4.- Tácito, historiador
romano, en sus “Anales” (año 115 d.C.), que narra cómo Nerón le echó la culpa a
los cristianos del incendio de Roma.
“Este nombre (“cristianos”)
viene de “Cristo”, que había sufrido la pena de muerte bajo el reinado de
Tiberio, tras haber sido condenado por el procurador Poncio Pilato….(los
cristianos) fueron cubiertos con pieles de animales y despedazados por perros,
o atados a cadáveres e incendiados, como lámparas nocturnas….”
Pero los expertos dan poca
credibilidad a este texto.
De Jesús dice lo que, en su
tiempo, se decía de Él.
Si escribe sobre las primeras
comunidades cristianas, pero de Jesús…
5.- Las fuentes rabínicas, de
no antes del siglo II, se refieren a Jesús de Nazaret de forma despectiva, pero
que había existido y no era sólo un mito creado por alguna secta disidente
judía.
Incluso se habla mal de Él,
considerándolo “bastardo”, a su madre como “adúltera” y a su padre como un
legionario romano llamado Pantera.
Considerado como un farsante
peligroso, cuyos milagros eran sólo hechicerías y que se tenía merecida la
ejecución.
Del hecho de hablar mal de
Él, puede suponer que afirmaban su existencia.
Aunque no haya fuentes
históricas, sino religioso-cristianas, hoy casi nadie pone en duda su
existencia, su muerte crucificado (algo muy normal) y que dio lugar a un movimiento
religioso que aún sigue.
De un simple mito no podía
haber surgido todo lo que surgió.
Tengamos en cuenta que los
criterios históricos varían según la época y no podamos aplicar a esto hecho
los criterios históricos modernos.
Por eso, en la antigüedad, no
sería raro manipular y fantasear la realidad, coloreándola.
De hecho, todos sabemos que
la historia la cuentan los vencedores y nunca los vencidos, los varones y nunca
las mujeres.
Ya mismo, y en el futuro, la
historia se nutrirá de fuentes como la prensa, la radio, la televisión,
revistas, Internet,..Pero ¿qué prensa, qué radio, qué televisión? Porque en
poco o en nada se parecen las futuras fuentes.
¿Y qué decir de Internet, de
entradas libres?
La verdad es que a la Iglesia y a los creyentes,
más que el Jesús histórico, del que apenas sabemos algo cierto (que nació en
Nazaret, que fue crucificado bajo el imperio de Tiberio, por ser un revoltoso,
y poco más), les importa el Jesús de la fe, el Cristo, el Mesías.
¿Qué sabemos de Él? Muy poco,
pues, casi nada.
Día.
Sabemos que no nació el día
de Nochebuena-Navidad, el 24-25 de Diciembre. Es imposible que, con el fría que
hace en Belén en invierno estuvieran los pastores, al raso, en al campo,
cuidando de las ovejas.
La fecha del 25 de Diciembre no
es anterior al siglo IV y, en no pocos países, y hasta la
Edad Media se celebraba la Navidad el 6 de Enero, el
día de Reyes.
Posteriormente, y
aprovechando que las fiesta pagana del Solsticio de Invierno (noche más larga y
día más corto) se celebraba con mucho boato se colocó ahí el día de Navidad y
así, mientras unos celebraban la fiesta pagana, otro celebraban la cristiana.
Hoy se apuesta por colocar el
día del nacimiento en la primavera, en el mes de Abril (según los que afinan
más, el 24 de Abril)
Año.
Aunque parezca una
“contraditio in terminis” “Cristo nació
antes de Cristo”.
Si, según Mateo (2.1 y ss),
el nacimiento se produjo cuando aún vivía Herodes el Grande y éste murió
(documentado históricamente) el año 4
a .C. Jesús tuvo que nacer, al menos el año 4 a .C.)
Pero, además, tenemos la
referencia de la estrella de Belén y un astrónomo, Kepler, la relacionó con una
conjunción astral que resultara visible en la Palestina del siglo I y
eso ocurrió el año 7 a .C.
Por lo tanto no pudo ser el
año 0, sino 5 ó 6 ó 7 años antes.
Lugar.
Lo normal es que a un varón
se le añadiese al nombre el lugar de nacimiento. Y todos sabemos que a Jesús,
se le llamaba el Nazareno (nacido en Nazaret). Lo que es seguro es que allí
vivió casi toda su vida.
¿Y lo de Belén?
Pues en es motivos
religiosos. Puesto que allí había nacido David, el Mesías tenía que ser de la
estirpe de David, el que salvaría a Israel y redimiría a la Humanidad.
En el primer libro de la Biblia , el Génesis (49.10),
aparece la profecía de que el Mesías llegaría cuando sobre Israel reinara un
personaje que no perteneciera al pueblo judío. Y eso sólo se dio con Herodes el
Grande.
También en el libro de Daniel
(9.20 y ss)
La profecía de Miqueas (5)
(siglo VIII a.C) decía que el Mesías debía nacer en Belén, la población en que
había nacido el Rey David.
En Lucas (2. 1) se afirma que
la familia de Jesús se vio obligada a desplazarse a Belén obedeciendo una orden
del censo relacionada con el romano Quirino.
Según leo, el empadronamiento
sólo se hacía para cobrar tributos por motivos laborales, y no tendría que
haber ido el matrimonio.
Para otros no hubo tal orden.
Y para otros, en ese año, 7 a .C. sí hubo esa orden y en
el trayecto, al llegar a Belén, María se pondría de parto, cumpliéndose así la Profecía : “Y tú, Belén
tierra de Judá,….”
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