido, cuanto más se vaya extendiendo la ampliación, con la incorporación de nuevos países, también con su lengua, sus costumbres, su historia,…menos Unión Europea y más totum revolutum de teselas distintas que ni siquiera forman un mosaico atractivo.

 

Nadie duda de las conquistas sociales que la Vieja Europa ha lo grado poner en práctica en sus trabajadores pero ¿qué puede pensar el capitalismo si los nuevos trabajadores sobrevenidos traban el doble y cobran la mitad que los trabajadores europeos?

 

Pues han encontrado la solución: ya que no podemos con la carga de nuestros trabajadores llevemos fuera, a aquellos países, en que existen ese tipo de obreros que, además estarán agradecidos.

 

Quien haya leído, y reflexionado, sobre el concepto de “plusvalía” sabe que se puede ganar más vendiendo más caro, pero también ahorrando en lo que denomina “capital variable”, la fuerza de trabajo.

 

Si gano más pagando menos, ya que no voy a poder vender más y más caro, por aquello de la competitividad, transplantemos nuestras fábricas allí donde la fuerza de trabajo está deseando trabajar y mucho más barato.

 

Y todos sabemos que España no es uno de los países más boyantes de esa Europa, pero también tenemos nuestros artesanales de sol, playa, cultura y arte, además de ser un doble puente: uno con África, a apenas 11 kilómetros de distancia y el otro con Centroamérica y Sudamérica, mercados muy amplios.

 

Y si esta América comenzó siendo colonia, sobre todo española, hoy es un conjunto de países jóvenes y con una gran capacidad económica, lo que nunca debe olvidar ésta nuestra Europa, a estos hijos mayores de edad.

 

Si Europa no es capaz de ver el Norte de África como una posibilidad vamos a convertirlo en un cuartel en el que vamos a terminar todos haciendo guardia en la garita por miedo “a que venga el moro”, aunque el moro va a venir-está viniendo hacia los países más cercanos (Grecia, Italia, España (ahora mismo hacia las costas andaluzas y levantinas y, lo último, las avalanchas que llegan a Canarias).

 

Los franceses defienden su lengua en las ya nuevas naciones y antes colonias francesas ¿por qué los españoles hemos dejado al albur el castellano en la América latina, incluyo ayer mismo, hemos permitido/vamos a premitir que el castellano o español deje de ser la lengua “vehicular” en las autonomías que, también, tiene una lengua propia, aunque sea muy minoritaria (todo sea por un puñado de votos para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado)

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