martes, 26 de diciembre de 2017

13.- LA MUJER EN EL FRANQUISMO: EL ANTISEXUALISMO (2)

¿Cuál es la línea que separa el “uso” del “abuso” si es sexo deseado?

Lo que me decía el confesor: “entre los hombres, la relación sexual frecuente (en mi caso de adolescente sería la frecuente masturbación) aniquila sus fuerzas corporales y entorpece el desarrollo normal de la vida” (me quedaría medio enano, corporalmente deformado por la debilidad…)
Y “en las mujeres, por la acción psicogenital, se producen alteraciones en el funcionamiento normal de las glándulas genitales, que se traducen en alteraciones en la regla y cambios en sus hábitos y en su carácter”.

En resumen: que el sexo es malo y que debe ser limitado al máximo.

Las enfermas del corazón (las cardiacas), no pueden/no deben realizar el acto sexual. Como tampoco lo deben realizar ni las tuberculosas, ni las nefríticas,…Ni tener relaciones sexuales, ni concebir, porque la relación sexual se convertiría en una enfermedad peligrosa que, en la mayoría de los casos, exigiría la interrupción del embarazo.

(Antes que tener que abortar, evitar  quedarse embarazadas y, para ello, la forma más segura es no practicar el sexo).

Porque el coito mismo les es sumamente perjudicial ya que les origina congestiones intensas de los órganos genitales además de trastornos circulatorios.

“Son muchas las enfermas del aparato circulatorio que han fallecido, como heridas por un rayo, en el momento de efectuar el coito”

Igualmente, es sumamente peligrosa la tendencia a realizar histerectomías (léase extirpar el útero, total o parcialmente) en una mayoría de mujeres que llegan a la menopausia.

“Cuando el útero/matriz ha llegado al fin de su destino se convierte, no en un órgano pasivo sino “parásito”, que interviene en el metabolismo de su portadora, en la que la vida ha perdido su trascendencia generativa y, por tanto, su máximo valor.
La mujer, última y más perfecta obra del Creador, no escapa del todo a esa ley filogenética.
De su útero, principalmente, no puede esperar más que motivos de muerte prematura, no del todo evitables con periódicos y molestos reconocimientos hasta la extrema vejez.
Suponemos que debe ser experiencia general entre los ginecólogos que las histerectomizadas por procesos benignos viven más años que las otras”

(Cónil padre y Cónil hijo: Tratado de ginecología. 5ª edición. Editorial Labor. Barcelona, 1.967)

Aconsejar que toda mujer sea histerectomizadas tras la menopausia (para vivir más años) no hay más que un paso y, como el auténtico orgasmo es el uterino, si éste está ausente…

Parece ser que los eunucos (los castrados) viven más años que los no castrados, pero a nadie se le ha ocurrido aconsejar la castración de los varones para que vivan más años.
(Aunque no hay que olvidar que los ginecólogos-cirujanos, con ello, tienen un buen negocio añadido).

La fertilidad en la mujer, la ovulación, es considerada casi como un artículo de lujo, poco necesario, que aparece tardíamente en la vida sexual y desaparece también tempranamente.
El organismo femenino prescinde de ella en cuanto se ve sobrecogido, y éste es un organismo apenas psíquico, más bien neurológico, ya que los animales salvajes suspenden su celo ante cualquier estímulo de dolor, temor o rabia.

Manifiesto desprecio por el sexo.

Es una idea muy generalizada que el sexo por placer, y no para la reproducción/generación, es algo malo, y el embarazo, además de ser una bellísima forma de cumplir la ley divina, también puede ser un justo castigo por el “comercio” sexual.

Las perversiones sexuales, el erotismo, conllevan un justo castigo, por el mal uso o abuso del sexo.

El miedo al embarazo es un freno seguro al libertinaje sexual (se sobreentiende que sólo a la mujer, para que deje de ser “libertina-libre sexualmente), no al varón, que puede seguir siéndolo porque el embarazo, a él, no le afecta.

El uso habitual de anticonceptivos y, en general, de métodos antimaltusianos busca, de momento, una esterilidad temporal, pero que puede conducir, con frecuencia, a una esterilidad definitiva (1.959) (cuando sabemos, hoy, que es al revés, los embarazos múltiples).

Y para las excitaciones sexuales prematrimoniales… “entregados a estas prácticas, a veces durante largos años, el hombre tiende a renunciar en el futuro a su papel de director del juego sexual y la mujer puede pagar con la frigidez su capacidad para la entrega y el abandono amoroso”.

Machismo sexual. El conductor, activo, y la conducida, pasiva, y que debe dejarse llevar.

Aunque, hoy, sabemos que es al revés.

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