Yo he defendido (y defiendo)
la razón apasionada, una razón que debe tener en cuenta el sentimiento para
ser, de verdad, racional.
En mi pueblo todo el suelo de
la iglesia estaba lleno de losas de sepultura y las mujeres ocupaban, con sus
reclinatorios, la parte trasera de la tumba de sus antepasados, cuando los
enterramientos se hacían dentro de
¿Sabíais que “cementerio”
significa “dormitorio y que, lógicamente, a la “muerte” se la denomina “sueño”,
aunque “sueño eterno del que ya no va uno a despertarse”?
Creo que sí es verdad que la
juventud (y no solo la juventud) prefiere distinguir entre “belleza y fealdad”
más que sobre “bondad y maldad”
Y tengo mi teoría de que,
cuando Adán y Eva comieron de la manzana y se vieron desnudos se vieron “feos”
más que “malos y pecadores” y por eso se avergonzaron.
Igual que es verdad que, hoy,
está más de actualidad la “Estética” que la “Ética”, el aparecer y mostrarse
externamente prima sobre el ser, porque los demás ven nuestro exterior y no
nuestro interior.
Recuerdo las clases en el Instituto cuando le contaba la historia
del joven que le echaba en cara a su amigo que se hubiera enamorado de esa
muchacha bajita, gorda y, más bien fea. A lo que el amigo le respondió: “pero
es que si tú la vieras por dentro, si tú vieras cómo es de “buena”, de “servicial”,
de “comprensiva”….
Y es que
Recordemos que los fascismos
fueron doctrinas en las que se cuidaba mucho la estética: la estética de la
violencia, la estética de la muerte, exaltación de la juventud, de la
velocidad, de la conquista…
Nada que ver el atractivo del
fascismo italiano con el fascismo español, más casposo, menos estético y al que
hoy los historiadores prefieren llamarlo “dictadura y dictador”, “militarismo”
más que “fascismo y fascista”.
Lo que “debemos hacer y
comportarse” con las personas (Ética) no es lo que “podemos hacer” con los
símbolos (Estética).
Si lo opuesto a
Pero todos sabemos que es muy
bien aceptado el “desnudo femenino” pero todavía tenemos el tabú del “desnudo
masculino” pero sí se resalta la musculatura masculina como atractivo aunque
sólo insinuados los genitales pero que también, ya, se presenta como objeto
deseable.
El programa televisivo “mujeres,
hombres y viceversa”, tras un casting de ellas y ellos, son jóvenes (y
“jovenas”) juveniles, atractivos,…que, a mí, personalmente, más bien me parece
un mercado de mercancía, en el que se expone en el escaparate, cuerpos
estéticamente atractivos y atrayentes.
Aunque el gran mito, más que
el cuerpo, es la “erección”, que no puede simularse sino que sólo puede
aparecer cuando está funcionando y todo lo demás puede ser fingido (algo que
los adolescentes lo consideran real) por lo que una violación en grupo de una
chica debe estar disfrutando igual que lo que aparece en el cine porno, al no
distinguir al “actor”, de la “persona”.
Un varón en erección no
engaña, mientras una mujer con sus gemidos,… es/puede ser una pura y mera
representación teatral o estar pensando en el cámara que está grabando.
La erección no engaña, ya
está indicando el deseo.
Siempre he defendido que el
mito del más allá en buena medida nos viene del sueño.
Yo sueño, muchas noches, con
mi padre, fallecido hace ya bastantes años y sólo cuando me despierto compruebo
que era un sueño y no realidad.
Esa idea de que, al caer
dormidos, empieza otra vida y que la muerte sería sólo un sueño, pero del que
ya no despertaremos…
Vemos un muerto y,
fácilmente, podemos imaginar que está dormido y quizá soñando.
Unamuno decía que el relato
de la creación , en el Génesis, en realidad fue que Dios el séptimo día no
descansó, sino que se durmió, y empezó a soñar que creaba a un varón, llamado
Adán, a su imagen y semejanza y luego a Eva, los hijos, el Edén,…
Pero todo era y nosotros
somos, en realidad, no seres reales, sino seres soñados por Dios y que nos
interesa que ese Dios no se despierte, porque como se despierte dejaremos de
existir nosotros, seres soñados, de ahí la música melódica de las misas, en las
iglesias, catedrales, el canto gregoriano,…música no estridente, para que no se
despierte, sino música suave, como cuando se acuna a un niño para que se duerma
(en este caso para que no se despierte Dios), porque sólo somos eso, un sueño
de Dios,….
Y nos entra la teoría de si
no habrá otra vida paralela a ésta que estamos viviendo en la tierra.
¿Qué es la resurrección sino
el despertarse, levantarse,…pero ya como final?
Y ahora llega la religión y
nos dice cómo debemos comportarnos para que esa vida última y eterna sea feliz
y no desgraciada, ir al cielo o ir al infierno,…
Aquí dormimos en los
dormitorios y de ahí lo que antes hemos dejado escrito: el cementerio es el
dormitorio de los muertos (aunque luego, y también, se le denomine “camposanto”)
e igual que nosotros nos levantamos todos los días de nuestro dormitorio, los
que duermen en el cementerio un día se levantarán, resucitarán,…
Nosotros vivimos no sólo en
lo que hay, en lo que es, sino también en lo deseado, en lo que puede ser, en lo
que deseamos que sea pero que todavía no es y que, quizá, no sea.
Decía Hegel que “el hombre no
es lo que es y es lo que no es” o sea, que nunca es simplemente lo que es sino
también es una serie de posibilidades, de sueños, de ambiciones, de deseos, de
frustraciones, de recuerdos,…
Nunca somos exactamente lo
que en este momento somos, lo que estamos actualmente siendo
Dicen que una cosa de lo más
excitante de los puticlubs es cuando vas subiendo la escalera tocándole el culo
a la prostituta.
También se disfruta, y mucho,
en la víspera, y muchas veces más que en el día después, porque nada está
siendo lo que se esperaba que fuera y ser una frustración, algo que no se
contempla en la expectativa, en la víspera.
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