Pues también son muchos,
intelectualmente bien amueblados, los que creen en “la vida perdurable” tras el
intermedio de la muerte, porque “vita mutatur, non tollitur”, y en todo lo
demás de ese circo (¡perdón! si a alguien le molesta) sobrenatural, ni falsable
ni verificable, sólo creído o no creído, pero (repito) creerlo no es prueba de
su existencia.
En 1.996 (finales del siglo
XX y tras tantos y tan espectaculares avances científicos y tecnológicos),
según la encuesta realizada entre los científicos, el 40% de ellos respondieron
ser creyentes, el 45 % ateos y un 15% de agnósticos (los equivalentes a “no
saben-no contestan”
Ahora mismo, en el mapa
terráqueo, está en auge un radicalismo religioso, con terrorismo incluido y
discriminación femenina, sexual,…
¿Cuántos países, todavía, no
admiten el matrimonio homosexual, la igualdad entre varones y mujeres, una
escuela laica, las críticas a sus dioses respectivos, a sus iglesias, incluso a
sus líderes?
¿Cómo puede atacarse/ser
atacado el “sentimiento religioso” cuando hasta se cree en “el espagueti
volador” (la religión pastafari o “pastafarismo”)?
Y sigo preguntándome cómo
puede creerse en lo invisible, lo improbable, incluso en lo “imposible”
¿Cómo puede ser posible que
una “virgen” (que no ha conocido varón, que no ha ni siquiera copulado (por no
escribir “foll…”), se quede embarazada y sea “madre” y nada menos que del “hijo
de Dios”.
“Virgen”, “madre” y “Dios”.
Parece que los dioses están ganando,
están vengándose de los hombres y al mismo ritmo que los echamos por la puerta
se nos cuelaN por las ventanas (no hay más que ver la cantidad de sectas
religiosas, tan variopintas que aparecen constantemente).
Las tres religiones del
Libro, las monoteístas, han sido agresivas hasta límites insospechados.
Lees el Antiguo Testamento y
el dios Yahvé, con su pueblo elegido, lleva a cabo tantas matanzas y tan
brutales (varones, mujeres, niños)…
Y si pasamos al Cristianismo
y las “guerras de religión” y su Iglesia con la Santa Inquisición , el Índice de
libros prohibidos, los autos de fe, las hogueras,..
Y si llegamos al Islamismo,
actualmente, con su yihad, su Estado islámico, sus teocracias,…
Hoy, la “postmodernidad” está
en pleno auge y consiste en afirmar que la verdad se ha hecho relativa, ha
perdido su fuerza decisoria y absoluta, porque la verdad depende de la
interpretación o la tradición cultural a partir de la cual se juzgan los
acontecimientos, lo antes llamado “realidad”.
Y si “cada uno cree lo que
crea” ¿cómo puede ello ser verificado o falsado?
¿Pero acaso puede ser igual
“creer” en los electrones, que sólo pueden detectarse sus efectos, pero no
ellos en sí, o “creer” en la Teoría Cuántica
que “creer” en María, “virgen y madre de Dios”?, porque pertenecen a registros
distintos en el campo de la fe, y exigen apoyos diferentes para sustentarse,
unos tomados del campo de la experiencia y del análisis racional y los otros de
las emociones o querencias sentimentales.
Yo (lo reconozco) soy/estoy
anticuado.
Para mí la verdad sigue
siendo la “adaequiatio intellectus et rei”, la adecuación de lo que percibimos
y concebimos con lo que existe independientemente de nosotros, lo que está
vinculado con la supervivencia propia y la de la propia especie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario