Así se afirmaba que era la mente del niño, de ahí la importancia de lo
que se escribía.
El niño no sabe nada y todo lo que aprende es lo que se le enseña (los
padres, la sociedad, los medios de comunicación, los amigos,…) y dichos
conocimientos que se le van grabando van conformando su personalidad.
Los antiguos utilizaban
para escribir una tablilla recubierta de cera en la que hacían incisiones con
un punzón. Cuando se habían equivocado o ya no interesaba lo que estaba
escrito, con la parte de atrás del punzón rasaban la tablilla, de tal
forma que no se notase lo que estaba escrito antes y se pudiera escribir de
nuevo. Hacer tabula rasa de algo es volver a hacer que esté en
su primitivo estado, sin tener en cuenta lo que ha pasado antes, ya que se ha
borrado. La frase completa es tamquam tabula rasa in qua nihil est
scriptum: como en una tablilla rasa, en la que no hay nada escrito.
En las primeras etapas
evolutivas de la humanidad la capacidad lingüística evolucionó bajo la acción
de la selección natural como un instrumento que incrementó la eficacia del
sistema de transmisión cultural que poseían los primeros homínidos además de
valorar positiva o negativamente la conducta y fue esta capacidad la que
permitió aprobar o desaprobar las conductas que enseñarán y aprenderán sus
hijos.
Los homínidos, con esta
capacidad fueron favorecidos porque podían transmitir a su prole toda su
experiencia conductual propia sobre lo que se puede/se debe hacer y lo que no
se debe hacer.
La ventaja adaptativa que
supuso la transmisión de información sobre el valor de la conducta generó una
presión de selección a favor del desarrollo de un sistema de comunicación más
eficaz: el lenguaje.
El origen y la evolución del
lenguaje es un tema controvertido dentro de la biología evolutiva.
Dejando a un lado lo del
“paraíso terrenal y Dios paseando con Adán “poniéndole nombre a las cosas”
(teoría del origen religioso-divino del lenguaje, han sido varias las teorías
sobre el origen.
(El que esto escribe, en este
mismo blog, tiene colgado un spot sobre las distintas teorías que se han dado
al origen del lenguaje (pero que, dado mi caos organizativo, sé que está ahí,
pero no sé dónde ni cuándo).
Para Darwin la capacidad
lingüística experimentó un proceso de evolución por selección natural que
condujo desde los primates capaces de emitir gritos inarticulados hasta los
seres humanos provistos de lenguajes articulados y con un buen número de reglas
sintácticas.
Aunque otros (Max Miller,
destacado lingüista de su época) defendió una posición contraria, inspirada en
la tradición cartesiana, según la cual el lenguaje carece de cualquier
antecedente animal y constituye el auténtico Rubicón que separa nuestra especie
de las demás.
Esta nítida separación entre
animales y humanos que propugnaba Miller era, sin duda, mayoritaria entre los
lingüistas, hasta el punto que
El desarrollo de
Así, el conductismo,
paradigma dominante durante gran parte del siglo pasado aproximó
Desde esta perspectiva el lenguaje
se consideró un carácter aprendido más y su evolución como tal no fue objeto de
estudio
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