También en el Nuevo
Testamento hay profetas, como Simeón, que al presentársele al niños Jesús
profetiza…. Igualmente Juan el Bautista, como a Jesús de Nazaret, y otros,
incluso alguna profetisa (igual que en el Antiguo Testamento)
Libros proféticos fueron el
Apocalipsis (con el fin del mundo) como lo fueron los libros de Jeremías y de
Ezequiel.
La creencia en que la muerte
era no el final sino el comienzo de otra vida posterior ya estaba vigente en el
Neolítico.
(En algún lugar he escrito
sobre cómo el soñar con los muertos pero que, durante el sueño, parecen estar
vivos es por lo que se cree en otra dimensión posterior en la que…).
Lo que ya creía en la cultura
griega (Sócrates, Platón,..)
Las tres estancias del más
allá, (del mundo de las sombras) para los griegos eran Los Campos Elíseos (para
los héroes y los juzgados como dignos de estar allí, los Bienaventurados, la de
las almas de los justos, lugar de la eterna primavera, donde se encontraban
siempre jóvenes y con una existencia semejante a la de los dioses inmortales),
el Tártaro (para los grandes pecadores) y el Erebo, donde iban tras haber sido
juzgados por Minos, Radamanto (hijos de Zeus y Europa) y Eaco (hijo de Zeus y
Egina)
Jesús nada dice sobre la vida
de ultratumba.
Sólo posteriormente la Iglesia propondrá El
Cielo, El Infierno y El Purgatorio.
¿Pero y los muertos antes de
la llegada de Jesús? En la
Morada de los Justos, en el Seno de Abrahán (un lugar temporal, donde las almas son
guardadas en espera de la resurrección y el juicio final).
Cuenta el Génesis que cuando
Noé, después de haber abandonado el arca hubo construido un altar y hubo
ofrecido a Dios unos holocaustos, al aspirar Yahvé el olor (la manía de un Dios
que goza, que disfruta, del olor a carne asada o quemada y que para darle
gracias siempre ofrecían sus creyentes sacrificios de corderos, toros,…) dijo
en su corazón (o sea, pensó, pensamiento íntimo, no expreso): “no volveré ya
más a maldecir la tierra por causa del hombre, pues las inclinaciones del
corazón del hombre son malas desde su juventud”
(Este texto debió ser por
inspiración, al ser un pensamiento íntimo de Dios).
“Noé, agricultor, comenzó a
plantar una viña. Bebió vino, se embriagó, se desnudó en medio de su tienda.
Cam, padre de Canán, vio la desnudez de su padre y salió fuera a anunciárselo a
los otros dos hermanos. Entonces Sem y Jafet tomaron un manto y echándoselo los
dos a su espalda caminaros hacia atrás y cubrieron la desnudez de su padre;
como sus rostros estaban vueltos hacia atrás no vieron la desnudez de su padre.
Cuando despertó Noé de su embriaguez y supo lo que había hecho su hijo menor
dijo: “Maldito Canán, sea siervo de los siervos de sus hermanos”
Esta desnudez de Noé no es la
desnudez de Adán y Eva tras comer la dichosa manzana y cuando se le abrieron
los ojos, no es el cuerpo desnudo sino la desnudez del órgano sexual.
“Descubrir la desnudez de una
persona” no es contemplar su cuerpo desnudo, sino tener comercio carnal con esa
persona, ya en sentido heterosexual, ya homosexual.
Y como en el Arca sólo
estaban 7 personas: los tres hijos, sus tres mujeres y Noé…¿con quién tendría
comercio sexual, heterosexual, con sus nueras u homosexual con Cam?
Porque ver un cuerpo desnudo
no era, de por sí, un pecado ya que se lavaban o se bañaban en riachuelos,
ríos, estanques o en público.
El vestido, entonces, no era
ropa hasta los pies, sino una especie de taparrabos y poco más, de manera que
al subir una escalera, o un árbol, o escalar una colina, en esos movimientos
dejaba a la vista el órgano sexual, lo que era visto por los hebreos como algo
normal.
“Y no subirás por gradas a mi
altar para que sobre él no se descubra tu desnudez” – le dice Dios a Moisés.
Pero para Aarón (sacerdote)
Dios le dice a Moisés cómo debe ir vestido: con un pectoral, un manto, una
túnica a cuadros, una tiara y un cinturón”
Después, también le dice a
Moisés que para Aarón y sus hijos, sacerdotes, les haga “unos calzones de lino,
para cubrir la desnudez de la carne; que lleguen desde la cintura hasta los
muslos, y que deben llevarlos puestos cuando entren en la Tienda de la Reunión o al acercarse al
Altar para oficiar en el Santuario, para que no incurran en falta y mueran. Es
éste un precepto perpetuo para él y para su descendencia después de él”
Examinar, pues, un cuerpo
desnudo, masculino o femenino, no era en absoluto pecado, a no ser que, en el
fondo de este examen anidara un deseo sexual hacia el cuerpo examinado.
Además del Antiguo Testamento
los judíos tenían el Talmud (o Estudio), que es un complemento al Antiguo
Testamento, una adaptación de la ley de Moisés a unos tiempos nuevos.
Es una compilación de
comentarios que fue elaborada gradualmente en las escuelas de Babilonia y de
Jerusalén.
La redacción duró,
aproximadamente, 7 siglos.
Comenzó con interpretaciones
de los textos del Torá (nombre hebreo del Pentateuco) por los sanios de la gran
sinagoga de Jerusalén, herederos de los profetas.
Después fueron los padres y,
finalmente, los rabinos, los maestros, los jefes espirituales, quienes enseñaron
el Talmud.
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