martes, 13 de octubre de 2020

NACIONALISMOS Y PROBLEMAS GLOBALES ( 1 )

 

Respecto a la “globalización”, con una sola civilización, están surgiendo, y con auge, los aislamientos nacionalistas, engreídos y excluyentes.

 

Es verdad que los humanos somos seres sociales, con lealtad al grupo impresa en nuestros genes pero durante millones de años los hombres vivieron en pequeñas comunidades íntimas y no en grandes naciones-estados.

 

Ser nicaragüense, ruso, turco o marroquí u otros tantos estados por el estilo, no existían, como tales, hace 5.000 años.

 

Si la especie humana tuvo éxito fue, no por su biología, sino por el uso de su cultura como base para la cooperación a mayor escala y así como los genes son inmutables, las culturas son flexibles.

 

A diferencia de los chimpancés, no muy alejados de nosotros, el homo sapiens pudo organizarse (y fue organizándose) de muchas maneras diferentes adaptadas a las cambiantes circunstancias.

 

Las naciones-estados son sólo una de las opciones pero existen otras, como las tribus, los imperios, las iglesias.

 

Y cuanto más se desarrolle la cultura más cerca estaremos de organizaciones más amplias.

 

Si se superó la organización tribal fue porque se enfrentaba a retos y a oportunidades que una tribu pequeña no podía abordar.

 

Imaginarse, en la antigüedad, el río Nilo y la cantidad de tribus o clanes a lo largo del mismo, pero que sólo dominaba cada una una parte del río, pero cuando el  caudal crecía demasiado o casi se secaba, el río no sabía nada de tribus, lo inundaba todo con sus crecidas letales o se medio-secaba sembrando muerte.

 

La única manera de dominar el río, tanto crecido como medio seco, era construir presas y canales, algo que entre varias tribus o clanes sí podía llevarse a cabo pero no cada una por su cuenta.

 

Las tribus se fusionaron creando, poco a poco, una gran nación que, ya sí, podía prepararse para los años de vacas flacas o los años de vacas flojas, así como las vías de comunicación a lo largo del río.

 

El “nacionalismo” tiene dos partes: la fácil es preferir a gente como nosotros antes que a los extraños, que es lo que se hecho durante millones de años, la “xenofobia”, inscrita  en el ADN, y la parte difícil, que es preferir, a veces, a extraños antes que a amigos y familiares.

 

Por ejemplo, el “buen patriota” paga sus impuestos honestamente sabiendo que unos niños muy alejados de él van a beneficiarse mientras sus hijos van a disfrutar de menos oportunidades (una institución hospitalaria o educativa privada).

 

Y esta forma de actuar va contra millones de años de evolución (yo-mi-me-conmigo-para mi-para los míos-nosotros,…)

 

La evasión de impuestos (para pagar menos) y el nepotismo (para los míos) es algo natural y sólo la cultura, en vistas de un bien superior que repercuta en los extraños o alejados, puede conseguirlo (se denomina educación ética y social).

 

“Nacionalismo” – “nación” – “nacer” – “nacimiento”…Todos hemos “nacido” en una “nación”, a la que luego odiarás o amarás. Si la amas y estás orgulloso de ella la conviertes en “patria” que no sólo es la “nación en la que nacieron y/o murieron nuestros padres” sino que también, eso mismo, lo queremos para nosotros.

 

Es un error peligroso imaginar que sin nacionalismos viviríamos en un paraíso liberal, es más probable que viviéramos en un caos tribal.

 

Suecia, Alemania, Suiza,…poseen un marcado sentido de nacionalismo y ya sabemos cómo se comportan.

 

Es verdad que cada uno tiene una nación, pero creer que ella es, no sólo única, sino la mejor, la suprema y que sólo tengo obligaciones para con ella y no con los demás hombres y con las demás naciones, es otro grave error y terreno abonado para conflictos violentos.

 

Tras el 1.945 las cosas cambiaron sobre todo por la invención de armas nucleares ya que un nacionalismo exacerbado podía llevar a una guerra nuclear y para contener este posible demonio nuclear hubo que crearse una comunidad global por encima de las diversas naciones.

 

La guerra fría entre los dos bloques, con miedo mutuo, consiguió que el nacionalismo fuera algo secundario, casi convertido en una reliquia, sin embargo, pasado un tiempo, los nacionalismos tienen un profundo arraigo en casi todas las naciones.

 

¿Son viables las naciones como “países amurallados”, preocupadas cada una con sus ciudadanos y, a la vez, con comercio entre ellas?

 

¿Pueden ser viables esas “naciones amuralladas” sin norma alguna común a todas ellas?

 

Ninguna economía moderna puede sobrevivir sin una red comercial global.

 

Las fronteras nacionales, hoy día, quedan ridículas y son tres los retos que tenemos por delante que sólo pueden resolverse mediante la cooperación global.

 

1.- EL RETO NUCLEAR, 2.- EL RETO ECOLÓGICO Y 3.- EL RETO TECNOLÓGICO.

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