J. L. Sampedro había sido
Catedrático de Estructura Económica, en la Universidad
Complutense de Madrid desde el año 1,955 al 1.969, pero entre
el 65 y 66, tras la destitución de los Catedráticos Aranguren, Tierno Galván,
Garcia Calvo,…y en solidaridad con ellos, decidió hacerse Profesor Visitante en
las Universidades de Salford y Liverpool.
En el 68 estuvo de Lector en la Universidad
Norteamericana de Bryn Mawr College.
Al volver a España pide la
excedencia de la
Universidad y se dedicará a la escritura al tiempo que
trabaja en el Banco Exterior de España, donde ya había trabajado anteriormente.
Poco antes de morir, en
2.013, aparecen varias entrevistas que se publican en Suplementos Culturales.
Recojo el resumen de dos de
ellas:
1.- Su visión de la Universidad.
2.- Su visión de la Educación en España en
la etapa del Ministro Wert.
1.- Usted trabajó en la Universidad española, la británica y la
estadounidense. ¿Qué diferencias encontró?
El ambiente y las condiciones de trabajo eran muy distintas. Se
respiraba otro aire. Para empezar, la educación en la España de aquella época
obedecía a las imposiciones de la Iglesia. Había clases de religión incluso en la Universidad , en todos
los cursos hasta el final. Era lo que se llamaban las tres marías, la Formación Política ,
la Educación Física
y la Religión. Había
que examinarse de esta durante muchos años, aunque, afortunadamente, se tomaba
a beneficio de inventario.
Otra diferencia importante era la ratio profesor-alumno que nos
permitía conocer mejor a los alumnos, apoyarles, razonar con ellos y evaluar su
rendimiento con más conocimiento de causa.
En cuanto a la burocracia, también la había en la Universidad británica,
pero era más efectiva.
Lo que en España tardaba meses en conseguirse, en Inglaterra
podía tardar lo mismo, pero la diferencia era que allí, tras solicitarlo, solo
había que esperar, mientras que en la Universidad española era necesario insistir,
volver una y otra vez sobre el asunto, rellenar formularios nuevamente, estar
pendiente del “¿cómo va lo mío?”; una lata.
2.-¿Cómo ve la educación actualmente en España?
Estamos viviendo un momento trágico.
El ministro actual es una amenaza para la educación española. Es
un hombre cuya política hay que definir como “de Contrarreforma”.
En la historia de España hay un momento en el siglo XVI, cuando
empiezan en Europa los protestantes, Lutero y demás, que se establece la Contrarreforma ,
como oposición al avance.
Wert representa la Contrarreforma y
con ella no es posible formar ciudadanos libres.
Es significativo que, recién nombrado, no tardara en atacar y
suprimir la asignatura de Educación de la Ciudadanía , introducida en la etapa del Gobierno
socialista, argumentando que era adoctrinante.
Bueno, en la vida social todo es adoctrinante, con todos los gestos que hacemos
nos adoctrinamos unos a otros.
Pero, este señor, que se quejaba de lo adoctrinante de la
asignatura, no impide que en las escuelas públicas se imparta religión.
El ministro no considera adoctrinante la doctrina que imparte el
cura (valga la redundancia).
Para más inri, los profesores de religión son nombrados por el
obispado, pero pagados con el dinero de todos los españoles, del Estado
supuestamente aconfesional, en un país en el que solo el 27% va a misa los
domingos.
Lo que en verdad se persigue con ello es potenciar la fe sobre
la razón, inculcar la fe desde la infancia, incapacitar a la gente a pensar
fuera de ese marco. Así consiguen que prevalezca el dominio de la Iglesia.
Y es lo que ahora quieren reforzar con la inestimable colaboración
del señor Wert, un ministro partidario de la separación de sexos en los
colegios, de educar separadamente a niños y niñas.
¿Acaso la educación no es prepararse para la vida?
En la vida futura hombres y mujeres se van a relacionar, en el
trabajo, en la calle, en todas partes. Entonces, ¿por qué no prepararlos para
tratarse unos a otros con naturalidad y combatiendo la violencia de género?
Induce a pensar que se trata de favorecer a los colegios
religiosos con subvenciones públicas que separan a los niños y a las niñas.
Mire, estamos en un momento en el que se está hablando de muchos
problemas.
Pues el más grave hoy es el Ministerio de Educación.
Con sus recortes e insensibilidad se priva a los niños menos
favorecidos de oportunidades, de horas de estudio, de clases, de aulas y
profesores de apoyo.
Se está castrando la inteligencia de esos chicos cerrándoles las
puertas para el futuro, mientras se favorece la enseñanza religiosa con dinero
laico.
Lo que hay en este momento es absolutamente rechazable, tenemos
un Gobierno que no hay por dónde cogerlo.
Y lo que más me preocupa es la educación. Hay que aprender a
pensar en libertad porque si no se piensa en libertad, no hay demócratas.
Y si no hay demócratas, no hay democracia.
Es así.
PD.
Estando éste que escribe
totalmente de acuerdo con su pensamiento, y tras haber criticado por activa,
por pasiva y por la doble perifrástica a Wert (el de las cuatro teclas
seguidas) y a todos los Consejeros de Educación de la Junta de Andalucía, entre
ellos, y sobre todo, a “nuestra querida y cándida Cándida Martínez), publiqué
dos artículos sobre Educación para la Ciudadanía (lo que, en breve, volveré a hacer)
Ministros y Consejeros que,
queriendo o sin querer, consciente o inconscientemente, han ido apuñalando la Enseñanza y la Educación.
Quien esto escribe había
jurado por todos los dioses no jubilarse hasta los 70 años, porque, como muchos
de los docentes actuales, disfrutaba de la enseñanza (“jodío, pero contento”)
pero cada año se bajaba un escalón y cuando se me ofertó, tras 36 años de
docencia y con 60 años cumplidos, la jubilación al 100%, incluso con un plus
económico, ni me lo pensé des veces.
Y aquí sigo, trabajando en lo
mismo, pero de otra manera.
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