“…Ver a Europa como un árbol para llegar
mejor al tema central, el de nuestra subsistencia. Porque si tratamos de ver
cómo ha sido el árbol europeo, al menos en sus grandes momentos históricos,
podremos imaginar mejor dónde puede crecer o decaer ese árbol.
(…) Remontémonos al principio.
El árbol tiene una semilla plantada
precisamente en Creta, cuya cultura minoica es ya preeuropea. (…) De Creta se
extiende a Grecia (la filosofía y la sabiduría)…a Roma (que construye un
poderoso tronco porque incorpora a la sabiduría griega la fuerza militar y las
leyes para estructurar la vida social…el injerto de una nueva religión (que no
es la raíz de Europa sino un injerto influyente en la estructura del tronco y,
durante casi mil años, domina las características básicas del árbol…que recibe el
aporte de abonos y fertilizantes (influencias externas, otras culturas)…el
árbol adquiere una dimensión extraordinaria, su fronda se enriquece
colosalmente cuando, hacia 1.500, se agranda la esfera política y geográfica de
su influencia…el árbol experimenta una transformación profunda tanto en su mayor grandeza como en su organismo social”
“ !Qué contraste tan patético con la Europa de hoy ¡"
Europa se lanzó sobre el mundo
como si fuera suyo. Y, aunque inicialmente eso produjo beneficios al
árbol, a la larga también le perjudicó por los excesos y por privarle de muchos
de sus hombres más capaces”
Europa troceó África y se la
fueron repartiendo entre las principales naciones.
Explotaron su subsuelo (sus
minas, su petróleo), su suelo (la agricultura que la metrópolis quería y
necesitaba), sus bosques (su madera, sus frutos), sus aguas,…
Y, además, con la mano de
obra barata de los nativos.
Pusieron a Dictadores, a los
que sobornaron, y los mantuvieron en el poder (es más fácil dominar a una
persona, con autoridad, que a todo un pueblo, hambriento).
Pero llegó la descolonización
y, casi agotados los recursos, lo que allí se quedó fue el caos en todos los
sentidos, económico, político, moral y social.
El hambre y las guerras los
fuerzan a cruzar el Mediterráneo en cáscaras de nueces, con muertos y
desaparecidos, día sí y día también habiéndose convertido el “Mare nostrum” en
el “Mare mortis”, en un enorme cementerio de personas negras que no han logrado
llamar a la puerta de esta Europa olvidadiza.
Europa está sufriendo en
propias carnes lo que hace 1.500 años sufrió el Imperio Romano.
Allí los bárbaros, que
estaban en el “limes”, en la frontera, incluso realizando la labor de
guardianes, en un momento concreto los pueblos fueron empujándose unos a otros
y fueron ubicándose en distintos lugares.
Lo que, de allí salió, nada
tuvo que ver con lo que anteriormente había, el Imperio Romano.
Europa está abriendo las
fronteras a cuentagotas y está siendo invadida, por lo general de manera legal,
por pueblos muy diversos, pero sobretodo, turcos, árabes, subsaharianos e
hispano-americanos.
Y cada uno de ellos trae a
cuestas su cultura, su moral, sus costumbres, su religión, su forma de vida, su
forma de vestir y de educar, la inferioridad de la mujer y el derecho de
propiedad del varón sobre la esposa y los hijos,… y están apareciendo problemas
pues todo eso no casa con la Ética Cívica, la secularización creciente, las
libertades, la igualdad sin discriminación de ningún tipo.
Europa está dejando de ser lo
que hace no muchos años era y eso que, desde dentro, la batuta la lleva
Alemania y todos los demás países bailan al ritmo que ella quiere.
Más que Unión Europea es una
Yuxtaposición Jerarquizada de Naciones, con Alemania de vigía y por cuyas
venas, de todas ellas, sólo fluye la economía.
“Estamos hablando de
economía, idiotas”
¿CÓMO VA A SER LA
EUROPA DE LOS AÑOS 30?
Pregunta sin respuesta.
Pero estoy, ahora mismo,
viendo, oyendo y leyendo la cuestión del Brexit,
Lo dicho: LOS ESTADOS
DESUNIDOS.
Y si “de la UNIÓN viene la fuerza”…
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