O cuando veía a un alumno
escribiendo o grabando su nombre o cualquier otra cosa en el pupitre, como “te
quiero, Julia” ¿Haces esto en tu casa en la mesa del comedor? No –me respondía-
¿entonces por qué lo haces en el pupitre? –porque éste no es mío.
Parece que lo que es de todos
no es de nadie, como si él no fuera uno en ese “todos”.
A lo público, como en
general, es gratuito, no se le da el valor que tiene.
¿Son tan distintos (aunque no
sean totalmente iguales), hoy en día, los presupuestos del Estado siendo de
izquierdas o de derechas los gobiernos salidos de las urnas?
¿No habrá que terminar ya con
esas etiquetas: izquierdas-derechas, moderno-anticuado, progresista-regresivo,…
que, incluso en su origen nada tenían que ver con las ideologías sino con el
lugar de los escaños que ocupaban en el parlamento?
Como si fueran dos equipos de
fútbol y cada uno tenía que decidirse a ser de uno o de otro equipo.
Luego –es verdad- que había
(¿hay?) una sexualidad de izquierdas, una ética de izquierdas, una bandera,
unos himnos,…o de derechas.
Hasta un modo de vestir.
¿Una corbata en uno de
izquierdas? ¿Ir descamisado uno de derechas?
Estéticas, gustos
cinematográficos, incluso literarios y gastronómicos distintos en unos y en
otros.
Hoy ya no hay tanta
bipolaridad.
¿Te imaginas una comuna con
catorce parejas de derechas, intercambiándose entre ellos, donde los hijos eran
–seguro-seguro, de las madres pero los padres podían ser cualquiera de la
comuna, porque, nada más nacer, los niños pertenecían a la comunidad, comían lo
mismo, en los mismos comedores, las ropas no eran de propiedad privada, como no
lo era la tierra, el fruto de la misma, los instrumentos de labranza,…?
La religión siempre ha sido
de derechas, así que primaba la monogamia, la actividad sexual tras pasar por
el altar, sin poder divorciarse porque “lo que Dios ha unido….” Ya que el
matrimonio era un Sacramento….
Hoy las personas ya no son
tan monolíticas como lo eran entonces, cada vez hay más síntesis de todos entre
todos.
Es verdad que para la
izquierda la productividad, la acumulación de bienes, la propiedad privada a
rajatabla,…no son los más altos valores.
Cada vez se impone más un
reparto equilibrado de los bienes (un piso, un coche, unas vacaciones,…).
La globalización real (no
sólo la económica y el movimiento de capitales) siempre ha sido más de
izquierdas (“proletarios de todos los países, uníos”, “el himno de
Aunque el Comunismo, de
izquierdas, y el capitalismo, de derechas, yo no sé cual de los dos ha sido más
predatorio y más destructivo y de sobra conocidos en el siglo XX.
Tanto las izquierdas como las
derechas pueden ser muy malas o pueden tener aspectos muy positivos.
Naturalmente donde más se
diferencian es en la defensa del trabajador o en la defensa de la empresa.
Hoy todos sabemos que los
problemas globales de la humanidad sólo pueden afrontarse globalmente, como,
hoy día, el cambio climático.
La imposición dogmática
ciertos credos, la intolerancia, la defensa de lo privado, el racismo, la
xenofobia, la homofobia, no admitir otra sexualidad que la heterosexualidad,
por lo que critican a los colectivos LGTBI, como depravados, …son más de
derechas aunque pudiera haber de izquierdas (sobre todo ver a los inmigrantes
como rivales para los puestos de trabajo).
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