¿Cuál puede ser la respuesta
nacionalista?
Respuesta: Ninguna.
Si un gran país, EE.UU. por
ejemplo, prohíbe manipular genéticamente embriones humanos, otros grandes
países, como Rusia y China podrían hacerlo.
Y si las ventajas, económica
o militar, de los países que lo han puesto en práctica, ningún país se quedará
con los brazos cruzados quedándose rezagado (EE.UU. se vería obligado a hacerlo
desdiciéndose de lo previamente dicho, convirtiendo lo prohibido en
obligatorio).
Y mientras la guerra nuclear
y el cambio climático amenazan sólo la supervivencia física de la humanidad
este nuevo reto tecnológico podría cambiar la naturaleza misma del género
humano por lo que está mezclado con las creencias éticas y religiosas más
profundas de las personas.
La gente tiene opiniones muy
diferentes respecto a la bioingeniería y a
Si no existen reglas éticas
generales, que obliguen a todas las naciones, se abre la veda de los Frankenstein.
Los nacionalismo son cortos
de vista, exclusivistas y ombligófilos
(ya sé que no existe esta palabra, pero entiendes bien lo que quiero expresar)
En este proceso tecnológico
es probable que el propio Homo Sapiens desaparezca.
Seguimos, todavía siendo
simios de la familia de los homínidos y compartimos con neandertales y
chimpancés la mayoría de nuestras estructuras corporales, capacidades físicas y
facultades mentales.
No sólo nuestras manos,
nuestros ojos, nuestro cerebro son, claramente, homínidos, también nuestro
deseo sexual, nuestro amor, nuestra ira y nuestros vínculos sociales.
Dentro de un siglo o dos la
combinación de la biotecnología y
Los nacionalismos no piensan
a este nivel, sus fronteras y sus años son sus límites.
Así que pensar en entidades
superinteligentes, en conciencia separada de cualquier estructura orgánica y
surfear por el ciberespacio, sin limitación biológica ni física, con cyborgs
gobernando,…rompe cualquier esquema nacionalista.
Los tres retos anteriormente
expuestos difícilmente podrán ser resueltos mientras el mundo siga dividido en
naciones, unas rezagadas y otras avanzadas, mirándose mal, unas queriendo
acelerar y otras queriendo frenar.
Si ante estas amenazas no hay
unanimidad de todas las naciones y cada una decide anteponer sus lealtades
nacionales particulares a lo demás, las consecuencias pueden ser mucho peores
que las de las dos guerras mundiales del 14 y del 39.
Si las superpotencias han
evitados este tipo de conflictos es debido a que sabían que tal tipo de guerra
significaba una destrucción mutua asegurada.
Pero ¿y si alguna nación,
ideologizada y fanática, religiosa o laica, cree que puede destruir impunemente
a sus enemigos y se lanza a…?
Mientras el mundo siga
dividido en naciones rivales será muy difícil superar a la vez los tres retos y
el fracaso en un solo frente podría resultar catastrófico.
La tecnología lo ha cambiado
todo al crear un conjunto de amenazas existenciales globales que ninguna
nación, por sí sola, puede resolver.
Un camino mejor es el que se
esboza en
Esto no significa abolir las
identidades nacionales, abandonas cada una de las tradiciones locales y
transformar a la humanidad en algo gris homogéneo.
Al proporcionar una cubierta
protectora continental, militar y económica, puede decirse que
Cualquier persona puede, y
debe, ser leal, simultáneamente, a su familia, a sus vecinos, a su profesión y
a su nación ¿y no a toda la humanidad, al planeta?
Hoy día, las instituciones
nacionales son incapaces de gestionar un conjunto de dilemas globales sin
precedentes, porque tenemos una ecología global, una economía global y una
ciencia global y ningún nacionalismo debe enfrentarse a los problemas
principales.
Debe, pues, globalizarse la
política y no desglobalizar la economía, la ecología y la ciencia.
Los buenos nacionalistas
tienen que cooperar con los extranjeros al tiempo que cuidar bien de sus
compatriotas.
A los candidatos a ser
parlamentarios habría que preguntarles, previamente, por cómo piensa trabajar
para superar/resolver cada uno de estos tres retos, estos tres problemas,
mirando al futuro, no al pasado.
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