TRES AUTORES-TRES LIBROS
Autores y libros que han
desempeñado un papel crucial en la emergencia de la psicología cognitiva y la
inteligencia artificial y en los desarrollos de la filosofía de la mente:
1.- Alan M. Turing y su
libro: “¿Puede pensar una máquina?” y que pasará a la historia de la ciencia
por haber inaugurado el paradigma de la inteligencia artificial. Este paradigma
es la “metáfora del computador” según la cual un ordenador digital puede servir
de modelo efectivamente simulador de la mente humana.
2.- Hilary Putnam y su libro:
“Mentes y máquinas” en que aplica el modelo de Turing al problema clásico de
las relaciones entre la mente y el cuerpo.
Es uno de los escritos fundacionales
de la corriente llamada “funcionalismo” que ha determinado recientemente en
Psicología y en Filosofía de la
Mente el tránsito del paradigma conductista al paradigma
cognitivo.
3.- Donald Davidson y su
libro: “La mente material”, en que propone un enfoque alternativo del modelo de
Turing y defiende una postura que coincide con el neomentalismo en negar toda
posible reducción de las leyes psicológicas a leyes físicas.
LOS TRES TIPOS DE LIBERTAD
1.- Libertad Metafísica,
entendida como apertura de nuestro ser.
2.- Libertad Psicológica o
Libre Albedrío.
3.- Libertad Moral o
liberación.
Otra cosa son las Libertades.
CRITICA A LA MODERNIDAD.
Tengo dos preguntas: ¿todo lo
que entiende el corazón puede percibirlo la cabeza? Y ¿todo lo que capta la
cabeza cabe bien en el corazón?
Es respondiendo a Pascal y su
“el corazón tiene razones que la razón ignora”
El corazón, un mazacote de
carne que se contrae y se expande, ni razona ni tiene sentimientos, lo que sí
manifiesta es un incremento de pulsaciones cuando la cabeza
(razón-inteligencia) capta una situación fuera de lo normal, sólo manifiesta la
reacción a la función de la cabeza.
Ya sabemos lo que fue la Modernidad , la Ilustración (muy claro
y expresivo lo escribió Kant)
Y es posible conseguir que
exista lo que sólo es posible que exista si están presentes todos los
requisitos para que exista.
Pero hoy ya no se puede
seguir deslumbrado por ella porque en la Modernidad todo quedó extraexaltado: la
naturaleza (que apareció como un todo autónomo, un dios soberano, digno hasta
de admiración), el hombre, la cultura, la política, el arte, la economía, la
pedagogía, la ciencia,…todo pareció divino, aseguraba al hombre bienestar,
utilidad, energía vital,…en suma, la plenitud.
La cultura se mostraba como
eso último que garantizaba al hombre el sentido de la existencia.
Hoy experimenta el hombre que
esta Edad Moderna, tan repleta de promesas, esta llegando ya (si no ha llegado
ya) a su ocaso.
Nos ha defraudado y nos ha
llevado al desencanto.
Estamos desencantados con
ella.
Sus promesas fueron promesas
que no se han cumplido y nos ha dejado con la miel en la boca.
Ni la naturaleza es ya
refugio del hombre, ni éste es dueño ya de sí mismo, ni sus obras conducen en
todo momento a la seguridad y al bienestar.
Nada es divino sobre la
tierra.
Todo es humano, demasiado
humano.
Popper, en su “La Lógica de la investigación
científica” rechaza los sistemas de pensamiento que se muestran seguros de su
verdad.
Ni el Racionalismo clásico,
ni el Positivismo, por consiguiente, merecen su aprobación.
En vano buscaríamos un
fundamento último del conocimiento.
A esta concepción del
conocimiento y de la ciencia llega a través de una reformulación y de una
peculiar situación del problema de la Inducción.
Las concepciones del método
de la ciencia que afirman que procedemos por Inducción o que acentúan la
verificación, en vez de la falsación, serían lamarckianas, en cuanto que
acentúan la instrucción por el ambiente.
ANTROPOLOGÍA
Es un hecho comprobado que la Antropología misma
nunca ha sido neutra o inocente.
Cuando no ha servido a la
humanización del hombre lo ha hecho a
favor de otros intereses: el Etnocentrismo, el Colonialismo, el Dominio
Económico y Político o bien otras formas de ideología enmascarada.
De ahí que las especulaciones
en cuestión resultan ser coartadas de una ideología sospechosa que oculta la
verdadera realidad del hombre y no promueve el proceso de su humanización.
No se puede olvidar la aventura, a la vez política
e intelectual, del proyecto marxista de “transformar” las realidades humanas
aportando principios fecundos para su “interpretación” e introduciendo los
principios materialista e historicista.
El joven Marx, “intérprete”
dio paso al Marx maduro “transformador”
La “transformación” debe
provocar unas dinámicas, cuyas ideas motrices son la Economía y la Historia.
En este sentido habría que
entender la famosa Tesis XI de Marx sobre Feuerbach: “Los filósofos no han hecho más
que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de
transformarlo” y que,
transferida, aquí, a principio epistemológico para la antropología podría ser
la siguiente: “Los antropólogos no han hecho más que especular sobre el hombre pero
de lo que se trata es de humanizarlo”.
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