La “nación” es el lugar o el
país en que se ha nacido.
Todos los vivientes, quieran
o no quieran, tienen una nación, porque todos tienen que haber nacido en algún
lugar.
Otra cosa es que te sientas
ligado a esa “nación” por vínculos fundamentalmente afectivos.
En la “nación” se nace, a la “patria” se la ama.
En la “nación” se nace, a la “patria” se la ama.
No tienen por qué coincidir
necesariamente.
A uno lo pueden haber nacido
en el lugar no deseado (un viaje al extranjero y la parturienta se pone de
parto, pare y el niño “nace”).
Nadie puede renunciar a su nación, a su nacimiento, pero sí puede uno imaginarse a alguien que no ame ese lugar, o que no sienta afecto por ninguno (por ejemplo, el apátrida).
Nadie puede renunciar a su nación, a su nacimiento, pero sí puede uno imaginarse a alguien que no ame ese lugar, o que no sienta afecto por ninguno (por ejemplo, el apátrida).
La patria también puede ser
de adopción.
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