Son 16 los libros históricos
(Josué, Jueces, Rut, Samuel I y II, Reyes I y II, Crónicas I y II, Esdras,
Nehemías, Tobit, Judit, Ester, Macabeos I y II) y abarcan el período
comprendido entre la muerte de Moisés (hacia el 1.220 a . C) y el fin de la
resistencia de los Macabeos (del 174 al 135 a .C.), por lo tanto, un período de unos
1.000 años, pero el texto escrito data en su mayor parte de después del exilio
babilónico (538 a .
C.) hasta el año 100 a .
C.) en que fueron escritos los libros de los Macabeos.
En esos 1.000 años ocurrieron
las invasiones de los dorios en Grecia, la conquista de Palestina por los
hebreos, la caída del imperio Hitita, el lento descenso del poderío egipcio
hasta la conquista por Cambises, rey de Persia (525 a . C.), el apogeo de
Asiria bajo Asurbanipal (siglo VII), la fundación de Cartago (814 a . C.), la grandeza del
imperio Caldeo bajo Nabucodonosor el Grande (605-562 a . C.), la caída de éste
bajo el ataque de Ciro, rey de los Medos y de los Persas (539 a . C.), el crecimiento
del poderío y de la cultura helénica, conducentes a la helenización de Egipto y
de gran parte del Próximo Oriente, incluso antes de las conquistas de Alejandro
Magno que, en tan sólo 13 años (desde el 336 al 323) sometió al Oriente antiguo
hasta la orilla del río Indo; el inicio de la grandeza de Roma.
La pequeña Palestina se
hallaba inmersa en todos estos acontecimientos y el año 587 Nabucodonosor
destruyó el reino de Judá y su capital, Jerusalén y con el posterior cautiverio de Babilonia
durante 50 años, lo que supuso un enorme trastorno para la sociedad judía y del
que jamás pudo restablecerse totalmente y marcaba la lenta degeneración de la
nación construida por Moisés, Josué y los Jueces, después del apogeo bajo los
reyes David y Salomón, desde el año 1.100 al 930 y que tras la muerte de éste,
en el 931 a .
C. se dividió el reino de Palestina en dos reinos: Israel, al Norte, y Judá al
Sur.
El libro de Josué (en griego
“Jesús”) es la historia de la conquista de la tierra prometida y nada se dice
en él del tema de la sexualidad.
El Libro de los Jueces (un
período de 200 años, aproximadamente) es donde aparece la historia de Sansón y
Dalila (filisteos, cortarle los cabellos mientras dormía sobre su seno, le
sacaron los ojos, le hicieron bajar a Gaza, le ataron con doble cadena de
bronce y condenado a dar vueltas a la muela, en la cárcel).
Yahvé lo había dotado de una
gran potencia viril, “como un río rápido” = “durante su actividad sexual el
flujo de su semen no cesó nunca”
(“Dar vueltas a la muela en
la cárcel y potencia viril quiere decir que se acostaba con mujeres (¿hasta
3.000?). Los filisteos llevaban a sus mujeres a la cárcel para que se acostaran
con él y, así, engendrar en ellas niños que serían tan fuertes como él. Lo
habían raptado cuando estaba jugando con Dalila y en estado de erección)
“Jugar con una mujer” =
comercio carnal.
Ese era, pues, el juego que
se le hacía hacer a Sansón ante el templo del dios Dagón de los filisteos, un
dios fálico con cola de pez y que tenía templos en varias ciudades.
En el interior de los
templos, a la entrada, en los alrededores en los que se adoraban a los dioses y
diosas de la fertilidad había comercio carnal con las hieródulas o esclavas del
templo o promiscuidad entre los fieles.
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