Lo opuesto a IGUAL es DESIGUAL, y lo opuesto a “IDÉNTICO” es lo “distinto”, lo “diverso”.
IGUALES, como personas, y
DISTINTOS en cuanto tales personas (no creo que sea difícil de entender)
No hablamos, pues, de
Igualdad Económica o Política, sino de Igualdad como personas, por lo que nos
oponemos a toda jerarquía “en cuanto personas”, nadie es más persona que nadie.
Ni el barrendero es menos persona
que el profesor, ni el político es más persona que el panadero, ni el Director
del Banco más que un agricultor.
El laico niega toda jerarquía
a priori como “personas”.
El Sufrimiento es el
sufrimiento, da igual quien lo padezca, y el Saber es el saber, con
independencia de quien lo descubra.
Si “cada uno es único” nadie
es “superior” a otro, como persona, todos IGUALES,
Y ya con los valores de
VERDAD, de IGUALDAD y del SUFRIMIENTO ¿qué decir deL valor de
¿Cómo se puede buscar
Libertad de pensar y, sobre
todo, libertad de dudar, de volver a comprobar, de escuchar otra opinión, de optar
por otro camino distinto para reafirmarse o para cambiar.
Un hombre se atrevió a
oponerse a todos, incluso a la autoridad eclesiástica, la considerada como verdadera
la posición central de la tierra en el sistema solar, buscando
Galileo defendía
Y todos consiguieron su
propósito, no sin reclusión obligada en su casa, no sin pagar con sus vidas el
asalto a
Se requiere mucha VALENTÍA
(otro valor defendido por los laicos) para luchar contra los prejuicios o
contra la opresión, política o social (la discriminación).
La educación laica enseña a
no enquistarse en una considerada verdad y ponerla en duda, y contrastarla una
y mil veces, y exponerla a los ataques de los otros para comprobar si resiste
las acometidas o no, para seguir en el burro o para bajarse de él, sin
considerarlo un desdoro.
No debemos tener miedo a lo
desconocido e intentar conocerlo.
Se creía que si no teníamos
verdades absolutas la sociedad humana se desmoronaría y hemos aprendido a que
la verdad siempre está expuesta a ser superada, que es temporal, histórica,…y
nuestros nietos o bisnietos comprobarán cómo las verdades de sus abuelos han
dejado de ser verdades, al haber sido superadas.
Cada vez que leo, veo u oigo
lo de “La verdad está en
Admitir la ignorancia es el
primer paso de la inteligencia para ponerse en movimiento en busca de
respuestas que calmen el ansia de verdad.
Las personas que temen perder
“su” verdad tienden a ser más violentas que las que están acostumbradas a
considerar el mundo como un libro abierto y nunca totalmente leído.
Las cuestiones a las que
todavía no podemos responder son mucho mejores para nosotros que las respuestas
que no podemos ni nos atrevemos a cuestionar.
Y otro valor muy estimado por
los laicos es
Con este Corona-Virus
acabaremos los que visten batas blancas y trabajan en laboratorios y no con los
que se visten con sotanas y rezan en las iglesias.
¿Por qué no dejamos tranquilo
a Dios y nos responsabilizamos cada uno de nosotros en la búsqueda de
soluciones a los problemas humanos que nos atenazan y nos matan?
Las sequías, las
inundaciones, las enfermedades,… ¿por qué, de manera infantil, metemos a Dios
en todos estos líos?
En lugar de rezar para que
ocurran milagros, pongámonos manos a la obra desde el lugar en que estamos y en
la parte que nos toca.
VERDAD, COMPASIÓN, IGUALDAD,
LIBERTAD, RESPONSABILIDAD son 5 valores laicos, pero no exclusivos de los
laicos.
Los judíos también valoran
Nunca un laico despreciará a
un religioso, sólo le pide que si su Código religioso entra en conflicto o
confrontación con el Código laico ceda el paso a éste porque antes que
religiosos somos personas.
El laico pedirá al judío
ortodoxo que trate a los no judíos como IGUALES, y al cristiano que no queme en
la hoguera a los herejes, evitando el sufrimiento, y al musulmán que considere
a la mujer con la misma dignidad que tiene el varón y respete
Lo que nunca hará un laico es
exigirle a un religioso que abandone a su dios, que renuncie a sus ritos, que
se olvide sus oraciones,…
El laico juzga a la gente
según su comportamiento, no juzga sus creencias, ni su forma de vestir, ni sus
rituales, sino por su compromiso con los valores laicos fundamentales.
Sea de la religión que sea,
si se es leal a
Igualmente, la educación
laica no enseña a los niños a no creer en Dios ni a que no participen en
ceremonias religiosas.
Lo que sí enseña a los niños
la educación laica es a distinguir la verdad de las creencias, a desarrollas
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