Moisés, en Números, tras la
guerra santa de los israelitas contra Madián, como Yahvé les había dicho, Vencieron,
mataron a todos los varones e hicieron cautivas a las mujeres y a sus hijos,
saquearon ganados, quemaron la hacienda,…y cuando llevaron el botín ante
Moisés, éste dijo: “Cómo, ¿habéis dejado con vida a todas las mujeres?...ellas
fueron las que sedujeron a los hijos de Israel….ahora, pues, matad a todo varón
de entre los niños, matad también a toda mujer que haya conocido a un hombre en
cohabitación marital”
Naturalmente los moabitas
(los descendientes de Moab, el hijo incestuoso de Lot y su hija mayor
¿recordáis?) eran malos y adoraban a un falso dios, a Baal así que:
“El pueblo de Israel comenzó
a prostituirse con las hijas de Moab. Ellas invitaron al pueblo a los
sacrificios de sus dioses, y el pueblo comió y se prosternó ante sus dioses…y
Yahvé encendiese en ira contra Israel, así que dijo a Moisés: “reúne a todos
los jefes del pueblo y empálalos (empalar consiste en hundir una pica o palo
por el ano del ajusticiado, cuyas entrañas atraviesa lentamente debido al peso)
cara al sol…para que el ardor de la ira de Yahvé se aparte de Israel”.
Moisés dijo a los jueces de
Israel: “que cada uno mate a aquellos de sus hombres que han servido a Baal”
Pero llegó un hombre con una
madianita (descendiente de Madián, un hijo de Abrahán)….un nieto de Aarón tomó
en su mano la lanza y fue tras el israelita, entró en la alcoba y traspasó a
los dos, a la mujer por el bajo vientre. Y cesó el azote que pesaba sobre los
hijos de Israel. Los muertos por aquel azote fueron veinticuatro mil”
¿Ese azote era una enfermedad
venérea y por eso Moisés quería perdonar sólo a aquellas de entre las mujeres
madianitas que no habían tenido cohabitación marital con un hombre, origen de
esta enfermedad…eso habría sido una medida higiénica?
La gonorrea debió ser
endémica en uno o varios pueblos, pero lo cierto es que no hay enfermedades
venéreas que tengan la virulencia de enfermedades epidémicas, causantes de gran
número de muertos en poco tiempo.
Además que tampoco son muy
fiables las cifras que aparecen.
Además de que dichas
enfermedades no eran consideradas contagiosas, sino que eran consideradas
causadas por divinidades, como castigo, o por demonios.
Lo cierto es que las
prescripciones religiosas del Antiguo Testamento parecen tener un carácter
higiénico
Y es que moabitas, madianitas
y amonitas estaban en el camino de los israelitas en su camino a la Tierra Prometida.
Así que un pueblo, que viene
del desierto, cogería una enfermedad intestinal endémica entre los madianitas y
a eso lo llamasen azote o epidemia pero Moisés lo interpretaba como un castigo
al pueblo de Israel por haber sucumbido a la seducción del dios Baal y de las
mujeres de los marianistas.
No es, pues, que Moisés
respetase la virginidad de las madianitas sino que les respetaba la vida para
que, cuando conquistasen la Tierra Prometida ,
los israelitas tuviesen mujeres con quienes cohabitar.
Era normal, en la Antigüedad , el botín de
personas, bien para el trabajo, bien para la procreación o bien para el placer,
pero no por respeto a las personas, sino por utilidad.
En el Deuteronomio
(“repetición de la ley”), compilado en el siglo VI, tras el retorno del exilio
de Babilonia.
Si un hombre llegara y dijera
“He tomado a ésta por mujer y me he llegado a ella pero no he encontrado en
ella la virginidad” entonces el padre y
la madre tomarán la prueba de la virginidad de la joven y la presentarán ante
los ancianos de la ciudad y el padre dirá a los ancianos…entonces desplegará la
sábana con la prueba de la virginidad ante los ancianos…entonces lo castigarán,
le pondrán una multa que se la darán al padre, y ella será su mujer y no podrá repudiarla,
pero si fuera mentira sacarán a la joven a la puerta de su casa y los hombres
de su ciudad la lapidarán con piedras y morirá porque ha cometido una infamia
en Israel al prostituirse en la casa de su padre”
“Si una joven, todavía
virgen, está prometida a un hombre y otro hombre la encuentra en la ciudad y se
acuesta con ella, haréis salir a los dos a la puerta de la ciudad y los
lapidaréis con piedras y morirán: a la joven porque no ha gritado en la ciudad
y al hombre porque ha desflorado a la mujer de su prójimo”
¿No era posible que la joven
gritara y gritara y no fuera oída y terminara siendo violada?
“Pero si el hombre encuentra
a la joven prometida en el campo, y le hace violencia, y yace con ella, morirá
sólo el hombre que haya yacido con ella. No harás nada a la joven, no hay culpa
que merezca la muerte en la joven, como si un hombre se arroja sobre otro y lo
mata. Así es en este caso. Como quiera que la ha encontrado en el campo, la
joven ha podido gritar, pero no había quien la librara.
Si un hombre encuentra a una
joven virgen, no prometida todavía, y la coge y se acuesta con ella, y se les
sorprende, el hombre que ha yacido con ella pagará al padre de la joven
cincuenta siclos de plata, y ella vendrá a ser su mujer, porque la ha desflorado.
No podrá, jamás, repudiarla”
Se descarta, pues, la
posibilidad de que sea ella la que incite al varón, la que no quiera
gritar,…siempre es presuntamente inocente.
En la Misnáh y su comentario en la Gemârâ se evalúa la
virginidad por parte de los hijos de Israel, de una manera aún más clara.
“Incluso si diez hombres han
copulado de una manera contranatural con una virgen prometida, continúa siendo
una virgen”
“Si la herida del ano debe
ser considerada como poseedora de las mismas restricciones que la herida del
himen, y por tanto, si se tuviese que poner en práctica la descalificación
contra la cópula contra natura, no se haría mujer alguna que fuese digna de
convertirse en la mujer de una gran sacerdote, porque no existe ninguna que no
haya sido herida de alguna forma. Pues está dicho: “tomará como esposa a una
mujer todavía virgen”, por lo tanto, a la viuda, a la mujer repudiada o
profanada por la prostitución no las tomará por esposa; sino que tomará por
esposa solamente a una virgen de entre los suyos; no profanará su descendencia
levítica, pues soy yo, Yahvé, quien lo he sacrificado”.
Así, pues, puesto que los
grandes sacerdotes se han casado, el comercio carnal contra natura no influye
en la virginidad”
O sea que, según el Talmud,
en la antigüedad, entre los israelitas, la cópula anal y la masturbación anal
estaban muy extendidas y, ciertamente, eran utilizadas para preservar la
virginidad y, probablemente, también como método anticonceptivo; y no sólo en
la antigüedad, sino después, también.
La sexualidad, y sus
manifestaciones, entre los israelitas era igual, o muy parecida, a la de los
otros pueblos del Próximo Oriente.
Y es comprensible que muchos
hebreos, tras la dura existencia de cuarenta años en el desierto del Sinaí,
bajo un régimen rígido se convirtiesen en presa fácil de las mujeres de los
madianitas y moabitas.
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