Y fue el Cristianismo, con
otros ideales, sobrenaturales, quien socavó los cimientos y el edificio de la
religión civil romana.
Aunque el gran problema
llegaría en el siglo XVI, cuando aparecieron varias religiones-religiosas
coexistiendo en el mismo lugar y ante los mismos ciudadanos que debían optar
por una, por la otra o por ninguna.
Pero, al margen de su
consideración particular de una u otra religión, como creyentes, TODOS eran
ciudadanos y esto exigía el cumplimiento de las leyes.
Fue, entonces, cuando no
todos entendieron que “tolerancia”, “relativismo”, “ateísmo”,
“agnosticismo”,…podían establecerse y estar presentes sin perturbar el modo de
convivencia, sin graves amenazas para la paz y la seguridad de las gentes.
Y, en esto, fue Hobbes quien
establecería esta religión civil, que posibilitaría el orden, la paz y la
prosperidad.
Igual que Maquiavelo, también
Hobbes veía la utilidad pública de la religión.
La religión es como una masa,
un cemento, un pegamento, que une a los hombres. Es útil.
De ahí que “cuius regio, eius
religio”, Cada nación, su religión, y si has nacido aquí entonces…
¿Qué son, sino, las guerras
de religión? (aunque, en realidad, fueran un pretexto, una excusa, para invadir
y apoderarse de otra nación)
La coexistencia de dos
religiones en el mismo territorio conllevaría luchas religiosas entre sus
fieles.
Que cada ciudadano opte por
la religión que quiera pero la sociedad, en su conjunto, es dirigida por el
Príncipe hacia una “commonwealth”.
Será Rousseau quien mejor lo
lleve a cabo, en el último capítulo del Contrato Social.
Comienza con la legitimidad
del poder (“la voluntad general”) y termina con la Religión Civil y las piedades
laicas.
Según Rousseau, en la
antigüedad los reyes eran dioses y las guerras entre pueblos eran guerras entre
dioses y cultos (Israel y la Tierra
Prometida , pero ocupada por otros hombres, con sus dioses).
Las guerras políticas eran
guerras religiosas y sería el Cristianismo el que separara el sistema teológico
del sistema político, subordinando éste a aquel (San Agustín y la Ciudad de Dios: “Dos amores
hicieron Dos Ciudades: el “Amor Dei”, la Ciudad de Dios y el “amor sui”, la Ciudad del Diablo”…..)
“El poder siempre viene de
Dios”, directa o indirectamente, pero de Dios.
Cuando llegaron y se
establecieron las religiones-religiosas, sobrenaturales, se hará presente la posibilidad
de la discordia entre ser creyente y ser ciudadano.
“Todo lo que rompe la unidad
de la vida social, nada vale. Todas las instituciones que ponen a los hombres
en contradicción consigo mismos, nada valen”.
Será la Religión Civil la que haga de
la patria y de la sociedad el objeto de adoración ciudadana, en la que servir
al Estado es servir al dios tutelar.
Será el Estado (no tanto los Gobiernos)
el nuevo dios laico, protector, nutricio, cuyo objetivo es la consecución del
estado de bienestar, que se concreta en la “salud”, la “educación”, el
“trabajo”,…
Las buenas leyes emanadas del
Estado son los nuevos Mandamientos y quienes no las cumplan serán delincuentes
y podrán ser condenados a…
Habrá, pues, que tolerar
cualquier religión que no vaya en contra ni entorpezca los deberes de los
hombres creyentes que, sobre todo, son
ciudadanos.
“Tolerancia” con todo lo
tolerable y con todos los tolerantes.
Pero “respeto” a todos, hasta
a los intolerantes, por ser “personas”.
El “respeto” es a la
“persona”, la “tolerancia” es a las ideas, creencias, ideologías,….pero tolerables.
Los ilustrados (los jacobinos)
propusieron el culto político y civil a la Razón , al Estado y a la Nación a través de las
categorías de “ciudadanía”, “patriotismo”, “virtud”…con festivales, ceremonias,
templos.
¿Cómo era el calendario
republicano sino…? (Recuerdo el tiempo en que lo exponía en clase, y su
originalidad, su racionalidad, más que el nombre de dioses griegos y romanos
(Marzo, Mayo, Junio) o emperadores romanos (Julio, Augusto) o, simplemente,
numerales (Septiembre (mes 7), Octubre (mes 8), Noviembre (mes 9), Diciembre
(mes 10)
Es la “sociolatría” de
Augusto Comte con su “Religión de la Humanidad ”.
Es Tocqueville quien descubre
que en Norteamérica la religión es un soporte para la conservación de las
instituciones democráticas, por lo que no hay que considerar a la religión
necesariamente unida a regímenes
reaccionarios o retrógrados.
Y, junto a las religiones
propiamente dichas, esta otra religión de orden civil, contigua y difusa por
toda la sociedad,
Durkheim es el que constata
el declive de las religiones tradicionales y el avance paulatino de la
secularización, de la mano de la Diosa Razón
como único Dios, laico, a quien adorar y como buen francés se mantiene en la
tradición de cultivar una religión nacional, laica, cultural y patriótica.
Relación perfecta entre
“racionalidad” y “Religión Civil”.
La misma coronación de la Reina de Inglaterra, en
1.953, no es sino una serie de afirmaciones rituales de los valores morales
necesarios para una sociedad bien gobernada y buena.
El monarca no es sino el
símbolo beneficioso para un consenso moral de la sociedad británica y la
coronación no es sino un acto civil con ritual religioso ya que ella, la Reina , es la máxima
autoridad del Anglicanismo y de la Democracia.
En las sociedades
democráticas se celebran funerales por los soldados muertos y se conmemora a
los fallecidos, sobre todo en Estados Unidos donde está ausente el conflicto
entre “ser americano “(Religión Civil) y “ser creyente” de una Religión
Revelada (Religión-religiosa).
El americano estadounidense,
que es consciente que en su Constitución se hace referencia al Ser Supremo, al
Todopoderoso, canta el himno con la mano en el corazón, orgulloso de ambas.
Aunque hoy se discute sobre
los intereses de fondo de fuerzas económicas que proponen valores que a ellas
les interesa: una clase minoritaria dominante y el resto todos subordinados,
incluso muchos marginados.
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