Yo, Tomás, por mi parte,
prefiero hablar de “madurez avanzada y activa”
Ya lo saben Uds., yo, desde
hoy me autodefino como una persona madura (no soy un joven), con madurez avanzada
(no tengo 40 años), pero con madurez activa, muy activa, además una actividad
muy, pero que muy gratificante
No me considero Viejo, yo no
soy un Viejo. Maduro, Mayor sí:
La edad, los años, lo que
causan es la degeneración de las células, de las articulaciones, de la vista y
del oído,...
La vejez no produce,
necesariamente, el deterioro del espíritu (Recordad la lucidez de J.L.
Sampedro)
YO NO SOY VIEJO.
La persona mayor, ante un
reto, se pregunta: ¿Vale la pena, merece la pena?
El viejo, ni se lo pregunta.
Sólo responde: “No merece la pena”.
ES POR LO QUE YO NO SOY
VIEJO.
La persona mayor es la que proyecta, busca,
tiene aún sueños, muchos sueños.
El viejo es el que ni siquiera puede dormir.
Y YO DUERMO PERFECTAMENTE Y
TENGO AÚN MUCHOS SUEÑOS.
YO NO SOY VIEJO.
La persona mayor es aquella que, como los que
estamos aquí, tiene unas ganas enormes de aprender.
El viejo ni siquiera enseña.
ES POR ELLO QUE YO NO SOY VIEJO.
La persona mayor sólo se sienta a la hora de
comer, de estudiar o de ver el telediario. Siempre está activo.
El viejo se ha pegado al sofá y se ha dejado
abrazar por el sillón. Padece de pasividad, agarrado al mando a distancia y el
móvil a mano.
ASÍ, PUES, YO NO SOY VIEJO
(no me gusta la tele y me móvil es contemporáneo de Pedro Picapiedra y Pablo
Mármol).
La persona mayor, al levantarse, ve el día
distinto de ayer, rellenable de proyectos, un día nuevo, un día a estrenar.
Para el viejo todos los días son iguales. Cada
día es un día más.
ASÍ, PUES, COMPRENDERÉIS QUE
YO NO SOY VIEJO.
Si tu agenda está llena de
cosas que hay que hacer las próximas semanas, de nombres de personas con las
que hay que estar, de libros que hay que leer, releer o comprar, siempre
mirando al futuro, tú eres una persona
mayor,
Porque el viejo tiene la
agenda aún sin estrenar, aún inmaculada; porque prefiere mirar la del año
pasado, porque mira el ayer.
ENTONCES, TOMÁS NO ES VIEJO.
Para el viejo hoy puede ser
el último día (siempre él tan optimista)
Para la persona mayor “hoy
puede ser un buen día, plantéatelo así”.
NO SOMOS, NO SEAMOS, VIEJOS.
Cuando al salir el sol miras
hacia el Este, hacia la luz, eres una persona mayor.
El viejo mirará hacia el
Poniente, hacia la sombra venidera.
MI CARIHUELA ES TESTIGO DE
QUE YO NO SOY VIEJO.
La persona mayor puede que
tenga 65 años.
El viejo puede que tenga 65
años.
Puede ser que tengan la misma
edad cronológica, pero ¿quién de los dos tiene telarañas en el espíritu y
cataratas en el corazón? ¿Hacia dónde apunta la flecha, hacia el ayer o hacia
el mañana?
¿Dónde crece, como hierba, la
ilusión?,
¿Dónde anidan los sueños?
VIEJO YO, TURURÚ.
¿Uds. creen que José Luis San
Pedro (que siempre ha sido y será mi ideal de persona culta), antes con su
Cátedra de Economía y luego con su actividad novelística, concediendo
entrevistas con cualquiera que quisiera entrevistarlo, con sus conferencias y
artículos en la prensa, sonriendo etruscamente, fue un viejo o tan sólo ha
sido, hasta su muerte una persona mayor?
Los minutos no son para
contarlos, sino para comérselos.
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