domingo, 14 de junio de 2020

FLORILEGIO 14 ( 3 ) LA DEMOCRACIA. ORIENTE VS OCCIDENTE



¿LOS FILÓSOFOS AL PODER?

NO. Y mil veces NO, porque el poder corrompe hasta a los mismos filósofos.

“ Y si el poder corrompe, el poder absoluto corrompe absolutamente, totalmente”.

La misión del filósofo es buscar la Verdad y conseguir el Bien tanto en la vida privada como, sobre todo, en la vida pública”.


LA DEMOCRACIA.

En el sistema clásico de “democracia liberal” no sólo falla su concepto básico, sino que el modelo se elaboró con toda una serie de supuestos erróneos e imposibles:

a.- Parte de la concepción igualitaria de todos los individuos.
b.- Atribuye a los individuos una independencia y calidad racional totalmente irreal.
c.- Ignora por completo la naturaleza del “homo politicus” (lleno de contradicciones entre la teoría y la práctica, los intereses próximos y los lejanos,…)

Tanto es así que Schumpeter ha de preguntarse: siendo esto así ¿cómo ha podido mantenerse durante tanto tiempo un modelo no sólo erróneo sino irreal?
Su respuesta es que sucedió así porque el modelo se apoyaba sobre bases irracionales PERO fuertemente emotivas: LA FE EN LA DEMOCRACIA ERA UN SUCEDÁNEO DE LA FE RELIGIOSA (“la voz del “pueblo” es ahora la voz de “Dios”).

La democracia liberal surgió como fruto de revoluciones sangrientas que suscitaron el entusiasmo popular; porque, además, por entonces la sociedad no tenía la complejidad actual; y también porque un modelo tan confuso permitía, en cambio, a los políticos una fra-seología solemne que les facilitaba, a la vez, práctica demagógica y eludir sus responsabilidades.

No importa ya la representatividad ideológica de los partidos sino su capacidad de promocionar y sostener un liderazgo político.
Los programas ideológicos son una racionalización Falsa, pero Peligrosa, porque es Seductora.

En realidad, los partidos políticos funcionan como las empresas económicas: sus principios son unas “marcas” de competencia y los programas electorales son, en realidad campañas de promoción, que cumplen la misma función en la competencia política que las campañas de promoción en los mercados.
De ahí la necesidad de contar con especialistas bien preparados y agentes electorales eficaces e influyentes, celebrar mítines espectaculares y obtener la colaboración siempre interesada, obviamente, de los caciques y grupos de presión.

Lo importante es impactar en el votante para conseguir su voto, al creer en el mensaje, ya se encargará el tiempo y sus circunstancias de justificar su no cumplimiento.

Bien claro lo dijo Tierno Galván: los programas son para ser vendidos y comprados, no para ser cumplidos.


ORIENTE VERSUS OCCIDENTE

En el momento en que Occidente pierde el estatuto de espiritualidad y, ya secularizado, agnóstico o ateo, con sus dilemas, empieza a mirar a Oriente, como reserva espiritual del pasado éste emerge como una potencia económica del futuro, sean China, la India, Japón, Coreas, u otros países del lejano Oriente.

Cuando ya muchos occidentales, ante la muerte de Dios y sus consecuencias, han adoptado máximas e ideales de la sabiduría oriental, el viejo Oriente, mundialmente adormilado o somnoliento, se sube al carro del progreso industrial, arranca, acelera y se pone a su par, incluso adelantándole.

¿Qué capacidad presentan los grandes temas de la sabiduría oriental para resolver los dilemas del mundo Occidental?

A niveles individuales sí, algunos, pero a niveles de naciones o de culturas poco o nada.

Ellos, en ese intermedio, se han subido al carro del progreso y nosotros ya tenemos que compartirlo con ellos.

Nosotros con la información y el saber científico-técnico, con un andar espiritual tedioso y cansino, amortiguado, sin pujanza, ellos con este mismo saber pero con la transformación personal, que prescinde de dualidades y culpabilidades y acaba sirviendo de psicoterapia para el hombre occidental imbuido en la cultura del tener, y no del ser, del producir cosas y crear y exportar guerras y no de cambiar su carácter, con la paz interior propia de Oriente.

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