miércoles, 24 de abril de 2019

LA DIOSA RAZÓN (RESUMEN) ( 1 )



                                     
Todos, siempre, inconscientemente, somos etnocentristas.

Vemos y juzgamos todo lo demás desde nosotros.

Sólo, conscientemente, podemos/debemos intentar el ejercicio de la neutralidad.

Desde nuestra cultura, desde nuestra lengua, desde nuestra religión, desde nuestra organización social, desde nuestra economía, desde nuestro sexo…. juzgamos y valoramos todo lo demás.

Como nos consideramos “centro”, entonces lo demás distará, más o menos, pero distará, de nosotros.

Por ejemplo, cometemos el “pecado” de tomar la parte por el todo.
Nos dicen “la caída del Imperio Romano”, y llegan a nuestra mente, inmediatamente, y comenzamos a hablar de la invasión de los bárbaros, de la caída de Roma, …como si el Imperio Romano de Occidente (capital Roma) fuera todo el Imperio Romano (olvidándonos que la otra mitad, el Imperio Romano de Oriente, capital Constantinopla, duraría mil años más, hasta 1.453).

Igualmente, cuando hablamos de la Edad Media parece como si un resorte saltara en nuestro interior, pusiera en funcionamiento nuestra mente e, inmediatamente, pensamos en los 1.000 años que duró la Edad Media (lo que va desde el 476 hasta el siglo XV (Descubrimiento de América, o la Imprenta, o la caída de Constantinopla).

Y nos olvidamos que hubo TRES Edades Medias, más o menos imbricadas:

1.- La Edad Media Occidental (la nuestra), con centro en Roma, con el Latín como lengua, con una filosofía cristiana  que va desde Platón y el Neoplatonismo, pasando por las escuelas éticas hasta el racionalismo moderado de Stº Tomás de Aquino y la aparición del aristotelismo, todo, eso sí pasado por el tamiz del cristianismo. Con el feudalismo, con las “dos espadas”, con las Cruzadas para reconquistar los santos lugares, con la Inquisición….

2.- Seguía el Imperio Romano de Oriente, con centro en Constantinopla (la “otra Roma”), mucho más pujante que la primera Roma, con el griego como lengua, con la religión ortodoxa, con sus emperadores bizantinos, con su filosofía aristotélica, con sus patriarcas, con sus ritos….

3.- La Edad media árabe (o musulmana) con sus centros en Bagdad y Córdoba, con el idioma árabe, con la religión de Mahoma y su Corán, con la filosofía aristotélica asumida y puesta al servicio de la religión y con toda la ciencia alejandrina a sus espaldas.

Pero es que, además, seguía la cultura judía, como casi siempre “por libre”.

De tal manera que en La Edad Media nos encontramos con TRES Aristóteles:

1.- El Aristóteles cristiano o cristianizado, representado por Stª Tomás y todo el tomismo, sistema (filosófico, ético, teológico, epistemológico, político…) resultado de toda la religión cristiana más todo lo aprovechable y que no desentonara, que encajara, de la doctrina aristotélica (descartando, por supuesto todo lo que chocara expresamente con la Biblia o “palabra de Dios”) y que, aunque modernizado, el tomismo sigue siendo el pensamiento oficial de la Iglesia Católica.

2.- El Aristóteles judío, representado por ese gran cordobés, Maimónides, y que va a utilizar la filosofía aristotélica en todo lo aprovechable para entender mejor la religión judía y su Torá y que va a influir sobre Stº Tomás de Aquino.

3.- El Aristóteles musulmán. El sin par y nunca suficientemente valorado cordobés Averroes usará el aristotelismo más que nadie para ponerlo al servicio de Alá.

Stº Tomás conocerá a Aristóteles, precisamente a través de Averroes, en un primer momento.

No hay comparación entre la pujanza musulmana y bizantina y la romana cristiana.

Pero el etnocentrismo, del que hablábamos más arriba, hace que tomemos la parte por el todo.

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