Pero cuando hablamos de
“democracia” mucha gente lo toma como si hablásemos, por ejemplo, de una silla,
como un objeto terminado, completo, que puede ser vendido, comprado,
transportado…
Y nada más ajeno a la
realidad.
La democracia es un producto
humano en construcción, siempre en proceso, nunca terminado, nunca completo,
nunca perfecto.
La democracia nunca está dada
ya.
La democracia siempre es
“manifiestamente mejorable”.
Por eso, cuando chirría
alguno de sus mecanismos, hay personas, notables, que quieren cambiar de
máquina.
Como si una pieza defectuosa
invalidase la maquinaria total.
Y esa pieza defectuosa puede
llamarse “justicia”, “ley D`Hondt ”, “corrupción”, “enseñanza”, “economía
sumergida”, “fraude”…..
Hay quien estaría dispuesto a
tirar la palangana porque el agua no esté totalmente transparente aunque el
niño vaya dentro.
P.D.
Los más viejos del lugar
recordarán a un cantante español, catalán, José Guardiola, que en un diálogo
con su hija, pequeñita, le cantaba así:
(Pero debemos
contextualizarla, de lo contrario, la
destruiríamos. Fue escrita y cantada, en 1.962 y en aquellos tiempos….la
educación era la que era y fue la que fue (como “adorar a mamá y obedecer a papá”)
“Di papá. ¿Dónde esta el buen
dios?
dímelo, dímelo,
di papa. (bis)
Pues sí, corazón, sé donde está.
Puede estar en ti en mí,
Él está en cualquier lugar.
Pues sí, corazón, yo si lo vi.
En el monte y en el mar
y en la rosa de tu jardín.
¡Ah. sí!
Di, papá, yo podré ver a Dios?
dímelo, dímelo,
di papa. (bis)
Pues sí, corazón, sí lo verás
cuando adores a mamá
y obedezcas a papá.
dímelo, dímelo,
di papa. (bis)
Pues sí, corazón, sé donde está.
Puede estar en ti en mí,
Él está en cualquier lugar.
Pues sí, corazón, yo si lo vi.
En el monte y en el mar
y en la rosa de tu jardín.
¡Ah. sí!
Di, papá, yo podré ver a Dios?
dímelo, dímelo,
di papa. (bis)
Pues sí, corazón, sí lo verás
cuando adores a mamá
y obedezcas a papá.
Pues sí, corazón, sí lo verás
cuando aprendas a rezar
y lo llames con ansiedad.
¡Ah si!
¡Oh¡ papá, hoy por fin conocí
al buen dios que me hará tan feliz.
Es verdad, corazón, sin pensar.
Te enseñé dónde esta la verdad.
la verdad.
cuando aprendas a rezar
y lo llames con ansiedad.
¡Ah si!
¡Oh¡ papá, hoy por fin conocí
al buen dios que me hará tan feliz.
Es verdad, corazón, sin pensar.
Te enseñé dónde esta la verdad.
la verdad.
Que bueno! no recordaba la cancion, pero me la has recirdado tú. Siempre los filósofos venís con vuestras historias haciéndonos que nos miremos por dentro a ver qué encontramos. Y menos mal que tu no eres también psicólogo, lo único que nos faltaba.
ResponderEliminarComo tu recuerdas ahí, debemos tener en cuenta en qué fecha se escribió esto y qué situación se contestualizó. Ese dios existía para los que en él creían, igual que ahora, el resto tiene su idea del mismo. Acabo de ver a Angel Hernandez al ayudar a su mujer a morir. En qué dios crees tu que creerá este pobre hombre ahora mismo?
Un abrazo, Tomás
Por supuesto que NO en el Dios de la jerarquía eclesiástica. No metamos a Dios en estos líos. Amaba a su mujer, que ya casi ni humana era, sino un revoltijo de dolores sin solución y el mutuo amor entre ellos (llámalo, si quieres, "Dios") han buscado y ejecutado la mejor solución para ambos.
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