jueves, 13 de diciembre de 2018

FANÁTICOS SIN FRONTERAS (1)



Quien sabe algo del Corán y de la religión islámica sabe que, contra la inflación de imágenes de Cristos, Santos y Vírgenes que pueblan nuestras iglesias, rotondas y altares callejeros, el Islam, en alguna de sus ramas, prohíbe la representación de imágenes del Profeta por lo que las mezquitas estarán llenas de adornos pero no de imágenes.

Y todos recordamos (yo ya lo he expuesto en otros lugares) las consecuencias de las caricaturas de Mahoma en un periódico danés, que no es que fuera una imagen sino una caricatura de Mahoma, barbudo (no sabemos si lo era en realidad) con un turbante en el cabeza y con una bomba escondida en él.
Al momento saltaron los líderes musulmanes en Dinamarca con protestas y amenazas, pero el gobierno danés antepuso la libertad de expresión de los caricaturistas.
Se sumaron a la protesta líderes musulmanes de otras partes del mundo, pero no fueron escuchadas por el gobierno danés.
Incluso hubo una campaña de boicot a los productos daneses en los países islámicos, con quema de banderas danesas, destrucción de embajadas, numerosos disturbios, incluso muertos.
Las autoridades danesas y de la Unión Europea pidieron excusas y…

(El semanario sería inmediatamente cerrado y su director, despedido)

 ¡VIVA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN¡

Así se las gastan ciertas ramas de algunas religiones y así se consiguen éxitos.

Posteriormente sería en Francia, con Charlie Hebdo.

La intolerancia frente a la permisividad.
Y yo no sé por qué una blasfemia, de cualquier religión, si va acompañada de buen gusto y arte, tiene que levantar tanto revuelo.

Dijo Jesús a sus discípulos: “dejad que los niños se acerquen a mí” (y la coletilla del chistoso: “porque detrás de los niños vendrán las madres y podremos bailar, cantar,..…con ellas”

¿A algún católico le ha molestado esta gracieta picaresca, lúdica y sin mala intención?

Aunque las caricaturas de Mahoma fuesen de la extrema derecha, como algunos afirman ¿es que no le ampara a la extrema derecha (como si fuera la extrema izquierda) la libertad de expresión?

¿Fueron unos insultos irreverentes y agresivos para que hasta nuestro Presidente Zapatero los criticara?

Hasta teólogos, cardenales y rabinos salieron en defensa de los piadosos y feroces “ofendidos” musulmanes (no sé si como envidia de no tener entre su feligresía tales valientes).

(Todos sabemos que en tiempos de la Santa Inquisición una blasfemia podía acabar con el blasfemo en la hoguera.

Pero eran otros tiempos y, desde entonces, ha llovido mucho.
Hoy no cabe en cabeza alguna tal delirio.

Generalmente las Iglesias, cuando ya no pueden inspirar miedo, suelen pedir respeto.

Yo leí los Versos Satánicos en cuanto salió editado y al autor Salman Ruhsdie se le condena a muerte (fatwa) allá donde esté, por Jomeini, y todavía algunos justificaban la fatwa como respuesta a su arrogancia irresponsable.

Yo leí el libro y jamás pensé que fuera merecedor de la condena a muerte del autor.

Soy de la opinión de que a todas las religiones les falta el sentido del humor y se sienten agraviadas por un chiste o por una caricatura.

¿Y si la caricatura del barbudo Mahoma, con el turbante y la bomba escondida, fuera interpretada como una sátira contra los que, en su nombre, utilizan bárbaramente su doctrina para cometer y justificar atentados de inspiración política?

No sería una crítica contra Mahoma sino contra los asesinos islámicos que cometen los atentados.

P.D.

(Ayer mismo, en Estrasburgo, al grito de “Alá es grande” otro nuevo atentado en un puesto de figuritas para el Portal de Belén, con muertos y muchos heridos incluidos.
No sé por qué Alá no se manifiesta y le ordena a éste y a otros descerebrados que la vida de cualquier persona es algo sagrado)

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