LA ÉTICA.
Hablamos de Ética, no de
Morales.
Moral ß mos-moris (costumbre).
Hay tantas morales como
religiones, como sociedades, como culturas, como momentos históricos, como
clases sociales,..
La moral de un terrorista o
de un fundamentalista religioso no es la de una persona que ame y respete la
vida.
Ética ßethos (carácter) es la manera de ser de una persona.
La Ética, como estudio de las
morales, y guiada sólo por
Pero en la vida…
La Ética es/tiene que ser
laica.
Mientras la moral (mores =
costumbres) sería “el conjunto de costumbres en una época determinada” y
considerar que son “estrategias vitales de la sociedad”, por eso las sociedades
priman el altruismo sobre el egoísmo, porque tiene que primar lo que favorece la
cohesión sobre la disgregación por lo que puede llevar anejas sanciones de tipo
social y moral.
Las morales se concretan en
mandamientos, órdenes que deben cumplirse, haciéndolas (las órdenes positivas)
o prohibiéndolas (las ordenes negativas, del tipo: “no cometerás…no matarás…)
La Ética, en cambio es,
fundamentalmente, “el arte de vivir”
El mundo no es tan dramático
como, a veces, lo interpretamos y lo vivimos, quizá porque somos nosotros los
que lo dramatizamos.
Nunca he creído que seamos el
centro y el ombligo del mundo pero tampoco creo que seamos la uña del dedo
meñique del pie izquierdo.
Aunque sí creo que seamos los
hombres la última especie en llegar a la tierra tras miles y miles de años de
evolución,
Los últimos sí, pero no los
mejores ni los peores, somos lo que somos y como somos, capaces de hacer las
cosas bien y capaces de hacerlas malísimamente mal.
Acepto las limitaciones (por
eso soy agnóstico y escéptico) porque no creo que con este pequeño cerebro
seamos capaces de desentrañar todos los misterios del universo.
Algo somos, mucho, sí, pero
no todo.
Eso es lo que hay y lo que
somos.
Ni vivo en las nubes ni en
una cueva oscura.
¿Algo humano es absolutamente
perfecto?, pues no.
Todo lo humano siempre es
posible de ser y estar mejor de lo que es y de cómo está.
Ahora parece que nos ha dado
por criticar nuestra institución democrática porque no es perfecta y hay mucho
corrupto dentro de ella, pero lo que no podemos es tirar el agua de la
palangana, con el niño dentro, porque el agua no esté inmaculadamente limpia y
transparente.
La democracia es una de las
mayores y mejores creaciones del hombre para vivir humanamente, pero siempre
será “manifiestamente mejorable”.
Nunca tiramos a la basura la
ropa porque esté algo sucia, siempre es posible lavarla y poder seguir usándola
“como si” fuera nueva, a estrenar (aunque no lo sea).
Dice Nietzsche que qué poco
recordamos cuánta sangre, cuánto esfuerzo y cuánto dolor han costado las cosas
buenas que tenemos, aunque tengamos que mejorarlas, pero no, por ello,
destruirlas.
¿Cuánto tiempo y cuántas
muertes han costado la libertad de la que gozamos, la justicia en la que
vivimos, la democracia con la que y por la que convivimos, sustituyendo las
armas de antes por las palabras y los argumentos de ahora, por lo que aceptamos
que aquello por lo que la mayoría opte, aunque yo haya optado por otra cosa que
también era posible?
Tenemos muchas creaciones
humanas buenas, pero no absolutamente perfectas, por lo que debemos ser
conscientes de que para defender a toda costa la igualdad y la justicia
tendremos que limitar las libertades.
“No se puede tener burra,
buche y leche” –se decía en mi pueblo, tienes que renuncias o a la segunda o a
la tercera si quieres seguir teniendo la primera.
¿Cuál deba primar sobre cuál?
pues dependerá de las circunstancias.
La libertad,
Ni sólo ginebra o whisky ni
sólo tónica, lo mejor es un cóctel, más o menos “cargado” pero, a fin de
cuentas, cóctel, mezcla.
Muchas veces se ha dicho que,
en la relación amorosa, a uno le gustaría tener la intensidad del primer día
pero que durara eternamente, una pasión sin límites, pero sin cansancio.
Y hay que decir que “lo que
no puede ser, no puede ser y, además, es imposible”.
Y eso es lo que hay.
Tenemos comida con que
alimentarnos, bebidas para saciar nuestra sed, ropa con que cubrir nuestro
cuerpo, casa en la que refugiarnos contra las inclemencias del tiempo, una
familia que hemos creado, un trabajo que nos facilita poder tener todo lo
anterior,… ¿y nos quejamos, muchas veces, cuando somos unos ultraprivilegiados?
Los occidentales, muchas
veces, nos ponemos las anteojeras para no ver, a los lados, la miseria y la
infravida que soportan millones y millones de personas, que son igual de
personas que nosotros.
Que el mundo en el que
vivimos no es perfecto, lo sabemos, pero eso no puede llevarnos al suicidio y
sí a seguir con vida intentando hacerlo mejor.
Uno puede suicidarse por amor
a la vida, porque le has puesto tales requisitos y exigencias a la vida que, si
no se cumplen, quedas frustrado y de la frustración al suicidio la puerta está
abierta o, al menos, entreabierta.
Un pesimista, generalmente,
no se suicida, porque como parte del punto de vista de que este mundo es una
mierda, si encuentra algo bueno se le alegra la vida y no quiere acabar con
ella.
El optimista, en cambio, como
está convencido de que a él se le debe, al menos, una cierta dosis de plenitud,
cuando no lo consigue siente que ha sido engañado, se siente decepcionado, frustrado,
de no haber superado la exagerada altura a la que ha puesto el listón por que
puede entreabrirse la puerta del
suicidio.
Cuando alguien cree que la
vida normal es así, si se le ofrece algo superior a eso normal, se alegra y
querrá seguir disfrutando de ese plus sobre la normalidad.
Todos sabemos que, a veces,
por una simple ruptura amorosa (cuando puede rehacerse la misma o comenzar una
nueva) se da el paso hacia el suicidio.
No se puede confundir el
embrión con el niño (no se puede llamar a alguien arboricida por haberse comido
el hueso del melocotón, en vez de haberlo escondido bajo tierra para que surja
un melocotonero)
No se puede confundir a una
persona parapléjica profunda e irrecuperable con una persona sana pero no por
ello se le puede ni se le debe aplicar la eutanasia, la “buena muerte”.
Yo no tengo criterio fijo,
asentado, para la eutanasia (sea activa o pasiva) pero cuando una persona está
entubada, con sólo vida vegetativa, irrecuperable y dar marcha atrás, a lo más
mantenerse vegetativamente, cuando la vida humana, además de vegetativa es
sensitiva y sobre todo racional (Aristóteles dixit) ¿se puede desenchufarla?
Y hoy puede apagársele el
dolor (porque el dolor nunca debe ser un mérito, ¿mérito de qué, para qué?
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