¡Hay que ver la cantidad de
tonterías que uno lee, a diario, en la prensa¡
Algunos proponen que para
evitar las violaciones a mujeres, varones o niños lo mejor es aplicarle a los
violadores, reincidentes, la castración química.
Pero, en verdad, “castración
química” no tiene significado a no ser que con productos químicos se le mutile
al varón sus genitales.
Castrar es amputar.
De pequeño asistía a la
castración de los novillos, por el veterinario, cortándole los conductos seminales,
rompiendo la comunicación entre testículos y verga.
Mi padre castraba (capaba)
todos los años a los cerdos machos (las hembras eran más complicadas de
castrar) sacándoles los testículos que, posteriormente, mi madre cocinaba (como
si fueran riñones al jerez).
Como en casa siempre había
gallinas, picoteando mierda por los corrales, raro era el año que no salían
cluecas tres o cuatro gallinas. Se dejaban crecer a los pollitos (no se les
sexaba) y cuando ya era manifiesto su sexo, macho o hembra, gallo o gallina, a
éstas se las dejaba crecer para tener, siempre, huevos disponibles para la
comida. Pero a los gallos los castraba (capaba) mi madre.
Una vez castrados, crecían y
engordaban y se ponían como los pavos.
Raro era el domingo o día
festivo que no comíamos conejo o gallo.
Eso sí, los gallos castrados
se volvían sumamente agresivos. Teníamos un palo junto a la puerta, en el
corral, para defendernos. En cuanto veían a una persona iban hacia ella y se le
tiraban a las piernas clavándoles los espolones.
Se decía que su agresividad
era la respuesta del gallo por haberlo dejado “maricón”.
(Tras el recuerdo de esta
vivencia infantil, continúo con la castración química, propuesta).
He dicho anteriormente que
castrar es cortar, amputar, separar.
Ésta castración química
propuesta consistiría en la administración de fármacos inhibidores.
Pero ¿inhibidores de qué?
Sólo inhiben la estimulación
genital (en palabras llanas: que al varón ya no se le empina, que no se le pone
tiesa, que no se empalma (!perdón por lo barriobajero¡).
Pero ¿se le inhibe el deseo sexual?
NO, éste no desaparece.
Por lo tanto, si hay deseo o
mucho deseo sexual y el cuerpo (fisiología) no responde, estimulándose, en la
erección, puede haber/habrá una sobredosis de crueldad, por la frustración.
Violación y violencia.
La violencia no incluye la
violación, pero tampoco la excluye, aunque una violación, siempre, sea
violenta.
El castrado químico,
frustrado en su respuesta genital, usará instrumentos rígidos (palos,…) y los
introducirá en…
¿Qué se conseguiría con la
“castración química” si no queda inhibido el deseo sexual?
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