La princesa del
cuento es una mujer de piel blanca y cabellos claros, rasgos suaves,
voz delicada, que se siente feliz en un ámbito doméstico (generalmente un
lujoso palacio, al cuidado de sus padres) y cuyas aspiraciones son muy simples:
están siempre orientadas hacia el varón ideal de sus sueños.
La princesa es leal a su
amado, lo espera, se guarda para él, como hiciera Penélope durante más de
veinte años esperando a Ulises.
La princesa encontrará su
autorrealización en el gran día de su vida: el día de la boda con el
príncipe esperado y amado.
La princesa es una mujer
discreta, sencilla, llena de amor y felicidad que quiere colmar de cuidados y
cariño a su esposo y que, además, le dará hijos de cuya paternidad no podrá
dudar, podrá estar seguro.
La princesa es una mujer
buena frente a las mujeres malas, aquellas representadas como personas
malvadas, egoístas, manipuladoras, caprichosas, insaciables, débiles y
charlatanas.
Las mujeres
malas disfrutan pasionalmente del sexo, pero a pesar de que atraen a los hombres
por su vivacidad y sus encantos, no ofrecen seguridad al macho, que casi nunca
las eligen para ser princesas ni les piden matrimonio.
Son tan atractivas como
peligrosas, por eso evitan enamorarse de ellas, como fue el caso de Ulises
con Circe.
El príncipe azul es otro mito que opera en el imaginario femenino porque se nos ofrece siempre como figura salvadora, del mismo modo que Jesucristo o Mahoma salvaron ala
Humanidad de sus pecados.
El príncipe azul es otro mito que opera en el imaginario femenino porque se nos ofrece siempre como figura salvadora, del mismo modo que Jesucristo o Mahoma salvaron a
Nótese que Eva es la mujer
mala por cuya curiosidad y desobediencia los seres humanos fuimos condenados al
dolor y la muerte.
Sólo un Hombre como Jesús
podía venir a salvarnos; pero ni con su muerte logró que su Padre nos
perdonase.
Jesús es un hombre bueno
y valiente que cree en las causas justas y no le importa sacrificarse por
ellas.
Del mismo modo, el príncipe
azul es un héroe porque pone la misión (matar al dragón, encontrar el tesoro,
derrotar a las hordas malvadas, devolver el poder a algún rey, etc.) por
delante de su propia vida.
El príncipe azul es un hombre
activo, saltarín, espadachín, gran atleta, buen jugador, gran estratega, noble
de corazón.
Es joven, travieso, algo
ingenuo; a las mujeres les derrite este modelo porque es un ser valiente y
bueno que necesita campo para correr y que pese a su gallardía, es tierno y
dulce en la intimidad.
El príncipe se convierte en
Hombre en todos los relatos, porque la aventura que vive es su rito de paso de
la juventud a la adultez, dado que tiene que superarse a sí mismo para poder
lograr su triunfo (el amor de la princesa rosa).
Así podrá protegerla,
enseñarla, amarla para siempre, serle fiel y hacerle muchos hijos.
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